Nueve curiosidades sobre Journey que no llegarías a imaginar
Descubre las historias detrás del éxito de Journey narradas por Herbie Herbert, el mánager que transformó la banda en una leyenda del rock.
Journey, una de las bandas más icónicas del rock, dejó una marca indeleble en la historia de la música no solo por sus éxitos, sino también por los momentos de caos, innovación y conflictos internos que definieron su ascenso a la cima. En una extensa entrevista, su legendario mánager Herbie Herbert desveló detalles fascinantes sobre la dinámica de la banda, desde despidos polémicos hasta innovaciones que revolucionaron los conciertos en vivo. A continuación, repasamos las anécdotas más impactantes y sorprendentes de esa época dorada.
Los video walls: La revolución que cambió los conciertos
A finales de los años 70, Journey lideró una transformación sin precedentes en el mundo de los espectáculos en vivo. Herbie Herbert, visionario manager detrás del éxito de la banda, reconoció la necesidad de mejorar la experiencia del público en estadios masivos donde la banda estaba tocando en su momento de máximo apogeo popular. Así, junto a Neal Schon, crearon Nocturne, una empresa que desarrolló los ahora icónicos video walls, pantallas gigantes que permitían a todos los asistentes ver a los músicos de cerca.
“Queríamos que cada persona, desde la primera fila hasta las gradas más altas, pudiera sentirse parte del concierto. Era esencial que vieran el sudor en los rostros de los artistas”, explicó Herbert.
El impacto fue inmediato. Journey no solo llevó sus propios espectáculos a otro nivel, sino que marcó un estándar en la industria que más tarde sería adoptado por gigantes como U2, Madonna y Metallica. Herbert también destacó el efecto económico: estas pantallas, al mejorar la visibilidad, aumentaron significativamente la venta de entradas, haciendo viables conciertos en espacios más grandes.
Nocturne no se quedó solo en Journey. La empresa de Herbert expandió su influencia en la industria, proporcionando tecnología de vanguardia para giras de renombre mundial. Esta innovación no solo consolidó a Journey como pioneros del espectáculo en vivo, sino que sentó las bases para la experiencia visual que hoy es un elemento indispensable en cualquier gran concierto.
El conflicto con Steve Perry: El día en que la banda casi se rompe
Pese a su voz inigualable y su papel clave en el éxito de Journey, Steve Perry fue una figura divisiva dentro del grupo. Las tensiones llegaron a un punto crítico durante la producción de «Raised on Radio» (1986). Según Herbert, Perry no solo impulsó cambios creativos radicales, sino que también presionó para la salida de Ross Valory y Steve Smith, dos miembros fundamentales.
“Steve quería controlar todo. Propuso despedir a Ross y Steve, argumentando que eran un obstáculo para su visión del álbum. Fue una decisión devastadora para la dinámica de la banda”, relató Herbert.
Aunque Herbert logró que Valory y Smith fueran compensados económicamente como si hubieran estado en la gira, el daño estaba hecho. Perry tomó las riendas del proyecto, llevando el sonido de Journey hacia un estilo más orientado al pop, lo que dividió tanto a los fans como a los críticos.
Para Herbert, este episodio fue un punto de inflexión. Si bien reconocía el talento de Perry, no pudo evitar lamentar cómo su influencia comenzó a deteriorar la cohesión del grupo. “Ese conflicto marcó el inicio de una etapa turbulenta. Podríamos haber hecho historia si hubiéramos mantenido la unidad”, reflexionó el mánager. El resultado fue la ruptura temporal de la banda entre 1987 y 1995. No volverían a editar un trabajo juntos hasta «Trial By Fire» en 1996. Perry exigió para entonces que Herbert no fuese el manager de la banda. Un gran tipo.
El origen de Journey
El nacimiento de Journey se remonta a principios de los años 70, cuando Neal Schon, un guitarrista prodigio de 15 años, se unió a la banda de Santana. Bajo la tutela de Herbie Herbert, quien en ese momento trabajaba como mánager de la banda, Schon comenzó a desarrollar una visión musical más ambiciosa.
“Neal siempre quiso más. Amaba Santana, pero deseaba explorar sonidos más complejos y modernos. Cuando dejó la banda, sabía que había que construir algo especial”, recordó Herbert.
El mánager y el guitarrista formaron Journey en 1973, originalmente como un grupo de jazz-fusión. Sin embargo, sus primeros tres álbumes no lograron un gran éxito comercial. Fue una voz inolvidable, la de Steve Perry, lo que transformó por completo la identidad de Journey. Pasaron de ser una banda de culto a convertirse en un fenómeno global”*, explicó Herbert. A partir de ese momento, Journey inició una carrera meteórica que los llevó a llenar estadios y vender millones de discos en todo el mundo.
La lucha por convencer a Steve Perry
Antes de unirse a Journey, Steve Perry había abandonado la música profesional y trabajaba en una granja de pavos para pagar sus deudas. Herbie Herbert, tras escuchar una demo de Perry, se obsesionó con ficharlo para la banda, aunque la tarea no fue sencilla. “Steve estaba decepcionado de la industria musical. No creía que Journey fuera el lugar para él. Tuvimos que persuadirlo con mucha paciencia”, relató Herbert. El mánager incluso pagó los gastos de Perry para que viajara a su casa y conviviera con el grupo. Fue durante ese tiempo cuando Perry finalmente accedió a intentarlo, marcando el inicio de una etapa dorada para Journey. “Fue una decisión que lo cambió todo. Sin Steve, nunca habríamos alcanzado ese nivel de éxito”, afirmó Herbert en una entrevista con Melodic Rock.
Innovaciones en marketing: La era del Journey Force
Herbert no solo fue un mánager, sino un estratega visionario que entendió la importancia de conectar con los fans. En una época en la que las redes sociales no existían, creó Journey Force, un club de fans que llegó a tener 600,000 miembros activos. “Ofrecíamos entradas exclusivas, paquetes de viaje y acceso a meet-and-greets. Era una comunidad real, no solo un club de fans”, explicó. Journey Force también innovó al desarrollar sistemas de boletines automatizados y listas de correo, sentando las bases de lo que hoy se considera marketing directo. Este enfoque no solo fortaleció la relación con los seguidores, sino que generó ingresos adicionales para la banda, demostrando que la conexión emocional con el público era tan importante como la música misma.
La resistencia de Perry a las giras
Aunque Steve Perry era un cantante excepcional, sus reservas respecto a las giras largas complicaron el crecimiento de Journey. Durante la promoción de «Street Talk», su primer álbum en solitario, Perry evitó comprometerse con extensos recorridos. “Steve nunca disfrutó de la rutina de las giras. Eso limitaba nuestras oportunidades de llegar a nuevos públicos y mantenernos relevantes”, comentaba Herbert. Esta actitud contrastaba con la ambición de Herbert y Neal Schon, quienes creían que los conciertos eran fundamentales para consolidar el éxito de la banda. Esta discrepancia terminó por convertirse en un factor decisivo en las tensiones internas del grupo. No en vano, Journey es una de las bandas que más giran en el mercado norteamericano en los últimos quince años.
El uso de samplers
Journey fue una de las primeras bandas en adoptar tecnologías como los samplers Akai para respaldar sus conciertos en vivo. Según Herbert, estas herramientas fueron esenciales para mantener la calidad vocal en momentos críticos. “En la gira de «Raised on Radio» utilizábamos samplers para reforzar coros y ciertas partes complicadas. Queríamos garantizar la mejor experiencia posible para los fans”, explicó. Sin embargo, este uso tecnológico también fue objeto de controversia años más tarde, cuando se acusó al futuro vocalista Steve Augeri de apoyarse demasiado en grabaciones pregrabadas durante los conciertos. Para Herbert, el balance entre tecnología y autenticidad siempre fue un desafío, pero esencial para el éxito de las giras.
La historia de “Open Arms”
Durante la grabación de Escape, la canción “Open Arms” generó tensiones entre los miembros de Journey. Según Herbert, Neal Schon y Jon Cain inicialmente desestimaron la balada, considerándola demasiado sentimental. “Recuerdo que se burlaban de Steve Perry mientras grababa la canción. Fue vergonzoso”, relató. Herbert intervino para defender el tema, señalando su potencial como éxito comercial. “Les dije que estaban cometiendo un error al menospreciar esa canción. Era brillante, y el tiempo me dio la razón”, afirmó. “Open Arms” se convirtió en uno de los mayores éxitos de Journey, demostrando que las baladas podían ser tan impactantes como los temas más rockeros.
La salida de Perry
Herbert siempre fue un defensor de avanzar sin Steve Perry cuando este comenzó a mostrar reticencias a continuar con Journey en los años 80. “En 1984, supe que era momento de seguir adelante. Perry era una fuerza creativa, pero su actitud obstaculizaba el progreso”, explicó. Sin embargo, la banda tardó casi una década en reemplazarlo, lo que Herbert consideró un error costoso. Finalmente, la llegada de Steve Augeri permitió a Journey volver a los escenarios y reconectar con sus fans. Aunque Augeri enfrentó sus propios desafíos por las exigencias vocales del repertorio, Herbert destacó su profesionalismo y compromiso con el legado de la banda. Augeri terminaría saliendo de la banda inesperadamente en uno de los episodios más turbulentos del grupo.
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