VEINTE AÑOS DE LA EXPLOSIÓN GRUNGE (PARTE 11)
Discos para el recuerdo (II)
- Click aquí para leer: Parte 1 – Orígenes e inicios
- Click aquí para leer: Parte 2 – Los músicos opinan
- Click aquí para leer: Parte 3 – 1991/1992 El Boom del Grunge
- Click aquí para leer: Parte 4 – 1993/1994 Éxito mediático y muerte de Kurt Cobain
- Click aquí para leer: Parte 5 – 1995/1996 Comienzas los tiempos difíciles
- Click aquí para leer: Parte 6 – Otros grupos grunge y era post-grunge (I)
- Click aquí para leer: Parte 7 – Otros grupos grunge y era post-grunge (II)
- Click aquí para leer: Parte 8 – El siglo XXI para los grandes nombres del grunge (I)
- Click aquí para leer: Parte 9 – El siglo XXI para los grandes nombres del grunge (II)
- Click aquí para leer: Parte 10 – Discos para el recuerdo (I)
1994
Purple: El apoyo que le faltó a ‘Core’ por parte de los medios, lo consiguió ‘Purple’. Era obvio aceptar la realidad, y que STONE TEMPLE PILOTS tenían su propia personalidad y no necesitaban imitar a nadie para tener éxito. Su segundo álbum fue la evolución lógica de su debut, de una manera mejorada. De hecho, seguía unos patrones muy parecidos, empezando por un tema pesado como ‘Meatplow’, conteniendo un par de cortes acelerados y directos, ‘Unglued’ y ‘Vasoline’, dejando paso al sentimiento ‘Pretty Penny’, ‘Kitchenware & Candybars’ y ‘Big Empty’, uno de los temas más representativos del grupo (adelantado en una actuación Unplugged, e incluido en la bso de ‘The Crow’). Dejaban espacio para un medio tiempo como ‘Still Remains’, y daban rienda suelta a la psicodelia de manera moderada en ‘Silvergun Superman’ y ‘Loungle Fly’. Destacó más que las demás ‘Interstate Love Song’, donde el protagonista era Dean DeLeo con un riff con ligero aire sureño que convirtió a la canción en una de los más conocidas de mediados de los 90. Lo tenían todo para triunfar, pero los problemas se cruzaron en el camino de Scott Weiland y ya nada fue igual para el grupo.
Superunknown: Parte de las características de todos los grupos de Seattle de principios de los 90 era no repetirse sin perder sus señas. Lo cómodo era, tras haber conseguido la fama y el dinero, volver a realizar la misma fórmula para asegurarse continuar en esa senda. Pero no, esas premisas no iban con estas bandas, y algunas sabían cambiar a tiempo antes de quemarse; unas veces salía mal, otras bien. ‘Superunknown’ fue un ejemplo del segundo caso, mostrando un grupo más moderado en sus composiciones, sin tanta rabia, y ahondando más en la vertiente pesada y densa de sus composiciones, dejándose empapar de un sonido cercano a los 70. ‘Black Hole Sun’ fue su buque insignia, convirtiéndose en un himno generacional de mediados de década; pero a mi modo de ver hay muchos temas que al menos la igualaban. Los diez primeros cortes del álbum pasaban como si nada, destacando todas ellas. Cornell destacaba en ‘My Wave’ y ‘Spoonman’, la oscuridad se apoderaba en ‘Fell on Black Days’, la melancolía chocaba con la crudeza en ‘The Day I Tried To Live’… y para cerca del final se guardaban ‘4th Of July’, una pieza en forma de réquiem para poner la carne de gallina.
En la variedad está el gusto, y de la misma manera que es fácil elegir el mejor disco de otros grupos, con SOUNGARDEN es imposible poner a todo el mundo de acuerdo, optando unos por sus primeras obras, y otros por la madurez que alcanzaron aquí.
Vitalogy: Viniendo de un álbum tan enorme con ‘Ten’, y otro de la calidad ‘Vs’, ¿cuál era el siguiente paso que debía dar PEARL JAM? Pues el que debía dar no lo sé, pero el que dieron fue un álbum distinto a los anteriores, pero manteniendo fijas sus señas de identidad. ‘Vitalogy’ ya se vio en su momento como el más trabajo más experimental del grupo de Vedder & cia hasta ese momento, y la perspectiva del tiempo hace que además se vea como el riesgo con mayor grado de éxito que tuvieron. Este tercer disco fue un nuevo éxito en su carrera, cerrando una trilogía nunca igualada. La variedad era su principal baza, abriendo con un tema machacón como ‘Last Exit’ para continuar con uno crudo y rápido como ‘Spin The Black Circle’, para mezclarse después con tres de los más sentidos del grupo: ‘Better Man’, ‘Nothingman’ e ‘Immortality’, siempre negando la relación de esta con la muerte de Cobain. Entre medias algunas rarezas, ‘Corduroy’ se convertiría en tema casi obligatorio de sus conciertos, ‘Not For You’ triunfaría por su ritmo pegadizo… y se podría decir que ‘Vitalogy’ marcó el final de una etapa para el grupo, la de su ascenso meteórico hasta que no pudieron subir más. A partir de este álbum empezarían un periodo de tiempo bastante menos inspirados en estudio, pero manteniendo la magia de sus conciertos.
Unplugged in New York: Tras la muerte de Cobain empezaron a salir discos de debajo de las piedras para seguir exprimiendo el fenómeno NIRVANA, que de hecho se extienden hasta nuestros días. El primero fue tan solo siete meses después del desgraciado suceso, y recogía la grabación un año antes del grupo en formato acústico, y como cuarteto con Pat Smear a la guitarra, con arreglos de cuerda en algunos temas, y una colaboración especial de los hermanos Kirkwood de THE MEAT PUPPETS. Versiones del grupo de Phoenix se mezclaban con otras de DAVID BOWIE, THE VASELINES o incluso la tradicional ‘Where Did You Sleep’ que hiciera famosa LEAD BELLY en ‘Unplugged In New York’. Tal y como era normal en esos tiempos para el grupo, rechazaron cualquier guiño comercial, y entraron en disputa con Mtv a la hora de realizar la grabación; no tocaron sus grandes éxitos, sino canciones menos conocidas. Su retransmisión fue distinta a la edición en CD, y esta a su vez variaba con respecto a la que sacaron en DVD hace pocos años, siendo esta la más completa de todas. Esta mostraba al grupo más distendido y cercano, hablando con el público, improvisando inicios de canciones y bromeando. Pero lo que es la actuación en sí está cargada de melancolía y tristeza, y ambientada en una puesta escena tan oscura que recuerda a un velatorio con velas negras repartidas por todo el escenario. Una manera distinta de ver un grupo que cambió una década.
Soup: Aquí otro ejemplo de lo que pudo haber sido y nunca sabremos. BLIND MELON tuvieron un debut para el recuerdo con su disco homónimo y el hit ‘No Rain’, con el que pronto se dejaron querer por parte del público rockero… que estaba anclado en tiempos pasados. Su regustillo por los 70 y la psicodelia en muchos casos les hacía destacar como una propuesta distinta. Y sí, de nuevo aquí quien marcaba la diferencia era su vocalista. Shannon Hoon tuvo tiempo en pocos años para convertirse en un cantante destacado, y sobre todo, extravagante. La famosa portada de revista de la banda desnuda era sólo una muestra de lo que era el quinteto; más famosa fue su actuación en Woodstock 94 con Hoon enfundado en el pijama de su novia y puesto hasta las cejas de a saber qué sustancias. Seguramente, las mismas que se llevaron su vida unos meses después, tan sólo unas pocas semanas tras la salida de ‘Soup’. Éste estaba como mínimo a la altura de ‘Soup’, con temas emblemáticos como ‘2×4’, ‘Toes Across the Floor’ o ‘Wilt’. Eran un grupo distinto, utilizando instrumentos como la mandolina, el órgano hammond, la flauta y la harmónica; y esa fue la razón por la que destacaban. Las letras personales de Shannon, muchas relatando experiencias con las drogas, también eran uno de los puntos fuertes del grupo. Tras la trágica muerte (en medio de la gira, incluso en la que le acompañaba un tutor para tratarse de sus adicciones), BLIND MELON sacaba ‘Nico’ como homenaje, titulado con el nombre de la hija que dejaba huérfana de padre. Una década después decidían volver, sin tanta gloria como otros, pero sí con dignidad.
Sixteen Stone: En contra de la crítica especializada, siempre preferiré ‘Razorblade Suitcase’ contra ‘Sixteen Stone’. Puede que sea porque fue aquel con el que me inicié con BUSH tras ver el vídeo de ‘Swallowed’. Incluso después de conseguir su debut, lo seguía prefiriendo, por mucho que todo el mundo dijera que era más artificial y comercial; yo lo veía más personal, y no tan al amparo de lo que fueron vistos al principio: una copia de NIRVANA aprovechando el tirón mediático de Cobain y los suyos, aunque éste ya había muerto para cuando vio la luz dicho disco. Pasó con BUSH, con SILVERCHAIR y muchos otros, y seguirá pasando en distintas épocas con distintos grupos y estilos. Pero a pesar de mis gustos personales, hay que reconocer que temas como ‘Everything Zen’, ‘Little Things’, ‘Machinehead’ o ‘Glycerine’ son de lo mejor que hizo nunca Gavin Rossdale. De hecho, es que excepto en su continuación, la banda nunca consiguió acercarse a la calidad de sus primeros años. Esa rabia de aquellos años que mostraban en ‘Swim’ y otras se la fueron dejando por el camino, incluso separándose para volver a unirse tras el fracaso (relativo) de la carrera en solitario de su cantante. Su mayor momento de gloria, Woodstock 99, sin duda. Quizá sí que estaban demasiado estereotipados, y ese fue su talón de Aquiles.
1995
Above: Dicen que la unión hace la fuerza. En 1995 ya empezaba a haber cierta “resaca”, por llamarlo de alguna manera, de todo el movimiento grunge. La muerte de Kurt Cobain fue tan sólo un detonante, ya que empezaba a desperdigarse un poco todo el boom mediático que hubo en la primera mitad de la década. Mike McCready se tomaba un respiro con PEARL JAM tras tres discos sobresalientes, y se unía a Barrett Martin de SCREAMING TREES (contando además con Lanegan colaborando haciendo algunos coros), John Baker Saunders al bajo y a una de las mejores voces de la época, Layne Staley. Es él el que marca la identidad del grupo con su registro doloroso acompañando a una música oscura y deprimente. ‘Above’ es de esos temas donde difícilmente se pueden citar canciones, sino que es un conjunto de canciones que reflejan el sentir pesimista de una generación.
Su propuesta fue tan emotiva como efímera. Layne dejaría la banda en 1997, intentando buscar el resto de miembros un cantante para sus nuevas composiciones, encontrándolo aparentemente en Mark Lanegan. Pero la muerte por sobredosis de Saunders dos años después nos dejó sin banda. En 2002 también nos dejaba Staley. Y cuando todo parecía estar olvidado, cogen McCready y Martin y resucitan al proyecto con una reedición y con Lanegan ocupando un hueco insustituible para cantar nuevos temas; o viejos que nunca llegaron a nada.
Foo Fighters: Se podría decir que ‘Marigold’, el tema que iba como cara B del single de ‘All Apologies’ de NIRVANA fue el comienzo de la carrera en solitario de Dave Grohl. El final violento que tuvo la banda hizo que el nacimiento de FOO FIGHTERS fuera entendido como una manera del ex-batería de aprovechar el tirón y fama que aún poseía; era lógico. Para su homónimo debut se encargó de la grabación de todos los instrumentos, para después rodearse de Pat Smear y la sección rítmica de SUNNY DAY REAL ESTATE. En menos de una semana lo tenía grabado, y previo a su salida se pudo escuchar 'Exhausted' y 'This is a Call'. Distaba mucho de lo que había hecho en su grupo anterior; a algunos precisamente les parecía destacable ese hecho, mientras que otros no era lo que esperaban. Poco después, el primer vídeo, 'I'll Stick Around', al que seguiría el cachondo 'Big Me', con el que el público asociaría al grupo con los famosos footos, protagonistas en el vídeo. Con el tiempo, Grohl y la banda se conviertieron en maestros de los clips, a cada cuál mejor. Pero el grupo empezó a sentar una base, desmarcándose de cualquier encasillamiento posible, y con una personalidad propia marcada; la de su líder, guitarra, compositor y letrista. Puede que 'Foo Fighters' sea el álbum más crudo y sincero que haya grabado nunca Grohl. Y es que la situación que se dio para él fue traumática y caótica, pero también única.
Mellon Collie and the Infinite Sadness: Ya no se hacen discos así. Discos dobles se han seguido haciendo (aunque hoy en día se espacian en el tiempo), incluso diferenciando en los propios lanzamientos dos lados marcados de una misma banda (ejemplo sencillo: acústico y eléctrico), pero ‘Mellon Collie and the Infinite Sadness’ sólo hay uno. ‘Dawn to Dusk’ era el cd de la cara feliz, el rosa, el que empezaba con un piano alegre y desembocaba en una maravillosa ‘Tonight Tonight’. Ese lado contrastaba con el ruido que metían después en ‘Jellybelly’ y la pegadiza ‘Zero’, convertida en himno; y es que esa era la mayor seña del disco, los contrastes. Sólo a un genio como Billy Corgan se le ocurriría mezclar la distorsión de ‘Love’ o la caña de ‘Fuck You (and Ode to No One) con una preciosa ‘To Forgive’; la oscuridad y rabia de ‘Bullet with Butterfly Wins’ con la belleza de ‘Cupid de Locke’ o la energía de ‘Muzzle’.Ya en ese primer disco se gustaba con piezas largas como ‘Porcelina of the Vast Oceans’, pero en el segundo iba más allá. ‘Twilight to Starlight’ era el lado azul y triste, y su comienzo, inigualable. ‘Where Boys Fear to Tread' y 'Bodies’ seguramente estén entre los temas más infravalorados de su carrera. La gente se acuerda de ‘1979’ y ‘Thirty-Three’, pero poco más. Ahí estaban de nuevo los contrastes con la mala leche de ‘Tales of a Scorched Earth’ seguida de otra pieza emotiva, ‘Thru the Eyes of Ruby’. O la ida de pinza de ‘X.Y.U’ mezclada con la experimentación de ‘We Only Come Out At Night’ y ‘Beautiful’. Un disco con el que siempre descubres cosas nuevas, porque veintiocho canciones dan para mucho.
1996
Unplugged: ALICE IN CHAINS venían de tiempos difíciles. ‘Jar Of Flies’ no había tenido su gira en vivo, su posterior disco homónimo había carecido de presentación. En dos años habían dado menos de diez por los problemas de salud de Layne Staley. Durante ese tiempo, este había grabado un proyecto paralelo bajo el nombre de MAD SEASON, y los rumores sobre el final del grupo de Seattle empezaron a ser frecuentes, así como el de la muerte de su vocalista, teniendo reciente el suceso de Kurt Cobain. Para sorpresa de muchos, el 10 de Abril de 1996 grababan este concierto acústico para la Mtv, saliendo a la venta tanto en vídeo como audio solo tres meses después. Una actuación conmovedora y melancólica, con una introducción con las primeras notas de ‘Nutshell’ que pone los pelos de punta, pudiéndose apreciar el deterioro de Staley. No es el único tema que emociona, alcanzando sus puntos álgidos en ‘Angry Chair’, ‘Down in a Hole’, ‘Rooster’ y ‘Would’. En todo momento se nota a Jerry Cantrell ofreciendo más apoyo del habitual en el aspecto vocal, con un Layne al que se le estaba apagando su llama. Siempre quedará como una de sus últimas apariciones públicas, reflejando a la perfección que se trató de la voz con más talento de aquellos años, la que transmitía mayor sentimiento, y la que tenía más dolor detrás; además, este Unplugged se quedó como uno de los mejores de la historia.
Dust: Para muchos, el momento cumbre de SCREAMING TREES llegó con este álbum. Pero para el grupo en sí, lo que vino fue su final. El reconocimiento les llegó tarde, tras seis discos; y tras la gira de presentación de ’Sweet Oblivion’ pasaron un tiempo alejados, con Lanegan sacando su segundo trabajo en solitario (‘Whiskey for the Holy Ghost’) y Barret Martin involucrándose en MAD SEASON junto a Layne Staley y Mike McCready… además de Lanegan, que aportaría su granito de arena. ¿Cómo no aprovechaban el reciente tirón comercial que tuvo su anterior álbum? Se tomaron su tiempo, y pasaron cuatro años para que saliera esta pequeña joya donde empapaban su sonido de influencias más clásicas como el blues, aunque siguiendo con pequeños toques de psicodelia, sirvas como ejemplo ‘Dime Western’ y ‘Make My Mind’. Destacaban la templanza de temas como ‘Look At You’ y ‘Dying Days’ (donde colaboraba McCready), y se notaba la influencia acústica de Lanegan en varios momentos de los diez temas, como en ‘Traveler’, extendiendo una melancolía y sentimiento únicos, y haciendo de este ‘Dust’ uno de los trabajos con más clase de la época.
Otro grupo que dijo adiós en su momento de una de las maneras más crueles: apoyados por la crítica, pero víctimas de la industria discográfica por no vender lo esperado. Y es que cuando parte del público se mueve por las modas, mal asunto.
1997
The Colour and the Shape: Dave Grohl ya tenía un disco, pero lo que era más importante, ya tenía una banda. En ‘Foo Fighters’ nos dejó perlas como ‘This is a Call’, ‘I’ll Stick Around’ o ‘Big me’. Aunque algunos prefieran ese álbum, para su segundo disco fue más allá, aunque con ciertos problemas en la batería: las pistas las grabaría William Goldsmith, que se fue de la banda cansado de Dave, el propio Grohl y Taylor Hawkins, que se quedaría ya con el puesto. Años después pudimos ver esas diferencias y tensiones en ‘Back and Forth’, el famoso documental que acompañó a ‘Wasting Light’; aunque Grohl lo deja bien claro: “Me siento mal por las cosas buenas que nos han pasado y bien por las buenas… pero no cambiaría nada”. ‘Monkey Wrench’, ‘Walking After You’ y ‘My Hero’ fueron las piezas claves para que la gente se enganchara al grupo, haciendo de los videoclips una más de sus señas de identidad como ya dejaron entrever en su primer álbum. Complementaban ‘Up In Arms’, una potente ‘Enough Space’, ‘February Stars’ y el mayor himno que ha hecho el grupo, ‘Everlong’, que sigue tan activo hoy como lo fue entonces. Visto con el paso del tiempo, ‘The Colour and the Shape’ (y su propio debut) pasa por ser la base sobre la que Foo cimentaron su carrera posteriormente.
1998
GODSMACK: Tomo a GODSMACK como representantes de una generación posterior a todo el movimiento grunge, cuyas bandas más notables se pueden ver en la séptima parte de este reportaje. Podría haber escogido a unos CREED más comerciales, a ese lado más moderno mezclado con el acústico del que hacían gala STAIND o a muchos otros más. Pero para citarlos a ellos ya está ese capítulo. Los cojo como puente de unión entre los 90 y el siglo XXI, el salto generacional e incluso de estilos, aunque ‘Godsmack’ no sea un disco tan bueno como casi todos los aquí presentes. Tiene canciones enormes; vamos, todos los singles que sacaron fueron grandes éxitos e hicieron que el grupo subiera como la espuma, apuntándose al carro itinerante del Ozzfest y confirmando su éxito con ‘Awake’, aunque posteriormente siempre se quedaron como una banda que se pensaba que podía haber llegado a más; estancada en cierto modo, sobre todo fuera de su país, donde su repercusión ni siquiera se acercaba a su popularidad en EEUU. Tenían un sonido más crudo y metálico que lo que podría entenderse por un grupo cuyo nombre se relacionaba con ‘God Smack’, el tema de ALICE IN CHAINS, aunque en ‘Vodoo’ sí mostraban cierto parecido. ‘Keep Away’, ‘Time Bomb’, y sobre todo la pegadiza ‘Bad Religion’ y el hit’ Whatever’ fueron las responsables del éxito inmediato de Sully Erna y los suyos.
2006
Pearl Jam: No es casualidad que entre el disco de encima y éste pasaran casi diez años. Eddie Vedder y los suyos llevaban una larga travesía en los últimos años. Sus tres primeros trabajos pesaron mucho, y hay que añadir la apatía que mostraron hacia la industria y varios aspectos relacionados con ella que se han podido leer en este reportaje. A esa trilogía le siguieron cuatro discos que aún teniendo buenos (incluso grandes) momentos, no terminaban de poner a todo el mundo de acuerdo. Si a eso añadimos que la escena con la que se hicieron grandes cada vez estaba más desierta, se entiende el bajón de popularidad que tuvieron. Pero todo cambió, una vez más. Solo el inicio con ‘Life Wasted’, ‘World Wide Suicide’ y una sucia y macarra ‘Comatose’ ya pone al grupo en el sitio que merece. Después ayudan ‘Severed Hand’, una rockera ‘Big Wave’ o las íntima ‘Gone’ y ‘Come Back’ para hacerle el mejor álbum de PJ en más de diez años. El único punto negativo es que puede que peque algo de largo, pero a esas alturas no íbamos a echárselo en cara. Para el recuerdo quedará su concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid, con un inicio en el que salió Vedder en solitario para arrancar con ‘Better Man’ mientras se sumaban sus compañeros. Digo ese porque es al que fui, igual que quién asistió a otros podría haber dicho el que dieron en el Azkena o Barcelona días antes. Definitivamente, recuperaron el terreno perdido de manera merecida con su particular aguacate.
2009
Black Gives Way to Blue: Había una espinita clavada con ALICE IN CHAINS hacía muchos años. Bueno, miento: la espina era de unas proporciones desorbitadas sabiendo el final tan triste que había tenido el grupo. La cancelación de su gira en 1996 fue un palo enorme, y excepto algún recopilatorio, poco o nada se sabía de ellos, a excepción de Jerry Cantrell con su carrera en solitario. Siempre quedaba la esperanza de una rehabilitación de Layne y una vuelta de la banda, pero en la primera del 2002 toda ilusión se vio truncada con su muerte, solitaria, en su propia casa; se encontraron su cuerpo dos semanas después de haber fallecido y con una aguja en su brazo. Su ex-compañero Mike Starr había estado la tarde anterior con él; nueve años después correría la misma suerte. Todo el mundo enterró a la banda, con razón. Un concierto benéfico en 2005 fue el espaldarazo a que la Alicia encadenada volviera con un nuevo vocalista, William Duvall, frontman de COMES WITH THE FALL. El escepticismo reinó primero con la gira inicial, después con el anuncio de la grabación de nuevos temas; algunos veían una especie de traición a su legado. No fue así. ‘Black Gives Way to Blue’ fue una vuelta por todo lo alto; sí, no estaba Layne, pero sólo por escuchar la voz y los riffs de Cantrell en temas como el que lo daba título, ‘Last of My Kind’, ‘’Check My Brain’, ‘A Looking in View' o 'Acid Bubble' ya merecía la pena esa vuelta. La seña de identidad de AIC estaba intacta, incluso en su parte más melancólica y acústica, como probaba ‘Your Decision’. Para el recuerdo quedará la primera estrofa con la que abrían el álbum de la mano de ‘All Secrets Known’: “Broke, a new beginning Time, time to start living life Just before we die”.
2011
Wasting Light: Son varias las razones por las que ‘Wasting Light’ merece estar en este listado, si bien el estilo que practican hoy en día FOO FIGHTERS dista del de sus comienzos, y ya no digamos del de su líder cuando era baterista de NIRVANA. Para empezar, consiguió que Krist Novoselic volviera a un estudio a grabar ‘I Should Have Known’; ese momentazo, junto a otros como la colaboración de Bob Mould de HUSKER DÜ en ‘Dear Rosemary’ se puede ver en el documental ‘Back and Forth’, otra de las razones por las que este álbum tiene que estar aquí. Ambos lanzamientos se complementan a la perfección, repasando su carrera incluso antes de formarse y en plena explosión de éxito de los mencionados NIRVANA. ¿Más razones? Lo produce Butch Vig y vuelve a la banda Pat Smear. Más todavía: Dave Grohl se ha convertido en una de las personas no ya más influyentes, sino más reconocidas del panorama. Sus colaboraciones con multitud de artistas son un hecho, pero es que no hay muchos que puedan presumir de que gente como Jimmy Page o Brian May se suban al escenario a tocar clásicos de hace treinta o cuarenta años de bandas míticas. Y por encima de todo, que casi veinte años después de la muerte de Kurt Cobain, el batería de su grupo siga al pie del cañón, cuando poca gente confiaría en tal hecho en los comienzos de su banda, es algo a tener en cuenta. Ah sí, se me olvidaba: hay once razones extras, en forma de canciones de todo tipo, rápidas y frenéticas como ‘White Limo’, pegadizas como ‘Bridge Burning’ y ‘A Matter of Time’ o más sentimentales como ‘Arlandria’ y ‘These Days’, a las que corona una joya llamada ‘Walk’.
2012
King Animal: Aprovechando la revisión de este reportaje, no se puede dar de lado la vuelta de SOUNDGARDEN. Tuve la suerte de acudir a una preescucha del mismo en el que ya dejé claras las buenas sensaciones. El concierto que dieron en Sonisphere, el primero en Europa desde 1996 tuvo un cierto sabor agridulce: ver a Cornell y los suyos era fantástico, pero su voz, aún sin estar tan mal como había ocurrido en tiempos pasados con AUDIOSLAVE y su carrera en solitario, no llegaba a estar todo lo bien que esperábamos. No era pedir los agudos de sus primeros trabajos, pero sí defender dignamente sus propias canciones. Poco a poco la cosa fue mejorando (¿sería la inactividad?), y hacía aumentar las ganas de disco. Igual que ocurrió con ALICE IN CHAINS, su vuelta al estudio fue por la puerta grande, retomando la senda que dejaron en ‘Down on the Upside’, e incluso mejorando aquel. ‘Been Away Too Long’ era un buen inicio, continuado con una notable ‘Non-State Actor’ y una sobresaliente ‘By Crookied Steps’, una de las más destacadas del álbum. Otras como ‘Bone of Birds’ recordaba a ‘Superunknown’, otras se centran más en tempos más ligeros y simples como’Taree’ o ‘Halfway There’, aunque me quede más con una acelerada ‘Attrition’ o la oscura ‘Worse Dreams’. El final, con ‘Eyelids Mouth’ (que parece más una jam que un tema como tal) y la bluesera ‘Rowing’, para enmarcar.
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