Conoce cómo “Run to the Hills” de Iron Maiden cambió la historia de la banda y del heavy metal, convirtiéndose en un éxito y un himno.

En 1982, Iron Maiden se encontraba en una encrucijada. Tras el lanzamiento de sus dos primeros discos, Iron Maiden (1980) y Killers (1981), la banda había logrado un reconocimiento considerable, pero necesitaba dar un salto que los consolidara como líderes indiscutibles del heavy metal y de la emergente NWOBHM. La llegada de Bruce Dickinson como nuevo vocalista fue ese catalizador. Con un rango vocal impresionante y una presencia escénica arrolladora, Dickinson reemplazó a Paul Di’Anno y aportó una nueva energía al grupo.

El primer trabajo que contó con la voz de Dickinson fue «The Number of the Beast», un disco que cambió la trayectoria de la banda y dejó una huella imborrable en la historia del metal. En este álbum, “Run to the Hills” no solo se convirtió en el primer sencillo, sino en el emblema de una nueva era para la banda. La canción consolidó a Iron Maiden como uno de los actos más importantes del rock pesado y abrió las puertas al éxito internacional.

El proceso de grabación

La creación de The Number of the Beast estuvo llena de desafíos. Con solo cinco semanas para componer, grabar y mezclar el disco, la banda trabajó bajo una presión inmensa. Martin Birch, productor de confianza del grupo, fue testigo de una serie de extraños incidentes durante las sesiones en Battery Studios de Londres: luces que se apagaban y encendían solas y equipos de grabación que fallaban sin razón aparente. Estos eventos culminaron en un accidente de tráfico en el que Birch se vio envuelto con un minibús de monjas, y la factura de reparación resultó ser de £666, un número que se asoció al título del álbum y añadió misticismo a su historia.

La contribución de Bruce Dickinson 

El ingreso de Dickinson fue un punto de inflexión. Aunque no pudo ser acreditado oficialmente en la composición debido a restricciones contractuales con su antigua banda, Samson, el nuevo vocalista influyó en la estructura y desarrollo de varias canciones, incluida “Run to the Hills”. Su voz permitió a Steve Harris, el bajista y principal compositor, explorar una paleta más amplia de sonidos y complejidad lírica. Martin Birch resumió este cambio diciendo: “Cuando Bruce se unió, las posibilidades para el nuevo álbum se abrieron tremendamente”.

“Run to the Hills”: Un relato épico

“Run to the Hills” se lanzó como sencillo el 8 de febrero de 1982, y rápidamente se posicionó en el número 7 de las listas del Reino Unido, marcando el primer gran éxito de Iron Maiden en los rankings. La canción aborda la colonización de América, narrada tanto desde la perspectiva de los nativos americanos como desde la de los colonizadores europeos. La letra captura la brutalidad de la conquista: “White man came across the sea, he brought us pain and misery”, seguido por un verso desde la óptica de los invasores: “Chasing the redskins back to their holes, fighting them at their own game”.

El tema es más que una narración histórica; es una crítica a la opresión y al sufrimiento infligido a los pueblos indígenas. El ritmo galopante del bajo de Harris, que emula el galope de un caballo, intensifica la sensación de urgencia y peligro, encapsulando la lucha y la huida desesperada. La combinación de la potente voz de Dickinson y la precisión musical de la banda convirtió a “Run to the Hills” en un himno instantáneo. Tampoco se puede olvidar el impresionante trabajo de Clive Burr a la batería, con un ritmo cercano a lo disco en el inicio del tema que lo hace instantáneamente memorable.

La icónica portada y la polémica

La portada del sencillo, creada por Derek Riggs, muestra a un nativo americano enfrentándose a un demonio, mientras ambos están de pie en una roca rodeada de caos. Esta ilustración, sumada a la fuerte temática de la canción y al arte del álbum The Number of the Beast, desató controversias, especialmente en Estados Unidos, donde ciertos grupos religiosos acusaron a la banda de promover el satanismo. Rod Smallwood, mánager de la banda, explicó que el concepto detrás de la portada del álbum, donde la mascota Eddie controlaba al mismísimo diablo,  era preguntarse “¿Quién es realmente el malvado aquí? ¿Quién manipula a quién?”.

A pesar de las críticas y las protestas, que incluyeron quema de discos y manifestaciones fuera de los conciertos, la polémica no hizo más que incrementar la notoriedad del álbum y de la banda.

El éxito de The Number of the Beast y su impacto

El lanzamiento de The Number of the Beast el 22 de marzo de 1982 fue un éxito rotundo. El álbum alcanzó el número 1 en las listas del Reino Unido y se posicionó en el top 40 del Billboard 200 en Estados Unidos, catapultando a Iron Maiden a la fama mundial. La canción “Run to the Hills”, junto con otros temas como “Hallowed Be Thy Name” y la canción homónima “The Number of the Beast”, consolidaron a la banda como iconos del metal en la decada de los ’80 y, por ende, en el resto de su trayectoria.

El éxito de “Run to the Hills” no solo reflejó la madurez de la banda, sino que mostró la capacidad del heavy metal para abordar temas serios y ofrecer críticas sociales a través de una combinación de música y narrativa poderosa. Hasta el día de hoy, la canción sigue siendo un punto culminante en los conciertos de Iron Maiden.

El legado de “Run to the Hills”

Más de cuatro décadas después de su lanzamiento, “Run to the Hills” sigue siendo una de las canciones más queridas y reconocidas de Iron Maiden. Su éxito cimentó la reputación de la banda y preparó el terreno para futuros proyectos. El álbum The Number of the Beast es considerado uno de los mejores discos de heavy metal de todos los tiempos, y “Run to the Hills” ha dejado un legado imborrable como la canción que cambió el destino de Iron Maiden y demostró que el metal podía ser tanto entretenido como profundo.

Sergi Ramos