Tour Life: Mark Tremonti (Alter Bridge)
Hablar con músicos sobre sus rutinas de gira y sus experiencias varía mucho según el perfil del artista en cuestión. No es lo mismo conversar con un músico que apenas ha girado por cuatro pueblos de España que con un tipo que ha estado en Creed, ha petado arenas y auditorios de todo el mundo desde finales de los ‘90 y está hoy en día al frente de una de las mayores bandas de rock duro actual: Alter Bridge.
Mark Tremonti ha vivido los altos y los bajos, los auditorios a reventar y las salas a medio llenar. El yin y el yang siempre dan la mejor perspectiva de este mundillo y el guitarrista se abre a compartir con nosotros lo vivido en la carretera en estos últimos años.
La despedida más dura
De mis hijos, sin duda. De lejos, es lo más complicado. Les echo de menos mucho cuando estoy de gira. Cuando eran más pequeños me los llevaba constantemente, pero desde que la escuela juega un papel más importante en sus vidas ya no lo puedo hacer tanto.
Además, son atletas y no pueden dejar sus equipos mucho tiempo, así que es más complejo. Es lo más difícil, estar lejos de ellos. Entienden mi trabajo. Vienen a los shows, les encanta venir de gira, estar en el autocar y todo eso. Pueden hacer cosas muy excitantes que otros niños jamás podrán hacer, así que les gusta estar involucrados en mi trabajo.
La ciudad donde tocar es mágico
Salir al escenario en Londres es uno de los mejores momentos de cualquier gira. Es, con diferencia, nuestro público más numeroso y nos han apoyado desde el principio. El Reino Unido es como nuestro territorio, por así decirlo. Creo que, al no pasar mucho por Europa o Reino Unido en los tiempos de Creed, la gente nos cogió con ganas cuando empezamos a girar con Alter Bridge. En Estados Unidos todo fue más duro porque éramos los tíos de Creed con otro cantante. Ahora eso ha cambiado, pero Europa nos acogió mucho más rápido y el Reino Unido, en particular, fue el territorio que más nos apoyó.
La mayor cantidad de público ante la que ha tocado
Un cuarto de millón de personas (250.000) en Woodstock en 1999. La verdad es que no pasé miedo porque fuimos la penúltima banda, tocamos antes que Red Hot Chili Peppers. Nos fuimos pronto porque sabíamos que sería una pesadilla salir de allí, y a medida que nos marchamos en el autobús vimos la cobertura de televisión mostrando los fuegos y disturbios. Menos mal que nos fuimos.
La menor cantidad de gente ante la que ha tocado
En ocasiones hemos tocado para apenas un par de personas cuando hemos hecho shows para gente de la discográfica o cosas así. En cuanto a shows como cabezas de cartel, te diría que Francia. Hubo un show en nuestra primera gira con Alter Bridge en una ciudad francesa que no consigo recordar, pero sí que me acuerdo de que Scott, nuestro batería, lanzó sus baquetas al público y había tan poca gente que rebotaron en el suelo (risas). Quizá había treinta personas -con suerte-.
La mayor cantidad de dinero que ha cobrado por un concierto
No tengo la menor idea, para ser sincero. Llevo veinte años en esto y me imagino que debió ser en los tiempos de Creed. No consigo recordar. Quizá Chicago fue uno de nuestros mayores cachés, cuando estuvimos tocando en los anfiteatros.
Cómo calienta antes de salir a escena
Suelo estar tocando todo el día. Si estoy en el camerino antes de un concierto, estoy tocando normalmente, así que no tengo la necesidad de ponerme a calentar. Al principio de una gira suelo ensayar cada solo 3 o 4 veces antes de salir al escenario, pero a medida que los conciertos van avanzando ya no necesito hacerlo y suelo improvisar… De hecho, suelo improvisar bastante.
Sus reacciones si alguien sube al escenario
¿Un fan quieres decir? La verdad es que nunca sucede. No te sabría decir cuando fue la última vez que pasó. Nunca me ha pasado nada sobre el escenario que me haga sentir incómodo. No recuerdo siquiera la última vez que alguien se subió al escenario mientras tocábamos, te lo aseguro.
Su situación más vergonzosa en escena
Caerme en el escenario. Cuando estaba en Chicago recuerdo salir al escenario, listo para rockear, hacerle cuernos al público y caerme de boca en el escenario. Nada más empezar. La gente me llamaba “banana-foot” tras eso. No obstante, es normal: tienes un montón de cables, luces y de todo. Todos los miembros de la banda nos hemos estampado contra el suelo en algún momento u otro.
Lo más glamouroso que ha vivido en su carrera
Poder subir al escenario para ver a Metallica. No recuerdo en qué país fue pero, detrás su batería, Lars Ulrich tiene un espacio para invitados y en los descansos entre canciones pasa por allí y tal. Pudimos ver todo el show desde ahí, a dos metros de Lars, con la misma visión del público que tiene Metallica cada noche. Eso fue impresionante. Eran mi banda favorita cuando crecí y eso fue un sueño. Ver a Iron Maiden desde el lateral del escenario o ir al backstage con ellos son momentos que también recuerdo con mucho cariño. También he visto a Rage Against The Machine sobre el escenario. Esos son los momentos más glamourosos que he vivido haciendo esto.
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