Knebworth fue el lugar del último concierto de Queen con Freddie Mercury al frente. Nadie lo sabía en aquel momento pero era el fin de una era.

Visto desde una perspectiva histórica, que Queen pudiesen estar en un momento delicado allá por 1984 nos parecerá imposible.La banda venía de editar un disco como “The Works”, que había generado hits como “Hammer to Fall” y “Radio Ga Ga”, por no hablar de “I Want to Break Free”. Nada anticipaba que el último concierto de la historia de Queen y Freddie Mercury estuviese a dos años de distancia.

El último concierto de Freddie Mercury

Pero tras catorce intensos años de carretera y dedicados a crear una discografía ejemplar como pocas en el rock, los miembros de Queen “se odiaban un poco”, como diría Brian May en una entrevista de aquella época.

Así pues, tras la gira de “Hot Space”, la banda se tomó un buen descanso de nueve meses y volvieron al estudio para grabar “The Works”. Pero pese a los hits, Estados Unidos se les resistió, especialmente debido al videoclip de “I Want to Break Free”, que mostraba a la banda travestida y convertida en una pandilla de amas de casa disfuncionales. La homofobia estadounidense y los sonidos electrónicos, funk y menos contundentes de “The Works” hicieron el resto.

Si bien las ventas en Estados Unidos cayeron, en el resto del mundo subieron. La banda incluso se aventuró a realizar nueve conciertos en Botsuana, Sudáfrica, en plenos tiempos del apartheid y en contra de un boicot de las Naciones Unidas. La respuesta de los medios y el público fue atroz y terminó de socavar la moral en la banda. Pero, a la vez, conciertos como el del Rock in Rio de Brasil en Enero de 1985 estaban siendo absolutamente incendiarios.

Queen en Budapest en 1986

Tras un breve descanso, la banda fue una de las invitadas al macroconcierto Live Aid en el Wembley Stadium en Julio de 1985. Con un set de apenas veinte minutos en el que interpretaron “Bohemian Rhapsody”, “Radio Ga Ga”, “Hammer to Fall”, “Crazy Little Thing Called Love”, “We Will Rock You” y “We are the Champions”, Queen consiguieron tener al público en la palma de su mano y recibieron una inyección de moral que les era muy necesaria en ese momento.

Si bien, Freddie Mercury ya había buscando asistencia médica para problemas derivados del VIH en 1982, en 1986 aún no existía el nivel de rumorología con el que Queen se verían presionados en los años subsiguientes. Así pues, la banda dedicó los últimos meses de 1985 y los primeros de 1986 a preparar “A Kind of Magic”, un disco que serviría de banda sonora para la película “Highlander”, dirigida por Russell Mulcahy, y que supondría uno de los mayores éxitos discográficos de la carrera de la banda hasta ese momento. Singles como “A Kind of Magic”, “Friends Will Be Friends”, “One Vision” o “Who Wants to Live Forever” se convertirían en clásicos inmediatos en la carrera de la banda.

La gira del disco, que solo alcanzaría Europa, se llevó a cabo en verano de 1986, con teloneros de lujo como Gary Moore, INXS, Status Quo y Marillion. Con un total de 26 conciertos, fue la última gran gira de la formación clásica de Queen. Públicamente nadie conocía el status médico de Freddie Mercury.

Con cuatro semanas de ensayos bajo el brazo y pese a la reticencia de algunos promotores sobre las ventas de entradas, Queen se lanzaron a la carretera con gran éxito, actuando en recintos de gran tamaño como el Rasunda Stadium de Estocolmo ante casi 40.000 personas, o realizando algunos legendarios conciertos como el del Slane Castle de Irlanda ante 90.000 personas o, muy singularmente, el show en el Népstadion de Hungria tras el telón de acero para más de 80.000 personas.

Queen en Barcelona en 1986 (Foto: Ferran Sendra)

Sin embargo, el punto álgido de la gira fueron los conciertos que Queen realizó en el Wembley Stadium de Londres. Tras el anuncio del primer show, el 11 de Julio de 1986, las entradas se agotaron en cuestión de minutos y la banda tuvo que poner un segundo show a la venta rápidamente, que también se agotaría. Queen actuarían ante casi 150.000 personas en dos días, siendo el segundo de los shows grabado y posteriormente editado oficialmente.

Una gira masiva

Aunque la banda prosiguió su tour -recalando con tres fechas en España al final de la gira- el final oficial llegaría con un gran concierto en el Knebworth Park de Stevenage, Inglaterra. Allí la banda realizaría un enorme show con Status Quo como teloneros para más de 120.000 fans que supondría el colofón al “Magic Tour”. Y, sin que nadie lo supiese, el último concierto de la historia de Queen y Freddie Mercury.

Brian May recuerda como una vez escuchó, en una pequeña discusión en España entre John Deacon y Freddie Mercury, como el segundo le espetó al primero “no voy a estar aquí para siempre” para resolver el desacuerdo. En otra ocasión, antes del concierto en Budapest de esa misma gira, Mercury le espetaría a un reportero que volvería a tocar en Budapest “si sigo vivo”.

Las señales estaban ahí por parte de Freddie aunque éste no conocería oficialmente su diagnóstico hasta el año siguiente.

Pero el 9 de agosto de 1986 nada de eso estaba sobre la mesa cuando los miembros de Queen cogieron un fastuoso helicóptero customizado con el artwork del nuevo disco para llegar a Knebworth Park. Allí les esperaba un recinto lleno hasta los bordes de fans para los que Queen actuó durante casi dos horas. “Este es un lugar gigantesco y se ve maravilloso desde aquí, aunque asusta” le dijo Freddie al público antes de llevarlos a la palma de su mano con el clásico momento de “eeeeey oh!”mientras botaba un globo sobre el escenario y hacia una demostración vocal magistral.

“No vamos a separarnos”

“No vamos a separarnos” le dijo Mercury al público en otro comentario entre canciones. “En serio ¿cómo vamos a separarnos con éste público?”. Los rumores de problemas internos en la banda llevaban tiempo sucediéndose, especialmente tras la edición del disco en solitario de Freddie “Mr. Bad Guy” en Abril de 1985.

Si bien la banda parecía cohesionada en directo, hubo un momento en el concierto de Knebworth que dejó patidifuso al público asistente. Tras hora y media de concierto, la banda se retiró del escenario y volvió para realizar un primer bis. Se trataba del hit “Radio Ga Ga”, que el publico acompañó con las palmas de sus manos y que terminó de una manera un tanto extraña: John Deacon lanzó su bajo violentamente contra los amplificadores y desapareció corriendo del escenario. Pasarían tres largos minutos hasta que la banda volviese al escenario con un enorme “We Will Rock You” que sonó a absoluta gloria cantado por un Freddie Mercury ataviado por su capa blanca paseandose arriba y abajo por el escenario.

Le seguiría un, por entonces, novedoso “Friends Will Be Friends” interpretado parcialmente hasta que Mercury se sentó al piano para dar paso a un “We Are The Champions” que, visto ahora tras los sucesos de años posteriores, nos parece absolutamente majestuoso. “I’ve done my sentence / but commited no crime” resuena tan acertado que asusta.

Tras el concierto, Freddie se despidió con un “buenas noches y felices sueños” ante el público inglés. Poco después de la gira, Mercury le dijo a sus compañeros que no quería volver a las grandes giras.”Mi cuerpo está dolorido, no puedo seguir con esto” dijo Freddie. “Pero decía esas cosas todo el tiempo al final de una gira, realmente, así que no le tomamos en serio” explicó Brian May a la revista Guitar World en una entrevista.

El concierto que nunca fue grabado

Por desgracia, pese a que el concierto fue emitido por las pantallas de video del escenario, nadie lo grabó y apenas existe una grabación realizada desde el público de lo que emitían aquellas pantallas, junto con algunas grabaciones de audio que suenan especialmente bien.

Más interesante es el material documental que grabaron Rudi Dolezal y Hannes Rossacher, responsables del videoclip de “One Vision”. En el se puede ver a Freddie calentando antes de salir al escenario. “Quedan diez minutos” le dice alguien al vocalista. Mercury procede a realizar una variedad de ejercicios vocales que demuestran cómo, tras quince años de intensa carrera musical, Mercury estaba en el pico de sus habilidades en aquel momento. Incluso Roger Taylor se une a Mercury en un improvisado dueto antes de que las cámaras nos muestren cómo Mercury toma el camino hacia el escenario.

Al acabar el concierto, la banda cogió de nuevo el helicóptero a Londres evitando el caos circulatorio propio del desalojo de un macroconcierto como éste. Queen seguirían grabando discos y Freddie Mercury seguiría aportando sus pistas vocales a todo lo que la banda compusiese durante los siguientes cinco años, conocedor de que su tiempo era limitado. Pero el mundo había visto el último concierto de la historia de Queen y Freddie Mercury

The Show Must Go On

La prensa siguió aumentando la presión sobre Mercury y Queen, sabedores de que algo no iba del todo bien. La imagen de Mercury se iba deteriorando progresivamente, como demuestra el sobrecogedor videoclip de “These Are The Days of Our Lives”, grabado el 30 de Mayo de 1991. Un video que fue realizado en blanco y negro para disimular el aspecto frágil de un Freddie que encaraba los últimos meses de su vida siempre manteniendo el control de todo, como siempre fue su máxima.

La medianoche del 23 al 24 de noviembre de 1991, la prensa recibiría un comunicado explicando que Mercury estaba luchando contra el SIDA, oficializando los rumores de los últimos años. Unas horas más tarde, a las 18:45 del 24 de noviembre de 1991,Mercury abandonaba el escenario de la vida.

Sergi Ramos