Publicado el 9 de noviembre de 1985, The Last Command llevó a W.A.S.P. al Billboard 200. Con “Wild Child” y “Blind In Texas”, combinaron agresión y melodía en plena fiebre ochentera.

The Last Command es el segundo álbum de estudio de W.A.S.P., publicado el 9 de noviembre de 1985 a través de Capitol Records. Por entonces, la banda liderada por Blackie Lawless (voz y bajo) había causado un fuerte impacto en la escena del heavy metal con su debut homónimo (1984). W.A.S.P. se caracterizaba por ofrecer espectáculos en vivo extremadamente teatrales y provocativos, atrayendo tanto la atención de fanáticos del metal más agresivo como las críticas de sectores conservadores.

En una escena musical plagada de glam y hard rock festivo, W.A.S.P. destacaba por su toque más oscuro y amenazante, poniendo énfasis en la provocación y en una actitud subversiva. The Last Command, por tanto, llegaba para consolidar el estatus de la banda en la década de los 80, demostrando que su relevancia iba más allá de la polémica inicial.

W.A.S.P. The Last Command

Accesibilidad comercial

El disco fue producido por Spencer Proffer, conocido por trabajos con grupos como Quiet Riot. La grabación se realizó en los Pocos Studios (y en algunas fuentes se menciona Eldorado Studios), con la idea de mantener la contundencia de W.A.S.P. y, a la vez, lograr cierta accesibilidad comercial que les permitiera tener presencia en la MTV y en emisoras rock.

La formación principal para The Last Command incluía a Chris Holmes (guitarra líder), Randy Piper (guitarra rítmica) y Steve Riley (batería), acompañando a Blackie Lawless. Pese a algunos ajustes de integrantes, esta alineación aportó riffs directos y un trasfondo rítmico sólido, sin que la banda perdiera su esencia escénica y provocadora que ya la había hecho famosa.

Grandes himnos

The Last Command salió al mercado el 9 de noviembre de 1985 y se ubicó en el n.º 47 del Billboard 200. Aunque no alcanzó el éxito comercial de otras bandas del glam metal, el álbum reforzó la reputación de W.A.S.P. como grupo de culto, capaz de llamar la atención de la prensa y de un público ansioso de directos impactantes.

Sencillos como “Wild Child” y “Blind In Texas” contaron con sus respectivos videoclips, alcanzando difusión en la MTV e incrementando la visibilidad de la banda más allá de los seguidores acérrimos del metal extremo. La gira posterior mostró a W.A.S.P. encabezando conciertos y participando en festivales, donde continuaban exhibiendo un despliegue escénico lleno de sangre falsa y actitudes provocativas que cautivaban —y escandalizaban— a la audiencia.

Crudo

El álbum inicia con “Wild Child”, uno de los cortes emblemáticos en la discografía de W.A.S.P., combinando un riff pegajoso y la voz cruda de Blackie Lawless. “Ballcrusher” y “Fistful Of Diamonds” profundizan en la vertiente pesada y amenazante del grupo, con guitarras crudas y estribillos incendiarios. “Blind In Texas”, en cambio, muestra una faceta más desenfadada y obtuvo un videoclip memorable que se emitió de forma moderada pero constante.

Las letras mantenían la provocación y la referencia a la violencia y la sexualidad que ya se había visto en el disco debut, pero con un matiz algo más melódico. Esto permitió a W.A.S.P. llegar a oyentes que apreciaban la brutalidad visual y escénica, pero requerían cierta accesibilidad en la música. Aun sin recorrer la senda puramente glam, la banda no dejó pasar la oportunidad de producir estribillos o ganchos que llamaran la atención de un público amplio dentro del heavy metal.

W.A.S.P.

El legado

The Last Command se convirtió en un pilar que permitió a W.A.S.P. afianzarse en la escena de los 80 más allá de la etiqueta de grupo chocante. Con este disco, Blackie Lawless reforzó su papel como líder carismático y transgresor, mientras Chris Holmes destacaba por su estilo de guitarra incisivo. Aunque la banda pasaría posteriormente por altibajos y múltiples cambios de formación, este trabajo constituye uno de los momentos clave de su discografía.

El impacto visual y la audacia de W.A.S.P. influyeron en muchas formaciones posteriores que vieron en la mezcla de agresividad musical y estética chocante una oportunidad para diferenciarse. A día de hoy, The Last Command se considera uno de los lanzamientos más importantes de la banda, uniendo la ferocidad del heavy metal con un potencial comercial que se hizo notar en canciones como “Wild Child” o “Blind In Texas”. Así, W.A.S.P. quedó en la memoria ochentera como uno de los exponentes más atrevidos y memorables del rock duro de la época.

Sergi Ramos