La primera vez que vi a Lordi fue en Barcelona en el año 2004 salpicando sangre al público y haciendo un show a medio camino entre GWAR, W.A.S.P. y los Teleñecos. Dos años después ganaban el concurso de Eurovision con el celebérrimo “Hard Rock Hallelujah” y todo explotó para los fineses.

Hablamos con el líder de la banda, Mr. Lordi, sobre sus experiencias en la carretera en esta entrega de Tour Life sobre la vida de gira de los artistas -en este caso, de Lordi-.

¿De quién te cuesta más despedirte cuando te vas de gira?

De mi novia, por supuesto. Pero luego de mis animales y de mi madre. No puedo decirte solo una persona o ser vivo. Evidentemente echas de menos a tus seres queridos cuando te vas de gira varios meses. Te diría que los animales es lo que más duele porque ellos no pueden coger un avión e ir a verte en otra ciudad durante un par de días. Tus perros no saben cómo pasar el control de seguridad del aeropuerto y todo eso. Es complicado. Tengo dos perros, diez serpientes y cuatro arañas en este momento. No creo que pudiese llevarme el zoo de gira.

Lordi (Foto: Lluís García)

¿Se llevan bien?

Sí. Bueno, las arañas no. Ellas han de estar en sus cajas. Pero los perros y las serpientes se llevan bien.

¿Prefieres volar a los conciertos o girar en autocar?

Cuando estoy de gira no me gusta volar demasiado. La logística es complicada. Si te pierden el equipaje y si tu maleta de disfraces no llega a destino, Mister Lordi no puede subir al escenario. Yo, como persona civil, no puedo actuar. Lordi va dentro de esa maleta y si no llega la maleta, no ha llegado Mister Lordi. Si yo llego a destino, solo ha llegado la mitad de mí. Si la maleta o el kit de maquillaje no llegan, no ha llegado todo mi personaje.

Vuelo mucho, pero cuando estoy de gira prefiero el bus. Me gusta tanto el bus que ni siquiera voy a un hotel. Ni siquiera en los días de descanso de la gira. Yo prefiero dormir en el bus, no como el resto de la crew, que quiere librarse unos de otros por una noche y tener su habitación de hotel. El bus es mi casa. Le podrías preguntar a mis compañeros de banda y te dirán que soy como el cáncer, hago metástasis y me extiendo.

Comienzo a ocupar el lounge del bus donde está la TV y estoy viendo Blu-Rays y DVDs todo el rato. Me traigo mis golosinas finlandesas, mis bebidas finlandesas, mis trastos y mis cosas. La gente sabe que es mi reino, es mi territorio. Cada noche, tras el show, hay pase de películas. Siempre se pone una película, quizá dos. Los demás quizá están de fiesta en el piso de abajo del bus, pero yo estoy viendo una película. Es mi casa. 

¿Cuál es la mayor cantidad de gente para la que habéis tocado y cuanta gente había en el concierto?

Ah, joder… Creo que hubo alrededor de 100.000 personas en el Market Square de Helsinki cuando actuamos después de ganar Eurovisión. La verdad es que el último verano actuamos en el Pol’And’Rock y allí había algo así como medio millón de personas o más. Casi un millón. Eso debe ser el record absoluto de nuestra historia. Pol’And’Rock es el ganador. Siempre hay grandes festivales como Wacken, Hellfest, Ozzfest en Estados Unidos y todo eso, pero quizá actúas para 60.000 o 70.000 personas. Si hablamos del nivel que está por encima de los 100.000, Pol’And’Rock se lleva la palma.

Lordi (Foto: Sergi Ramos)

¿Y cuál ha sido la menor cantidad de gente para la que habéis tocado en un concierto?

Probablemente estando de gira algún lunes por la noche. Es algo que le pasa a todas las bandas en ese día de la semana. Cuando estás rodando por Europa y todas las bandas están girando a la misma vez, los días laborables son horribles. Vas al recinto y ves quién tocó ayer y quien toca mañana porque hay posters colgados y te das cuenta de que la gente ha de tomar decisiones sobre a quién quiere ver. Luego llegas a la siguiente ciudad de la gira y ves las mismas bandas en los carteles.

Creo que nunca hemos cancelado un show por poca venta de entradas, pero pienso que lo menos que hemos encontrado en un concierto han sido 50 o 60 personas. Intentamos dar un buen espectáculo de todos modos y pasa que cuando hay menos gente y el bolo es más íntimo también es más divertido. Te puedes concentrar en la poca gente que hay y les hablas de manera directa. Ellos han pagado su ticket y no es su culpa que no venga más gente.

Te contaré un ejemplo de los años ‘90 que es muy bueno. Viajé como mil kilómetros desde mi casa hasta Helsinki para ver a una de mis bandas favoritas actuando en un cartel con ocho bandas en total. Mis favoritos tocaban casi al final, aunque no eran los cabezas. El vocalista estaba cabreado porque el público estaba dividido en tantas partes como grupos había y en ningún momento el público estaba a la vez dentro del recinto. Quizá había dos octavas partes como mucho y el resto de la gente se quedaba fuera hablando o fumando hasta que tocaba su artista favorito.

Lordi (Foto: Lluís García)

Ese cantante estaba tan harto de que hubiese poco público viéndolo que le pegó la bronca al respetable y se largó del escenario de golpe. No me gustaría ser ese tipo de persona y hacerle eso a la gente que ha pagado su entrada por verme. Yo me lo estaba pasando bien, pero me llevé las culpas por no ser más personas que yo. Soy el máximo de persona que puedo ser, no puedo ser cien personas (risas). No sé hacer magia para multiplicarme. Eso se me quedó en la cabeza: no me gustaría ser ese vocalista resentido.

Esta es la que intenta evitar todo el mundo. ¿Cuál es la mayor cantidad de dinero que habéis cobrado por un show?

No te lo sabría decir con exactitud pero, como banda, deben haber sido unos 200.000€ justo después de haber ganado Eurovision. Cuando ganamos el concurso nos encontramos con que te invitan a un montón de sitios para que toques solo esa canción del festival y te ofrecen el dinero que quieras. Solíamos bromear con que, si cobramos eso por tocar tres minutos en directo y hacemos la regla de tres, el sueldo por hora que queda no está nada mal. Si ganamos 10.000€ cada uno por tocar esa canción de tres minutos y sacamos el sueldo por hora y luego hacemos el cómputo del sueldo mensual… Pues ni tan mal, oye (risas). 

Las bandas giran mucho y te encuentras con diferentes cachés según el día de la semana y según la parte del mundo en la que te encuentres. Lo que es cierto es que siempre es mejor tocar un show y ganar algo con poca gente que quedarte sin tocar. Cualquier día que estás de gira tienes que pagar a la crew y tienes que pagar el bus del tour. Si al menos tocas, aunque sea por menos dinero, generas beneficios y cubres parte de los gastos de ese día. 

Lordi (Foto: Sergi Ramos)

¿Qué te llevas siempre de gira?

Mi peine de confianza. Solo uso un peine que tiene como treinta años -y es el único que utilizo-. Siempre me llevo mi tabaco de pipa o mis cigarros y me llevo mi Pepsi Max, pero evidentemente lo puedo conseguir en cualquier parte del mundo y no cargo con ello. En cualquier caso, el peine es obligatorio. Conduciría de vuelta a Finlandia a por mi peine si me lo olvidase.

¿Qué es lo primero que haces al bajar del escenario?

Fumar un piti. El tour manager normalmente tiene el cigarro listo a la altura de mis labios cuando salgo del escenario y nada más pasar me lo enciende. 

¿Qué ha sido lo más vergonzoso que te ha pasado sobre el escenario?

Esto es jodidamente fácil. Pasó en 2008. Estábamos en la Plaza Roja de Moscú en un concierto especial por el G8 Summit con medio millón, un millón, dos millones de personas. No tengo ni idea. El show era televisado y Scorpions también tocaba además de otros artistas. El caso es que se supone que era una actuación contra la piratería de discos o algo por el estilo.

Fuimos allí con todas nuestras cosas y el jefe de producción local nos preguntó si hacíamos playback o tocábamos en acústico. Le respondimos “ni una ni la otra, tocamos en directo”. Nos dijo que no era posible, así que tuvimos que decidirnos por el playback. Eran solo tres o cuatro canciones y no pasaba nada. Cuando sales en televisión tienes que hacer playback o, al menos, cantar sobre música grabada para que nadie la cague y no quede mal. Es lo habitual y es más fácil a nivel de sonido. 

Le dijimos al jefe de producción que cantaríamos sobre la música grabada. Nos dijo que no, que solo se podía hacer playback completo. Ok, playback completo. No había más opciones. Entonces miramos el escenario, que era una puta mierda y estaba mal montado (era 2008 y técnicamente estaban aún en los años ‘70). Nuestro técnico fue con la grabadora DAT que usábamos y llevaba lo que tendría que sonar por la PA.

Le dijeron que no, que nada de eso, que no había equipo y que pongamos el CD. Le explicamos que tocábamos versiones distintas y que no recordábamos ni cómo es el tema del disco que grabamos. Insistieron en que teníamos que hacer playback del CD. Era como una pesadilla. En el lateral del escenario, donde suele estar la mesa de monitores, había un jodido reproductor de CDs. Uno normal y corriente. Con su cable de salida de sonido y ya está -y conectado a la corriente-. 

Teníamos a cientos de miles de personas delante y todas las cámaras de televisión apuntando. Si ponías un CD y sonaba, solo de la vibración del sonido en el escenario comenzaría a saltar porque estaba sobre una mesa de cocina normal y corriente sobre las tablas del escenario. Y así fue. Nos habían pagado, nos exigían que lo hiciésemos así y lo tuvimos que hacer. Es Rusia. Así son los grandes eventos allí. El show comenzó “et voilá”. Puedes buscar en YouTube el video “Lordi Playback Fail”. Intenté dirigirme al público para bromear diciendo “esto es lo que pasa cuando compras CDs piratas”, pero el micrófono era de cartón. Dios…

Sergi Ramos