Decir que Deftones son “los Radiohead del metal” es algo bastante acertado. Empezaron su carrera como un grupo de nu metal genérico y fueron evolucionando hacia algo más original y artístico que los alejó un poco de esa etiqueta gracias a la añadidura de elementos del trip hop, djent, electrónica, post-metal y shoegaze sin abandonar los riffs pesados ni los sobresaltos vocales característicos con influencias del rap. Su legado hoy en día es importantísimo -al igual que el de Radiohead-, y han conseguido erigirse como una de las grandes bandas de metal de este milenio.

Es usual y lógico que los grupos musicales con una carrera extensa vayan cambiando su sonido y madurando, a veces perdiendo su esencia y otras tantas perdiéndose ellos mismos al explorar terrenos innecesarios o por falta de inspiración. El caso de Deftones es bastante peculiar, ya que han conseguido trascender al metal sin olvidar sus primeros pasos en ningún momento. Es difícil escuchar un disco de los de Sacramento sin reconocerlos a los pocos segundos, sea por esas potentes guitarras, por los gritos de Chino Moreno o por su genial don para crear melodías minimalistas y atmosféricas a través de samplers o sintetizadores.

Deftones debutaron en 1995 con ‘Adrenaline’, un álbum que agrandó la sombra del nu metal que Korn ya había transitado un año antes con su primera referencia homónima en la que mezclaron el sonido agresivo de Pantera, Sepultura y Faith No More con la sensibilidad del grunge de Nirvana o Alice In Chains y las partes vocales a caballo entre el hardcore y rap de N.W.A, Run-D.M.C. o Beastie Boys. Esta mezcla de influencias, a veces ampliada gracias a la música industrial o incluso el post-punk, fue derivando en lo que a finales de los 90’s se popularizó como nu metal (“new metal” -nuevo metal-).

De toda esa hornada de bandas que vestían chándal, pegaban gritos y rapeaban por encima de ritmos de guitarras distorsionadas fueron saliendo docenas de grupos entre los que destacaron Limp Bizkit, Slipknot, Coal Chamber, System Of A Down, Linkin Park y Mudvayne además de los ya mencionados Korn y Deftones. Cada uno de estos grupos tenían su seña de identidad, ya fuese por sus vestimentas, por contar con DJ’s en sus filas o por tirar más o menos hacia la electrónica, rap o heavy metal.

Este subgénero odiado por los más puretas cambió la forma de entender la música alternativa de la época: ya no era necesaria la velocidad y técnica ni ser un virtuoso para triunfar. Los adolescentes del momento a comenzaron fusionar todo lo que escuchaban en algo diferente a lo establecido de la misma forma que el rock (casi grunge) de los inicios de Radiohead se fue moldeando con la electrónica, pop, noise o sonidos más experimentales.

Los californianos Deftones han sido y son una de esas agrupaciones que ha sabido aprovechar los terrenos musicales más variados de la música de los últimos 30 años, ayudando a darle un lavado de cara que se palpó sobre todo con su tercer disco: ‘White Pony’ (2000). Aunque ya con ‘Around The Fur’ (1997) dejaron entrever que lo suyo no era únicamente el guitarreo, fue con su álbum blanco con título en referencia a la cocaína y una portada minimalista con la ilustración de un caballo con el que empezaron a recibir las mejores críticas.

Desde el debut ‘Adrenaline’ hasta ‘White Pony’ pasaron 5 años, y desde ‘White Pony’ hasta ‘Ohms’, su LP más reciente, más de 20. En todo este tiempo, el grupo ha tenido sus más y sus menos, su parón lógico tras la muerte del bajista Chi Cheng (que dejó grabadas pistas para ‘Eros’, un álbum que nunca salió a la luz) y un claro bloqueo creativo a mediados de los 00’s, pero resurgieron en 2010 con el genial ‘Diamond Eyes’ trayendo de vuelta lo mejor de su época dorada.

Después llegaron ‘Koi No Yokan’ (2012) y ‘Gore’ (2016), manteniendo al grupo estable sin demasiadas virguerías, y el genial ‘Ohms’ (2020), que empezará a presentarse en directo este 2022 debido a los retrasos y cancelaciones fruto de la pandemia y también por la salida del bajista Sergio Vega de la formación, que ha sido sustituido ya por Fred Sablan para conciertos venideros.

Como es típico ya en las listas de mejores canciones de esta web, es casi obligatorio citar aquellos temas que se han quedado fuera. Nunca es fácil escoger 10 canciones de un artista cuando su discografía es amplia, y menos todavía cuando tienes que prescindir de hits o temas muy queridos.

Así pues, aquí queda nuestra selección de las 10 mejores canciones de Deftones dejando atrás “Bored”, “Engine No. 9”, “My Own Summer (Shove It)”, “Around The Fur”, “Head Up”, “Back To School (Mini Maggit)”, “Hexagram”, “Hole In The Earth”, “Rapture”, “Mein”, “Rivière”, “Diamond Eyes”, “You’ve Seen The Butcher”, “Beauty School”, “Rocket Skates”, “Swerve City”, “Romantic Dreams”, “Tempest”, “Rosemary”, “Hearts / Wires”, “Genesis”, “The Spell Of Mathematics” o “Radiant City”.

“Root” (‘Adrenaline’, 1995)

Ya apareció en ‘(Like) Linus’, la primera demo de la banda estrenada a finales de 1993. Es un tema con guitarras potentes y distorsionadas, gritos con partes rapeadas y melodías vocales susurrantes y una línea de bajo más que interesante. Su letra es un poco ambigua, pero todo parece indicar a que trata sobre una persona confusa que está en medio de una relación todavía más confusa. Queda abierta a interpretación del oyente.

“Be Quiet And Drive (Far Away)” (‘Around The Fur’, 1997)

¿Quién no ha sentido alguna vez que no pertenece a ningún sitio y ha deseado irse muy lejos para encontrar su lugar en este mundo fuera de la rutina? Probablemente esta canción pueda tener varias interpretaciones relacionadas con las drogas, las relaciones personales o los malos hábitos. De cualquier manera, no deja de ser un hit que te atrapa gracias a la voz casi sexual de Chino Moreno y las atmósferas que crean las guitarras de Stephen Carpenter.

“Digital Bath” (‘White Pony’, 2000)

Otra muestra más de que Deftones son una banda atrapante que puede acariciar el shoegaze, la electrónica y la música más cósmica sin abandonar su sonido clásico. “Digital Bath” está llena de detalles y te sumerge totalmente en las electrizantes aguas de un baño en el que se insinúa algo tan sexual como turbio, algo así como una relación amorosa y/o sexual intensa que termina con una muerte por electrocución.

“Passenger” (‘White Pony’, 2000)

Si hay dos vocalistas que son capaces de recrear algo sexual y a la vez nostálgico, esos son Chino Moreno y Maynard James Keenan. En esta canción, el frontman de Tool, A Perfect Circle y Puscifer tiene un mano a mano con Chino creando un ambiente tenso y a la vez acogedor gracias también a una letra que puede ser considerada explícitamente como una noche de sexo en un coche. Su significado podría ir más allá y hablar sobre una persona que está bajo el control de los demás y se siente a gusto con ello porque no quiere pasar por la responsabilidad de encontrar su propio camino, haciendo de copiloto de su vida y dejando en un primer plano a un conductor externo.

“Change (In The House Of Flies)” (‘White Pony’, 2000)

La canción más conocida y comercial de Deftones y también una de las que mejor demuestra la importancia de los samplers, teclados y adornos del DJ Frank Delgado. Sin la mano de este músico y sus arreglos oscuros y espaciales, Deftones no tendría sentido tal y como lo entendemos. En cuanto su lírica y parafraseando su título, podría decirse que narra cómo una persona cambia su forma de ser para convertirse en algo totalmente diferente, en algo así como una mosca atrapada que ya no tiene alas para ser libre.

“Minerva” (‘Deftones’, 2003)

Un canto de amor hacia la mujer, su fuerza, belleza, sabiduría y capacidad para luchar. Su título aclara bastante su contenido aludiendo a Minerva, la diosa de la mitología romana en el campo de la sabiduría y las artes. Una canción que en los oídos se siente como un viaje astral hacia un lugar cómodo y cálido.

“Diamond Eyes” (‘Diamond Eyes’, 2010)

Aunque los temas de Deftones siempre tienen una interpretación totalmente abierta para el oyente (como casi toda la música, de ahí su magia), «Diamond Eyes» parece ser un encuentro entre dos almas gemelas en un princpio distantes que se volverán a reunir en algún lugar del tiempo. Posiblemente este tema lleno de riffs cercanos al djent haya sido compuesto como un tributo tributo a Chi Cheng, bajista original de Deftones que entró en coma a finales de 2008 debido a un accidente de tráfico y no pudo participar en este disco ni ninguno posterior, ya que falleció en 2012.

“Sextape” (‘Diamond Eyes’, 2010)

La facilidad que tiene Deftones para hablar (supuestamente) de sexo sin hacer una mención directa a éste en sus letras es asombrosa. Quizá esa sea una de las razones por las que convierten su música en una experiencia casi erótica que da pie a múltiples interpretaciones. «Sextape» puede minimizarse a lo sexual -y más si se atiende a su título-, sin más vueltas de rosca, pero si se tira un poco de imaginación se puede llegar a algo más profundo: una persona intentando recuperar momentos ya vividos con otra a través de sueños y recuerdos, precisamente como si estos quedasen grabados en una cinta. De cualquier modo, no deja de ser otra bonita y grácil canción por parte de los californianos.

“Phantom Bride” (‘Gore’, 2016)

Imagina estar en un momento delicado de tu vida y que llegue alguien o algo que te haga sentir especial y valioso como ser humano. Algo así podría ser el trasfondo de «Phantom Bride», una especie de novia fantasma que siempre está ahí para no hacerte caer en ese vacío en el que realmente siempre tienes un pie. Mención especial a la colaboración de Jerry Cantrell de Alice In Chains a la guitarra colando por medio un solo (algo inédito para Deftones) y al riff pesado de Carpenter al final.

“Ohms” (‘Ohms’, 2020)

Los Deftones de ahora haciendo lo que siempre han sabido y todavía sonando frescos e impolutos. Imposible condensar toda la grandeza de ‘Ohms’ en un tema, pero escoger el que da título al álbum no es para nada una mala idea. Riffs simples y contundentes, voces profundas y pulidas y un significado con un final esclarecedor: aceptar el pasado, presente y futuro mientras vas divergiendo con la naturaleza.

Jaime Tomé