Como dijo Yosi en su día: “Una canción no es canción hasta que el pueblo la canta”. Otras cosas puede que no hayan conseguido, pero sí que el pueblo cante sus canciones. Merecen una calle con su nombre en Ourense y el día que Yosi nos deje, una estatua en el centro de la ciudad, como se hizo en Dublín con Phil Lynott.

La banda de rock más especial y querida de toda la Península ha sido, es, y siempre será Los Suaves. El amor de sus incondicionales es infinito hasta el punto de que hay gente que, cuando muere, cubre su féretro con una bandera del icónico gato. Los Suaves van mucho más allá de la típica banda de rock urbano. Gallegos de corazón rehusaron marcharse a Madrid a hacer carrera en los 80 y en los 90 arrasaron con todo. Fue su década. No había banda hispana capaz de hacerles sombra.

Telonearon en su día a Ramones y a los Rolling Stones, y deben su nombre a un crítico que en su día les definió como una banda “suave”. Desde 1982 asombraron con esas estupendas letras, aunque en sus primeros pasos, en lo musical, fueron siempre algo justitos. Pero el grupo creció poco a poco y Thin Lizzy fue la influencia perfecta, la banda fetiche de Yosi y su hermano Charly. Crecieron como músicos y la llegada de Alberto Cereijo a la guitarra les hizo despegar hasta lo más alto.

Podríamos definirlos de manera torpe como “poesía triste con el sonido celta de Thin Lizzy”, pero evidentemente son mucho más. Las letras de Yosi son una maravilla hasta el punto que muchos hemos defendido a capa y espada su inmenso legado. La figura de Yosi debería ser venerada y estudiada, pues no hay ninguna banda española que se haya acercado al nivel de letras de esta agrupación. Hay todos sus tristes tópicos literarios: fatalidad, muerte, mujeres malas, trenes que pasan, el refugio en la botella y los golpes de la vida. Temas recurrentes, pero nadie nos los ha contado como Yosi.

Puede que muchos crean que a día de hoy el gran Yosi es una sombra de lo que fue, y que sus excesos han dejado una caricatura de él. Nunca fue un gran cantante, pero sí un inmenso poeta. ¿Y qué mejor que una voz rota para hablarte de las fatalidades de la vida? Han creado auténticos himnos y asistir a sus conciertos, si consigues entradas, es vivir una experiencia alucinante. Ya no sólo por la banda, sino por la forma con la que lo vive la gente. Como dijo Yosi en su día: “Una canción no es canción hasta que el pueblo la canta”. Otras cosas puede que no hayan conseguido, pero sí que el pueblo cante sus canciones. Merecen una calle con su nombre en Ourense y el día que Yosi nos deje, una estatua en el centro de la ciudad, como se hizo en Dublín con Phil Lynott.

1) “El afilador” (Santa Compaña)

“Los largos dedos del sol, apartan el manto de seda, en este país que por siglos, fue el final de la tierra, y él va llorando, amigo, por algo más que sus penas, no hay luces en las ventanas, ni bienvenida en la puerta”.

Posiblemente es la canción favorita de los hermanos Domínguez (Charly y Yosi) y nos cuenta las viejas historias de la Galicia rural y brutal de los libros de Cela. La historia de los afiladores, que se marchaban dos o tres años de casa para trabajar y al volver se encontraban a su mujer con un hijo de otro. Maravillosa letra acompañada de una música impresionante. El riff festivo de la canción es potente y las guitarras melódicas son 100% Thin Lizzy. Uno de los momentos clave de sus descargas. Música y letra alcanzan la perfección en una de las más bellas (y crudas) historias que nunca nos han contado.

2) “Si pudiera” (Santa Compaña)

“Si pudiera, a la tienda de los sueños ir a comprar, con poco dinero todo lo que hasta ahora pude ganar, y si allí vendieran, billetes para el tren de “otra oportunidad”, encargaría, un ticket de ida a la estación perdida, dónde mi vida fue a descarrilar”.

Esta letra te toca en lo más hondo. Balada lacrimógena en la que Yosi se pregunta eso de “Quién no hizo alguna vez, locuras por una mujer, quién no quiso alguna vez, algo que no pudo tener…”. La figura del eterno perdedor es pura poesía en un corte en el que se da todo el protagonismo a la letra. No hay grandes lucimientos instrumentales para poner en la primera línea una de las poesías más intensas y bellas de los de Ourense.

3) “No puedo dejar el rock” (Ese día piensa en mi)

“Puede la lluvia de ayer mojarte hoy, y las estrellas entrar en tu habitación, puedes de noche, llegar a ver el sol, el Paraíso, hace tiempo que cerró”.

Entre las penas cantadas hay también momentos para la exaltación del rock. Son muchos los temas en su discografía como “No me gusta el rock”, “Chaquetas de cuero” o “Preparados para el Rock and Roll”. Puede que “No puedo dejar el rock” sea la más perfecta de todas. Otra letra excelente y un estribillo perfecto para que en directo te dejes los pulmones cantando.

4) “Viajando al fin de la noche” (Maldita sea mi suerte)

“Nunca un libro escribiré, jamás un árbol plantaré, ni a un hijo daré la vida. Siempre es tarde y esta vez, será la última vez, hermana muerte querida”.

En “Viajando al fin de la noche” las penas viajan en coche. Letra autodestructiva con un hombre acelerando y combinando alcohol y velocidad mientras en su cabeza deambulan todos sus demonios. “Alguien morirá esta noche”. A sabiendas de que todas las letras de Los Suaves cuentan la vida de Yosi, podemos imaginar cómo nació esta canción maldita, una de las más queridas y aplaudidas. El tempo y la rabia del tema aluden al aliento de motor y la velocidad.

5) Malas noticias” (Malas noticias)

“La noche se está cayendo, y con ella cae el tiempo, el día no sirvió de nada, tarde de nubes sin agua. Hoy el cielo es de cemento, parece que Dios está muerto, golpean la puerta de casa, mensajeros de desgracia. Malas noticias”.

Este es uno de los discos claves, con esa mítica portada de Yosi y la banda viendo el cadáver del cantante de Los Suaves entre ambulancias y curiosos. Dudaba entre la maravillosa “Pardao” y esta, pero me quedo con esta letra. Entrada a balada y acelerón con un riff excelente. Impresiona verla en directo pues es cantada en su totalidad por los fans. Impresiona el cómo es contado el suceso de una muerte y la comunicación posterior al ser querido.

6) “Siempre igual” (Esta vida me va a matar)

“Vuelta otra vez al trabajo, así pasas la tarde entera, como son muy generosos, sales a las ocho y media. Sigue lloviendo en la calle, pasa una “tía” y la miras. Ella no te hace caso, sigues andando y la olvidas”.

Fue su primer éxito y el indicador de que tras este grupo había algo grande. Puede que esté lejos de lo que estaba por venir, tanto en lo musical como en las letras, pero es innegable que la historia contada del círculo vicioso del perdedor atrapa y se queda. Medio tiempo triste que no llega a la fatalidad de “Sin empleo” y que tiene hasta momentos simpáticos e irónicos, dentro de la tristeza. Otro corte icónico y favorita para la gran mayoría de seguidores de los “galegos”. Refugio en el alcohol para una vida gris.

https://www.youtube.com/watch?v=YCiQ3yglY7E

7) “Dolores se llamaba Lola” (Ese día piensa en mi)

“Se fueron los viejos tiempos, la juventud ya se escapó, Papá ha muerto arruinado, el dinero se esfumó. ¡Pobre! Se encuentra en la calle, nunca nada supo hacer, ahora quema su vida, en barra americana, de 7 a 3”.

Todo el mundo conoce a Lola, incluso más allá de si eres fan del grupo o no te gusta el rock. Su riff inmortal y la letra descarnada sobre las ironías de la vida hicieron de ella uno de los clásicos fundamentales del rock español. Hace años la tocaban dos veces, una con Yosi a las voces y otra para que la gente se dejara las cuerdas vocales. Festiva como pocas y divertida. En esta misma línea está la de “Peligrosa María”, esta vez sobre las consecuencias de no utilizar el preservativo. Ambas tocan temas duros y tristes, pero con cierta ironía.

8) “San Francisco Express” (San Francisco Express)

“¡Válgame Dios! El viaje ya salió, los días van como sombras, las horas en procesión. A la prisión, donde se para el reloj, esta noche de noviembre, se ha olvidado su canción”.

Maravilloso fue el disco “San Francisco Express”, dedicado a la muerte en general y al cementerio de San Francisco de Ourense. Una obra conceptual sobre las vidas anónimas de los fallecidos. Hay aquí varias obras maestras como “Hotel”, que sirve de índice de los protagonistas, “Ourense-Bosnia” sobre el drama de la guerra (inspirada en un caso real) o la balada del vagabundo de “Sin techo”. Pero es San Francisco Express” el tema más emblemático. El tren parte hacia el más allá y es posiblemente el tema más netamente heavy metal de toda su discografía. Potencia, base de locomotora en el riffeado y un Alberto Cereijo que demuestra todas sus cualidades.

9) “Dulces noches de luna y pateras (Víspera de todos los santos)

“Peor que matar a un hombre es cerrarle el camino, mucho peor es ahogar su destino. Vallas y alambradas, no pueden parar, lo que hoy es marea, pronto será temporal”.

Una obra maestra que ha quedado ocultada entre su discografía. La que debía ser un nuevo himno del combo gallego quedó en nada ya que la cantidad de letra es enorme y Yosi no estaba para aprendérsela de memoria. El tema, extenso, narra el drama de los inmigrantes que cruzan el estrecho y a la vez hace un llamamiento vitalista y esperanzador. Musicalmente es excelente, sonando muy heavy y con otro gran estribillo. En el disco “Víspera de todos los santos” hay canciones realmente brillantes como la que da título al disco o la que ya han hecho suya: “Palabras para Julia”, poema de Goytisolo musicado por Paco Hernández.

10) “Dulce castigo (Santa Compaña)

“Perdóname por no dejarte, por quererte y haberte querido, amor… invento del diablo, querer… burla del destino. Dulce castigo”.

Hay muchos que ven en el “Santa Compaña” el mejor disco de Los Suaves, y razones no les faltan. La cantidad de clásicos es abrumadora y aparte de “El afilador y “Si pudiera” hay “Pobre jugador” o “No me mires”. “Dulce castigo” es un trallazo que define perfectamente lo que en su día se llamó Rock urbano. La letra cala y la música acompaña a golpe de riff para rematar con uno de sus estribillos más emblemáticos. Qué bonito definir al amor como un “Dulce castigo”. Espacio para la guitarra de Cereijo, y tras un disco tan redondo el grupo ficharía por Universal y crecería un poco más.