Classics: Metallica – Master Of Puppets (1986)
Publicado el 11 de marzo de 1986, Metallica consiguió dominar el mundo con cada una de las canciones de este tercer trabajo del mundo. Lo más negativo fue la muerte del bajista Cliff Burton meses después de la publicación de esta joya sonora.
Si ‘Ride The Lightning’ (1984) fue el génesis de la formación del sonido que ha caracterizado a Metallica a lo largo de su historia (sobre todo a lo largo de los ’80), ‘Master Of Puppets’ fue el lanzamiento que aupó a la banda a un estatus superior a los demás. En las innumerables listas de mejores discos de la historia del heavy metal, este álbum es raro que no aparezca en el pódium ganador, y es que es un trabajo que marcó historia en el género y que sigue siendo una de las obras más reconocidas del mismo. Metallica se encontraba en su mejor momento de forma (en cuanto popularidad y a fama) y musicalmente estaban en lo alto de un movimiento que estaba en pleno auge. Nada podía parar a los norteamericanos -de hecho, a lo largo de su carrera eso ha generado que siempre hicieran lo que les ha apetecido-, y gran parte de la culpa de ello es del ‘Master Of Puppets’.
Al igual que en su anterior LP, un cañonazo de thrash abría su disco. “Battery” carga las pilas para poner en marcha una maquinaria difícil de parar con un grado de frenetismo muy alto. La homónima “Master Of Puppets”, una de las canciones más célebres del mundo del metal, prosigue con la obra de manera apoteósica con un estribillo que cualquier aficionado al heavy corea cuando suena. “Master, master”.
“The Thing That Should Not Be”, quizás el punto más débil de este álbum, baja las revoluciones, pero la balada ulterior, “Welcome Home (Sanitarium)”, cuya estructura progresiva de un ambiente sosegado a uno de éxtasis es parecida a la de “Fade To Black” del anterior ‘Ride The Lightning’, vuelve a subir el nivel. La contundente “Disposable Heroes” hace que las revoluciones no cesen, y “Leper Messiah” hace lo propio pero con un toque más tranquilo que la anterior.
“Orion”, la joya de este trabajo en la que el protagonista principal es Cliff Burton, quien al fallecer después de la publicación de este disco hizo que este tema se ensalzase aún más, deleita de manera instrumental a los aficionados con estructuras más complejas de lo habitual para la explosión final de “Damage Inc.”, una explosión de thrash metal con un solo de Kirk Hammet muy veloz que vuela la cabeza al oyente para acabar el álbum. Es una pieza indispensable para cualquier fan de Metallica y del heavy metal, sin ninguna duda.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.