El tercer álbum de estudio de Rainbow, publicado en 1978, fue también el último trabajo de la banda con Ronnie James Dio como cantante. Antes de la partida de uno de sus vocalistas más queridos, la formación británica registrarían canciones inmortales para la posterioridad.

En plena vorágine de cambios de personal, marca de la casa, nace ‘Long Live Rock ’N’ Roll’ disco aposentado en los tres pilares fundamentales en esos momentos: Dio, Cozy Powell y Blackmore. La megalomanía de Ritchie le llevó a irse a grabar a Francia, al Château d’Hérouville, en busca de un recogimiento que permitiese dar salida al doble objetivo que él estaba buscando con Rainbow: hacer una banda más grande que Deep Purple y ser el reflejo de su grandeza como compositor y guitarrista. Es el disco puente entre el totémico ‘Rising’ y ‘Down To Earth’ donde Blackmore, ya sin el lastre artístico de Dio, pudo dar rienda suelta a sus ansias comerciales.

Rainbow

Creía que había encontrado su yang perfecto en Ronnie James Dio con quien compuso la práctica totalidad de toda la música (a excepción de “Kill The King” y “The Sheld” en las que también participa Powell) dejando al magnífico vocalista que se encargase de las letras. Así arranca sin concesiones con la total «Long Live Rock ‘N’ Roll» donde la voz de Dio ya anticipa lo que nos vamos a encontrar: genialidad en estado puro.

A partir de ahí nos llega la tremenda bofetada de «Lady Of The Lake», que deja en brazos de temas casi-menores como «L.A. Connection» y «Gates Of Babylon», con las que se cerraba la cara A del disco y creaban el ambiente perfecto para darle la vuelta al vinilo y “¡Gracias sean dadas al Altísimo!” escuchar la más que maravillosa “Kill The King”, Powell metiendo mano en la composición y Daisley tocando el bajo como siempre y como nunca. Los dos temas quizá menos poderosos son «The Shed (Subtle)» y sobre todo «Sensitive To Light» pero son perfectas para la que nos derriba del todo al cerrar el álbum “Rainbow Eyes”, ideal para rematar este círculo de hard rock llamado ‘Long Live Rock ‘N’ Roll’.

Este disco tiene que estar en el olimpo de Rainbow por la contundencia de la mayoría de los temas, casi podríamos decir que no hay títulos de relleno, y porque el trío Dio-Blackmore-Powell está en estado de gracia, en una formación que no volvería a repetirse. Que su calidad no se reflejase en los charts no desmerece en absoluto la perfecta concepción de uno de los álbumes en los que Blackmore por fin puede decir que hizo algo, al menos, tan grande como Deep Purple.

Toni De Lola