El escenario, de veinticinco metros de alto, fue diseñado por Mark Fisher, Patrick Woodroffe, Mick Jagger y Charlie Watts, convirtiéndose en el más elaborado de los Stones hasta la fecha. Con balcones interiores en los que se podía acomodar a 400 fans dispuestos a hipotecarse la casa por el privilegio, el stage usaba gráficos computerizados de alta definición, auténticas masacres de pirotecnia y enormes lanzaderas de llamas en los shows de estadio, especialmente mientras el grupo interpretaba "Sympathy for the Devil".

rolling stones

Cuando sus satánicas majestades editaron su disco de estudio «A Bigger Bang» estaba claro que tan solo era una excusa para volver a salir de gira después de un par de años de tranquilidad. Y cuando los Stones salen de gira, no vale salir de cualquier manera. Los espectaculares escenarios de «Steel Wheels», «Voodoo Lounge» y «Bridges to Babylon» exigían que la banda volviese a superarse, y así lo hicieron con el tour de «A Bigger Bang». El escenario, una gigantesca mole de acero de más de 150 toneladas de peso, costaba la preciosa cifra de 1.6 millones de dólares por cada show. Algo que no supuso pérdidas para una banda que facturó 550 millones de dólares a lo largo de 147 shows, si hacéis vuestras cuentas.

El escenario, de veinticinco metros de alto, fue diseñado por Mark Fisher, Patrick Woodroffe, Mick Jagger y Charlie Watts, convirtiéndose en el más elaborado de los Stones hasta la fecha. Con balcones interiores en los que se podía acomodar a 400 fans dispuestos a hipotecarse la casa por el privilegio, el stage usaba gráficos computerizados de alta definición, auténticas masacres de pirotecnia y enormes lanzaderas de llamas en los shows de estadio, especialmente mientras el grupo interpretaba «Sympathy for the Devil». 

Así mismo, siguiendo la tradición de años recientes, la banda disponía de un escenario B en el centro del estadio a modo de isla, al cual llegaban a través de una enorme pasarela que conectaba ambos espacios. 

https://www.youtube.com/watch?v=a6lJ071MeKA&list=PL0F974BFEBE2C9C86

Especialmente destacable fue el show que la banda realizó en la playa de Copacabana en Rio de Janeiro el 18 de febrero de 2006. Más de dos millones de personas presenciaron el concierto desde la afamada playa y las calles colindantes, absolutamente atestadas de gente. Tal fue la afluencia que se tuvo que construir un puente especial para que la gente pudiese llegar a su hotel sana y salva después de la actuación.

Y es que los Stones pueden hacer lo que les de la real gana.