«Ride The Lightning» o cuando Cliff mandaba: 30 años después
Cuando METALLICA entraron al estudio para grabar "Ride The Lightning" las cosas habían cambiado mucho. Ya no eran un grupo de fanboys de la NWOBHM intentando marcar territorio: "Kill 'em All" habia marcado el territorio debidamente un año antes. El éxito no era aún masivo, pero ciertamente el underground había tomado nota y la indsutria discográfica no tardaría en hacer lo mismo.
Cuando METALLICA entraron al estudio para grabar «Ride The Lightning» las cosas habían cambiado mucho. Ya no eran un grupo de fanboys de la NWOBHM intentando marcar territorio: «Kill ‘em All» habia marcado el territorio debidamente un año antes. El éxito no era aún masivo, pero ciertamente el underground había tomado nota y la indsutria discográfica no tardaría en hacer lo mismo. Lo cierto es que, hasta aquel momento, Metallica eran simplemente una banda de «power metal», aunque no tardaría demasiado en acuñarse el término «thrash metal» que liderarían durante la segunda mitad de los 80.
La realidad es que a principios de 1984 la banda todavía estaba resarciéndose de la agria ruptura con su anterior guitarrista, Dave Mustaine, con quien habían partido peras momentos antes de entrar a grabar «Kill ‘em All». Para Mustaine, la rabia sirvió como combustible necesario para formar MEGADETH, mientras que para el resto de sus ex-compañeros todo fue un trámite necesario para seguir adelante con la visión que perseguían. No en vano, el disco que iban a grabar aún contenía algunas ideas de Mustaine, lo que demuestra cuan importante fue el guitarrista en los orígenes de la banda, por mucho que su contribución haya sido menospreciada a lo largo de los años por James Hetfield y Lars Ulrich especialmente.
Lo cierto es que a lo largo de «Kill ‘em All For One Tour» de 1983 la banda pudo familiarizarse sobradamente con el estilo del recién llegado Kirk Hammett. Varias canciones fueron compuestas y puestas a prueba durante el periplo, demostrando que la banda estaba absolutamente inspirada por los acontecimientos. A lo largo del tour se fueron integrando en el setlist temas como «The Call of Ktulu», «Fight Fire With Fire» y especialmente «Creeping Death» que se convirtió poco a poco en una favorita de los fans.
Con los temas ya madurados y el estudio reservado, la banda siguió su gira hasta llegar a Bélgica el 12 de febrero de 1984, donde hicieron su último show para las siguientes seis semanas. De esas seis semanas, tres se las pasaron íntegramente en los Sweet Silence Studios de Copenhagen junto al gran Fleming Rasmussen, que se estrenaba como productor de la banda y con quien grabarían otros dos de sus discos capitales de la primera época: «Master of Puppets» y «…And Justice For All».
A lo largo de tres semanas, Metallica hicieron el que es probablemente su disco definitivo de la primera época. Más estructurado y progresivo que el primero, pero más rabioso y fresco que los dos que seguirían, donde las canciones se iban alargando progresivamente y las ideas se iban volviendo cada vez más complejas.
El disco demuestra que la banda estaba tomando una ruta mucho más musical que muchos de sus congéneres. La intro de «Fight Fire With Fire» es una muestra del deseo de Metallica por demostrar que allí había algo más que doble bombo y riffs, aunque la mayor parte del disco esté repleta de ellos. Los cambios son sutiles, pero no por ello menos definitivos. La cantidad de música que contienen los cuatro minutos y cuarenta y cinco segundos de ese primer tema es sencillamente impresionante.
La influencia de Mustaine haría acto de presencia en el segundo tema, «Ride the Lightning». Se trata de un tema que podría haber encajado en «Kill ‘Em All» y que parece casi inferior en el contexto que nos había situado «Fight Fire…». Las letras del tema, una perspectiva en primera persona de la pena capital, muestran nuevamente que la banda estaba a leguas de la mayoria de grupos de su era, tanto en su género como en otros. Recordemos que los 80 fueron la década de la decadencia y unos dignos aprendices hedonistas de los ’60 y ’70.
De «Ride The Lightning» saldría uno de los temas más reconocibles de la banda, bajo el título «For Whom the Bell Tolls». La clásica intro de Cliff Burton -que todo el mundo ha confundido con una guitarra en alguna ocasión- muestra la versatilidad del bajista y su definitiva aportación a la identidad de los Metallica que conquistaron el planeta con sus tres primeros discos. Los dibujos de Burton, sus detalles con el bajo y la ferocidad que exhibe son innegables piezas necesarias en el puzzle inicial de la banda.
Otro de los temas más queridos por los fans de Metallica es, sin duda, la primera «power ballad» del grupo, «Fade to Black». La convergencia de elementos acústicos, eléctricos y un sentido relato de Hetfield mostrarían al mundo que la música de la banda estaba por encima de géneros y supuestos tics de identidad. Visto desde la perspectiva, posiblemente el único elemento que falla en el tema es la voz de un Hetfield que aun no había aprendido a controlar sus cuerdas vocales con la versatilidad de años venideros, especialmente a partir del refinamiento que consiguieron en el «Black Album» de 1991.
Dentro del capítulo de los temas menores del trabajo, al menos con la perspectiva del tiempo, encontramos «Trapped Under Ice», injustamente ignorado y relegado a ese estigma, y «Escape». El primero es una obra de speed-metal de libro, que podría levantar a un muerto. Nuevamente, más propio de «Kill ‘em All» que de este trabajo, por su estructura y sonido general. La banda tardó años en hacerle justicia pero ha sonado en algunas ocasiones en directo en tiempos recientes. No ha tenido la misma suerte «Escape», un tema bastante más melódico que el resto de los que aparecen en el disco y que la banda prácticamente no ha tocado nunca en directo, salvo en una ocasión en 2013. No parecen tenerle mucho apego, ciertamente.
El cierre del disco viene con otras dos canciones que lograron el reconocimiento masivo, como son «Creeping Death» y «The Call of Ktulu». La primera es uno de los clásicos inevitables en directo, con una letra apocalíptica que habla de las Diez Plagas de Egipto. A día de hoy, si no suena en un concierto de Metallica es que probablemente aún no han acabado el show.
El último tema es también el último tema de la banda informado por la influencia de Dave Mustaine de manera «reconocida» oficialmente. No en vano, Metallica le reconocen un crédito de compositor al guitarrista en «The Call of Ktulu». Aún así, «The Call..» tiene mucho de Cliff en su personalidad, siendo inicialmente una idea del bajista.
La banda siguió girando para presentar «Kill ‘em All» pese a tener ya cocinado «Ride The Lightning». No fue hasta exactamente un año después, el 27 de julio que Megaforce Records editó el disco. No tardaría en llegar la llamada de Elektra Records y de Cliff Burnstein, quienes vieron a la banda en directo y decidieron ficharles tanto para la discográfica como para la compañía de management de Burnstein, Q-Prime, donde aún siguen treinta años después. Tal fue el nivel de compromiso de Elektra que no dudaron en reeditar «Ride The Lightning» nuevamente el 19 de noviembre de 1984, al hilo del inicio de la gira «Bang that Head that doesn’t Bang» entre noviembre y diciembre de 1984 en Europa.
https://www.youtube.com/watch?v=5ff9oKbXmm0
A la vuelta de navidades, METALLICA se embarcaron en una nueva gira norteamericana que les tuvo ocupados durante todo el invierno de 1985. El resto del año se lo tomaron con calma, en comparación con 1983 y 1984, haciendo tan solo algunos conciertos en Europa y Norteamérica. Tocaba pararse a planear el siguiente paso, que fue entrar a grabar «Master of Puppets» nuevamente en Dinamarca entre septiembre y diciembre de 1985. Pero nos esperamos al treinta aniversario de este trabajo para rendirle tributo.
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