Los discos clave de 1985: Rush abordan una época complicada con “Power Windows”
Rush profundizó en su etapa tecnológica con Power Windows en 1985. Un álbum que fusiona el rock progresivo con sintetizadores modernos y reflexiones sociales, manteniendo el virtuosismo distintivo del trío canadiense.
Power Windows es el undécimo álbum de estudio del trío canadiense Rush, lanzado el 11 de octubre de 1985 a través de Anthem Records en Canadá y Mercury Records en el resto del mundo. Tras el giro estilístico iniciado en Signals (1982) y consolidado en Grace Under Pressure (1984), la banda —compuesta por Geddy Lee (voz, bajo, sintetizadores), Alex Lifeson (guitarra) y Neil Peart (batería)— profundizó aquí su apuesta por los sintetizadores y la modernización del sonido, en plena efervescencia de la tecnología digital en la industria musical.
En la primera mitad de los 80, Rush había pasado de ser un referente del rock progresivo con inclinaciones hard rock a experimentar con arreglos electrónicos y texturas más cercanas al new wave. Power Windows representa la continuación de esa evolución, incorporando temas con un gran despliegue de teclados y letras de trasfondo socio-político, alineadas con el estilo reflexivo y narrativo habitual en el trío.
Grabación y producción
Para este álbum, Rush volvió a colaborar con el productor Peter Collins, con quien ya habían trabajado en Grace Under Pressure. Las sesiones se llevaron a cabo en estudios como The Manor (Inglaterra) y AIR Studios en Montserrat, donde el grupo buscó un entorno que le permitiera explotar los sonidos digitales y la innovación tecnológica de la época. Geddy Lee se involucró especialmente en la programación de sintetizadores y secuenciadores, mientras que Neil Peart reformuló algunos patrones de batería para adaptarse al matiz más electrónico de las composiciones.
La guitarra de Alex Lifeson se movió entre acordes ambientales y solos contundentes, procurando no quedar eclipsada por la presencia de teclados. El resultado fue una producción minuciosa, en la que cada canción se concibió con capas de sonido cuidadosamente equilibradas. Pese a alejarse de la crudeza setentera, el disco conserva la pericia instrumental y el sello distintivo que hicieron de Rush una banda pionera.
«The Big Money»
Power Windows salió al mercado el 14 de octubre de 1985 y escaló rápidamente hasta el puesto n.º 9 en la lista de álbumes del Reino Unido, mientras que en Estados Unidos alcanzó el Top 10 del Billboard 200. Varios sencillos se publicaron con relativo éxito, como “The Big Money”, que tuvo difusión en la MTV gracias a un videoclip llamativo. También destacan “Grand Designs” y “Manhattan Project”, en las cuales el despliegue de sintetizadores y las letras de Neil Peart —inspiradas en la historia y el poder de la tecnología— refuerzan la temática conceptual que vertebra el álbum.
Con este lanzamiento, Rush se aseguró la continuidad de su éxito en los mercados norteamericano y británico, manteniendo un perfil propio dentro de la competencia ochentera. El Power Windows Tour (1985–1986) consolidó la transición de la banda hacia conciertos que integraban iluminación y proyecciones acordes con la producción moderna del disco.
Las canciones y su impacto
El repertorio de Power Windows se compone de ocho pistas que reflejan la fusión entre la complejidad instrumental y el uso audaz de la tecnología. “The Big Money” abre el álbum con un tempo enérgico y sintetizadores que puntualizan cada sección, mientras la guitarra de Alex Lifeson emerge para rematar el estribillo. “Marathon” y “Territories” profundizan en la exploración de ritmos y armonías, acompañadas de letras que reflexionan sobre la competencia y la colaboración a escala global.
“Manhattan Project” aborda la invención de la bomba atómica, una temática inusual para el rock convencional, y combina pasajes serenos con explosiones instrumentales que ilustran la tensión histórica del momento. En el cierre, “Mystic Rhythms” exhibe percusiones programadas y un ambiente casi místico, completando la apuesta de Rush por un rock progresivo teñido de sintetizadores y reflexiones sobre el mundo moderno.
Legado y repercusión
Con el paso de los años, Power Windows se ha consolidado como uno de los discos emblemáticos de la etapa “sintetizada” de Rush, aquella en la que la banda experimentó con texturas electrónicas y letras más enfocadas al análisis sociopolítico. Aunque algunos seguidores de la fase más setentera echaron en falta la prominencia de la guitarra, este álbum reafirmó la capacidad de Rush para reinventarse sin perder la esencia de su virtuosismo.
Las canciones de Power Windows han aparecido ocasionalmente en recopilaciones y directos posteriores de la banda, recibiendo un creciente reconocimiento con la perspectiva del tiempo. Para muchos críticos, este trabajo ejemplifica la habilidad del trío canadiense de integrar la innovación tecnológica en su propuesta progresiva, manteniéndose fieles a un espíritu inquieto y creativo. A día de hoy, el disco sigue siendo una referencia para quienes buscan entender la evolución del rock progresivo en la era digital.
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