La evidencia de por qué el underground es underground
Transcurrida prácticamente toda la semana y con sueño tras haber salido el sábado y haber tenido follón el domingo por la mañana, después de comer un domingo lo único que apetece es vaguear, por lo que ayer cogí el móvil y me puse a hacer scroll en Facebook, y ahí fue donde empezó este artículo.
Pese a tener aún la crónica de Slash y la del concierto de Doro en Madrid pendientes (no han salido puesto que las de otras ciudades ya están disponibles y al mismo tiempo he tenido diversos textos paralelos), este artículo me parecía que podía ser más interesante después de ver el follón que se había montado en Facebook el día de ayer por una serie de errores y confusiones respecto a los horarios de un bolo.
Pongo en situación a los lectores: el pasado sábado 16 de marzo la banda vasca Childrain acudía a Madrid para tocar junto a Thybreath en la sala We Rock de Madrid. Este concierto estaba organizado por la promotora Sihiro Music, cuya sede se encuentra en Galicia y organiza eventos como el Sihiro Music Fest, entre otros. Hasta aquí bien. El problema llega cuando, como he mencionado al principio, me meto a Facebook y veo un post de un compañero, en este caso el fotógrafo Juan Morillas, en el que se queja de la tardía apertura de puertas respecto a la hora original a priori establecida, que se alargó hasta una hora y media respecto a la información con la que contaba de antemano, lo que provocó que, después de esperar 1 hora y 25 minutos, decidiese marcharse ante la situación de desinformación en la que se encontraba y enfado por haber dejado de lado otros planes u obligaciones en detrimento de cubrir el concierto.
Una vez veo la publicación de Juan me interesé por el tema y quise hablar con las diferentes partes implicadas para saber qué había sucedido, por lo que con quien primero interactué fue con el propio Morillas, que me comentó que «analizando todo desde ayer, es una cagada de la promotora», y añadió acerca de este tipo de eventos de grupos nacionales que «si te sales de lo gordo montado por Madness Live, Live Nation y algunos más, en bolos pequeños/medios los horarios se los pasan por el forro muchas veces». Este problema con los horarios no es la primera vez que lo sufre nuestro compañero, y es que parece ser que no es algo que ocurra en una ocasión puntual, sino que en diferentes conciertos de artistas underground españoles organizados por promotores pequeños es una constante que se repite con más frecuencia de la que debería, sea por el motivo que sea.
¿Dónde está el problema de lo acaecido? Juan fue a la sala We Rock a las 20:00h debido a que en el evento de Facebook, donde aparecían como organizadores del mismo Childrain, Thybreath y Sihiro Music, era la hora señalada. Cuando la gente o prensa busca conocer los horarios de un concierto, lo más común es acudir a Facebook para ver el evento en cuestión y ahí mirar si hay publicaciones concretas de los horarios detallados o, en su defecto, la hora por defecto que aparece en el evento, la cual se suele interpretar como la de apertura de puertas. Esto no es algo raro en los tiempos que corren. Estamos en 2019, y ahora, para conocer este tipo de información, este es el procedimiento más repetido por su facilidad.
Otro de los conflictos por los que surgió esta situación era por el cartel del concierto. En un primer momento no había hora señalada, y, de hecho, el flyer que se puede ver en el evento mencionado de Facebook no cuenta con la hora. Unos días más adelante, nos cuenta María Sihiro, responsable de Sihiro Music, que «se nos olvidó poner la hora en el cartel, entonces lo que hice fue ponerla yo y mandarlo a medios de prensa y en redes con la hora: 21:00h».
Este es un dato importante, porque en este punto ya está captado el error inicial, pero la solución al mismo no fue, quizás, la más efectiva, y más si se tiene en cuenta que en caso de haberlo sido no estaría escribiendo este artículo. Una vez se sabe esto, como dice María, se envía nota de prensa, pero el público en general no es adivino para saber que la hora del evento está mal, y en la nota de prensa de la que habla no se señala de forma explícita ninguna rectificación sobre el horario, sino únicamente que ambas formaciones van a tocar en Madrid presentando sus nuevos discos y el link de compra a las entradas y el cartel con la hora añadida en pequeño en la parte inferior.
Sí, en el enlace a la web de venta pone que la velada comienza a las 21:00h, y en la imagen se ha actualizado el horario, pero una nota informativa ha de ofrecer, como dice la palabra, información, y la ausencia de ésta en el texto, que viene a ser lo más importante de una newsletter, implica que la difusión de la misma puede generar ambigüedad como la que se ha producido. Algunos medios han publicado la noticia con la nota de prensa calcada, como nos explica María que ha sucedido con MetalKorner o El Cuartel del Metal, y por haber hecho copy + paste sin haber ampliado datos, el público puede quedar desinformado. (NdR: sí, como periodista, esto es un palo para todo medio que copia notas de agencia. Lo siento, pero mi credibilidad finaliza ahí)
Otros medios si decidieron señalar los datos actualizados acerca del bolo, pero claro, volvemos a lo dicho, donde la gente va a informarse de los horarios de un concierto, principalmente, es al evento de Facebook o a las redes sociales de las bandas, y en este caso, la desinformación era lo que primaba en estos apartados. En el evento de Facebook no había ninguna publicación al respecto, simplemente tres posts, de los cuales uno era el link para comprar entradas lanzado por Childrain, otro un comentario de un usuario y, por último, una publicación de nuevo de Childrain con un tema suyo para darle algo de vidilla, pero con fechas muy alejadas a la materialización del concierto.
Hay que recalcar que la organización de este concierto corría a cargo de Sihiro Music, que a su vez ejerce la labor de manager sobre Thybreath, y que Childrain era un grupo contratado para este concierto como nos indica Iñigo, miembro de la banda vasca. En un caso como este, el músico considera que «la desinformación era evidente», y añade que «debería haber eventos oficiales para este tipo de cosas en los que el promotor de encargue de la info, ya que al final es quien marca la pauta».
Childrain fue quien en un primer momento creó el evento de Facebook del concierto, y sobre esto Iñigo incide en que «al crear un evento semanas antes de tener horarios pones una hora aproximada, ya que no conoces la real, pero entiendo que es el organizador quien tiene que preocuparse por ello y publicar y gestionar el evento. Además, si se detecta que hay carteles con y sin hora, una aclaración es lógica», y esto, como hemos señalado anteriormente, en el propio evento de Facebook no está indicado.
A esto también Iñigo apostilla que, aparte de lo sucedido, no fueron conscientes de los problemas con los horarios hasta que llegó el feedback posterior en las redes sociales. «Salimos a las 20:15 a cenar algo y vimos que había gente, pero tampoco nos extrañó ya que suele pasar a veces. La gente suele beber y estar por los alrededores, y tampoco era una marabunta».
Ninguna de las dos bandas llegó a lanzar a través de sus redes sociales el cartel correcto con la hora, algo que en el caso de Childrain puede pasar más, ya que únicamente tenían que ir a tocar y no se centraron tanto en la promoción como en un concierto organizado por ellos mismos, donde se jugarían más dinero al encontrarse en labores organizativas, pero aquí únicamente tenían esa función, por lo que desde Sihiro Music y Thybreath, que al final son quienes tenían más relevancia en la organización se podría haber hecho más énfasis en este aspecto. Una única foto con el cartel del bolo rectificado a más de dos semanas de la actuación… quizás son pocos datos, y no toda la vida gira en torno a la información en stories de Instagram, que en breves segundos pasan (y se olvidan).
En resumen, el problema principal fue de mala gestión de la información del concierto por parte de Sihiro Music, sin embargo, creo que no todo debe quedar ahí y ya está. Hay dos factores más a tener en cuenta y que son importantes:
- El primero de ellos es la actitud activa de María a la hora de echarse toda la culpa de lo sucedido a la espalda y pedir perdón. Esto lo hizo a través de un comunicado, que es lo más común, pero también se ha dirigido de manera privada a toda la gente afectada por los hechos que ha encontrado, y este es un gran detalle que demuestra que se preocupa por lo que hace. No pudo estar presente por motivos de salud en Madrid, pero gracias a las redes sociales ha podido comunicarse con la mayoría de las personas que han mostrado su malestar tras lo acontecido.
- El otro factor, volviendo a nuestro primer protagonista del artículo, Juan Morillas, es que él acudía acreditado por parte de Zombie War. La propia María nos comentó que ese medio de comunicación, al igual que muchos otros, se encontraba en la citada newsletter con el cartel modificado, por lo que contaba con la información de la que hemos hablado más arriba. De este modo, la persona que gestiona esta web podría haber informado a Juan del evento que iba a cubrir para ella, ¿no?
A modo de reflexión final sobre lo que ha pasado y he podido conocer desde mi punto de vista y hablando con las distintas partes involucradas, creo que no se le puede pedir lo mismo a una gran promotora como puede ser RocknRock, Madness Live, Bring The Noise, Live Nation, Doctor Music o más de esa índole que a pequeñas agencias cuyos ingresos por eventos como estos son ínfimos, y en ocasiones son cifras similares o incluso inferiores a las de los gastos.
Se ha generado una ola en la que todo el mundo quiere ser manager, booker, gestor de redes sociales… Pues bien, este es un proceso que conlleva un tiempo. Nadie nace sabiendo y primero hay que experimentar, crecer, equivocarse, rectificar, eso está claro, pero, se me ocurre, no por María en este caso, sino en general, que a lo mejor este es un oficio más duro y complicado de lo que parece una vez te adentras en él, y que para que sea rentable económicamente a lo mejor no todo el mundo está preparado.
Cuando trabajas en este mundillo de la música y en este nicho como es el metal te das cuenta del escaso movimiento de dinero que existe, el cual se encuentra en sitios muy puntuales. Si no llegas a conocer cuáles son estos sitios, conseguir rendimientos de ellos o inventar otros nuevos que sean rentables, puede que haya que dejar de autodenominarse «booker» o «prensa musical» (entre otros términos de esta índole) como profesión, sino simplemente persona cuyo hobby es la música y emplea su tiempo libre en ella.
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