“Esto no es Jamaica, esto es el Llobregat, aquí no hay palmeras, sólo suciedad”

“Esto no es Jamaica, esto es el Llobregat, aquí no hay palmeras, sólo suciedad”

“Si estas tocando en un macro escenario, con el sonido, las luces, el humo, la altura del escenario y toda la pirotecnia, no te percatas mucho si la gente de abajo esta se está besando o se están dando de ostias”

Los Decibelios forman parte de la banda sonora de los 80. Provinentes del Prat del Llobregat, provocadores, extremos, poseedores de uno de los directos más aplastantes que hayan surgido en La Península Ibérica y pioneros del Oi! y de la fusión reggae y ska en nuestras fronteras. Su estética skin y su habitual coqueteo por la parafernalia nacionalsocialista ha hecho que muchos les identifiquen como una de las bandas de tendencia fascista más importantes. ¿Pero realmente es así? También se solía decir que sacaban pollitos al escenario y los aplastaban con sus botas militares. ¿Otra leyenda urbana?

La verdad es que sus escasos 10 años de trayectoria dieron para mucho y a pesar de que hace ya mucho tiempo que dejaron el negocio es muy fácil encontrarte por la red con mil especulaciones y leyendas entre fanáticos de derechas y de izquierdas. Ellos se desmarcan de todo ello y quieren ser recordados básicamente por la música. Pero cuando uno crea un monstruo como Decibelios, va a tener que estar toda la vida respondiendo a las típicas y recurrentes preguntas. Como ellos solían gritar a modo de consigna: “¡Boina!”, todo un grito de guerra, de la que por cierto… dieron mucha entre los 80 y 90.

TRAYECTORIA

Los Decibelios se crearon en el Prat de Llobregat, ciudad vecina a Barcelona y que en los 80 destacaba por ser una población de gente obrera en la periferia de la Ciudad Condal. Fray, Miguel, Xavi, Manolo y Macià empezaron a ensayar en un local de la calle San Pablo y se decidieron por nombrar a su agrupación como “dB”. El anuncio al que responde el baterista Miguel ya es muy gráfica de lo que apuntaba la banda: “Se busca baterista suicida, preguntad por Fray”. Desgraciadamente en Inglaterra ya existía una banda que llevaba ese nombre por lo cual se decidieron por rebautizarse con el nombre mítico por el que todos les conocemos: Decibelios. El grupo grabó un par de temas en condiciones precarias y viendo que en Barcelona la cosa estaba realmente complicada, se fueron a la Capital para intentar fichar por alguna discográfica. Sería DRO la que finalmente los uniría a su escudería y con la que editaron con un single que ya es todo un clásico: “Paletas putrefactos”.

En 1982 Xavi abandonó la nave y el grupo da la bienvenida a Manel provinente de Masturbadores Mongólicos. El grupo muestra en sus primeros pasos unas enormes influencias de Sex Pistols, Sham 69 o 4 Skins, y ya desde el principio la base ideológica es de izquierdas, clase trabajadora, proletariado… La influencia del movimiento Oi! empieza a hacerse palpable en el grupo vía una amistad francesa del cantante Fray, y pronto el grupo cambia su look. La banda empieza a coquetear con cierta parafernalia nazi a modo de provocación, hecho que hace que sus seguidores sean de lo más heterogéneo. Fray llegaría a lucir una camiseta de Hitler en la que se podía leer un supuesto tour por los países invadidos por la Alemania nazi. Las influencias de Madness también empezarían a fructificar en el grupo y en su segundo single “Paletas y bolingas”, de 1983, encontramos fusión entre punk, ska y reggae. Esa mezcla está considerada como pionera en España a pesar de que en Europa ya era bastante habitual. En 1984 sale su primer larga duración, “Caldo de pollo”. El grupo apuesta por la vertiente más fusión y adopta en los directos una sección de metales (trompeta, saxo y trombón). En 1985 aparece el disco “Oi!” en el que destaca la versión de The 4 Skins titulada “Kaos”. La consolidación del grupo es un hecho y el posterior “Vacaciones en el Prat” de 1986 es posiblemente su cima compositiva. Ese disco incluyó a modo de broma la versión de “Angelitos negros” de Antonio Machín rebautizada como “Estos macarrones aún no están hechos”.

Banda y discográfica no tienen en cuenta las repercusiones que pueden suceder por plagio y el grupo se ve obligado a pagar un millón de pesetas y a destruir gran parte del material editado, unos 5000 discos. Como suele suceder en estos casos la polémica les hace aparecer en radios e incluso televisiones y la fama del grupo sigue creciendo. Aparecen en TV3 de Cataluña, en Plastic de TVE1 e incluso en el programa de culto “La bola de Cristal” tocando “Ningún nombre de mujer”. El grupo llegó a tocar en Francia e incluso, al puro estilo Johnny Cash, tocaron en una cárcel de mujeres. En 1988 deciden sacar un directo grabado en una de sus salas fetiches, el Zeleste barcelonés (hoy día Razzmatazz). La banda titula al disco como “Vivos” y consigue un llenazo espectacular. Consiguieron que incluso Rosendo les publicara su último disco “Con el tiempo y una caña” en 1989. Ya en 1990 el grupo decide abandonar tras 10 largos años de trayectoria que les llevaron a liderar el movimiento Oi! y a ser una de las bandas más grandes de Cataluña. A pesar de ello su repercusión en toda la Península fue más que notoria y a día de hoy son considerados una banda de auténtico culto.

DIRECTO Y POLÉMICA

Decibelios es una banda que nunca ha tenido una ideología específica ni concreta. Su temática es directa y toca en sus letras y títulos la crítica social y la realidad obrera. Los movimientos Oi! y skinheads en sus inicios tienen origen en barrios obreros y en el descontento de una generación desengañada con su realidad y con el momento que les toca vivir. Esa estética es posteriormente adoptada por otras ideologías más de derechas hasta llegar al punto de que mucha gente suele identificar la estética skin con los movimientos de derechas.

Decibelios coqueteó y jugó con mucha parafernalia neonazi y fascista, pero más que creer en esas tendencias políticas, hay que verlo como una forma de provocación. Sex Pistols hicieron antes lo mismo e incluso The Sweet llegaron a aparecer en escena con uniformes nazis, pero eso no implica que sean nacionalsocialistas confesos. En España también Gabinete Caligari jugó con ello en sus inicios o incluso el grupo de pop Glutamato Yeyé tenían un frontman caracterizado como Adolf Hitler. No hay en Decibelios ninguna ideología concreta, ni de derechas ni de izquierdas, pero su trayectoria hizo que la fama del grupo atrajera a todo tipo de público, que quiso ver en ellos ciertas tendencias políticas, de un lado y otro. La enorme bandera española que colgaba de una de sus paredes del local de ensayo tampoco era para ellos ningún símbolo de derechas, pues, en sus palabras, es considerada como uno de sus muchos “trofeos”. Sus supuestas filias políticas han hecho que desde que colgaran sus instrumentos haya un intenso debate, sobre si el grupo era de izquierdas o derechas. Hablar sobre ello es sencillamente especular pues ellos se desmarcan de la polémica.

Los directos del grupo serán siempre recordados ya que la banda siempre apostó por una puesta en escena espectacular y repleta de efectos. Disfraces, pinturas de guerras, animales vivos en escena, humo, luces y pirotecnia. Recordemos que todo ello no era muy habitual en la escena hispana de los 80 por lo que es otro de sus grandes méritos. Llegaron a contar con dos personas, Motis y Nico, como técnicos de escenografía; esto era algo que pocas bandas españolas han llegado a conseguir. Su apuesta por la espectacularidad no era barata, hasta el punto en que más de una vez gastaron todos los beneficios en conseguir un directo matador. Otro punto a tener en cuenta es que la confluencia de diferentes tendencias en sus directos hacía que los palos y las peleas fueran habituales en sus descargas.