Metallica: la historia detrás de sus portadas
Metallica tiene en su haber algunas de las portadas más representativas de los últimos tiempos, aquellas que los fans del género lucen en sus camisetas de manera orgullosa. ¿Pero cómo se gestaron cada una de ellas? Atento.
Hablar de Metallica es hablar de la banda más exitosa e icónica del metal, así, sin rodeos; pero también una de las más controvertidas, debido a su afán por virar su estilo y estética cuando les venía en gana, cosa totalmente lícita -y muy valiente-. Todo lo que esté relacionado con la banda formada por James Hetfield y Lars Ulrich provoca aluviones de comentarios y reacciones, de halagos y críticas. No se libran algunas de las portadas de ser objeto de debate y polémica, otras, sin embargo, son casi religión para muchos de sus fans.
Las historias que se esconden detrás de todas y cada una de ellas merecen ser objeto de análisis. Las distintas fases de Metallica representadas con solo una imagen: rabia, juventud, experimentación, inconformismo…cualquiera de ellas son clave en la elección de las carátulas de sus obras.
Kill ‘Em All (1983)
Después de tener que enviar a la papelera (de manera momentánea, ya que más tarde saldría a la luz en camisetas) la explícita portada de ‘Metal Up Your Ass’ -Lars tenía la intención de nombrar de esta manera su primera LP, pero fue parado a tiempo por Jonny Zazula, manager del grupo por aquella época-, se gestó la creación de lo que hoy conocemos como el artwork del debut de Metallica.
El título del disco viene a raíz de unas palabras de Cliff Burton, después de enterarse de la censura de su idea inicial y, a mayores, también aportó la idea del diseño. El martillo y la sangre tenían que ser los protagonistas. “Cliff siempre llevaba un martillo en su bolsillo… a veces lo sacaba y comenzaba a destruir cosas” dijo años más tarde Kirk Hammett, en una entrevista a Music Radar.
Ride The Lightning (1984)
El salto de calidad en aspectos compositivos de ‘Ride The Lightning’ con respecto a ‘Kill ‘Em All’ es visible desde el primer segundo. La parte gráfica no se quedaría atrás, y también supone un gran avance. Todo sale de la pasión por las películas de terror de Kirk Hammett, que fue quien inspiró el título y la portada para la obra que contiene “Creeping Death” o “Fade To Black”.
“Estaba leyendo ‘The Stand’ de Stephen King y vi esa frase” comenta Kirk en la revista Louder durante una entrevista en 2020. “Se me quedó grabada en la cabeza, más tarde se lo comenté a James y la idea le gustó”. La frase está en boca de un abogado, dando detalles a su cliente en caso de perder la apelación: “Entonces vas al corredor de la muerte en la prisión estatal y simplemente disfrutas de toda esa buena comida hasta que sea el momento de montar el rayo” (ndr: en inglés, ride the lightning).
Master Of Puppets (1986)
La portada de ‘Master Of Puppets’ se ha convertido en arte popular. Cualquiera, independientemente de sus gustos, conoce la ilustración de esas manos rojizas manejando hilos de marionetas sobre un cementerio. Esta vez, la idea del concepto de la portada viene de la inspiración de James Hetfield: partiendo de la letra de la canción que nombre al disco, se intentó buscar una imagen que plasmara los peligros de las adicciones.
El boceto creado por Hetfield fue desarrollado por el artista Don Brautigam, que consiguió elaborar un artwork perfecto que permanecerá en la memoria colectiva para siempre. Fue la guinda al pastel de un álbum con el que, para muchos, Metallica consiguieron su cénit creativo. Y tienen parte de razón, desde “Battery” hasta “Damage Inc.” transcurren 54 minutos del mejor thrash metal jamás escrito.
…And Justice For All (1988)
En dura pugna con su predecesor por auparse como la mejor portada de Metallica, ‘…And Justice For All’ muestra una Lady Justice con los ojos vendados, atada con una cuerda y un pecho descubierto. Roger Gorman fue el encargado, junto a su hermano Stephen, de crear esta pintura acrílica visualmente arrolladora. Se sirvieron de la estatua situada en el Tribunal Superior de Frankfurt (Alemania) como punto de referencia y no erraron en absoluto: que sea la imagen de Metallica más repetida en los tatuajes de los fans es una señal irrefutable del éxito.
Black Album (1991)
Como su nombre indica, la portada ‘Metallica’, conocido en el mundo entero por ‘Black Album’, no podría ser de otra manera que con este color protagonizando gran parte de ilustración. No es la primera vez que un grupo hacía algo similar: en 1980, AC/DC saca su celebérrimo ‘Back In Black’ -en honor a Bon Scott, su antiguo vocalista que había fallecido ese mismo año- y únicamente el nombre del grupo y título del álbum rompían el luto.
Metallica llevó esto más allá, ya que en las primeras impresiones era prácticamente imposible ver algo más allá del negro original, aunque en las posteriores impresiones el logo en la parte superior izquierda y la serpiente enrollada en la parte inferior derecha, se acentuaron con un gris oscuro más visible. Siempre será la portada del disco más vendido de la banda y de toda la historia del metal.
Load (1996)
La época controvertida arranca con este Load, que en el plano musical supuso un cambio bastante considerable al ya de por sí innovador ‘Black Album’. Las afinaciones bajaron, la voz de Hetfield se volvió más expresiva -¿puede que sea el disco con la mejor interpretación vocal de James?- y las canciones olían a puro rock alternativo de los 90s, con grandes influencias del grunge de Seattle.
En cuanto a la portada, ya no es ningún secreto que se consiguió a base de una mezcla entre semen y sangre bovina. Andrés Serrano fue el autor del artwork más abstracto hasta la fecha. “Me encanta el arte pero no para sorprender a los demás. Creo que la portada del ‘Load’ fue solo una burla a todo eso. Simplemente estuve de acuerdo con el maquillaje y toda esa estupidez y locura que ellos sentían que debían hacer”, comentaba James Hetfield a Metal World en 2009, en referencia a Kirk Hammett y Lars Ulrich.
Reload (1997)
La secuela de Load también presentó otra portada donde los fluidos eran los protagonistas. Esta vez fueron orina y sangre las encargadas de dar imagen a la carátula -de nombre “Piss And Blood XXVI”-, otra idea del artista Andrés Serrano. Lars Ulrich considera al tándem como las mejores imágenes del catálogo de Metallica. “Siempre ocuparán un lugar especial para mí”, le dijo a la revista británica Maxim. “Los amo como artista. Me encantan las imágenes. Me encanta que hayamos visto a Serrano a través del artwork de la portada de esos dos discos. Son probablemente mis dos favoritas”.
Garage Inc. (1998)
El disco que recopila las canciones de su EP ‘Garage Days’, junto con nuevos covers -tuvieron especial éxito el “Whiskey In The Jar” de Thin Lizzy y “Turn The Page” de Bob Seger- muestra a los componentes de Metallica enfundados con trajes de mecánicos, totalmente engrasados; un concepto que rompía absolutamente el estilo de las últimas ilustraciones. La fotografía es obra del fotógrafo y director de cine/vídeos musicales, Anton Corbijn.
St. Anger (2003)
El disco que llegó en la época más tormentosa de Metallica tenía que tener la portada más llena de ira de su discografía. Que el cuarteto de San Francisco estuvo a punto de poner fin a su carrera a principios de siglo es algo sabido ya por todos: relaciones deterioradas, un rumbo musical sin definir y un James Hetfield descontrolado con sus adicciones. Era un camino sin salida, que por suerte para todos los fans, lograron convertir en un punto de inflexión hacia una nueva época de gloria.
Brian “Pushead” Schroeder, propietario de un sello discográfico y conocido por todo su trabajo alrededor de la comunidad metal y punk, fue el responsable de la carátula del octavo trabajo de Metallica, el menos querido por buena puerta de su fandom. Pese a todo, la imagen de un puño rojo lleno de venas -y por ende de rabia y frustración- es perfecta para ilustrar el tipo de canciones que contenía el álbum.
Death Magnetic (2008)
El disco del regreso a las raíces de Metallica -canciones como “All Nightmare Long” o “The Day That Never Comes” tenían muchas semejanzas con el material de los ‘80- muestra un ataúd, una tumba y fragmentos de metal; todo ello jugando con diferentes capas y texturas, que hacía de la portada de ‘Death Magnetic’ un plus para que los seguidores compraran el álbum de manera física.
La representación fue idea de Turned Duckworth, una importante empresa de diseño que había trabajado previamente con McDonalds o Amazon. “Empezó como una especie de tributo a las personas que han caído en nuestro negocio, como Layne Stayley”, dijo James Hetfield posteriormente en un programa de televisión noruego. “Algunas personas se sienten atraídas por la muerte como un imán, otras, sin embargo, le tienen miedo y se alejan”
Hardwired To Self-Destruct (2016)
Tuvieron que pasar nada más y nada menos que 8 años para el lanzamiento del siguiente -y hasta ahora último en su discografía– trabajo de Metallica. La extraña portada tendría sus raíces en la boda de Lars Ulrich con su actual pareja, Jessica Miller. “Como regalo de bodas nos dieron una foto de nosotros dos superpuestos”, dijo el batería en una entrevista en 2017. “Se lo enseñé a James en la boda, y le dije que deberíamos pensar en pedir una con los miembros de la banda”, continúa Lars. “ Las imágenes eran tan geniales que se convirtieron en la portada del disco”. El propio Lars asegura que los propios miembros del grupo tuvieron tantos problemas como los fans en descifrar quién es quién en esa imagen.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.