De gira con Lacuna Coil: a por Pokémon, firmando ensaladas y jugando al FIFA
Ahora que, por desgracia, no se pueden ver conciertos por la crisis del coronavirus viajamos atrás en el tiempo hasta la última gira que Lacuna Coil llevó a cabo en nuestro país. Dos fechas en las que compartían cartel con Eluveitie e Infected Rain y en la que pudimos conocer mejor a los italianos, grandes personas ante todo, con algunas rutinas de gira "curiosas" cuanto menos. El hecho de ser italianos, un país cuya situación es parecida en ciertos aspectos a la de España por el Covid-19, hace que les deseemos de antemano que toda la situación se solucione rápido, que pronto vuelvan a los escenarios y, sobre todo, que mantengan la salud y las sonrisas que caracterizan a sus miembros.
Barcelona y Madrid fueron las ciudades escogidas para llevar a cabo este periplo nacional dentro del denominado “Ategnatos European Tour 2019” merced al nuevo lanzamiento de Eluveitie, y la combinación de estos artistas hizo que quisiéramos adentrarnos en lo más profundo de este tour. A pesar de que quienes comandaban la gira eran los suizos Eluveitie, nuestro foco de atención se fijó en Lacuna Coil, quienes nos abrieron las puertas de su camerino tanto en la ciudad condal como en la capital para compartir la experiencia de la gira, en la cual presentaban su último álbum de estudio ‘Black Anima’ (2019).
La primera cita se celebró en Barcelona, y allí nos recibió el tour manager de los italianos acompañado de tres miembros de la banda: Diego “didi” Cavalotti (guitarra), Richard Meiz (batería) y Marco Coti “Maki” (bajista). Este último, que es quien compone las líneas musicales de Lacuna Coil y que tiene más presencia física (es enorme), nos sorprendió de primeras ya que a pesar de su apariencia imponente, nada más conocernos nos estuvo contado que estaba un poco cansado porque llevaba todo el día recorriéndose la ciudad para cazar distintos tipos de Pokémon, tarea para la cual anduvo hasta 8 kilómetros con sus compañeros de grupo. Completar la Pokédex no es sencillo, pero para una formación que en unos meses se está recorriendo todo el mundo, la facilidad para encontrar distintas clases que solo se encuentran en puntos concretos del globo terráqueo simplifica un poco más esta tarea.
Una vez pasamos a los camerinos de la capital catalana, Cristina Scabbia, una de las dos cantantes, estaba calentando la voz en su camerino, y al vernos se acercó a saludarnos y, como ya habíamos acordado previamente, a tomar el control de la cuenta de Instagram de Metal Hammer España, puesto que ella es quien se encarga de llevar tanto la suya personal como la de Lacuna Coil. Andrea Ferro, el otro vocalista, apareció poco después y, al igual que el resto de miembros, se mostró en todo momento muy majo y con una actitud muy positiva por la presencia de Metal Hammer / The Metal Circus allí.
Era un poco complicado adaptarse a los camerinos, y es que la parte de arriba de los mismos (tienen dos plantas) estaba recién pintada, por lo que Lacuna Coil, que se encontraba abajo, lo pasó algo mal, pero Eluveitie, que justo se encontraba en esa parte, tuvo que sufrir de lo lindo. En ese sentido, la parte “mala” de ser los primeros teloneros de Infected Rain al final les vino bien. Estuvieron en los camerinos de la sala más pequeña, Razzmatazz 3, y esto no afectó a la formación de Moldavia.
Puesto que todos estaban maquillándose y la mayoría tenían jaleo, Andrea, que es el que menos follón tiene ya que su parte es la más sencilla si se compara con el resto, terminó antes y estuvo un rato charlando antes de salir al escenario. En medio de la conversación, para estar en forma, iba haciendo algún que otro parón para hacer unas cuantas flexiones, algo sobre lo cual el resto bromeamos ante la diferencia entre su magnífica potencia física y la del resto, que prefería estar más relajado. Durante la mencionada charla en tono distendida, nos estuvo contando que compartían el bus de la gira con Infected Rain, que tenían la Play Station 4 en el mismo y que el juego al que más caña le daban era el FIFA 19 y que estaba a la espera de que el tour pasase por Alemania para que un amigo le diera el 20.
Puesto que al día siguiente tocaban en Madrid, el propio Ferro nos preguntó (al igual que otros compañeros de Lacuna Coil) acerca de la distancia que separaba ambas ciudades, y tras contarle las distintas combinaciones para trasladarse de una a otra (carretera, avión y tren), nos contó que es parecida a lo que tienen que hacer en Italia para moverse de Milán a Roma, y añadió que tenía que hacer justo ese trayecto una vez terminase este tramo de la gira para pasar la Nochevieja en la capital, donde disfrutó del cambio de año con unos amigos.
Pocos minutos después de eso, salieron a Razzmatazz 2 a dejarse la piel, y una vez concluyó su concierto, era el turno de relajarse con la ducha, algo que cuando sales maquillado y con ropa que te hace sudar rodeado de focos por todas partes, viene mejor que nunca. Según terminaron de asearse, algunos decidieron ir a tomarse una cerveza al Pepe Bar, frente a la sala barcelonesa, y otros descansar sin mucho movimiento ya fuera en los camerinos o en el autobús. Todavía quedaba mucho tour por delante y, si se quiere llegar fresco a cada fecha, no se puede desfasar en exceso.
De Barcelona a Madrid
Así llegaba el ecuador de estas dos citas en España, y ahora quedaba la segunda parte: el bolo de Madrid, cuya aceptación le había hecho crecer hasta trasladarse al Black Box del Palacio de Vistalegre. Después de comer, algo en lo que se esfuerzan por disfrutar al máximo en cada ciudad que pisan a lo largo de la gira, volvimos a encontrarnos y estuvimos hablando de cómo habían ido los respectivos viajes y de lo que habíamos hecho en esas horas. Como el Palacio de Vistalegre estaba vacío en la zona del escenario principal del recinto, los italianos aprovecharon para jugar un rato por allí al fútbol para entrar en calor. Después de disfrutar de una temperatura bastante agradable en Barcelona, Madrid nos recibió a todos con un clima más duro en cuanto a lo que frío se refiere, y cualquier actividad física venía bien para entrar en calor, por lo que el recinto, conocido por albergar partidos de la Liga ACB durante muchas temporadas, en esta ocasión se pasó al deporte rey en nuestro país.
Más adelante, un poco antes de que empezáramos a montar todo el set para la sesión de fotos que realizamos y cuyas imágenes podéis ver a lo largo de este reportaje, tuvieron la clásica sesión de firmas y fotografías con los aficionados que decidieron adquirir el paquete VIP de meet and greet con la formación. En ella hubo situaciones curiosas y graciosas como, sobre todo, cuando Lacuna Coil firmó, entre otros muchos objetos, el envase de una ensalada que llevaron. Nunca se sabe lo que un artista va a tener que firmar.
Otra anécdota graciosa que vivieron los componentes de Lacuna Coil fue cuando se encontraron el catering del camerino del Palacio de Vistalegre. En la zona común donde daban la comida, había tápers con dos menús, pero en la estancia de cada banda tenían distintos productos a mano por si les apetecía comer o beber algo mientras estaban preparándose, descansando o lo que fuera que les apeteciese. La presencia de un brócoli de dimensiones grandes y la falta de elementos para cocinarlo y poder comérselo hizo que, entre otros alimentos, los italianos hicieran bromas sobre cómo era posible comerse eso.
Antes de subirse al escenario madrileño, Lacuna Coil y sobre todo Scabbia aprovechó para grabar algunos vídeos de promoción, algo natural en la época de confirmaciones de bandas de los festivales (el día anterior habían sido anunciados como parte del próximo Hellfest Open Air, que había desvelado su cartel completo -que finalmente ha tenido que ser pospuesto por la crisis del Covid-19-). En este periodo, como seguían acicalándose para salir ante el público, iban interrumpiendo los vídeos con chistes, lo que hizo más amena toda esa situación que al final no deja de ser “burocracia” musical.
Cuando su actuación se acabó, volvieron al camerino y estuvieron hablando del concierto que habían hecho, lo que coincidió poco después con nuestra despedida. En ella no perdieron la sonrisa, al igual que en el resto del viaje, y nos deseamos volver a vernos pronto, ya que en septiembre ya habíamos estado comiendo con ellos durante su promoción en Madrid de ‘Black Anima’. Esperemos que así sea. Hasta entonces, Cristina sigue en poder de nuestro Instagram y estamos encantados de que suba cualquier cosa que se le ocurra, algo que de hecho unos días después pasó cuando confundió nuestra cuenta con la suya personal, lo que borró rápidamente pero… ¡No en las historias de Facebook! Un detalle gracioso para finalizar esta aventura con Lacuna Coil, la cual demostró que antes que buenos músicos son buenas personas.
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