Las 10 mejores canciones de Paradise Lost
Superan ya con creces los treinta años de carrera, pero es el tipo de agrupación que no deja indiferente al aficionado. Con sus idas y venidas, especialmente durante los últimos años del siglo pasado y los primeros del actual, se han ganado la simpatía de la mitad de los melómanos metaleros del mundo, pero también el odio de la otra mitad.
Cuando aquel proyecto nacido en la ciudad de Halifax, en el centro de Inglaterra, a finales de los años ochenta empezó a tomar forma, nadie hubiera dicho que iba a dar tanto que hablar. El quinteto, que en un principio había creado su sonido en base a la mezcla del death metal de las bandas de la época (Obituary, Death…) con los ritmos lentos y pesados del doom metal (Black Sabbath, Saint Vitus…), pronto decidió alejarse del corsé que ellos mismos se habían creado para convertirse, primero en uno de los principales puntales del gothic metal, y luego en una banda de synthpop tipo Depeche Mode.
Para la elaboración de este decálogo hemos elegido los temas más representativos de Paradise Lost teniendo en cuenta una visión de conjunto de su dilatada y variada carrera. Por este motivo, no hemos incluido en él ningún tema de sus tres primeros discos, ya que el primero de ellos ‘Lost Paradise’ (1990), carece por completo de temas relevantes, y los otros dos, ‘Gothic’ (1991) y ‘Shades Of God’ (1992), pueden considerarse como el inicio de un viaje cuya primera parada importante es precisamente ‘Icon’ (1993).
Finalmente, hemos obviado también en esta lista los temas pertenecientes a los discos “electrónicos” de la banda, esto es, ‘Host’ (1999), ‘Believe In Nothing’ (2001) y ‘Symbol Of Life’ (2002). Sí, puede que esto sea un error. Puede que el atractivo de esta banda resida precisamente en su versatilidad, en su variedad y en su capacidad de reinvención, pero, sea como sea, esta es nuestra propuesta de 10 mejores canciones de Paradise Lost.
“Embers Fire” (‘Icon’, 1993)
Como dijimos más arriba, la primera parada importante, siempre sin menospreciar la mítica “Gothic”. Tanto una como otra tienen características similares en cuanto a ritmo y sonoridad y siguen siendo, pese al pasar de los años, en temas casi fijos de los set list de la banda. La preferencia de “Embers fire” sobre “Gothic” se debe a su complejidad y a la incipiente versatilidad vocal de Nick Holmes.
“Enchantment” (‘Draconian Times’, 1995)
Con ‘Draconian Times’, muchos consideran que Paradise Lost tocó su techo creativo. Podríamos considerarlo el equivalente al ‘Black Album’ de Metallica, el momento en que la deriva musical de la banda convierte a sus miembros en “traidores”. En cualquier caso, el tema que abre este ‘Draconian Times’ posee, como su nombre indica, una aura hipnótica, como de encantamiento, muy del estilo del gothic metal posterior.
“Hallowed Land” (‘Draconian Times’, 1995)
Siguiendo con ‘Draconian Times’, el mejor de sus cortes, “Halloweed Land”, presenta un peculiar trabajo por parte de Lee Morris que el actual batería de la banda, el finlandés Waltteri Väyrynen (quien ya había trabajado con Greg Makintosh en su proyecto deathmetalero Vallenfyre, no consigue clavar en los conciertos, y a un Nick Holmes convertido en una suerte de James Hetfield con fondo gótico. Y todo ello sin abandonar esa atmósfera, entre mágica y psicótica, que domina todo el disco.
“Once Solemn” (‘Draconian Times’, 1995)
“Once Solemn” es un tema discordante dentro de ‘Draconian Times’. Con su rapidez (respecto a la tónica del álbum, claro) y su apunkarramiento rompe por completo el ritmo de un disco, que, sin un tema como este, podría convertirlo en algo tal vez demasiado repetitivo.
“Yearn For Change” (‘Draconian Times’, 1995)
El último tema de ‘Draconian Times’ que formará parte de esta lista combina punteos de guitarra sin distorsionar, melancolía y una cierta ligereza rítmica, elementos también presentes en, por ejemplo “Elusive Cure”. Con esto cerramos la primera mitad de este decálogo y la primera etapa de la banda de Halifax.
“One Second” (‘One Second’, 1997)
El tema inicial y homónimo de este sexto disco de Paradise Lost será la única incursión de este artículo en los “terrenos pantanosos” de la banda. “One Second” es un tema inclasificable, incluso para ellos. Es el puente que enlaza el aún metalero ‘Draconian Times’ con el revolucionario “Host”. Y pese a todo, “One Second” nunca deja de tener “un algo” que suena a Paradise Lost.
“Grey” (‘Paradise Lost’, 2005)
Una vez acabado su viaje por otros derroteros sonoros, tenemos a los Paradise Lost de 2005, una banda que trasciende géneros y subgéneros y que se dedica a tocar lo que les da la gana a sus componentes. Una muestra de esto es “Grey”, un tema que no es death, ni tiene voces guturales ni tan sólo rotas, que no es ni lento ni pesado, y que podríamos clasificar simplemente como metal.
“Faith Divides Us, Death Unites Us” (‘Faith Divides Us, Death Unites Us’, 2009)
Con este duodécimo disco de Paradise Lost entramos en la etapa actual de la banda. “Faith Divides Us, Death Unites Us” es un tema lento y pesado con el que se inicia una vuelta a los orígenes doom de la banda, vuelta que tendrá su consecución con ‘Medusa’ (2017).
“Fear Of Impending Hell” (‘Tragic Idol’, 2012)
Otro tema lento y pesado y, al igual que el anterior, con un Nick Holmes que vuelve a rasgar un poco la voz después de muchos discos y muchos años de no hacerlo. No obstante, “ese algo”, llamémosle aura, atmósfera… sigue presente como marca de identidad de la banda.
“No Hope In Sight” (‘The Plague Within’, 2015)
Este último tema cierra el círculo iniciado un cuarto de siglo antes. Con el fichaje, en 2014, de Nick Holmes por la banda sueca de death metal Bloodbath, el vocalista aprovecha esta renovada capacidad de hacer growls para introducirlos en el decimocuarto trabajo de estudio de Paradise Lost. Con esto se cierra el círculo y también este artículo.
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