Es imposible no pasar por alto discos a la hora de hacer listas de "mejores" álbumes. A veces el problema es que salieron hace mucho o a finales de año y no sabes dónde ubicarlos o no te ha dado tiempo a digerirlos, otras por despiste y otras tantas porque realmente no sabías ni que existían o porque simplemente no era tu momento para conectar con ellos. Aquí van 10 ejemplos de lo dicho de este año.

Con la cantidad de discos que salen en un año hoy en día (docenas, por no decir cientos) dentro de cualquier género musical, la tarea de elegir sin prescindir de cosas interesantes se hace más que difícil. Ya escogimos los 10 mejores discos de 2022 en base a los votos y gustos del equipo de The Metal Circus y Power Magazine, así que para no quedarnos cortos hemos escogido algunos trabajos que se han quedado fuera y que son dignos de mención en un top discos 2022.

El regreso del hardcore progresivo y gritón de Gospel después de 17 años en silencio ha dado que hablar para bien, algo parecido a lo ocurrido con The Hellacopters dentro del rock (en 2005 habían lanzado su último LP con canciones propias). Cult Of Luna ofrecieron otro gran disco de metal atmosférico y sludge. Imperial Triumphant volvieron a sorprender con su metal extremo experimental con un disco en el que ha colaborado hasta Kenny G. Immolation han regalado un gran disco de death metal bruto y clásico, y gente como Escuela Grind ha dado una vuelta de rosca muy interesante con su caos enmarcado en el death y grindcore.

Formaciones como los americanos Birth han debutado con un álbum psicodélico de rock espacial progresivo que podría haber sido lanzado en los 70’s. En el terreno del doom Messa se han llevado merecidos halagos, igual que Conan con sus riffs totémicos muy influenciados por el stoner. Birds In Row han moldeado a la perfección el screamo y post-hardcore y gente como Carpenter Brut ha hecho -de nuevo- un casamiento entre heavy metal y synthwave muy digno. Se podría continuar nombrando casi hasta el infinito, pero nuestra lista de 10 discos que no deberían pasar desapercibidos de 2022 finalmente ha quedado así:

Bad Omens – The Death Of Peace Of Mind

Único. Bad Omens con este trabajo ha conseguido desmarcarse con un sonido único, encontrando un camino que sin duda marcará muchos éxitos para la banda liderada por Noah Sebastian. Su espectacular registro vocal, una producción precisa hasta en el más mínimo detalle y con melodías pegadizas y composiciones muy sólidas dan como resultado una auténtica «masterpiece» en la que ninguno de los cortes desmerece un álbum completo y sorprendente.

‘The Death Of Peace Of Mind’ es un disco de metalcore moderno y futurista de altos vuelos, con muchos detalles originales y donde también hay cabida para momentos electrónicos, pop y nu metal que no oscurecen para nada el alma más metálica de la banda.

Wormrot – Hiss

2022 ha sido un año especial para Wormrot. Han lanzado su primer disco tras 6 años sin nuevo material y su vocalista Arif Suhaimi ha anunciado su salida del grupo para centrarse en su familia.

‘Hiss’ es todo lo que le puedes pedir a un disco de grindcore a día de hoy. Los singapurense han conseguido una versatilidad distintiva dentro del estilo musical más agresivo y rápido con 21 canciones llenas de lucidez vocal y genialidad.

Conjurer – Páthos

Es una de las bandas que más prometen dentro del metal actual, y ‘Páthos’ es muestra de ello. Son un diamante en bruto dispuesto a arrollar todo lo que se ponga por su paso con un estilo que en un futuro no muy lejano puede incluso llegar a suponer un relevo a lo que Neurosis, Gojira o Mastodon hacían en sus comienzos.

‘Páthos’ es el segundo disco de Conjurer y un paso tímido hacia adelante que goza de un continuismo que no les perjudica en absoluto y que contiene todo el jugo necesario para saciar la sed de cualquier fan de la ola del metal moderno en la que también juegan Inter Arma, Svalbard, Cult Leader o Dvne.

Cave In – Heavy Pendulum

Parecía que ‘Final Transmission’ iba a ser el final absoluto y agridulce de Cave In tras el trágico fallecimiento de su vocalista y bajista Caleb Scofield en un gravísimo accidente de tráfico, pero los americanos han demostrado una capacidad increíble para reconstruirse con este ‘Heavy Pendulum’.

La hora y diez minutos de este disco es fantástica y disfrutable a muchísimos niveles. Grandísimos riffs y composiciones, canciones llenas de letras protesta basadas en la pandemia, las elecciones, las cuarentenas, etc. con un Stephen Brodsky pletórico al mando del grupo.

Soul Glo – Diaspora Problems

‘Diaspora Problems’, el cuarto disco del grupo de Filadelfia y primero con la discográfica Epitaph, es un mix perfecto de hardcore punk desenfadado que deja también espacio a un hip-hop poco ortodoxo y que invita a repetir una y otra vez. Hablar de Soul Glo como unos Bad Brains modernos no es para nada descabellado.

Locuras como «Fucked Up If True», con un final que parece de un grupo de death doom, ese delirio de «Driponomics» al estilo UK drill o «Spiritual Level Of Gang Shit», que cierra el disco con lo que en un principio parece hip-hop y acaba derivando en hardcore caótico con trompetas que se van desvaneciendo son cosas muy a tener en cuenta. Muy divertido y variado.

Wiegedood – There’s Always Blood At The End Of The Road

Black metal post-apocalíptico extremadamente disfrutable. ‘There’s Always Blood At The End Of The Road’ es un álbum crudo con un sonido pulidísimo que sorprende sobre todo por los registros de su vocalista y guitarrista Levy Seynaeve (exbajista de Amenra), que es capaz de cantar como un chamán de una tribu y a los pocos segundos arrancarte la cara con guturales agudos.

En ‘There’s Always Blood At The End Of The Road’ se da uno de esos casos que parecen la excepción que confirma la regla en cuanto a lo repetitivas que pueden ser algunas estructuras del black metal. Este disco de Wiegedood pide que esto sea así para envolverte del todo en su retorcido mundo. Y lo consigue.

Zeal & Ardor – Zeal & Ardor

Manuel Gagneux de Zeal & Ardor sigue en su periplo de traer la vanguardia al metal extremo con un disco en el que te puedes encontrar black metal, soul, gospel con blast beats, delta blues, metalcore y referencias muy sutiles y elegantes a la electrónica. Ahí es poco.

Su disco homónimo es capaz de llevarte al ocultismo de Aleister Crowley o Anton Lavey sin dejar atrás guiños a artistas de la Motown, Nick Drake, Tom Waits, Billie Holiday o Wendy Carlos. A tener en cuenta tanto por su sonido como por su mensaje reivindicativo y antirracista. Rompedor e innovador.

White Ward – False Light

Actualmente hay toneladas de bandas de black metal que se arriesgan a innovar y añadir elementos poco frecuentes en este género pero que acaban pasando sin pena ni gloria. No es el caso de White Ward. ‘False Light’ es un disco extremo e identitario que le debe tanto al black como al jazz improvisado y post-metal. La banda ha conseguido también dar protagonismo a un instrumento como el saxofón en su atmosférica propuesta sin forzar y de una forma tremendamente equilibrada.

El tercer disco de los ucranianos White Ward no tiene nada que envidiar a su anterior álbum, ‘Love Exchange Failure’, que se editó en 2019 e intensificó y estructuró mucho mejor esas suaves pinceladas de dark jazz que integran en su trabajadísima música.

Brutus – Unison Life

Un disco lleno de temazos nostálgicos adornados con mucho mimo y una base en el post-rock y hardcore punk intenso con grandes atmósferas y guiños también al metal. Aunque ya tengan su marca personal y se reconozcan al momento, las similitudes con The Cranberries, Deftones o con ese combo que crearon Julie Christmas y Cult Of Luna son bastante palpables y enriquecen más su propuesta.

Cuesta creer que la líder de Brutus, la bestia belga Stefanie Mannaerts, toque también la batería mientras se deja las cuerdas vocales y que solamente sean tres personas las que sustentan un sonido que parece ejecutado por cinco. ‘Unison Life’ es fantástico de principio a fin, no le sobra ni una canción.