Las 10 mejores canciones de Coroner
Escasos son los grupos que pueden enorgullecerse de tener una discografía sólida y sin grietas reseñables desde principio a fin además de haber mantenido la formación estable en esas grabaciones. Coroner no puede faltar en ese altar, ya que su legado es tan contundente como indiscutible.
El caer en la arrogancia y la pedantería es muy fácil a la hora de acercarse a una selección de tan solo diez temas de Coroner, tanto como tratar de sorprender y epatar señalando determinadas canciones en detrimento de otras para así procurarse unos likes y algunos comentarios de apoyo. En esta lista podría haber otros tantos, pero los que están no podrán faltar. Y están por derecho propio. La ausencia de “Son Of Lilith” o “I Want You” tal vez confiera más interés a las presentes.
Desde el comienzo con ‘R. I. P.’ que ya prometía mucho, el trío suizo fue progresando disco a disco hasta llegar al final, con ‘Grin’ un disco a reivindicar con la cabeza bien alta y del que se puede decir “es el final, ¡y menudo final!”. Por este motivo, con todo lo que hay para elegir, es difícil seleccionar las mejores canciones de Coroner.
El rellenar una playlist solo con los temas que se contienen en “No More Color” y “Mental Vortex” sería suficiente para tener más de diez must de Coroner, el reto está en seguir rebuscando y traer esos temas que llaman la atención nada más comenzar.
“Nosferatu” (‘R.I.P.’, 1987)
Un instrumental que demuestra que Coroner tiene mucho que decir. Ejecutores finos como samurais y una composición que enseña unos colmillos que aún tienen mucho por crecer. La conversación que mantienen la guitarra y la batería es todo un ejemplo de cómo concebir un tema que parezca estar cantado sin que ni un solo gruñido se cuele en su minutaje.
“Masked Jackal” (‘Punishment For Decadence’, 1988)
Primera piedra fundacional del sonido la banda. Recoge el testigo de la anterior, la baja de revoluciones, introduce una linea de voces que se convierten en otro instrumento y permite a las guitarras ser el hilo conductor mano a mano con la base rítmica. El uso de los graves y los agudos es tan acertado que casi pasa desapercibido.
“Read My Scars” (‘No More Color’, 1989)
Llega el primer disco incontestable. Las voces se vuelven más cristalinas sin perder ese sello instrumental tan típico de Coroner, el ritmo es cambiante, cortante, en un abanico jazzy apabullante e inteligente. Puede que otros temas del disco sean los más queridos por la mayoría de los fans pero este contiene todo lo que el trío podía ofrecer en 1989.
“Mistress Of Deception” (‘No More Color’, 1989)
Solo por el riff de batería inicial, breve y llamativo, así como su desarrollo posterior, este tema tiene que figurar en una lista así. Luego viene cómo va creciendo, enredándose, complicándose, abriendo hueco a las guitarras para que se eleven y caigan en vuelo libre para no llegar a estamparse contra el suelo porque ahí de nuevo renacen empujadas por una base rítmica endiablada.
“Tunnel Of Pain” (‘No More Color’, 1989)
Dejen paso libre al bajo. Comenzar así, galopando a lomos de un bajo confiere a este tema una personalidad propia indeleble. Sobre y junto él la batería crea un muro al que las guitarras se pegan como una enredadera de acero, unas veces tupida y otras más abierta para que pase la luz de esa voz que obliga a prestarle atención para apreciar toda su magnitud.
“Divine Step” (‘Mental Vortex’, 1991)
Tras la mejor portada del grupo llega el primer tema de este magnífico disco. Parece que nunca va a arrancar, llega un breve silencio y entra esa guitarra contundente como un puñetazo en la garganta, empujada por, tal vez, el mejor momento de base rítmica de Coroner en este disco. A partir de aquí tan solo les quedaba tratar de igualar este momento.
“Semtex Revolution” (‘Metal Vortex’, 1991)
Está claro que si un virus informático atacase la música de la formación el tema más duro, el que más resistiría a desaparecer sería este. La cima compositiva del trío, ver cómo se construye sobre bajo y batería una columna sobre la que se enredan guitarra y voz es un placer absoluto que muy pocas canciones logran.
“Metamorphosis” (‘Mental Vortex’, 1991)
Al igual que ‘No More Color’ ‘Mental Vortex’ tiene que aportar más temas que el resto de discos y este es el que no debe faltar si se bucea con inteligencia en el océano de Coroner. Es un viaje por una carretera llena de curvas, de subidas y bajadas en la que el viento de su contundencia musical arranca cualquier duda sobre cómo se puede componer un tema que parezca sacado de ‘R.I.P.’ pero que contiene toda la experiencia acumulada desde entonces.
“The Lethargic Age” (‘Grin’, 1993)
Si en algún momento Coroner dejaron una demostración de su vasta cultura musical este tema es la quintaesencia de ello. El ritmo ¿o los ritmos? Que desarrolla es muy complejo, parece sencillo pero es que ahí reside la genialidad, como dijo Mingus, en hacer las cosas complicadas sencillas, asombrosamente sencillas. Y este tema es eso: un ejemplo de hacer pasar por sencillo algo muy complejo.
“Internal Conflicts” (‘Grin’, 1993)
Dejar dos huecos a ‘Grin’ y no haber dado cuatro temas a ‘Mental Vortex’ o ‘No More Colore’ podría estar justificado si no fuese, primero porque es un tremendo disco de despedida y segundo porque este tema bien podría haber estado en cualquiera de ellos sin chirriar. Su duración, más de seis minutos está tan calculada que los precisos cortes de ritmo y tono que se producen a lo largo de su movimiento ayudan a engancharse a un tema que debería haber cerrado ‘Grin’ para un “Adios” por todo lo alto.
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