Los discos clave de 1985: Kiss sucumben a las modas con “Asylum”
El 16 de septiembre de 1985, Kiss editó Asylum, un paso firme en su etapa sin maquillaje. Coros pegadizos, riffs afilados y estética glam situaron a la banda en la escena ochentera.
Asylum es el decimotercer álbum de estudio de Kiss, lanzado el 16 de septiembre de 1985 a través de Mercury Records. Para entonces, la banda—encabezada por Paul Stanley y Gene Simmons—llevaba ya varios años sin el maquillaje que los había hecho célebres en la década de los 70, adaptándose a la explosión del glam metal y el hard rock comercial que dominaba la MTV. Tras el éxito relativo de Animalize (1984), Kiss buscaba reafirmar su posición en una industria repleta de bandas coloridas y himnos orientados a las masas.
El disco marca la primera participación oficial de Bruce Kulick como guitarrista de Kiss (tras la salida de Mark St. John y la breve estancia de Vinnie Vincent en proyectos anteriores). Con Eric Carr asentado en la batería, la formación afrontaba la tarea de consolidar un sonido acorde con los estándares ochenteros, pero sin renunciar a la agresividad rockera que les había caracterizado. Asylum se publicó en un período competitivo: bandas como Mötley Crüe, Ratt o Quiet Riot dominaban la escena glam angelina, mientras otros grupos de hard rock pujaban por su lugar en las listas.
Gene Simmons disperso: Paul Stanley al mando
El proceso de grabación se desarrolló en diversos estudios de Los Ángeles durante la primavera de 1985, con Paul Stanley y Gene Simmons asumiendo gran parte de la producción—en ocasiones acreditados como coproductores—para tener control creativo sobre el resultado final. La intención era modernizar el sonido de Kiss y lograr que los nuevos temas fueran compatibles con la programación de la MTV y las emisoras rock que exigían estribillos potentes y melodías pegadizas.
Con Bruce Kulick establecido como guitarrista, el grupo introdujo riffs precisos, solos técnicos y un estilo más cercano al glam metal que otros álbumes de la era sin maquillaje. Si bien los coros y arreglos vocales fueron minuciosamente trabajados por Paul Stanley, Gene Simmons aportó su habitual toque en la base rítmica y en algunas pistas vocales. La producción, en general, se inclinó hacia un sonido brillante—con capas de coros y guitarras sobresaliendo—un rasgo característico de las producciones ochenteras orientadas al mercado estadounidense.
Éxito relativo
Asylum vio la luz el 16 de septiembre de 1985 y alcanzó el puesto n.º 20 en la lista Billboard 200. Aunque las cifras no alcanzaron la repercusión de los álbumes clásicos de la banda ni tampoco el éxito de otras formaciones glam, se mantuvo en las listas durante varias semanas, apoyado por sencillos como “Tears Are Falling” (#20 en Mainstream Rock). La MTV dio cierta cobertura a los videoclips, donde la banda lucía ropa de colores vivos y un aspecto más próximo a la escena angelina que al rock setentero.
La gira promocional de Asylum, iniciada a finales de 1985 y prolongada hasta bien entrado 1986, mostró a Kiss con un montaje más adaptado a la estética glam—luces neones, vestimentas coloridas y actuaciones basadas en los coros que invitaban a la participación. Si bien los seguidores de la era maquillada guardaban ciertas reticencias, la banda consiguió un recibimiento respetable en grandes recintos, manteniendo su público fiel y enganchando a parte de la nueva audiencia del glam metal.
Singles olvidados
El disco se abre con “King Of The Mountain”, una declaración de intenciones que fusiona guitarras potentes y la voz de Paul Stanley en un registro agudo. El sencillo más representativo fue “Tears Are Falling”, que combinaba un estribillo pegadizo con un videoclip de estética colorida. Otros temas destacados incluyen “Uh! All Night” y “Who Wants To Be Lonely”, con marcados coros y solos de Bruce Kulick que reforzaban la idea de una Kiss adaptada al glam sin perder la agresividad guitarrera de fondo.
Aunque no figuran entre los clásicos universales de la discografía de Kiss, varias de estas composiciones sirvieron para recalcar la versatilidad de la banda en los 80, demostrando que Paul Stanley y Gene Simmons podían componer canciones radiables y acordes a las tendencias del mercado sin sacrificar del todo su impronta rock. La voz de Stanley, en particular, demostró un rango notable que encajaba perfectamente en los coros exuberantes.
Disco de culto
Con el paso de los años, Asylum ha ganado la consideración de disco de culto para los fanáticos de la etapa sin maquillaje de Kiss. Representa un peldaño más en la progresión de la banda dentro del glam metal y el hard rock comercial, con Bruce Kulick asentándose como un guitarrista competente y Eric Carr consolidado en la batería. Para algunos, el álbum ofrece un equilibrio entre la esencia rock de Kiss y el afán por encajar en la moda colorista de la década.
Si bien la crítica especializada se mostró dividida, Asylum sentó las bases para posteriores lanzamientos de Kiss en la era sin maquillaje, como Crazy Nights (1987) y Hot In The Shade (1989). El tiempo ha acabado por reivindicar varios de sus cortes, especialmente “Tears Are Falling”, como piezas importantes del repertorio ochentero de la banda. Y aunque no superó la popularidad de etapas anteriores, este disco evidenció que Kiss seguía dispuesta a reinventarse para permanecer en la primera línea del rock comercial.
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