Rotting Christ han cultivado una discografía envidiable en los más de treinta años que llevan de carrera musical. Desde las profundidades de Atenas a la escena internacional, los hermanos Sakis, voz y guitarra, y Themis Tolis a la batería, sentaron las bases del black metal helénico tal como se conoce ahora.

Con ambos todavía por perfeccionar sus habilidades musicales, emprendieron el proyecto en su más tierna juventud. Lo que en la era digital actual parece imposible, lo hicieron ellos. Vía correspondencia establecieron contacto con bandas emergentes del momento que, algún día, marcarían la escena.

Así fue como el Rotting Christ más primigenio se fue empapando de todo tipo de influencias, pasando del grindcore original con el que se estrenaron, al black metal que imperaba en el norte de Europa. Ya se ha hablado de la extensa discografía de la banda en la introducción de este reportaje. Y es que no se trata solo de eso, sino de la patente evolución de la formación en relación con su sonido y a nivel compositivo.

Esto complica las cosas a la hora de escoger entre tanto material. En todo caso, han quedado fuera de la lista álbumes que a su manera son importantes para el crecimiento de la banda, más no son imprescindibles, como son ‘Khronos’, ‘Genesis’ o ‘Theogonia’. A continuación, ordenadas cronológicamente, están las 10 mejores canciones de Rotting Christ.

“The Coronation Of The Serpent” (‘The Mighty Contract, 1993)

Para cuando salió este tema, prácticamente nadie había sabido sacar ese sonido, esas melodías y ese enfoque artístico tan particular de Rotting Christ y, en definitiva, del metal helénico. En cuanto a la calidad de la pista, ahora deja bastante que desear, pero los ritmos rápidos y las guitarras sin tregua la hacen irresistible. También hay la aportación de Morbid a los sintetizadores, cosa que pasó de caracterizar a la banda a suprimirse por completo en los años venideros.

“Non Serviam” (‘Non Serviam’, 1994)

La tercera canción del álbum homónimo. Clásico de clásicos. Forma parte del segundo LP de la banda donde plasmaron en él, y más concretamente en esta canción, su espíritu y su esencia. Cogiendo el título como estandarte de ahora en adelante, los hermanos Tolis, en aquellos momentos llamados Necromayhem y Sauron respectivamente, se han posicionado siempre en contra de lo que representan las religiones. Ese rechazo hacia la iglesia marcará definitivamente el resto de su obra. Por lo que se refiere a la canción, ni la producción es espectacular ni el corte en sí una maravilla, pero consigue embrujar al oyente. Gran parte de su encanto se resume a su actitud.

“Snowing Still” (‘Triarchy Of The Lost Lovers’, 1996)

Se puede apreciar que el vocalista no está en plena forma, y es que ahora sabemos que grabó este temazo -y el resto del disco- con el sarampión. ¡Cosas así ya no pasan! Lenta y melódica, sin blastbeats ni riffs de infarto, pero consistente y emotiva. “Snowing Still” es un tema espectacular que conforma la totalidad del fantástico ‘Triarchy Of The Lost Lovers’.

“Athanati Este” (‘Sanctus Diavolos’, 2004)

Tema que alza el vuelo en un santiamén. Cambia cuando entra la voz, y lo que lo convierte en algo especial es ese toque tradicional, casi folklórico, que hay en sus ritmos. Un ejemplo más de que Rotting Christ mantiene muy presentes sus raíces en su música. En ningún momento se pierde la melodía a la guitarra, un punteo agudo que une el tema de cabo a rabo.

“Noctis Era” (‘Aealo’, 2010)

Del tracklist de ‘Aealo’, los temas que siempre han destacado son “Daemonon Vrosis” y “Noctis Era”. En esta ocasión -y después de un largo rato de reflexión- nos quedamos con la segunda. Posee riffs arrolladores y un dinamismo especial. Altamente contagiosa, su melodía queda impregnada en el cerebro sin que el oyente se lo proponga siquiera… ¡Basta con darle al play una sola vez!

“In Yumen-Xibalba” (‘Κατά τον δαίμονα εαυτού’, 2013)

Del también llamado ‘Katá Ton Daímona Eaytoy’. Es una canción rápida y agresiva que hace referencia a la civilización maya, saliendo así un poco de su temática predilecta. A una velocidad de infarto, los seis minutos de canción pasan volando. Es totalmente imposible pasarla por alto y menos no tenerla en cuenta para esta recopilación.

“Grandis Spiritus Diavolos” (‘Κατά τον δαίμονα εαυτού’, 2013)

Este tema se incluye dentro de lo mejorcito del LP. Tema bastante cuadrado en cuanto a estructuras, pero muy eficaz, con mucho potencial. Las guitarras suenan poderosas y la voz es una temible invocación. No hay nada en ella que chirríe. Sus melodías, la disposición del solo… Absolutamente todo está en su lugar. Un tema para disfrutar en casa y todavía más en directo.

“666” (‘Κατά τον δαίμονα εαυτού’, 2013)

Esta canción, llamada “Χ Ξ Σ” en su idioma, es otro de los temazos del disco ya mencionado. Aún sin ser tan extrema como otros cortes, es el chirrido continuo de las guitarras lo que le aporta un toque tétrico, como si de un grito agónico constante se tratara. Esa es la línea que atraviesa todo el corte, y que consigue interrumpirse en el estribillo, corto y práctico, fácil de seguir y divertido de cantar.

“Ze Nigmar” (‘Rituals’, 2016)

Eminencia dentro del disco ‘Rituals’. Si no echaron a Rotting Christ a los leones fue por el esmero puesto en la masterización y producción. Aun así, entre las canciones tan mal queridas del álbum, se encuentra la canción que nos ocupa. Porque cuando dicen que Rotting Christ no es la típica banda de black metal, es verdad. Voces oscuras y cánticos ancestrales envueltos por interminables estrofas de guitarra engullen al oyente de una manera muy especial.

“Fire, God & Fear” (‘The Heretics’, 2019)

La llegada del ‘The Heretics’ fue discutida, aunque ganada por una gran mayoría sedienta de nuevo material. Probablemente es esta la canción más popular del disco, y es que gracias a su simplicidad y firmeza consigue adherirse a tu cerebro de este modo tan maravilloso. Para los que coincidan respecto a la opinión de Rotting Christ acerca de las religiones, las palabras introductorias al tema ya los habrán conquistado. A diferencia de otras de sus anteriores obras, algunas mencionadas en este mismo reportaje, esta canción mantiene una estructura sólida, sin demasiados cambios, lo que le aporta consistencia. Estupenda canción y magnífico mensaje.

Marina Salcedo