MATAR LA CULTURA
El pasado miércoles 18 de julio, el Gobierno del PP, con una inquietante mayoria absoluta en el congreso, aprobaba otro de sus ya clásicos decretazos: una subida del IVA del 8% al 21% para el sector del ocio y espectáculos, así como un incremento adicional del tipo general del 18% en tres puntos para el impuesto. Eso quiere decir que artículos como los discos, gravados actualmente con un 18%, tendrán también un IVA del 21%. Ante semejante ataque frontal contra el sector de la cultura, The Metal Circus, habla con muchos de los implicados más cercanos en nuestro negocio: promotores, mánagers, periodistas y responsables de discográficas.
España y Europa entera se encuentran al borde de un abismo económico y una depresión social sin precedentes desde la dictadura de Franco y la Segunda Guerra Mundial, respectivamente. Los datos económicos son peores cada día y la sensación de impotencia y destrucción del estado del bienestar se agarran con fuerza a la psique colectiva. Precisamente en ese marco, es donde la expresión cultural es de extrema importancia. Tradicionalmente concebida como una manera de expresar inquietudes artísticas e intelectuales, la cultura es, además, una vía de escape ante los problemas. Literatura, música, pintura, danza, teatro y otras disciplinas conforman parte del paisaje que nos gusta mirar cuando nuestro cerebro necesita un descanso.
Es precisamente por ello que en la situación actual, el escapismo intelectual mediante la cultura debería estar casi fomentado por los gobiernos, primero interesados en que la sociedad viva distraída en tiempos difíciles. Es por ello que se antoja paradójico, incluso absurdo, que en lugar de facilitarse a si mismos la labor, la compliquen incluso más. La subida de tipos impositivos que afecta especialmente al generalmente débil mundo de la cultura española ha sido, para muchos el tiro de gracia que ha finiquitado las posibilidades de supervivencia del sector.
“Desde luego, la supervivencia del sector no pasa por una subida de impuestos directos o indirectos” explica Edu Möller, director de prensa de la promotora Live Nation. Como empresarios del espectáculo, Live Nation es una de las empresas que más perjudicada se ve por el incremento del 8% al 21% en el IVA. En otras palabras, donde la entrada de un espectáculo que costaba 35 euros llevaba incluidos 2,60 Euros de IVA al 8%, ahora esa cantidad se incrementa hasta 6,08 de IVA con el tipo del 21%. Multipliquen esa subida por las decenas de miles de personas que pueden acudir a un solo concierto. El impacto es dantesco, especialmente considerando el poco margen de beneficio con el que suelen trabajar los promotores de conciertos.
“Supone un incremento en el precio de las entradas y con el consiguiente perjuicio para la difusión de la música” prosigue Möller. “El negocio se va a contraer drásticamente en el medio plazo”. La subida de precios y la consiguiente disminución de ventas especialmente en un sector tan aparentemente superfluo como el de los conciertos en directo (y es que cuando hay crisis, donde primero se recorta el presupuesto es en el ocio) va a reflejarse en una obvia perdida de competitividad de los promotores españoles frente a los de otros países tradicionalmente más fuertes económicamente, como Alemania, Holanda, Francia o los países escandinavos. “Los artistas de primer orden realizaran menos conciertos en España” asegura. Y son palabras fuertes, teniendo en cuenta que Live Nation trae a España las giras de artistas como AC/DC, MUSE, ROGER WATERS, AEROSMITH y muchos otros de otros ámbitos musicales, como MADONNA, LADY GAGA, THE KILLERS o COLDPLAY. “Nuestra empresa posiblemente resistirá , pero muchas otras del sector deberán cerrar o ajustar su plantilla”. Y he ahí el asunto más importante. Las grandes empresas tienen un margen económico que les permite capear los ciclos económicos adversos y aguantar en pie, especialmente en situaciones de gran dominio del mercado a nivel internacional, como es el caso de la multinacional Live Nation. Pero debemos recordar que el negocio del rock y el heavy metal se asienta sobre muchos promotores de tamaño pequeño y mediano donde una perdida de competitividad como la mencionada por Möller o una perdida de margen económico al absorber la subida de impuestos puede significar la muerte. Y el sector ya está grave tras una temporada de conciertos 2010 y 2011 que ha sido una masacre para muchos debido a la baja asistencia, las dificultades para acceder al crédito y el escaso interés de bandas y agencias en mostrar simpatías con la realidad económica del país.
“Estamos planteando como afrontar la situación de modo que afecte lo menos posible al consumidor, pero va a ser complicado” comenta Juan Antonio Muñoz, gerente de la productora Madness Live, responsable de las próximas giras en nuestro país de ARCH ENEMY, ENSIFERUM, ANATHEMA, WASP o DORO. “Todo apunta a que sí afectará que el precio de las entradas suba, no obstante habrá que buscar fórmulas distintas u otras opciones, comparar y entonces decidir qué y cómo hacerlo”.
El precio de las entradas de la mayoría de eventos que organiza Madness Live oscila entre los 20 y los 26 euros. Haciendo un cálculo rápido, a dicho importe hay que restarle el 8% de IVA incluido, lo que nos da un montante de 24,07 EUR en el caso de las entradas más caras. Pero sobre ello también hay que descontar el 10% correspondiente a la SGAE, lo que deja la cantidad en apenas 21,66 Euros. Contando que el precio medio de la producción de uno de los conciertos que organizan ronda los 8000 y 12000 Euros entre cachés, alquileres de salas, gastos de producción y logística y demás, son necesarias entre 370 y 550 personas de media solo para cubrir los costes. ¿Cuándo fue la última vez que visteis a unas 500 o 600 personas de pago en un concierto de DELAIN, DORO, SABATON o WASP? Una perdida adicional del 13% de margen puede ser letal. “Va a ser insostenible” lamenta.
De cara a la confección de este reportaje, intentamos ponernos en contacto infructuosamente con el ministro de Cultura, Educación y Deportes, don José Ignacio Wert, para conocer de primera mano su visión sobre la problemática. Fuentes ministeriales nos remitieron a unas declaraciones recientes realizadas por Wert en el transcurso de uno de los desayunos de Europa Press, donde el político afirmaba que “cuando se han adoptado este conjunto de medidas en esa materia no hablamos de revisarlas en 15 días, no tiene mucho sentido". Ante la insurrección del mundo de la cultura, lanzado a las calles el pasado jueves 18 en distintas ciudades españolas para clamar contra la subida impositiva, el ministro abogó por encontrar un “punto de equilibrio” que no implique que “disminuya el potencial cultural del país”.
“Se debe acomodar de la mejor manera los distintos intereses que confluyen, para que tanto en el aspecto referido a las industrias culturales y creativas como al de los espectadores y ciudadanos, se llegue a un punto de equilibrio por el cual la merma en el consumo sea la menor posible" aseguró el titular de Cultura, dejando entrever que los promotores culturales y demás actores del sector deben asumir en su balance parte de la subida impositiva a la vez que repercuten otra parte en el precio final de ocio y espectáculos.
Paco Fernández, label manager de Century Media en España, representante de ANGELUS APATRIDA y socio de la agencia Holy Cuervo asume esa postura por ética. “Tanto en nuestro sello, como en nuestra agencia, tienda o en la propia Century Media, nuestra idea es asumir el aumento del IVA y no repercutirlo en el cliente. Preferimos intentar amortiguar la caída de las ventas aún a pesar del margen que al revés. Nos parece más correcto”.
“No nos expliquemos de qué manera puede estimular esta medida la economía española y, en concreto, el sector en el que nosotros trabajamos” explican desde Last Tour International, la empresa organizadora de citas tan importantes como el Sonisphere (que este año congregó globalmente a más de 100.000 asistentes en Getafe), el En Vivo, el Azkena Rock o el Bilbao BBK Live, además de organizar las giras de artistas como KISS, METALLICA, LAMB OF GOD, MACHINE HEAD, MINISTRY o SKUNK ANANSIE y ser los managers de EXTREMODURO, FITO Y FITIPALDIS y M-CLAN, entre otros. “Creemos que se deberían analizar todas las medidas necesarias para evitar consecuencias negativas para el país, para la cultura y para el sector turístico que tanto está sufriendo en estos momentos. La subida del IVA en la Cultura no ayuda nada en el camino de conseguir la estabilidad y solidez necesarias”. Y es precisamente en pro de la teórica solidez económica por la que se toman estas medidas. Curioso.
¿Está justificado por la débil situación económica o es un golpe premeditado a un sector que un gobierno conservador puede considerar de segundo o tercer nivel en un país donde el turismo es el principal motor económico? Los tímidos esfuerzos de los gobiernos de izquierdas y derechas en nuestro país para poner freno a la piratería evidencian lo segundo. Pero de lo que se olvidan es de que las giras y festivales son un atractivo turístico tanto o más importante que unas ruinas, un edificio de autor o una urbanización costera. A principios de año, los responsables del festival catalán Primavera Sound, encargaron un informe económico externo que se ocupara de evaluar el impacto monetario que tenía su cita (una de las más importantes por volumen de asistentes) en la economía catalana. Y las cifras no dejaban lugar a dudas: el impacto de la edición 2011 del festival se calculaba en 65 millones de euros.
“La dimensión económica en cifras de la edición 2011 es extraordinaria, con un impacto económico total imputable al evento sobre la Comunidad de Cataluña que ascendió hasta 65.264.543 euros” explicaba el informe. “Los ingresos directos originados por el evento, que provienen del gasto de la organización, de los asistentes y personal de los medios acreditados y los gastos de los patrocinadores y colaboradores es de 32.372.552 euros”.
“El impacto mediático atribuible a Primavera Sound como marca asciende a 10.385.865 euros, un importe calculado sobre 3.200 noticias identificadas en medios de comunicación nacional. La atención mediática generada por la última edición del festival ha sido extraordinaria con más de 1400 periodistas acreditados, el 35% de ellos internacionales.”
“Los ingresos generados para la Hacienda Pública son de 11.709.135 euros y la contribución del evento al PIB de Cataluña fue de un 0,03% y de un 4,1% del total de actividad musical en la Comunidad Catalana. La producción equivalente sobre los ingresos directos asciende a 85.253.117 euros, lo cual generó 982 puestos de trabajo.”
Aunque esto es difícilmente comparable a festivales más pequeños como el Leyendas del Rock, el Derrame Rock, el Azkena Rock y otros festivales que oscilan entre los 4000 y 10.000 asistentes diarios en sus últimas ediciones, lo cierto es que todo suma y aniquilar el sector desde lo impositivo tan solo puede tener consecuencias negativas.
Otros ámbitos, como el discográfico también se resienten, aunque la subida es menor –pero igualmente dañina para un sector herido de muerte por culpa de la piratería. Tanto los gobiernos de izquierdas como los de derechas han hecho tímidos esfuerzos para frenar las descargas ilegales, aunque el ministro Wert no lo veía igual en recientes declaraciones, afirmando que España “ha dejado de estar en la lista negra” y que “internacionalmente se está reconociendo el esfuerzo del gobierno”. “Si de algo podemos presumir es de que estamos trabajando en hacer más efectiva la protección de la propiedad intelectual" concluía Wert.
“Discos se venden cada vez menos, y si nos aplican medidas que supongan incrementar los costes, se venderá menos aun” asegura Joserra, jefe de ventas el pequeño sello y distribuidora Indar. “Los pocos amantes de la música que siguen comprando lo harán a menor medida”. Raúl Nuñez, de la distribuidora Mastertrax, que coloca en nuestro país los discos de artistas como ANATHEMA, Joe Bonamassa o EUROPE, entre muchos otros tiene una visión similar.
“Lo más gracioso es la llamada uniceja de la masa a abogar por la piratería a causa del alto precio de los discos” ironiza. “Eso es, hoy en día, tan falso como los rumores de Facebook. Cualquier persona normal que se digne dejarse caer por la sección de discos de cualquier gran superficie encontrará casi cualquier fondo de catálogo o disco imaginable a precios más bajos que nunca; regalándote uno si compras dos y mil ofertas similares. ¿El resultado? Que ni así se vende ni se ayuda a conservar la etiqueta de "cultura" en algo como la música, que las multinacionales han logrado convertir en la última década en un artículo depreciado primero e innecesario en un mundo tecnológico que le ha ganado la carrera a la música, al cine y, en breve, al libro.”
“Como distribuidora discográfica, es decir ni siquiera sello con artistas propios, donde el beneficio se obtiene exclusivamente en base a lo vendido, esto supone una nueva puñalada directa a un artículo que ya con el 18% pasaba a ser casi de lujo” asevera. “Nuestro mayor problema es que con un mínimo margen de beneficio, son en muchos casos las grandes cadenas de tiendas las que incrementan el precio de los discos final a unos límites que hacen que resulte casi improbable pretender vender discos en España. Incluso en Inglaterra o Francia hay diferencias sobre el precio final abismales. Su política: "ya que vendemos menos vamos a sacar más por cada disco vendido". Imaginaos el resultado final: cada vez ventas menores”.
Rubén Rosas, responsable de la tienda de discos barcelonesa Pentagram Music Store y promotor de giras como las de DRAGONFORCE, TRISTANIA o GRAVE DIGGER a través de la empresa RRS Promo, ve las cosas desde la perspectiva de tienda y de promotor de conciertos. “En la tienda, los discos subirán muy poco, ya que serán céntimos de euro las variaciones” explica. “Casi ni se notará. No obstante, en los conciertos si que lo notará la gente…las entradas subirán alrededor de un diez por ciento, así que de una entrada que se vende a 30 Euros, pasaremos a 33 o 34 Euros”.
No obstante asegura que “el publico heavy es el más fiel que existe”. “Es de agradecer que algunos conserven la cultura musical que hay en otros países y sigan comprando música original, porque así apoyan a las bandas y a las discográficas para que puedan seguir sacando discos y que esto no muera” comenta.
El excesivo precio de los discos suele ser un argumento en pro de la piratería, con precios que oscilan entre los 18 y 22 euros para las novedades y los 5 y 12 euros para el fondo de catálogo. “Mucha gente se queja del precio de los discos, pero la mayoría no sabe que el precio del cd está muy repartido” explica. “En el caso de un Cd de 15 euros, la tienda se lleva alrededor de 3 euros, la banda se llevará 1 euro y el coste de fabricación es de 1 a 2 euros. Luego está lo que se llevan las distribuidoras y la gente se queja de que la discográfica se queda con el resto. Pero de ahí hay que descontar los sueldos de la chica que coge los pedidos, del que los prepara, el coste del envoltorio del paquete, el personal comercial, los aparatos informáticos, el transporte, el almacén…” lamenta.
“El sello necesita vender de 3000 a 5000 copias para recuperar la inversión…hoy en día sacar bandas pequeñas o medianas no es negocio” afirma.
Raul Núñez de Mastertrax reflexiona: “de lo que no cabe duda, vista la experiencia de infinidad de distribuidores y pequeños sellos en toda Europa y mundo, la supervivencia real reside en unirse, fusionarse o incluso vender tu marca. ¿Ejemplos? Insideout, Roadrunner, Music For Nations, Metalis… ”.
¿Pero existe unión de algún tipo en el sector de la música?
“No” responde categórico Rubén Rosas. “No hay ninguna unión…y este punto me gustaría que la gente lo supiera: España es el único país que los promotores se pelean como perros. Aquí hay unas ganas de montar conciertos que nos llevan a pujar por las bandas y así se incrementa el precio de las entradas. Las agencias de algunas bandas me lo decían hace poco, que no entendían lo de este país”.
“En otros países los promotores se dividen por zonas y cada uno abarca su zona y hace los conciertos sin pelearse por los precios” explica. “Aquí sin embargo, la agencia hace un mailing a todos los promotores ofreciendo una banda y nos dice que le hagamos una oferta…y ahí viene cuando se da la pelea de gallos. Cada promotor, lejos de querer solo su zona, se pelea para ver quien ofrece más fechas y más dinero, por lo que muchas veces un concierto en que la entrada podría venderse a 20 euros acaba costando 30 Euros. No porque el promotor quiera ganar más dinero, si no por egoísmo y por querer llevarse todos los conciertos”.
“Si hubiese unión en el sector otro gallo cantaría” cuenta Sara Moreno, responsable de Background Noise, una empresa dedicada a la promoción de bandas y sellos, contratación de artistas y organización de conciertos. “Se han dado casos en que promotores se han “fugado” de festivales sin pagar o dando cheques sin fondos y de la unión que debería haber habido entre managers y bandas para intentar buscar a las personas o ver la solvencia que tenían, al final se han quedado dos y sin la suficiente fuerza para afrontar esto. Luego se quejan de que muchos les deben dinero pero en casos en que se ha podido hacer una unión para esto no se ha hecho por lo que dudo que se haga para luchar contra la subida del IVA”.
Moreno también incide en la problemática expuesta por Rubén Rosas. “Todo esto también es culpa de los grupos y los cachés que se pagan que a veces son muy exagerados” comenta. “Aunque algunos promotores por llevárselo para ellos pagan lo que sea”.
La asociación de promotores musicales, APM, emitió un comunicado poco después del anuncio de las medidas del gobierno. La entidad, que asegura englobar a las principales empresas del sector, destaca en su comunicado el caso de Portugal. “Aplicaron una subida del IVA del 13% para los espectáculos –aún lejos del 21% de España– que ha demostrado que la medida que aplica el Gobierno de España es contraproducente” escribe su presidente Pascual Egea. “El consumo de actos culturales en Portugal ha descendido un 45% en lo que va de año. Por el contrario, en países como Francia, donde se fomenta la cultura como un bien social y económico, se mantiene el IVA para los espectáculos musicales en una media del 5,5%”.
Paco Fernández le contradice. “Los organismos oficiales (APM, AGEDI y UFI principalmente) no aglutinan una cantidad verdaderamente representativa de empresas del sector” afirma. “Además, las ayudas oficiales a la música que llegan principalmente vía ICEX y Sounds From Spain se administran de manera poco transparente y mal planificada por gente con poca o ninguna experiencia en el sector”.
“La unidad entre gremios nunca ha sido el fuerte en este país” coincide Richard Royuela, también responsable de Background Noise junto a Sara Moreno. “Puede que esto haga unirse a la gente, pero dudo que se consigan mejorar las cosas al menos a corto plazo”.
“Es muy difícil valorar en que puede afectar a nivel inmediato pero nada bueno, eso seguro. Desde luego veremos mucha gente, o empresas, relacionadas con el mundo del espectáculo pasando a mejor vida” reflexiona. “Creo que aún no somos conscientes –y ojalá me equivoque- de la debacle que puede suponer esto”.
Para David Sanz, de la agencia de contratación Calle Underground, responsable de grupos como OBÚS, WARCRY o CELTAS CORTOS, el futuro es negro. “Es la estocada final a un sector que venía dando tumbos hace años y que solo funcionaba el directo. Es matar al ocio para que muramos de pena”.
“Subir cualquier impuesto, el que sea, en 13 puntos desmonta las cuentas de cualquier sector y penaliza exageradamente al consumidor. Con una medida así el gobierno actual deja claro que no cree en la cultura, ni tampoco en la industria que hay detrás” sentencia Jordi Meya, director de la revista Rockzone. ¿Cuál es la solución pues?
“Trabajar más, cobrando menos; algo que sin duda gustará mucho a la señora Merkel” sostiene. “Hay que ser creativos”.
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