Tírate el cubo de agua helada por encima, pero mira este documental de Jason Becker
Quizá la campaña del cubo de agua helada populizará la ELA, pero no hay nada mejor que el documental de Jason Becker para entender lo que significa esta enfermedad. Tírate el cubo por encima, pero mira este documental.
A alguien se le ocurrió que podía ser una bonita iniciativa la de lanzarse un cubo de agua helada en solidaridad con aquellos afectados por la ELA. Una enfermedad rara, devastadora, y en la que sus afectados tienen una esperanza de vida de tres a cinco años. Años en los que quien la padece ve como su cuerpo va paralizándose día a día y empieza el infierno para él y para sus seres queridos. La dependencia del enfermo es total y apenas podrá mover en sus fases finales algunos músculos faciales. Alguien dijo también que uno sus síntomas es como si te lanzaran un cubo de agua helada por encima; y de aquí se empezó una campaña, a priori, simpática y divertida. Luego se ha visto que la inmensa mayoría de famosos han hecho la tontería del cubo no han aportado un céntimo. No voy a criticar para nada a quienes lo hayan hecho y no han aportado un euro, pues creo que la gente de a pie suficiente tiene con vivir su día a día, pero si considero que ya que uno se ha lanzado un cubo y lo ha subido en la Red de redes, entienda, mínimamente, lo que significa esta enfermedad, y que no lo vea como algo divertido y lúdico. Considero que todo aquél, si realmente está interesado en lo que es la ELA, tiene que ver el tremendo film de Jesse Vile: Jason Becker: “Aún sigo vivo”.
Premiada internacionalmente por audiencia y crítica es una biografía sobre el genio de las seis cuerdas Jason Becker, el chico que llegó a la antesala del éxito pero que vio truncado su sueño por esta horrible enfermedad. Pero este documental va mucho más allá de una biografía de un guitarrista. Es una historia de superación, una de esas que golpean alma y consciencia y en la que uno se queda alucinado de ver como las ganas de vivir y de luchar, unidas al amor de la familia, pueden hacer que las previsiones de la ciencia y la medicina se rompan. Jason debería estar muerto. Le dieron de tres a cinco años de vida. Algunos casos raros llegan hasta los 10. Jason lleva 20… y así sigue, con ganas de vivir, tocar y componer.
Esta deliciosa historia empieza con su infancia en Richmond. Una ciudad que ya tiene su día dedicado a Jason Becker. Niño introvertido y callado, con un padre músico que a los cinco años le regaló una guitarra. No pasó de la primera lección. “Por qué tengo que estar haciendo escalas aburridas si tú estás tocando canciones de Dylan?”. Con menos de 10 años ya las dominaba y tres años después tocaba, de memoria, todos los discos de Eric Clapton. Es impresionante ver como Becker toca en el instituto dejando al público pasmado mientras el director de instituto le va bajando el volumen atronador… y Jason lo va subiendo. Con quince años ya estaba muy por encima de la gran mayoría de guitarristas de las grandes bandas. Amaba el heavy metal y sus prácticas con música clásica derivaron hacia el speed metal neoclásico.
Jason renunció a su juventud, a salir con sus amigos y a la fiesta. Su vida era la guitarra, la cual tocaba incluso cuando comía. Un manager le pasó la cinta al jovencísimo Marty Friedman y juntos formaron Cacophony. Estaba claro que ambos iban a entrar en grandes bandas, y así fue. Giras por Japón y América siendo unos adolescentes y clinics de guitarra con audiencias de mil personas. Friedman terminaría en Megadeth, y Becker tocó el cielo fichando por la banda de David Lee Roth una vez había abandonado Van Halen. Llegaría a grabar “A Little Ain’t Enough” con el divo, pero antes de salir de gira, cayó el cubo de agua helada sobre Jason. Se le diagnosticó la maldita ELA y en poco tiempo ya cojeaba. Luego le caería la guitarra de las manos y empezó la pesadilla. Tenía 20 años. Es impresionante ver el humor negro que gastaba y gasta Jason con su enfermedad.
La familia se volcó y gracias a la tecnología, y a un largo proceso, Jason puede seguir componiendo a pesar de que sus motoneuronas iban desconectándose día a día. Hace años que sólo puede mover algunos músculos de la cara, pero su padre ideó un sistema para comunicarse con él. Con unos movimientos de ojos va deletreando las palabras y la comunicación es bastante fluida. Eso es lo que le ha salvado. Todavía hay trabajo que hacer y discos que sacar. Las imágenes de Jason en la silla y sus muecas expresivas desgarran el corazón, pero a la vez son una lección de que se puede cambiar el guión y de reescribir lo que está escrito. Es emocionante ver como sus fans acuden a su casa para charlar con él. La fiesta anual y el concierto de sus amigos músicos es sobrecogedor. Vai, Satriani, Friedman; Bissonette y demás se marcan un concierto homenaje estando Jason presente.
El documental no es una biografía de un guitarrista, es mucho más. La superación humana, el ejemplo de lo horrible que es padecer esta enfermedad y el cómo un genio puede continuar siéndolo con la ayuda de quienes le quieren. Hay todavía mucha gente que cree que Jason Becker murió hace años, de aquí las camisetas que vende de: “Aún sigo vivo”. De todas formas su legado es ya inmortal más allá de su guitarra, pues la ciencia va a tener que estudiar el extraño caso de longevidad. Pasará a la historia como guitarrista, pero también como luchador. El DVD incluye algunos videos caseros con solos impresionantes en los que luce toda su influencia clásica. “Mientras todo el mundo intentaba tocar como Slayer él estaba tocando a Bach y Paganini”…
Al ser una enfermedad rara apenas han destinado dinero para estudiarla. Quizá la campaña del cubo de agua helada la populizará, pero no hay nada mejor que este documental para entender lo que significa la ELA. Tírate el cubo por encima, pero mira este documental. Del tema dinero considero que las aportaciones que haga la gente son meramente simbólicas pues son los que más tienen los que deberían hacer algo. Así que repetiré las palabras, muy sabias, de Michael Moore: Ojalá la gente que tiene mucho, mucho dinero tenga a sus seres queridos con enfermedades raras e incurables, pues sólo así destinarán sus esfuerzos económicos en cambiar las cosas y en investigar una posible cura.
https://www.youtube.com/watch?v=fOmpbEGceOQ
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