Michael Kiske quiere morir en Helloween
La gira de reunión de Helloween llega a su fin este mes y Michael Kiske comparte una larga y reveladora charla telefónica con nosotros.
“Esto ha sido mucho más grande de lo que yo me esperaba”. Son las doce del mediodía de un lunes y Kiske está reflexivo desde su habitación de hotel en Karlsruhe, Alemania. Helloween están encarando los últimos conciertos de una gira, el “Pumpkins United”, que nadie pensó que se fuese a celebrar nunca. La gira de reunión de Helloween ha sido mucho mejor de lo que todo el mundo pensaba. Incluso el propio Kiske, que no sale de su asombro.
“Para mí, todo esto, era una cuestión personal. Quería quitar de en medio algunas cosas del pasado y volver a hablar todos de nuevo. Así es como comenzó todo. Evidentemente, el management puso en marcha la gira y todo lo que la rodea pero nadie tenía muy claro qué es lo que iba a pasar.”
Jan Bayati es el manager de Helloween. También es el manager de Gotthard y Krokus y promotor del Knockout Festival alemán. Desde su agencia Bottom Row gestiona el presente y el futuro de las calabazas. Y el futuro de la banda pasaba, inevitablemente, por volver a sus orígenes y volver a tener bajo su manto a dos miembros clave de su pasado: Kai Hansen y Michael Kiske. Con ellos en la banda y sin perder de vista a la formación actual (Andi Deris lleva un cuarto de siglo siendo vocalista de Helloween, Sascha Gerstner es un importante compositor y lleva quince años en la banda, por ejemplo), Jan ayudó a dar forma a una gira que tenía un alto componente simbólico y emotivo para los fans del heavy metal. Que alguien que había renegado durante años del heavy metal debido a su frustrante experiencia como miembro de Helloween volviese a la banda para este tour ha sido resultado de muchos años de reencuentros lentos, conversaciones pausadas y perdón en todas direcciones.
“Jan es el manager y siempre piensa a lo grande” explica Kiske animadamente por teléfono. “Él sabía lo que se hacía. Yo no sabía que iba a ser tan grande. Me ha gustado ver cómo ha funcionado la gira y cómo ha reaccionado la gente. Hemos tocado en ciudades que nunca habíamos visitado, incluso en Asia hemos tocado en sitios que antes no podíamos tocar y ahora hemos agotado entradas. Es una gran motivación para trabajar.”
No es para menos. 14.000 personas vieron a la banda en Praga. 13.000 en Madrid. 16.000 en Sao Paulo. 20.000 en Barcelona. 10.000 en México. “El de Madrid fue uno de los más grandes” asevera Kiske. “Creo que es uno de los lugares donde se grabó material para el DVD en directo”.
No ha sido un proceso fácil.
Odio, resignación, aceptación y perdón
Michael Kiske abandonó Helloween en 1994, tras dos decepcionantes discos como fueron “Pink Bubbles go Ape” y “Chameleon”, que se alejaban del estilo musical que la banda había ayudado a popularizar con los dos “Keeper of the Seven Keys” en 1987 y 1988. Power metal veloz, de voces agudas, épica asequible y trasfondo positivo. La decepcionante realidad del negocio de la música pese a estar en contacto con algunos de los principales ‘galácticos’ de la época (Rod Smallwood gestionaba sus designios en América pero sin perder de vista que Iron Maiden eran su principal cliente, Limb Schnoor en Europa pero con cierta inexperiencia y mientras, Noise Records los usaba de vaca que exprimir para financiar muchos fracasos de ventas auspiciados por una figura discutible como su CEO, Karl Ulter Walterbach) hizo que Helloween se desinflaran y que las disensiones y conflictos se llevaran por delante rápidamente a una banda que lo tenía todo por delante. Tras su salida de Helloween, Kiske dio pasos en dirección hacia una carrera en solitario que nunca terminaría de despega y siempre condicionada por un rechazo frontal al heavy metal. Los rumores sobre el vocalista abundaron durante años, hasta que sacó la cabeza como invitado en el proyecto Avantasia. Le seguirían años después, proyectos en clave de rock pero sin estridencias: Place Vendome, Kiske/Sommerville y finalmente Unisonic, donde volvía a cantar junto a Kai Hansen, su viejo compañero en los inicios de Helloween.
Helloween, mientras tanto, ficharon al vocalista Andi Deris (Pink Cream 69) y siguieron adelante con éxito más reducido pero constante a lo largo de los años. Pero siempre quedaba la pregunta: ¿cuándo se reunirán?
El 14 de noviembre de 2016 un comunicado de prensa de Nuclear Blast, su discográfica actual, puso fin a toda la especulación.
“Alrededor de 2013, me encontré con Michael Weikath en el backstage de un festival donde yo estaba cantando con Avantasia” explica Kiske. “Michael vino a hablarme y eso fue el inicio del proceso. Ahí me di cuenta de que no estaba enfadado. Me llevó un par de años más decirle a Kai Hansen, después de un show de Unisonic, que estaba abierto a hacer alguna cosa con Helloween de nuevo.”
“Kai me dijo una vez: ‘Michael, en algún momento tendremos que volver a hacer algo con Helloween. Es la nave nodriza. Es de donde salió todo.’. Y un buen día le dije ‘estoy abierto a ello’. Pero no habría podido pasar hasta que estuve listo por dentro, personalmente. Si no me cayese bien Andi Deris o si no estuviese a gusto en ese escenario no podría hacer esto: me pondría enfermo continuamente. Me volvería loco y abandonaría la gira a medias. No puedo hacer cosas que odio. No sé mentir. O funciona o no funciona. En esta banda todo el mundo es así, creo. Michael Weikath tampoco puede hacer algo impuesto. El es como es todo el tiempo. No cambia. Kai Hansen es igual. O está metido en algo o no lo está, pero si lo está, ha de ser al 100%.”
Crisis de identidad
Los 90 fueron años duros. Kiske se sumergió en el estudio de la filosofía, la espiritualidad y todo un proceso de desintoxicación de las pompa y la frustración que le había provocado el megaestrellato a un chaval alemán que apenas tenía 16 años cuando llegó al local de ensayo de Helloween.
“Todos pasamos por crisis de identidad” reflexiona el vocalista. “Le ha pasado a Bruce Dickinson, le ha pasado a Rob Halford. Todos han pasado por fases en la que han odiado todo lo que habían hecho y luego han vuelto. También me ha pasado a mí. Creo que todos los miembros de la banda han pasado sus fases y creo que Helloween es una banda muy pura a la hora de expresar emociones. Es algo que sigue ahí hoy en día.”
“En aquellos años me dediqué a leer muchos libros, a estudiar a filósofos alemanes y a lidiar con muchos aspectos espirituales” indica. “Ahora, mirando atrás, más allá de lo que cada uno de nosotros tenga en su cabeza como motivo para que pasase lo que pasó… Mira, si hablas con cada miembro de la banda verás que todo el mundo tiene una idea distinta de cómo sucedió todo en su momento. A mí no me importa. Creo que las cosas pasaron porque tenían que pasar. Tenía que pasar todo aquello para que ahora pase todo esto. Yo necesitaba no ser parte de la banda para poder volver a ser parte de la banda. Yo tenía que conversar con Michael Weikath, perdonarnos mutuamente y ser capaz de volver a sacar algo bueno de nuestra relación. Para mí era muy importante, fue un proceso de curación y este creo que es el resultado”.
“No sé si alguna vez he hablado contigo de esto pero tengo un enfoque muy espiritual de la vida” comenta. “No creo que en las religiones porque creo que luchan contra la espiritualidad dándole a la gente un falso sentido del dogmatismo. Creo que todos somos seres espirituales en cuanto a cómo conducimos nuestras vidas. Creo en la espiritualidad, creo en Cristo, pero no creo en la iglesia ni en las instituciones que intentan controlar a las personas y usar a Dios para tener poder. Mi enfoque espiritual influye en cómo veo lo que pasa en esta banda. Creo que somos una karma family. Mirando lo que me pasó en los años posteriores a Helloween entendí lo importante que fue para mí pasar por ellos para poder entender y comprender lo que pasa ahora.”
“Analizando los últimos treinta años de mi vida” prosigue “me doy cuenta de que las cosas tenían que ser así” analiza. “No estaría dónde estoy ahora si no hubiese hecho todo lo que hice previamente. Para que haya cosas buenas en mi vida ahora, todo tuvo que ser así y estoy convencido. Así es como lo veo. Mira como ahora nos llevamos tan bien entre nosotros, lo bien que me llevo con Andi… Durante años, Andi fue algo así como un enemigo, era el tío que se quedó con mi trabajo. No nos conocíamos. Tan solo habíamos intercambiado un ‘hola’ muy rápido alguna vez. Pero claro, él se quedó con mi puesto como vocalista y en mi cabeza era una figura dolorosa. Poder conocernos finalmente y ver que nos llevamos tan bien ha sido genial.”
Mano a mano con Andi Deris
La relación con Andi Deris era uno de los puntos clave en la estructura de la gira de reunión. Desde el principio, Deris se había mostrado abierto a que Kiske volviese a la banda pero sin negar su sitio a la banda actual. La manera en que los dos frontmen comparten el protagonismo y el escenario en la actual gira “Pumpkins United” encandila. Si uno analiza las giras de reunión que han hecho otras bandas, difícilmente encontrarás alguna en la que haya mejor rollo que sobre el escenario de Helloween.
“Me llevo muy bien con Andi” asegura de nuevo Kiske. “Creo que es una persona muy dulce. Incluso nos vemos de manera privada ocasionalmente porque tenemos muy buena relación. Como a veces digo, solo la vida puede escribir historias como esta.”.
Una historia que seguirá a partir de febrero en Tenerife, donde los dos vocalistas se reunirán de nuevo para comenzar a componer las canciones del nuevo disco de Helloween, el primero desde la reunión.
“Pensamos que sería bueno vernos y comenzar a trabajar juntos. Andi es un muy buen compositor y ha compuesto algunas de las canciones clave de la banda en los últimos años” asegura Kiske. El nuevo disco es uno de los más esperados y anticipados por los fans del heavy metal clásico en los últimos veinticinco años. Un disco que, según Kiske, podría llegar “entre finales de 2019 o principios de 2020”.
“No sé cómo va a sonar” ríe. “Me sigue gustando el material de los ‘Keeper’. Me sigo identificando con él y es bueno para mi voz. Lírica y musicalmente creo que son discos con un gran espíritu. Espero que podamos componer en ese estilo sin copiar lo que ya hemos hecho.”
“También habrá otros elementos porque cada individuo tiene su manera de componer y sus ideas. Creo que tendremos muchísimas canciones sobre las que trabajar y que nuestro management tendrá que tomar decisiones al respecto para hacer una selección de lo que irá en el disco. No creo que encontremos una manera de elegir por nuestra parte lo que debe salir y creo que tendremos muchas, demasiadas canciones. Los compositores pensarán que sus canciones son buenas y será bueno que una figura neutral como Jan tome la decisión. Es un buen tipo. Confío mucho en él”.
Kiske incide en un detalle nuevamente: “Espero que haya mucho del sonido de los ‘Keeper’. Es mi época en la banda y me sigue gustando y me sigo identificando con ello.”
“Vamos a ver qué tipo de disco hacemos, vamos a ver de qué modo esto se traduce a las nuevas canciones. Es importante para mi ver si somos capaces de hacer un buen trabajo. Tenemos a un montón de personas creativas en la vida y tenemos a dos cantantes y medio o tres. Tengo mucha curiosidad por el resultado”.
Un inicio de gira problemático
El inicio de gira, no obstante, fue accidentado. Un virus impidió a Kiske cantar en alguno de los primeros shows del tour y se tuvieron que usar grabaciones en algunos momentos del show para no cancelar conciertos que la gente llevaba décadas esperando. El torrente de críticas en las redes sociales no se hizo esperar.
“Entiendo que todo el mundo tenía unas expectativas respecto a mi voz pero, por otro lado, no soy una maquina, soy un ser humano. Si me pongo enfermo, no puedo cantar. ¿Qué debía hacer si estaba así?”se pregunta el vocalista.
“Estoy acostumbrado a lo de las redes sociales” asegura. “La gente se la puede dar de lista en internet y en las redes y pueden decir de todo sin mirar a los ojos de la persona a la que están criticando. No me importa un comino, realmente. Soy un ser humano, no soy un robot. Cuando no estoy enfermo, puedo cantar sin problemas pero si pillo un virus y mi voz está afectada ¿qué puedo hacer? Si cualquier persona piensa que puede hacerlo mejor estando enfermo, que lo demuestre.”
Kiske se cuida ahora mucho más que antes a nivel vocal, especialmente ante una gira de esta magnitud.
“La diferencia principal con ahora es que debo prepararme mejor físicamente. Tengo cincuenta años y girar es algo que es muy exigente” explica. “He de entrenar mi voz más. Cuando era más joven no tenía que esforzarme tanto en la preparación. Podía estar varias semanas sin cantar y luego llegaba el ensayo y cantaba sin mayor dificultad. Hoy en día he de trabajar mi voz un par de días para reforzar mis cuerdas vocales y sacar lo que quiero escuchar de ellas. Creo que mi voz hoy en día es algo más fuerte, quizá un poco más rugosa en algunos puntos pero esencialmente es la misma y puedo usar una técnica muy parecida a la que usaba en discos como los ‘Keepers’. Creo que, de hecho, la voz suena mejor hoy en día.”
La gira, con shows de tres horas, es exigente pese a que Kiske comparta tareas vocales. “Creo que he demostrado suficientemente que puedo cantar. Cuando pillo un resfriado, realmente afecta a mi voz. Hay cantantes que cantan de otra manera y no quedan tan afectados, quizá pueden sacar el concierto adelante. Yo no. Cuando cantas de manera más gutural, las cuerdas vocales no tienen que cerrarse tanto y no se nota tanto la afección. Cuando cantas agudo como canto yo, es distinto. Mis cuerdas vocales han de funcionar correctamente para que yo pueda entonar las canciones de la manera en que están compuestas. Espero que a medida que vaya girando más mis cuerdas vocales puedan superar con más facilidad cualquier tipo de problema, lo cual parece ser el caso. Este año no he tenido más que algún pequeño problema pero no tanto como al principio de la gira.”
Mejor ahora que nunca
En 1988, Helloween y Iron Maiden compartieron la gira “Monsters of Rock” por Europa. Les acompañaban unos Metallica camino de la grandeza más absolutas y Anthrax. Ahora, treinta años después, todas las bandas siguen en activo e incluso Helloween han vuelto a coincidir en algunos shows con Iron Maiden, como hace treinta años. ¿Qué momento es mejor? ¿El de 1988 con inocencia y juventud o el actual con todo mucho más claro y madurado?
“Creo que esta ocasión es mejor” dice tras pensarlo un poco. “Creo que la juventud tiene unas cualidades determinadas que son innegables. Mira al joven Bruce Dickinson de los 80. Era arrollador. Mira a Metallica alrededor de la época de ‘Ride the Lightning’ o ‘Master of Puppets’. Tenían una energía increíble. No creo que sea bueno comparar una época con otra. Es estúpido. No puedes mantener igual. Has de crecer, has de cambiar. Por eso estamos aquí.”
“Creo que hay una cierta belleza en ser joven, en ser inocente, en crear un sonido y una música. Los ‘Keeper’ fueron muy importantes por el espíritu que teníamos en ese momento y por el hecho de que eramos jóvenes y no teníamos miedo a nada. Pero hoy en día esto sigue siendo muy bueno. Es simplemente distinto, tiene otras cualidades, pero es muy bueno.”
“No puedes ser la misma persona con cincuenta años que con veinte. Sería tirar tu vida por la borda. Lo malo es empezar siendo un tio majo y acabar siendo un gilipollas a los cincuenta años. Quizá esa no es la mejor manera de evolucionar. Pero cualquier otro cambio en tu vida hacia algo bueno, es positivo. No somos los mismos Helloween de hace treinta años, pero eso no es malo. Somos distintos. La energía es positiva y el enfoque es positivo en todo momento y eso es lo importante.”
Kiske cierra con una reflexión muy reveladora.
“No estamos fingiendo esto. No podría. Cualquiera que me conozca lo sabe. Es genial estar ganando dinero y todos tenemos nuestras facturas que pagar. Está muy bien participar en giras de éxito y todo eso está muy bien pero eso no fue nunca el motivo para todo esto. Siempre intento estar donde mi corazón dice. Lo de Helloween, lo de la reunión, fue algo que yo propuse. Durante años no quise saber nada de ello. No quería hacerlo. Tenía demasiado resentimiento dentro de mi todavía.”
“Esto es una familia. Hemos tenido nuestros momentos y fuimos muy grandes en los 80 y parte de los 90. Yo luego me tomé un largo descanso de la banda y ahora estoy haciendo las cosas de nuevo con ellos porque es el momento adecuado personalmente. Si fuese por el dinero, podríamos haber hecho esto en 2008 y habría funcionado mejor, porque la industria del disco estaba en mejor situación y todo eso. Yo no estaba listo. No lo estaba. Mi corazón no estaba listo y no lo estaba hasta hace poco. Ahora seguiré con esto hasta que pueda. Si sigue siendo algo tan bueno como lo está siendo en este momento, espero seguir en Helloween hasta que me muera.”
Helloween actúan en el Altice Arena de Lisboa mañana, 6 de diciembre, y dos días después en el Multiusos Do Sar de Santiago de Compostela. Serán los dos últimos shows en la península ibérica de su “Pumpkins United Tour”. Las entradas están disponibles en este enlace.
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