Las salidas y entradas de miembros en Mago de Oz llevan meses siendo una constante. ¿Que está pasando en la banda madrileña?

Mägo de Oz: una empresa que toca las canciones de Mägo de Oz

Mägo de Oz nunca han estado exentos de polémica. Curtidos en las decisiones controvertidas, Mägo de Oz fueron virales antes de que existiesen las redes sociales. En gran parte gracias a las declaraciones rimbombantes de su compositor principal y líder Txus Di Fellatio, pero también debido al protagonismo mayúsculo del que la banda disfrutó a nivel mediático en la primera década del siglo. 

Desde acusaciones de plagio (mantuvieron un contencioso con un músico chileno hace quince años) a rupturas por todo lo alto con la discográfica que los aupó (Locomotive Music), Mägo de Oz han disfrutado de todo lo bueno -y lo malo- del éxito que les ha acompañado en los últimos veinticinco años.

Pero de un tiempo a ésta parte, lo cierto es que las polémicas en Mägo de Oz vienen específicamente centradas alrededor de la continua entrada y salida de músicos que forman parte de la banda. 

En los últimos tiempos, han abandonado la banda muchos músicos de apoyo. Ha sido el caso del teclista Javi Díez y su sustituto, Manuel Ramil, que han abandonado en el espacio de un par de años. También ha sido el caso del guitarrista independiente Manuel Seoane. Pero también ha sido el caso de miembros teóricamente troncales de la banda como Carlitos y Frank, miembros clásicos del grupo, y más recientemente de Javier Domínguez “Zeta” y Patricia Tapia, vocalista principal y vocalista secundaria de la banda. En 2011 se marchó de la banda el vocalista de la formación clásica José Ändrea, junto al teclista Kiskilla y el bajista Peri. El baile de músicos que entran y salen de la banda ha llegado a un punto de intensidad en los últimos meses que hace difícil seguir el ritmo.

La última “crisis de gobierno” de Mägo de Oz vino, precisamente, durante el pasado verano, cuando el vocalista Javier Domínguez “Zeta” tuvo que dejar la banda de lado para recuperarse de unos problemas de espalda. Su posición fue ocupada por diversos vocalistas como Tete Nova, Erik Cruz o Ruben Kelsen, que cubrieron a su compañero de manera solvente. También enfermaría Patricia Tapia, que fue sustituida en algunos conciertos ya por Xana Lavey (Celtian) y por Elizabeth Amoedo (Against Myself).

A la misma vez, a finales de enero Manuel Seoane anunció su salida “temporal” de la banda para centrarse en Delalma, motivando la reentrada de Jorge Salán en la banda, quien ya había sido miembro de Mägo de Oz entre 2004 y 2008. En cualquier caso, se preveía la vuelta a la banda de Seoane para los últimos conciertos de “Diabulus in Opera”, como finalmente sucederá en México.

Una puerta giratoria, por favor

Comienza a ser complicado seguir el hilo de quién está en Mägo de Oz más allá de Txus y el violinista y eterno compañero Carlos Prieto “Mohamed”. Pero no es lo único que está sobre la mesa: los antiguos miembros de la formación clásica, Jose Ändrea, Carlitos, Frank y Salva se han unido para formar su propia versión de la banda, llamada simplemente Los Mago. Con dicha versión tienen previsto girar por Latinoamérica a partir de finales de 2023, pero lo cierto es que no se ha sabido nada más sobre los planes del grupo tras las primeras entrevistas y nota de prensa.

A falta de que dicha reunión pudiera terminar siendo un brindis al sol por parte de los ex-miembros, se da la curiosa circunstancia de que a día de hoy hay más miembros de lo que se considera “Mägo de Oz” fuera de la banda que dentro de ella. Y si es así ¿qué es Mägo de Oz? ¿La titularidad de la marca y la presencia de su clásico líder y compositor Txus o la unión -improbable- de todos los músicos que han formado parte de las épocas más exitosas de la banda?

“Es como lo de Kiss con otros miembros maquillados” dice una fuente del entorno de la banda. “Mientras se llame Kiss y estén Gene Simmons y Paul Stanley tocando los clásicos, sigue siendo Kiss”. No es una circunstancia nueva, al menos a nivel internacional. Una banda como Megadeth, a día de hoy, solo cuenta con Dave Mustaine como miembro fundador y un séquito de músicos a sueldo. En bandas como Foreigner las giras se realizaban sin ningún músico de la formación original en algunos casos. ¿Por qué criminalizamos a Mägo de Oz por lo mismo que toleramos a nivel internacional?

“Yo recuerdo que, cuando yo ya estaba fuera de Mägo, lo que veía era una especie de mutación en orquesta” le explicaba el vocalista Jose Ändrea a nuestra web hace unas semanas. “Entraba gente, salía gente, este suple a uno, el otro suple al otro…los que estábamos fuera de Mägo lo decíamos: “¿y qué hará ahora la orquesta Mägo?”. Era como un meme” decía entre risas.

“El problema es que el mismo que encumbró a Mägo va a terminar hundiendo a Mägo” confía una persona que ha sido muy cercana a la banda. El rol de Txus di Fellatio como mente pensante de la banda no ha sido discutido, del mismo modo que sí lo han sido sus aptitudes como baterista. “En el fondo, lo que dice Jose no está muy alejado de la realidad” explica otra persona. “Mägo de Oz son una especie de orquesta donde lo importante son las canciones, no quien las esté tocando” asegura.

Mägo de Oz (Foto: Nocnar Tosnophal)

Giras muy extensas

Las giras de Mägo de Oz se han vuelto agotadoras en tiempos recientes, especialmente después del parón de la pandemia. La gira “Al Abordaje” ha constado de 97 conciertos entre el 12 de octubre de 2021 y el 17 de diciembre de 2022, apenas 14 meses. Hace unos meses, la banda anuncio su gira de 35 Aniversario, que arranca con los dos conciertos especiales Diabulus in Opera que se celebrarán a finales de Mayo en Ciudad de México y Monterrey. No en vano, la gira lleva como subtítulo “Hasta que el Cuerpo Aguante Tour 2023”, en alusión al clásico tema de la banda. Vista la manera en que la maquinaria ha seguido funcionando a todo gas pese a los problemas de salud de miembros tan destacados como sus vocalistas, ha quedado claro que Mägo de Oz está por encima de sus propios músicos. 

“Es lógico porque, para Txus, la banda es su principal fuente de ingresos” explica otra fuente en condición de anonimato. “Lo que quiere es hacer todos los conciertos que pueda”. Y vistos los problemas de salud que aquejaban a los vocalistas (problemas de espalda y ansiedad en el caso de Zeta y fibromialgia en el caso de Patricia Tapia), el ritmo y los rigores de la vida en la carretera no son precisamente buenos aliados. 

“Yo creo que habrá habido discusiones por los temas de salud y Txus no querrá parar, pero ha visto que poniendo parches, aunque la banda parezca una orquesta, la cosa sigue funcionando” elabora. “Habrá empezado a hacerle ver a Zeta y Patricia que sin ellos también puede funcionar la banda y, al final la gente se cansa”. 

“Hace tiempo que Txus debería haberse ido de la banda” sentencia. “Debería vivir de lo royalties y quedarse una parte de lo que se facture y dejar a la banda tranquila. Yo no trabajaré con esa banda mientras Txus esté ahí” dice tajante. 

Un negocio viento en popa

Y el negocio de Mägo de Oz, pese a todo, sigue viendo en popa. Además de sus conciertos directamente a través de promotores privados al uso, el grupo es especialmente exitoso en el circuito de fiestas y ayuntamientos. Un vistazo al portal de contratación pública del Estado arroja resultados que van desde los 27.000€ (Iva aparte) por un concierto en San Lorenzo del Escorial, a 21.000€ (IVA aparte) por un concierto en Molina de Segura, a 19.000€ (IVA aparte) por un concierto en Armilla Armilla.

La variabilidad de los importes responde a los intermediarios que contratan a la banda. En el caso de San Lorenzo del Escorial el ayuntamiento le contrata el concierto a Producciones Multiples SL, una empresa de servicios de espectáculos, lo que probablemente incluye la comisión de contratación. En el caso de Molina de Segura, el concierto se contrata a través de Calle Underground SL, la agencia de contratación en España de la banda. Sin embargo, el de Armilla, por un importe algo más modesto, se contrata a través de Mohatxu SL, una empresa formada por Txus y Mohamed para gestionar los asuntos de la banda. Esa misma empresa aparece como adjudicataria de otros conciertos en Lorca o Ibiza por importes similarmente contenidos, especialmente teniendo en cuenta la cantidad de músicos que forman parte de la banda y sus respectivos sueldos.

Pero no hay que olvidar el publishing, el merchandise, los streams de todo su catálogo y los ingresos accesorios de todo tipo. Mägo de Oz es una empresa (varias, de hecho) que produce e interpreta en directo el cancionero de Mägo de Oz. Quién lo ejecute comienza a dar igual, más allá de que los temas se resuelvan con solvencia musical y escénica. Del mismo modo que una empresa está, a menudo, por encima de sus trabajadores (si alguien se coge la baja, se le sustituye, pero la empresa no se cierra), Mägo de Oz está por encima de los músicos que aparecen en la foto promocional, con excepción de dos: Txus y Mohamed. Y esa es la fría realidad. 

Ahora bien ¿podrían Mägo de Oz llegar a otro nivel de popularidad en nuestro país si se reuniesen con sus miembros clásicos? ¿Podrían realizar un tour de grandes dimensiones y recintos si parasen de girar durante un par de años y volviesen con su formación más conocida?

Visto el ejemplo de Barón Rojo (que ofertaban a promotores su versión reunida y su versión actual por igual, teniendo a dos formaciones simultáneas de gira) parece evidente que no. Quizá Txus Di Fellatio, por muy impertinente que pueda parecer en los medios, está siendo inteligente en sus decisiones, le cueste lo que le cueste en cuanto a imagen pública. Su nombre ya está muy vapuleado y parece que mientras Mägo de Oz siga facturando – haciendo el símil con Shakira– no le importa demasiado lo que opine la gente.