La evolución de esta banda, que últimamente no se ha prodigado con actuaciones por aquí, ha llevado a que más de un metalero que busca algo más que otra banda de power metal pueda fijarse en ellos. Las composiciones de “Freeman”, bastante más maduras y de regustillo progresivo que ya se empezaron a cultivar en “Labyrinth” son las culpables de este reinterés.

Domingo 14 de agosto

LABYRINTH

La evolución de esta banda, que últimamente no se ha prodigado con actuaciones
por aquí, ha llevado a que más de un metalero que busca algo más que otra banda
de power
metal pueda fijarse en ellos. Las composiciones de “Freeman”, bastante más maduras
y de regustillo progresivo que ya se empezaron a cultivar en “Labyrinth” son
las culpables de este reinterés.

El grupo salió a escena luciendo unas camisas de
fuerza tal y cómo aparecen en las fotos promocionales de su último álbum, aspecto
que contribuyó un poco a hacer de su presencia en escena algo especial. Tras
la canción que abre su última obra de estudio (“L.Y.A.F.H.”) interpretaron el
que posiblemente es uno de los temas claves de “Labyrinth”, “Livin’ in A Maze”,
que sonó de fábula y que nos hizo comprobar que a pesar de la temprana hora
el sonido para esta actuación iba a estar a la altura.

“Lady Lost In Time” marcó una mirada atrás, concretamente al segundo disco
de la banda (“Return to Heaven Denied”), uno de los más apreciados por los fans
acérrimos,
que disfrutaron de dicha composición puramente power metal, con un doble bombo
ciertamente bien reproducido y unos agudos por parte de Roberto Tirante que
a buen seguro hicieron las delicias de más de uno. La también lejana en el tiempo
“Piece of Time” se encargó de corroborar que las cuerdas del voceras estaban
en plena forma.

En definitiva, los italianos supieron cuajar una
actuación más que correcta y entretenida. El buen sonido nos permitió distinguir
claramente las melodías de guitarra y enarbolar las partes más melódicas de
los temas nuevos, hecho que contribuyó a recrear esa sensación de contundencia
y buen hacer ante un público que al final de la actuación ya era muy numeroso
y que tuvo la ocasión de formarse una opinión sobre estos chicos, que con la
tontería ya llevan diez ofreciéndonos temas. ¡Cómo pasa el tiempo!

Penumbra

BEYOND FEAR

Lo
de la banda de Ripper Owens fue extraño. Pese a que se trata del ex –vocalista
de JUDAS PRIEST y la expectación estaba latente, la propuesta musical de BEYOND
FEAR es un rato aburrida. Era más el morbo de ver a que se dedica Ripper hoy
en dia mas allá de sus colaboraciones –porque no son otra cosa- con ICED EARTH
que otra cosa.

Acompañado por su viejo amigo Dennis Hayes, Owens
dio un recital de agudos tal y como todo el mundo esperaba. Pese a las versiones
de “War Pigs” y “Neon Knights” de BLACK SABBATH, el material nuevo de la banda
dejó un poco fríos a los presentes. De hecho, mucha gente aprovechó para dar
un paseo por la zona de restauración o acercarse al Metal Market durante su
actuación, aunque el público era numeroso.

Poco a decir de los nuevos temas, puesto que sin
el disco en la calle eran más bien pocos los que conocian que demonios estaba
tocando el tito Owens.

Penumbra

MOONSPELL

Últimamente parece que los malos espíritus se ponen de acuerdo para que no
podamos disfrutar de una actuación de estos cinco magníficos en plenitud de
condiciones. Recordemos
que tras la edición de “The Antidote” la banda tenía una gira prevista en nuestro
país que acabó cancelándose por motivos que ahora no recuerdo. Tuvimos que esperar
bastante para volver a tener la oportunidad de verlos por aquí, y disfrutamos
como pudimos de su tan espléndida como corta actuación como teloneros de CRADLE
OF FILTH a su paso por tierras peninsulares. Ahora en el METALWAY se aliaron
dos factores que les hicieron un flaco favor: el hecho de tocar a pleno sol
y un sonido totalmente desafortunado, en el que faltó mucha potencia y en el
que las guitarras quedaron muy bajas, contribuyeron a que no se pudiera ofrecer
esa mágica atmósfera que no muchos grupos consiguen recrear y de la que MOONSPELL
son prácticamente artífices.

Tampoco pudimos disfrutar de su atrezzo escénico ni del candelabro y atuendos
de Fernando Ribeiro, pues el frontman salió a escena con una gabardina que no
tardaría en quitarse dado el calor imperante. La descarga comenzó como viene
siendo habitual en sus últimos conciertos con los dos primeros temas de “The
Antidote”, “In And Above Men” y “From Lowering Skies”, la primera pura caña
y la segunda mucho más apagada e intimista, pero ambas cojas por los vaivenes
sónicos con los que nos
obsequiaba la PA (o mejor dicho el viento).

Fernando nos comentó que le era incómodo hablar en inglés en un país vecino
de habla no anglosajona como es España, por lo cual intentaría poner en práctica
su castellano (que, todo sea dicho, es bastante bueno) para avisarnos de que
llegaba el momento de echar un vistazo atrás y de encontrarnos con un álbum
clave, que obviamente no era otro que “Wolfheart”. No deja de sorprenderme el
hecho de que solo se interpreten temas de 4 (algunas veces 3) de sus 7 discos.
Ok, son los mejores,
sin ninguna duda, yo también lo opino. Pero sabiendo que la banda no reniega
de ninguna de sus obras, es cuanto menos llamativa esta focalización abismal.
Así pues, esos dos hits de nombre “Alma Mater” y “Vampiria” cayeron seguidos,
posiblemente los dos temas más manidos de la banda en España, con permiso de
“Opium”, que también sonaría hacia el final de la actuación.

Aunque los seguidores barceloneses nos quedamos
con las ganas de escuchar “Nocturna” y “Mephisto” en su última visita con COF
ahora tuvimos la ocasión de resarcirnos, pues ambos temas sonaron, aunque fuera
a un volumen algo pobre, y que además nos permitieron fijarnos en el enorme
carisma de Fernando en escena, quedando relegados los otros músicos a un segundo
plano aunque desenvolviendo su papel con sobrada solvencia.

Con “The Southern Deathstyle”, “Everything Invaded” y “Opium” se trazaría la
recta final de un show que encontraría su culminación en la interpretación de
“Wolfshade (A Werewolf Masquerade)”, la ya citada “Mephisto” y “Fullmoon Madness”,
en la que Fernando terminó aporreando los platillos de la batería de Miguel.
El público se mostró realmente entusiasmado con la presencia del grupo durante
toda la actuación, pero lo cierto es que los condicionantes ya mencionados la
hundieron bastante. Espero que podamos disfrutar pronto de una actuación larga
de MOONSPELL y en un marco más favorable.

Penumbra

APOCALYPTICA

Aunque
un servidor había tenido la suerte de poder ver a estos finlandeses hace menos
de una semana en el Wacken Open Air, lo cierto es que APOCALYPTICA es uno de
esos grupos que machaca escenarios una y otra vez por allá por donde pasen,
del mismo modo que KREATOR, por poner un ejemplo. Y es que no cabe duda de que
estos señores han sabido aprovechar todo cuanto tenían en su mano para construir
un directo avasallador y férreo como pocos, lo cual considero que tiene bastante
mérito dada la naturaleza peculiar de la banda.

Armados con sus cellos y el impactante batería de directo Mikko Siren como
único soporte dieron el pistoletazo de salida a una actuación en la que tendrían
cabida temas propios y temas de METALLICA,
cómo no. “Path” fue la que inició la cacería, con la que ya pudimos comprobar
que el sonido esta vez iba a rallar a gran altura. Los músicos hicieron suyo
el escenario en un principio, como viene siendo habitual, sentados desde sus
cuatro tronos (recordemos que para el directo son uno más, haciéndose acompañar
por Antero Manninen) para más tarde Eicca y Perttu levantarse, pasearse con
sus instrumentos por el escenario y arengar un poco al público. Por otra parte,
todos los músicos menos Antero zarandearon sus cabezas al ritmo de la música
para recordarnos que a pesar de la ausencia de voces y de los elementos habituales,
estábamos ante una pura descarga de heavy metal. Y es que resulta llamativo
y fantástico que el público pueda mostrarse tan ensimismado ante una actuación
de estas características, en las que la música y la forma de tocar de los protagonistas
es suficiente argumento, más allá de melodías vocales y constante contacto con
el respetable. No en vano, ellos son conscientes que con una voz al frente gran
parte del singular encanto que posee el grupo se vería menguado. Aunque también
es cierto que canciones como “Bittersweet“ sonaron ligeramente huérfanas, pues
como es normal el oyente está habituado a la versión original del cd, en la
que recordemos cantaban Valo (HIM) y Lauri (THE RASMUS). Mención a parte merecen
esos cañonazos
de thrash visceral que son “Betrayal” o “Heat”, que a buen seguro sorprendieron
a los que no habían sabido demasiado hasta entonces de la banda. ¿Cómo son capaces
de recrear cuatro cellos y una batería tal dosis de caos y brutalidad?

Los temas de METALLICA se fueron alternando con las composiciones propias.
Por supuesto, algunos de los estribillos fueron cantados a pleno pulmón por
grandes sectores del público (caso de “Nothing Else Matters”) y por lo general
todas ellas causaron una grata reacción entre el respetable: la larga y
muy trabajada “Master of Puppets” la violenta “Fight Fire With Fire” o la más
tranquila “Enter Sandman” no faltaron en el playlist, del mismo modo que esbelta
se erigió la interpretación de “Seek and Destroy”, reproducción fidedigna y
virtuosa del solo incluida. Asimismo, y tal y como han venido haciendo en las
últimas giras, también hicieron sonar su versión del “Hall of The Mountain King”
del compositor noruego Edward Grieg, que se encargaron de acelerar y desacelerar
a su gusto a modo de capricho esquizoide.

Toda una lección de clase, garra y originalidad,
que gracias a un buen sonido se convirtió en una de las actuaciones más destacadas
del festival.

Penumbra

RUNNING WILD

Mucha expectación entre la gente esperando el concierto de los Corsarios del
Metal tras la polémica acontecida en el pasado Lorca Rock y las posteriores
declaraciones de Rolf Kasparek intentando aclarar la situación. La noche se
cernía ya sobre nuestras cabezas y el frio lentamente empezaba a azotar nuestros
cada vez mas agotados cuerpos aunque a estas
alturas con el festival en su recta final ya estabamos un poco acostumbrados
y los mas precavidos, entre los que me incluyo, nos habiamos ya abrigado con
un buen jersey para resistir estos ultimos conciertos del festival.

Con algo de restraso, como logicamente ya es habitual,
se apagan las luces y tras una breve intro Rolf Kasparek y sus chicos hacen
su entrada al escenario. La verdad es que durante todo el concierto y pese a
estar bastante bien equalizado sobretodo las dos guitarras el sonido no es todo
lo perfecto o mejor dicho todo lo potente que cabria esperar de una banda con
tanta solera y tantos conciertos a sus espaldas.

Rolf como siempre aparece ataviado con sus atuendos piratescos consitente en
una casaca con remaches dorados muy chula y bastante apropiada para la ocasión
que ofrece un aspecto visual bastante convincente. Sobre el escenario es el
autentico lider y se le ve bastante activo moviendose de un lado a otro. El
resto de miembros de la banda, Peter Jordan a la guitarra, Peter Pichl al bajo
y Matthias Liebetruth a la batería, visten de una forma algo mas sobria y en
escena pese a moverse
bastante dejan que Rolf sea el hilo conductor y el auténtico motor del show
tema que  pocas discusiones merece ya que tal y como Rolf recordó hace pocas
semanas Running Wild se ha convertido en el proyecto de una sola persona.

Tras la breve intro comentada antes arrancan con “Draw The Line” de su último
trabajo “Rogues en Vogue” quizas un inicio algo falto de energía aunque rapidamente
le ponen remedio a golpe de clásico interpretando “Raise Your Fist”, que nos
hace como dice la canción alzar nuestros puños al viento una y otra vez, y la
conocidísima “Riding The Storm” de su álbum “Death or Glory” que también provoca
momentos de locura entre el respetable especialmente
en las primeras filas. Continuan con “Little Big Horn” de su conocidísimo “Under
Jolly Roger” y el temazo “Black Winds Of Death” de su álbum “Piles of Skulls”.

Aunque lo que nos tienen preparado a continación es pura magia dos de sus mas
grandes clásicos seguidos, la archiconocida “Bad To The Bone” y la espectacular
y uno de los temas favoritos de la banda para un servidor “Welcome To Hell”
que suena atronadora y parece levantar el ánimo de la gente de una vez por todas.
Seguidamente nos presentan otro tema de su ultimo trabajo “Angel Of Mercy” este
si pura caña que hace mover nuestras cabezas y alzar nuestros brazos al viento
tónica que se repite en el siguiente tema “Prisioners Of Our Time” un viaje
20 años atras hacia los primeros tiempos de esta veterana banda
alemana.

Llega el momento del solo de batería breve conciso y bastante aceptable lo
que se agradece en este tipo de eventos donde el tiempo de actuación es bastante
limitado ( algunos deberian tomar nota… y no miro a nadie…) y tras esto
sorprendentemente llega el último tema de su actuación que no es otro que la
conocida “Under Jolly Roger”. Tras esto desaparecen y
la verdad es que la mayoría nos quedamos con las ganas de algo mas de caña.

Resumiendo no voy a decir que fue un mal concierto
sencillamente por que no lo fue aunque despues de la polemica y el mal rollo
tras lo acontecido con su cancelacion del show en Lorca esperaba un concierto
mas espectacular, mas potente y aunque seguramente los problemas de sonido no
sean problema de la banda si que los vi algo desangelados e incluso frios en
algun momento. Destacar tambien que la organización tuvo el detalle de a la
mitad del concierto encender las pantallas laterales para poder observar con
detalle la actuación cosa que en los dias anteriores se reservó a las dos ultimas
bandas de cada día.

Alan Sanchez

WASP

No
es habitual encontrarnos con WASP en los festivales españoles y lo cierto es
que resultó todo un aliciente toparse con ellos este domingo después de haber
asistido ya a un buen puñado de descargas. Por lo visto la banda había perdido
su backline por culpa de la compañía aérea que los trajo y por ello iban a tener
que salir a escena con un equipo prestado (sin telón de fondo y desconozco si
tenían pensado algo más), pero ello no fue óbice para que nos hicieran disfrutar
de una actuación
que colmó nuestras expectativas de largo.

El recital comenzó fuerte ya desde el principio, con una serie de temazos irreprochables
como son “Animal (Fuck Like A Beast)” o “On Your Knees”, y es que Blackie y
compañía no se anduvieron con medias tintas y fueron despachando clásicos uno
tras otro. Seguramente a muchos nos hubiera gustado ver a Blackie tirándose
sangre por encima, abortando manualmente fetos de monjas crucificadas y demás
tal y cómo lo ha hecho en sus giras más polémicas. Sin embargo, canciones como
“Love Machine” y “Wild Child” fueron suficiente garantía de espectáculo para
un público que solo pensaba en disfrutar de un show que acabó siendo típicamente
americano, es decir, con ese glamour espectacular (aunque sin necesidad de grandes
montajes).

Blackie
Lawless se salió. A pesar de no tener esta vez su enorme pie de micro en forma
de esqueleto retorcido al que subirse y juguetear, no paró ni un momento
de saltar, moverse y brindarnos su voz con bastante más energía de la que muchos
esperaban. Por otra parte, el sonido volvió a ser francamente bueno, por lo
cuál la espectacularidad del directo y la sinergia con el público subió enteros.

Sonaron algunos temas más como “The Idol”, pero el canto a grito pelado llegaría
con el exitoso tema que todos estábamos esperando: “I Wanna Be Somebody”, que
llegó en la segunda mitad del show para deleite del personal. Para finalizar,
ni más ni menos que el “Blind In Texas”, como ya nos tiene acostumbrados.

Cumplieron más allá de lo esperado y nos dieron lo que todos y cada uno de
nosotros queríamos ver: espectáculo, pues aquello se convirtió en una fiesta
con la que sin duda los americanos se alzaron en el “top five” de las mejores
actuaciones del festival.

Penumbra

ACCEPT

Muy esperada la actuación de los germanos y no es para menos. Uno de los grandes
de la década de los ochenta en pleno tour de reunión (¿Solo para hacer unos
pocos conciertos
y volverse a separar? Ya veremos, señor Udo) y con todo lo que ello conlleva:
cabezas de cartel en diversos festivales europeos, tiempo para revivir el pasado
y ocasión de goce absoluto para los fans de la banda y los no tan fans. ¿La
razón? Una leyenda viva no es una bomba de relojería por sí sola, para ello
necesita mucha sangre, unos músicos entregados y, en definitiva, un resurgir
matador (cosa que, por poner un claro ejemplo, no ocurrió con el concierto de
WARLOCK en el Wacken Open Air del año pasado).

La lluvia que empezó a caer coincidiendo prácticamente con el inicio de la
actuación nos hizo temer lo peor, pero afortunadamente nunca llegó a ser imposibilitante,
ya que las finas gotas se fueron vertiendo
sobre nosotros de forma bastante sosegada. Una tormenta fuerte o un diluvio
hubieran puesto las cosas muy feas, ciertamente. Ya tras el primer tema (“Starlight
“) pudimos comprobar que si bien el volumen no iba a ser el de MANOWAR, el sonido
iba a cumplir sobradamente, por lo cual no nos íbamos a tener que preocupar
de este hecho y de tal forma pudimos concentrarnos en la actuación en sí.

El estado de Udo Dirkschneider lo conocemos de sobra
dada su actividad con su otra banda y sus hazañas por nuestro país, pero la
reacción de el resto de la banda sobre escena era una incógnita para muchos
de los allí presentes. Para nuestra sorpresa, el más carismático componente
después de Udo, Wolf Hoffman, nos ofreció toda una lección. A pesar de que presumiblemente
era la persona más reticente a reunir a la banda para estos shows, el hacha
no se limitó a tocar con corrección su guitarra en forma de flecha sino que
disfrutó como un auténtico enano, tal y cómo pudimos ver tanto en su rostro
como en su muy positiva actitud. A Herman Frank, por su parte, se le vio bastante
envejecido, aunque ello no impidió que se dedicara plenamente a la causa. A
la batería el mercenario Stefan Schwarzmann substituyendo al lisiado y componente
clásico de la banda Stefan Kauffman, mientras que al bajo teníamos al señor
Peter Baltes.

“Livin For Tonight”, con esas poses y estilo por parte de Wolf y “London Leatherboys”
consiguieron que todo el público ya se metiera dentro del concierto al 100%
y se olvidara de la
tenue lluvia. No tardaría en llegar la que para un servidor es de las mejores
canciones de ACCEPT su merecido clasicazo “Metal Heart” que a más de uno puso
los pelos de punta con esos acordes ligados tan característicos del estribillo
(con una parte en la que Wolf se queda solo y el público se pone a corear bastante
emotiva).

“Flash Rockin’ Man” dio paso a la movidita “Breaker”, muy celebrada, y que
se vio relevada un solo de bajo por parte de Peter que el resto de componentes
aprovecharon a modo de breve paréntesis para volver ante el respetable segundos
después y atacar con “Head Over Heels”y “Neon Knights”. A estas alturas estaba
claro que allí todos estaban disfrutando de lo lindo, por lo cual ahora se trataba
de aprovechar el tirón y llegar al final del show con toda la fuerza posible,
algo que no sería muy difícil visto la entrega del grupo y la contundencia de
los temas. El solo de Wolf, corto y preciso, nos demostró que por las venas
de sus manos todavía recorre
ese gustillo por lo ochentero, pues solos como este ya no se suelen ver a día
de hoy. “Restless And Wild”, “Son of a Bitch”, “TV War” y “Monsterman” fueron
algunos de los temas que también serían interpretados esa noche.

Quizá un servidor hubiera cambiado alguno de estos dos últimos temas por algún
que otro clásico que finalmente no sonó como son “I’m A Rebel” o “Midnight Mover”
(aunque tampoco es que sean canciones que toquen en la mayoría de sus directos),
pero eso ya va a gustos personales.  Por otra parte puede que sobrara un poco
la cabezonería por parte de Udo de hacer corear al público tantas veces, ya
que en “Princess Of The Dawn” y “Balls To The Wall” (que sonó impecable y con
la que finalizaron) pudo llegarse a hacer un poco cansino para más de uno tanto
parón, pero ya se sabe que no todos los grupos pueden conseguir que el público
se preste a tales menesteres con esa entrega y la banda sacó tajada de su provechosa
situación quitando las telarañas a unas cuantas gargantas.

No
sé si estos shows tendrán razones económicas detrás como principal interés,
pero si es así os aseguro que esto poco importa: si la banda rinde tal y como
pudimos ver esa noche lo demás a nosotros nos tiene que importar un carajo,
pues en el mundo de la música se trata de disfrutar con lo que es el producto
último de todo lo demás: la calidad de la música y de los shows. Y dado el gozo
en la que la mayoría se sumieron, dudo mucho que se tengan pegas al respecto,
pues menudo conciertazo se marcaron. Estaremos al loro con lo que pase a partir
de ahora con estos grandes.

Penumbra