A lo largo de los años el orígen de la voz gutural en el metal extremo ha sido sujeto de diferentes análisis. Hoy os traemos uno más inesperado.

La canción «Caveman», incluida en el emblemático álbum Tubular Bells (1973) de Mike Oldfield, ha generado a lo largo de los años un interesante debate sobre su posible influencia en la música metal, especialmente en lo que respecta a las voces guturales características del metal extremo. Aunque el álbum es más conocido por ser uno de los más vendidos de la historia de la música rock y por su mezcla de rock progresivo y música instrumental,  la sección conocida como «Caveman» destaca por su uso de vocalizaciones inusuales y agresivas, que no eran nada habituales para esa época. Para algunos, estas podrían ser consideradas un precursor temprano de las técnicas vocales que definirían géneros como el death metal en años posteriores.

«Caveman»: energía primitiva

«Caveman», también conocida como «Piltdown Man», es una de las secciones más fascinantes de Tubular Bells. La creación de esta pieza fue en parte una respuesta al estrés y la presión que Oldfield enfrentaba durante la producción del álbum. Según diversas fuentes, Richard Branson, fundador de Virgin Records, presionaba a Oldfield para que añadiera voces a alguna de las pistas del álbum con la intención de lanzar un sencillo más comercial (como si hiciese falta, vistos los resultados del disco).

Ante esta insistencia, Oldfield, frustrado, se encerró en el estudio y bebió una considerable cantidad de whisky y decidió «gritar como un loco»durante unos diez minutos en el estudio, produciendo los sonidos que se convertirían en «Caveman». La voz en esta sección fue posteriormente manipulada durante la edición, reproduciendo la cinta a una velocidad mayor para bajar el tono de la voz, dándole un sonido aún más profundo y gutural. Aunque este resultado fue fruto de la frustración y el hastío, terminó siendo una de las características más distintivas del álbum.

¿Precursor del Metal Extremo?

Para determinar si «Caveman» puede considerarse el precursor de las voces guturales en el metal extremo, es crucial comparar estas vocalizaciones con las que se desarrollaron en los años posteriores dentro del metal. Las voces guturales, tal como se conocen hoy, son una técnica vocal caracterizada por emitir sonidos profundos, ásperos y a menudo ininteligibles, pese a que exista una letra lógica y compuesta, utilizadas para enfatizar la agresividad y la oscuridad de la música.

Aunque la vocalización en «Caveman» no es idéntica a las voces guturales que luego serían populares en el death metal, presenta similitudes en su crudeza y falta de melodía. David Heaton, en una discusión sobre los orígenes de las voces guturales, señaló que la sección «Piltdown Man» de Tubular Bells contiene gruñidos que recuerdan a los que más tarde serían conocidos como «cookie monster vocals» en el death metal. Esto sugiere que, aunque «Caveman» no fue concebida con la intención de influir en el metal puesto que el género apenas existía o se encontraba en sus albores, su uso de técnicas vocales no convencionales podría haber abierto el camino para futuros experimentos en este ámbito.

Otras influencias

A pesar de que «Caveman» representa un experimento temprano en el uso de la voz como un instrumento de agresión, no es el único precursor de las voces guturales en la música. Gene Simmons, bajista y vocalista de Kiss, es otro artista a menudo mencionado en este contexto. En 1976, Kiss lanzó «God of Thunder», como parte del álbum «Destroyer», una canción en la que Simmons utilizó una voz más grave y áspera de lo habitual, contribuyendo a la evolución de un estilo vocal más agresivo en el rock. Aunque Simmons no empleó las técnicas vocales extremas que definirían el death metal, su enfoque mostró que la voz podía ser utilizada para añadir una capa adicional de oscuridad y poder a la música, especialmente en un contexto de canciones más tenebrosas u oscuras.

También cabe mencionar, por aquello de ser precisos,  que antes incluso de que Tubular Bells viese la luz, ya en 1969, la banda Cromagnon lanzó una canción titulada «Caledonia», que presenta lo que algunos consideran una forma temprana de voces guturales combinadas con elementos de lo que luego se denominaría industrial metal. Aunque esta canción es más un experimento de vanguardia que una influencia directa en el metal extremo, es otro ejemplo de cómo la música popular comenzó a explorar nuevas formas de expresión vocal que desafiaban las normas establecidas.

El Impacto de «Caveman»

Considerar el impacto indirecto que la sección «Caveman» pudo haber tenido en la evolución de las voces guturales es esencial. «Tubular Bells» fue un álbum ampliamente difundido, con millones de copias vendidas y extremadamente influyente, no solo por su innovación musical, sino también por su capacidad para romper con las convenciones de la época. Es posible que músicos que más tarde se dedicarían al metal extremo estuvieran expuestos a este álbum, y en particular a «Caveman», y que esta exposición plantara una semilla en su subconsciente creativo.

La idea de utilizar la voz no solo para transmitir letras, sino como un instrumento para evocar emociones crudas y primitivas, es un concepto que «Caveman» explora de manera temprana. Esta noción es fundamental para el desarrollo del death y el black metal, donde la voz se utiliza principalmente para intensificar la brutalidad y la oscuridad de la música. Aunque es poco probable que los pioneros del death metal citaran a Mike Oldfield como una influencia directa, las similitudes en la intención y el efecto de las vocalizaciones sugieren una conexión conceptual.

Si bien mucho de lo que fue el metal extremo que conocemos hoy en día emana de la visión que grupos como Venom o Hellhammer aportaron a una música mucho más transgresora y misantrópica que el heavy metal conocido hasta la fecha, todo viene de alguna parte. Si bien la mayoría de estudiosos del género citan a esas dos bandas, así como grupos del punk como Discharge, The Exploited y similares, lo cierto es que Mike Oldfield fue uno de los primeros artistas que se atrevieron a meter agresivas voces culturales en un disco comercial de gran alcance como fue «Tubular Bells». Tanto le gustó el experimento que lo repetiría en 1992 con la segunda parte de «Tubular Bells», donde incluyó la canción «Altered State», una evolución de aquella sección llamada «Caveman».