Las tiendas de discos inmortales: Pentagram (Barcelona)
Era el año 1996 y a mitad de la calle Tallers existía una tienda que se llamaba Hysteria. Una de las pocas tiendas específicamente dedicadas al rock duro y el heavy metal en un momento en el que gigantes como el Virgin Megastore de Passeig de Gracia con Gran Via se dedicaban a aglutinar todos los géneros en una gran superficie dedicada a la música como pocas se habían visto en nuestro país. Dentro, Rubén Rosas -bastante más joven- estaba sentado en la caja con una foto detrás, firmada por Gary Moore, que captó mi atención.
Fast forward a cuatro años más tarde. Estamos en el año 2000, Hysteria ya no existe y la calle Tallers de Barcelona vive la efervescencia de la época más dorada del CD, justo antes de que se comenzase a popularizar la descarga digital de música y cuando Spotify o tener internet en el móvil eran cosas del futuro.
Rosas se ha movido unos metros más allá y ahora se ocupa de toda la sección heavy de Discos Revolver, el que era y sigue siendo uno de los puntos calientes de la música en Barcelona. Sería absurdo negar la importancia que el conocimiento de Rubén tuvo para la tienda en aquellos momentos. En pleno auge del power metal, con el retorno de Iron Maiden con Bruce Dickinson, la vuelta al heavy metal de Rob Halford, el boom del DVD musical y la explosión de sellos como Nuclear Blast y Century Media con infinidad de lanzamientos de metal, hacía falta alguien a quien preguntarle referencias.
Era la época en la que In Flames vendían copias del “Clayman” como churros, que el “Brave New World” de Iron Maiden vendía cien copias en una mañana y que bandas como HIM o Nightwish venían a firmar discos a la tienda. Rubén fue el tío que se ocupaba de que el metal sonase en Revolver ante la tentación de que Yo La Tengo o Radiohead lo colonizasen todo. Pero un buen día se lió la manta a la cabeza y en pleno declive absoluto de la venta de discos, decidió abrir una tienda de justamente eso. Podría haber sido peor: podría haberla abierto de cigarrillos electrónicos.
El caso es que desde su apertura Pentagram Music Store, situada en la calle Sitges, ha sido un punto de peregrinación para todos los fans del heavy metal. Pequeña y discreta pero llena de pequeños tesoros, Pentagram es uno de los pocos reductos que quedan para el heavy de pro que quiere comprar los discos de sus bandas favoritas sin tener que ir a la gran superficie de turno donde ni tienen el disco, ni se espera que lo tenga. A lo sumo te lo encargan.
Pentagram abrió en el año 2009 y al frente de la tienda está Rubén Rosas a solas. Además de llevar la tienda, organiza conciertos bajo la promotora RRS Promo y en asociación habitual con Eclipse Group. También es miembro de Romanthica y ha militado en grupos previos como Ironica.
El falso auge del vinilo
“Nos centramos en la venta física”, explica Rosas, “aunque la verdad es que las cosas de coleccionista que son más elevadas de precio, las solemos poner online al cabo de un tiempo, si no se vende en la tienda. Prefiero que se vea en la tienda el material guapo porque da prestigio. Ya no es tanto por el dinero, porque si no pondríamos todo lo caro online y ya está…pero prefiero que lo compre la gente de aquí”. En la tienda predomina el “heavy, el hard, el aor, el death, thrash y black” prácticamente “a partes iguales”. Más que la parte de cd’s es casi más tentadora la sección de vinilos, aunque el responsable de la tienda niega que haya ese presunto resurgimiento del vinilo que se nos vende últimamente.
“Eso es falso”, afirma con rotundidad. “Por cada veinte cd’s que se venden, quizá se venden un vinilo. El CD sigue reinando en las ventas. Claro que se siguen vendiendo vinilos y claro que se venden más que antes pero no tanto como se dice», Hay una cuestión añadida en muchas de las reediciones en vinilo: la perdida de calidad. “Aunque la gente cree que las reediciones son iguales a los vinilos originales, en el fondo se usan archivos wav que se pasan a vinilo y es imposible que el vinilo suene como los de antaño”, afirma.
La competencia de Internet es el principal ente malvado al que tienen que hacer frente las tiendas de discos -y de prácticamente cualquier bien que se pueda vender. “La gente tiene muchas opciones de compra en la red pero, por suerte, muchos prefieren venir a la tienda a comprar. Es como ritual para ellos venir cada semana o incluso cada día para ver las novedades que han salido o a que les recomiende algo”, explica. “Eso es lo bonito. Comprar por Internet es muy frío y yo siempre lo he odiado, ya incluso como cliente. Soy un ansias y si sale un disco, lo quiero tener ya, no esperarme unos días a que llegue”.
La especialización como modo de subsistencia
Los discos que más se venden en Pentagram quizá no son siempre lo más obvios, porque según reconoce Rubén “a veces vendo más cd’s de una banda como Immortal que de Iron Maiden y eso es crucial para subsistir. Prefiero vender cosas así que los clásicos como Metallica o AC/DC que se pueden comprar en cualquier sitio”.
A día de hoy la tienda es sostenible económicamente “si se mantiene así” pero no en caso de que venga “un bajón”, en palabras de su dueño. “De momento vamos manteniéndonos, aunque también es cierto que lo compaginamos con la promotora y eso ayuda. Traemos giras como las de Avantasia, Helloween, Gamma Ray, Epica, Tarja, Warcry, Amon Amarth o Eluveitie”.
La especialización es, pues, el camino a seguir para pequeñas tiendas como Pentagram. Esa especialización hace que una edición uncut de Iron Maiden se pueda vender por 300€ o que ediciones limitadas de bandas como Dream Theater se cotice por 250€. Las piezas en las que más dinero se ha dejado alguien han sido ediciones originales de los primeros discos de Emperor y algún test pressing de Iron Maiden, aunque sin rebasar los 300€ en total.
Sobre iniciativas de reactivación como el Record Store Day, Rosas responde con determinación que “no han servido para ayudar a las tiendas de metal” en específico. “Nunca hay nada de metal, apenas salen cuatro cosas de AC/DC y Rush y poco más. Se hacen algunas ediciones más chulas de otras bandas pero no salen de Estados Unidos”.
“El Record Store Day es una puta estafa”, maldice. “Esto se hizo para ayudar a las tiendas pequeñas pero se ha convertido en un timo para sacar dinero con ediciones muy caras, ediciones que se reparten entre cuatro tiendas y que luego no llegan al resto, generando cierta especulación. Hay gente que compra muchas copias para luego revenderlas. Discos que salen en el Record Store Day y al día siguiente están a 50€. Los sellos de metal apenas hacen nada para ese día. Podría ser algo bonito, pero se ha corrompido enormemente”. Pentagram Music Store se encuentra situada en la calle Sitges, 5 de Barcelona, a tiro de piedra de las Ramblas y la calle Tallers.
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