Mötley Crüe consolidó su fama con "Theatre Of Pain" en 1985, integrando el desenfreno glam y una balada inolvidable. Pero también fue peor disco de la década.

En junio de 1985, Mötley Crüe publicaba Theatre Of Pain, un álbum que marcaría el despegue definitivo de la banda en la escena glam. Aunque venían del éxito de Shout At The Devil (1983), donde habían mostrado una faceta más agresiva, decidieron enfocar este nuevo trabajo en un sonido algo más accesible, con tintes fiesteros y al mismo tiempo melódicos. El auge de la estética glam en la MTV y en la escena del rock era el entorno ideal para que el cuarteto de Los Ángeles consolidara su nombre.

Este lanzamiento llegó en un momento convulso para la banda a nivel personal. El accidente automovilístico de Vince Neil, que costó la vida a Nicholas “Razzle” Dingley (batería de Hanoi Rocks), influyó en el ánimo de los integrantes. Sin embargo, en el estudio, bajo la producción de Tom Werman, Mötley Crüe canalizó la tensión en un álbum con riffs más pulidos y una producción que aspiraba a triunfar en las listas.

Una época convulsa

Theatre Of Pain fue grabado con la intención de dar a la banda un sonido algo menos crudo que en sus obras anteriores. Aún existían retazos de la furia hard rock en canciones veloces, pero también se apostó por baladas que apelaban al público masivo, como la ya clásica “Home Sweet Home”. El productor Tom Werman buscó una mezcla brillante, potenciando la melodía y los coros, algo que encajaba con la evolución glam que se estaba cociendo en la escena angelina. Sin embargo, el disco no terminó de convencer a los acérrimos que venían del sonido más crudo de “Shout” o “Too Fast for Love”. 

Durante las sesiones, las fiestas y los excesos típicos del grupo dificultaron en ocasiones la dinámica de grabación. No obstante, la labor de Werman y el empuje de la discográfica Elektra se impusieron para que el disco se finalizara en los plazos previstos. A nivel estético, el cuarteto se volcó en la imaginería colorida y el look glam. Canciones como el cover “Smokin’ in the Boys Room” se mantendrían firmes en el setlist y conseguirían cierta notoriedad en MTV pero tras dos discos tremendos, “Theatre” fue una pequeña decepción. A la vista está que nunca ha informado mucho del setlist de directo de la banda, con excepciones honrosas como la reciente inclusión de “Louder than Hell” en años recientes. 

Una pequeña traición

Al publicarse, Theatre Of Pain recibió críticas mixtas en la prensa especializada. Para algunos medios centrados en el heavy metal, fue una traición a la agresividad que caracterizaba a la banda. Sin embargo, otras revistas musicales más generalistas encontraron en el álbum una evolución lógica y celebraron la inclusión de un gran himno de medio tiempo: “Home Sweet Home”. 

En términos de ventas, el disco funcionó muy bien, trepando rápidamente en las listas. El videoclip de “Home Sweet Home” se convirtió en uno de los más solicitados de la MTV, y la gira subsiguiente catapultó a Mötley Crüe a llenar recintos cada vez más grandes. De esta forma, se asentaron como uno de los referentes indiscutibles del glam de Los Ángeles. También como una de las bandas más decadentes, como está más que probado en diversos libros y documentales. 

Con el paso de los años, Theatre Of Pain se ha consolidado como uno de los discos fundamentales en la historia de la banda, ya que les abrió las puertas de un público más amplio. Aunque no sea el favorito de los seguidores más veteranos, es innegable que canciones como “Home Sweet Home” marcaron un antes y un después en la forma de incluir baladas en discos de hard rock.

Theatre Of Pain supuso el punto de inflexión que llevó a Mötley Crüe a la fama masiva. Con canciones veloces y un himno sentimental la banda encontró el equilibrio que les permitió reinar en una década marcada por el exceso y la estética glam. Un disco que, para bien o para mal, define una parte esencial del legado de la banda en el rock ochentero.

Sergi Ramos