VEINTE AÑOS DE LA EXPLOSIÓN GRUNGE (PARTE 7)
Otros grupos grunge y era post-grunge (II)
- Click aquí para leer: Parte 1 – Orígenes e inicios
- Click aquí para leer: Parte 2 – Los músicos opinan
- Click aquí para leer: Parte 3 – 1991/1992 El Boom del Grunge
- Click aquí para leer: Parte 4 – 1993/1994 Éxito mediático y muerte de Kurt Cobain
- Click aquí para leer: Parte 5 – 1995/1996 Comienzas los tiempos difíciles
- Click aquí para leer: Parte 6 – Otros grupos grunge y era post-grunge (I)
Todos los relatados hasta ahora empezando en la primera mitad de los 90… porque en la segunda salieron muchos más. Los que causaron mayor impacto comercial sin duda fueron Creed, donde muchos vieron al principio un simple clon de Eddie Vedder en la forma de cantar de Scott Stapp. El grupo lo habían formado este junto al guitarrista Mark Tremonti, completando el cuarteto Brian Marshall y Scott Phillips; lanzaron su debut en 1997 bajo el título de ‘My Own Prision’. Desapercibido en un primer momento, sería relanzado poco después por Wind Up Records tras una nueva remezcla que hacía su sonido más radiable; la intención era clara: buscar hits en forma de singles. Y esa fue la razón tanto de su éxito con canciones como ‘One’ o el tema que daba título a dicho álbum, como para ganarse detractores, que veían un producto comercial y artificial sin mucho recorrido. El registro vocal de Stapp sí tenía similitudes con el del cantante de Pearl Jam, pero las letras no tenían nada que ver con la de grupos de Seattle, optando Creed por unas más personales y declarándose abiertamente cristianos. Su consagración llegaría con su segunda obra, el arrollador ‘Human Clay’, que se llevó por delante todo especialmente con ‘With Arms Wide Open" y "What If" (la primera de ellas con el único Grammy que conseguiría el grupo; la segunda, apareciendo en la banda sonora de una de las sagas del momento, ‘Scream’). Sus ventas serían millonarias, y solo se verían ensombrecidas por la salida de su bajista… supuestamente por problemas con Stapp, al haber criticado públicamente el rumbo que había tomado Pearl Jam.
Pero en comparación con lo que vendría más tarde, solo fue un pequeño obstáculo en su camino por seguir conquistando la industria. ‘Weathered’ era su tercer álbum en tan solo cuatro años, y también llegaría al número 1 de Billboard. Más de la mitad de sus composiciones serían editadas como single, siendo la más destacada ‘My Sacrifice’, pero esta vez las críticas no acompañaron; por el contrario, las ventas se sucedieron como siempre. Pero el infortunio llegó en forma de accidente de su vocalista; la gira se retrasó, y en ese tiempo Stapp se acostumbró a unos medicamentos para sus dolores, lo que se unía a su creciente problema de adicción al alcohol. Parte de ese tour fue un fracaso, y problemas internos entre sus miembros hicieron que el grupo cesara su actividad, para anunciar dos años después su disolución. El cantante iniciaría una carrera en solitario muy desapercibida, mientras que Mark Tremonti y Scott Phillips volverían a juntarse con su ex-compañero Brian Marshall, para fundar Alter Bridge. A medio camino entre el hard rock y post-grunge, y con algunos detalles más cercanos al metal alternativo, los tres componen música para un primer trabajo, "One Day Remains", que sale poco después de juntarse con el vocalista Myles Kennedy, que apenas tiene presencia en los créditos. Pronto se nota un cambio en su sonido respecto a Creed, no solo en el aspecto del registro de Kennedy. Después de unas ventas moderadas, y tras un cambio de compañía, dos años después llega ‘Blackbird’, con una acogida bastante más positiva que su primer álbum. Un disco más maduro, completo y en ocasiones oscuro, que se gana al público y crítica, sin llegar al éxito que tuvieron en el pasado con su otra banda. Fue entonces cuando se negó de una manera tajante cualquier posibilidad de una reunión de Creed; por su parte, Myles Kennedy comenzó a ser uno de los cantantes del momento, haciendo audiciones con miembros de Led Zeppelin para ser su cantante, y de igual manera con Velvet Revolver. Ninguna llegaría a buen puerto, pero esta última le valdría para colaborar en el disco en solitario de Slash cantando dos temas junto a otros colaboradores; sería el escogido para salir de gira con el legendario guitarrista, mientras compaginaba su labor para completar ‘AB III’, el nuevo disco de su grupo principal, resultando ser el peor de los que habían editado. Paralelamente, sus tres compañeros de banda confirmaban una inesperada reunión con Scott Trapp para una gira y un nuevo álbum, ‘Full Circle’, con grandes ventas y críticas variadas. Ya con el tercer álbum de Alter Bridge a la venta, se suceden su propia gira, una nueva de Slash, las noticias de un nuevo disco de Myles (al completo) con el guitarrista, y del quinto de Creed. Veremos en qué queda todo con unas agendas tan apretadas.
Un grupo donse se hacían evidentes sus influencias grunge era en Godsmack. Aunque negaran después la relación, el título recordaba a ‘God Smack’, canción incluida en ‘Dirt’ de Alice In Chains. Al contrario que Creed, el sonido de estos se mostraba mucho más crudo y orientado al metal, lo que sería una constante en los años posteriores con una gran oleada del llamado metal alternativo. Su primer trabajo fue en 1997, un autoeditado ‘All Wound Up’ (con su cantante Sully Erna a la batería), que un año más tarde reeditarían bajo el título del nombre del grupo y con un tema extra, ‘Whatever’; esta fue el tema más emblemático en sus inicios junto a ‘Voodoo’ y ‘Keep Away’, a medida que el grupo empezaba a ser más conocido. Para ‘Awake’ en 2000 la fama aumentaba, y se acostumbraba a ver en Godsmack a una mezcla de los citados Alice In Chains con los Metallica noventeros (a los que llegarían a acompañar años después en una gira); con esta segunda obra siguieron su crecimiento progresivo, pegando el subidón definitivo antes del tercer disco, gracias al single ‘I Stand Alone’ grabado para la banda sonora de ‘The Scorpion King’. Con un gran éxito, se esperaba mucho ‘Faceless’, su tercer disco; entró a lo más alto de ventas en su país, apoyados en la última canción nombrada y ‘Straight Out of Line’, consiguiendo una nominación a los Grammy (un premio que siempre se les resistió). Con él vino la novedad de Shannon Larkin en la formación, procedente de Amen, sin variarla en los diez últimos años. Las comparaciones con Alice In Chains volverían al sacar ‘The Other Side’, un EP acústico con versiones propias y alguna canción inédita. ‘IV’ seguiría la senda de éxito marcado en el año 2006, generándose rumores de separación tras su gira y un recopilatorio, ‘Good Times, Bad Times… Ten Years of Godsmack’ (con el aliciente de la versión de Led Zeppelin que lo daba título), que siempre suelen traer finales de algo. Solo fue un descanso, volviendo en 2009 con un nuevo tema, ‘Whiskey Hangover’, y el anuncio de su quinto disco. A la par que la grabación de éste, Erna hacía lo propio en un trabajo en solitario, ‘Avalon’, enfocado a ritmos tribales y acústicos y totalmente alejado del sonido de su grupo. ‘Oracle’ vería la luz en Mayo de 2010, con unas críticas magníficas para un álbum sin singles tan marcados, y sí mucho más completo que entregas anteriores.
En el lado contrario de la fama y el dinero que manejaban algunos de estos últimos, se encontraban otros grupos que sin vender millonadas, conseguían dejar el pabellón muy alto con grandes obras. Por ejemplo, estaban Days of the New, que sí tuvieron un relativo éxito de ventas con su debut. No pondrían títulos a sus discos, así que se distinguirían por el color de la portada. En su primer trabajo, el amarillo (o naranja) sacado en 1997, el grupo se adentraba en melodías acústicas bajo unas composiciones muy oscuras. Les valió para girar junto a Jerry Cantrell, pero poco después se separarían con Travis Meeks por un lado (bajo el mismo nombre), y los otros tres formando Tantric, un grupo más eléctrico y con algún tema recordado como ‘Breakdown’, incluido en un meritorio debut que presentaron junto a Creed. Tanto unos como otros siguieron sacando trabajos; Days of the New tuvieron dos más, Verde y Rojo, que seguían la misma senda acústica del primero con menor repercusión y un baile constante de músicos. El último saldría en 2001, entrando desde ese momento el grupo en una hiato del que poco se supo de Meeks excepto de problemas con sus adicciones. A pesar de tener listo un cuarto disco en los últimos años, y de haber estado trabajando junto a Mike Starr, la muerte de éste dejó sin nuevas noticias del grupo.
Otros ni siquiera llegaron a la repercusión de los primeros años de Days of the New. Fuel tuvieron dos primeros discos, ‘Sunburn’ y ‘Something Like Human’ bastante buenos que les valió para hacerse un nombre. Temas como ‘Shimmer’ y ‘Hemorrhage (In My Hands)’, o sus versiones de ‘Daniel’ y ’Going to California’ de Elton John y Led Zeppelin respectivamente ayudaron a ello, pero poco a poco fueron cayendo en el olvido después de la salida de Brett Scallions, cantante y el que aportaba la mayor seña de identidad del grupo. A pesar de todo, hace poco volvieron con su formación clásica. Local H o Lit también son ejemplos de gente con algún disco digno de mención como ‘As Good as Dead’ y ‘Tripping the Light Fantastic’, pero sin una carrera demasiado destacada. Un caso extraño fue el de Our Lady Peace: en su Canadá natal sus discos se contaron por éxito, pero en EEUU y otros países tuvieron una carrera llena de altibajos. Muchos grupos olvidados se han ido quedando en la memoria del público…
Con la llegada del nuevo siglo, la oleada de grupos con alguna influencia grunge se hizo mucho más extensa. En muchos era menos evidente que en los surgidos a mediados de los 90, pero era un hecho que estaban ahí. El éxito real solo llegaría a unos pocos, y en parte serían pasajeros y efímeros…
Un caso parecido al de Creed pudo ser el de los canadienses Nickelback, si bien la carrera hacia el estrellato dependió más de la difusión de una canción en concreto y no fue tan instantáneo. Empezarían su trayectoria con ‘Curb’ en 1996, pero sería en el año 2000 cuando comenzó su asalto a las listas y las grandes masas. ‘The State’ no fue avalado por la crítica, pero tuvo un par de singles que ayudó a poner al grupo en primera plana del panorama del rock. Ya por entonces se hacía evidente la mayor carencia del grupo: grandes canciones junto a temas que pasaban sin pena ni gloria. Así llegaron al 2001 con ‘Silver Side Up’, que de nuevo sin recibir críticas brillantes consigue unas ventas records gracias a la difusión constante de ‘How You Remind Me’, y en menor medida de ‘Too Bad’ y ‘Never Again’; pero pocas personas se acuerdan hoy en día del nombre de cualquier otra de ese álbum. Si en otros grupos se veían copias de artistas de Seattle, Chad Kroeger se ganó las comparaciones como frontman con James Hetfield de Metallica, por su pose sobre el escenario (más de una vez se arrancarían con una versión suya). La expectación con su siguiente álbum era altísima, y defraudaron… pero no al público. De nuevo apoyados en un par de temas, los de Canadá volvían a arrasar en ventas ante una sorpresa generalizada. Para ‘All The Right Seasons’ y ‘Dark Horse’ el grupo había explotado demasiado la fórmula, llegando a repetirse en sus propios temas, pero aún con gran apoyo de las listas de los más vendidos.
Con ellos hubo una especie de puente entre décadas, con una serie de grupos que nada más empezar el siglo consiguieron una fama inmediata que poco a poco se iría diluyendo por distintos motivos. Además, la industria ya había cambiado por culpa de internet, y las ventas empezaron a caer de manera escalonada en una historia que parece no tener fin. Al frente de masificación se coloraron Puddle of Mudd y Staind, teniendo ambos el nexo de unión de una persona, Fred Durst. Ambos ya tuvieron algún lanzamiento en los años anteriores, con unos ‘Abrasive’ y ‘Tormented’ desapercibidos. Quizá el caso de Puddle of Mudd fue más efímero, con un disco, ‘Come Clean’, que gracias a la difusión de singles como ‘Control’, Blurry’ y ‘Drif & Die’ y la constante emisión de sus vídeos en Mtv, consiguió auparse hasta los primeros puntos de venta. La influencia de algunos grupos de los 90 se podía ver en la forma de cantar de Wes Scantlin, pero se advertía una imagen y perspectiva claramente más comercial que en tiempos anteriores. Pronto se evidenció en ellos la carencia que había ocurrido con otras bandas antes, la facilidad que tenían para tener una canción de éxito, para que las demás cayeran en el olvido. Las críticas serían duras con ellos en ‘Life on Display’, un trabajo muy flojo, y mejorarían con ‘Famous’, gracias al tema del mismo nombre, enfocando su sonido en un rock más clásico. Bajando en popularidad, ‘Volume 4: Songs in the Key of Love & Hate’ subiría la calidad, ofreciendo este mismo año su último álbum, una recopilación de versiones que van desde The Rolling Stones hasta Led Zeppelin, pasando por Neil Young.
Staind también se vio favorecido por un tema en concreto, ‘It’s Been Awhile’. Venían de dos discos más enfocados hacia el metal moderno, pero con ‘Break the Cycle’ abrazaron otros sonidos. Participaron en 1999 en la gira Family Values junto a Limp Bizkit, Korn o Filter, y durante algunas fechas se pudo escuchar una composición acústica y dolorosa, ‘Outside’. Esta formaría parte del siguiente disco, y gracias a ella y a la canción citada al comienzo de este párrafo conseguirían el éxito y asaltar el número 1 de Billboard. El álbum era una mezcla de metal alternativo con claras influencias que bebían de las composiciones oscuras de los grupos más famosos de los 90. Ahondando en ese lado más cercano al grunge, grabarían un Unplugged para la MTV que recordaban a algunas grandes interpretaciones no muchos años atrás, incorporando a sus conciertos ese formato para alguna de sus canciones más calmadas. Desde entonces tendrían mejor aceptación este tipo de composiciones, como ‘So Far Away’ de ’14 Shades of Grey’, en donde se incluía un homenaje al cantante de Alice In Chains titulado simplemente ‘Layne’. Seguirían sacando discos con buenas ventas pero una popularidad menor, y sería habitual ver a Aaron Lewis, su vocalista, dar conciertos en solitario solo acompañado con una guitarra; en él parecía encontrarse ese tipo de cantantes que cantan bajo una personalidad atormentada, interpretando algunas versiones de grupos clásicos, como ‘Nutshell’. De hecho esta junto a otras fue incluida en un recopilatorio en el año 2006; después de unos últimos años donde su tirón ha bajado, parece que vuelven fuertes con un trabajo homónimo.
A su estela el listado de formaciones se alarga mucho. Cold tenían algunas similitudes con Staind (más allá de su relación con Fred Durst, que incluso produciría), colaborado su vocalista en alguno de sus discos. Después de debutar con un disco homónimo, los medios alabarían ’13 Ways to Bleed on Stage’; en él se encuentran temas como ‘No One’, ‘Bleed’ o ‘End of the World’, cuyas atmósferas oscuras parecían hacer evidente de donde venían. Aumentarían su reputación en ‘Year of the Spider’ con el single de mayor éxito de su carrera, ‘Stupid Girl’, y a partir de ese momento, tras algunos cambios en su formación su lucimiento comenzó a descender, con un emocional ‘A Different Kind of Pain’, que siendo un buen disco se mostraba desigual. Tras él vendría la separación de Cold, volviendo dos años después, para sacar un ‘Superfiction’ hace poco donde han dejado atrás su lado más crudo y se centran en un sonido más comercial.
En otras se intentó ver lo que no eran. Con los australianos The Vines se intentó ver una especie de nuevos Nirvana en el año 2002. Trío con cantante rubio y alocado al frente, canciones variadas que iban de la distorsión a la melodía, single de éxito (‘Get Free’), y certeza de que los primeros pasos del grupo fue versionando a Cobain & Cia. Pero solo fue un espejismo, alejándose de esos inicios más rabiososy adentrándose en otros estilos. También se intentó ver una nueva esperanza en Seether; los sudafricanos se vieron lanzados por el éxito de ‘Broken’, un tema que fue incluido en su debut ‘Disclaimer’, pero que alcanzó la gloria en su regrabación junto a Amy Lee, que por aquel entonces era una de las artistas del momento por su fama con Evanescence. Ésta fue la pareja del líder del Seether, Shaun Morgan, y supo aprovechar su momento reeditando ‘Disclaimer II’ con dicha canción. Tras su salida a la luz pública, se advirtió en ellos un grupo rockero con grandes canciones y con sus pequeñas dosis melancólicas. Llegarían a grabar un concierto acústico (con una versión de ‘Immortality’ de Pearl Jam incluida), y no serían pocas las veces que el grupo versionara a Nirvana, acrecentándose las comparaciones. Pero estas suelen ser odiosas, y nunca llegarían a ser lo que se esperó de ellos tras el salto a la fama.
Más al margen de las comparaciones se movían bandas como Shinedown o Three Days Grace, con un ascenso progresivo hacia el mainstream, lo que hacía que saborearan mejor su auge y que su caída (si se produjera), no doliera tanto como a otros. Como la mayoría de este tipo de grupos, tendrían en las respectivas voces de Brent Smith y Adam Gontier sus señas de identidas más destacadas. Con tres trabajos cada uno y ciertos paralelismos, no fueron un simple one-hit wonder, facturando trabajos que paso a paso se ganaron a crítica y público por partes iguales. Unos con temas como ‘45’, la versión de Lynyrd Skynyrd de ‘Simple Man’, Devour o ‘Sound of Madness’; otros con ‘I Hate Everything About You’, ‘Animal I Have Become’, ‘Pain’ o ‘Never Too Late’. Ambos, con medios tiempos de gran calidad y algunas baladas de aire noventero, pasadas por el filtro del tiempo y adaptadas a tiempos más modernos. Quizá los últimos discos de las dos no fueran los mejores de sus carreras, pero siguen en un status de honor. Shinedown incluso llegaron a versionar un tema de Foo Fighters para la parte acústica de su último lanzamiento, un DVD en directo, y además de la citada ‘Simple Man’, grabarían una versión de ‘Nutshell’ de Alice In Chains; Three Days Grace haría lo propio con ‘Live at the Palace’ de Alice In Chains. Por algo sería, ¿no?
Para ir terminando, Earshot y su debut ‘Letting Go’, 12 Stones, gran parte de las discografías de Ra y 3 Doors Down, Breaking Benjamin, algunas canciones de los primeros pasos de Chevelle y Saliva, distintos trabajos de Finger Eleven, los más recientes Crossfade, incluso algunos temas de Stone Sour (no ha sido raro ver a Corey Taylor últimamente versionando algunos de los clásicos más conocidos de los grupos de este reportaje, e incluso compartiendo escenario con ellos) son solo algunos ejemplos más que se han visto influenciados de una u otra manera por una época, sea más o menos evidente por todo lo ya comentado en este reportaje. Nombrarlos a todos hubiera hecho de este texto algo eterno, así que sirvan unos cuantos grupos mencionados como ejemplo para demostrar que la sombra del grunge y de algunos de sus grupos puede llegar a resultar más alargada de lo que pueda parecer…
En muchos de los grupos mencionados solo se intentó ver (tanto por parte de público como los medios) sustitutos de una época dorada, sin que llegaran a ocupar el hueco que dejaron muchos grupos años antes. Otros simplemente bebían de ellos como influencias directas, otros de manera indirecta, y algunos intentaron aprovecharse del tirón mediático para hacer su carrera; incluso muchos no tenían nada que ver con lo que se había vivido poco tiempo antes en Seattle. Lo que sí parecía un punto común era el agruparse bajo un mismo calificativo grupos muy distintos entre sí, como tantas veces ocurre a la hora de etiquetar algo. ¿Y los grupos y músicos que rompieron con todo en los 90? Eso en la siguiente entrega, con como llevaron su trayectoria con el nuevo siglo.
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