Publicado el 27 de marzo de 2007, el sexto álbum de la banda estadounidense es considerado por sus fans como uno de los mejores. ‘Through The Ashes Of Empires’ en 2003 y ‘Unto The Locust’ en 2011, abrieron el camino para la excelencia.

A pesar de llevar más de diez años de carrera y de haber compartido giras y escenario con las bandas más importantes de la escena internacional, el gran momento de Machine Head llegó con la publicación de ‘The Blackening’ en 2007. Anteriormente, sus discos en la década de los ’90 tuvieron altibajos con un debut muy prometedor gracias a ‘Burn My Eyes’ (1994) y caídas posteriores con trabajos como ‘The Burning Red’ (1999) o ‘Supercharger’ (2001) por citar algunos, pero las bases que comenzaron a cimentar en 2003 con ‘Through The Ashes Of Empires’ se consolidaron por completo con ‘The Blackening’ cuando se publicó cuatro años después.

El mejor álbum de la banda -con permiso del mencionado debut dada la importancia que tuvo y el posterior ‘Unto The Locust’ (2011), cuyos temas también son éxitos uno detrás de otro- se aprecia en ‘The Blackening’ con una estructura prácticamente perfecta en su conjunto y con canciones de diversos tipos pero perfectamente complementarias entre sí. El inicio con “Clenching The Fists Of Dissent” hace que la atmósfera del álbum absorba al oyente para, posteriormente, atacarle con un quinteto de las mejores composiciones de Machine Head a lo largo de su trayectoria: “Beautiful Morning”, “Aesthetics Of Hate”, “Now I Lay Thee Down”, “Slanderous” y “Halo”. Más adelante, “Wolves” podría cerrar el álbum a la perfección dada su progresión y extensa duración, pero “A Farewell To Arms” recoge el testigo de esta para darle una épica y apoteosis mucho mayor.

El hecho de escuchar este trabajo de principio a fin es una delicia perfectamente formada para el aficionado, y si a esto se le suma en su versión deluxe dos versiones tan importantes para Machine Head como la de “Hallowed Be Thy Name” de Iron Maiden, a la que recurren mucho en directo, y “Battery” de Metallica, grupo del cual se perciben claras influencias y con el que compartieron más adelante la gira de ‘The Blackening’, el resultado es un círculo cerrado sin fisuras.

Este disco es un antes y un después para la banda y para la historia del metal en el siglo XXI (y por tanto, de su historia en general) en cualquier lista de un seguidor del metal, y además marcó el esplendor compositivo de Machine Head, quienes salvo en el siguiente álbum, no han conseguido alcanzar ese cenit musical logrado en ‘The Blackening’ -salvo con excepciones muy puntuales en años ulteriores-.

Dani Bueno