Gear Talk: Michael Amott (Arch Enemy)
Figura reverenciada como pocas y una de las piezas clave en el sonido y estilo de guitarra del death metal melódico sueco.
Su trabajo en el seminal ‘Heartwork’ de Carcass se tendría que estudiar en la universidad, pero lo que ha logrado con Arch Enemy en el siguiente tramo de su carrera (llevar el metal extremo al gran público) es digno de elogio. Nos sentamos en Barcelona con el recién levantado guitarrista Michael Amott.
Sus tiernos inicios
Comencé a tocar a la temprana edad de 13 años. En aquella época era muy popular tocar la guitarra. Tenía a varios amigos que tocaban la guitarra en mi entorno y me fue picando el gusanillo. Algunos de ellos venían a mi misma clase y les dieron unas guitarras muy antiguas, así que nos pusimos a aprender por nuestra cuenta. Uno tocaba rítmica y otro tocaba melodías. De ese modo fuimos aprendiendo a hacer las cosas. Era divertido ir probando. Mi primera guitarra la conseguí a los 14 años. Era una copia de una Les Paul de marca coreana, una Arirang que se asemejaba a una Les Paul Sunburst.
El valor de ser autodidacta
Fui autodidacta y nunca acudí a lecciones de ningún tipo. Quizá a veces me esfuerzo más porque siento esa falta de educación formal con la guitarra. No obstante, en directo estoy en mi zona de confort con Arch Enemy y las otras bandas con las que toco. Es mi música, son las cosas que yo he compuesto y me siento cómodo con ellas.
No soy un músico de versiones, no puedo tocar cualquier canción sin más. Tampoco sé leer música. Tengo un buen sonido, un buen feel y un buen tono, mi propio estilo, pero no tengo el conocimiento suficiente para tocar con otra gente en un formato de jam o similar. Normalmente enseño lo que tengo en la cabeza con la guitarra; creas tu propio lenguaje, dices: “es como aquel solo de Slayer pero sin aquella parte y tal y cual”. Así te consigues comunicar.
Fiel a la V
Me compré la primera V en 1993, era una de Gibson. La toqué una temporada y luego me la robaron, aunque la recuperé unos años después. Es bueno tener una V porque me sienta muy bien tocarla. Creo que mi lenguaje corporal está hecho a medida de tocar una V. Por otra parte, todos mis músicos favoritos tocan guitarras V: Michael Schenker, Dave Mustaine, etc.
Cañero pero melódico
Siempre busqué el sonido de un K. K. Downing y Glenn Tipton o un Dave Murray y Adrian Smith. Me gustan las partes de guitarra con melodía y armonía, los buenos solos que te dicen algo. Si estoy creando música, la guitarra no es un instrumento para mostrar mi técnica, sino para aportar un contenido emocional a la canción. Pienso que la música debería ser así. Hay música progresiva que está hecha para músicos, donde tienes que contar compases y tienes tempos complejos pero eso no consigue comunicarle nada al gran público. Yo soy más sencillo. Una de mis bandas favoritas es Scorpions: son heavies pero tienen una gran cantidad de melodía.
La ¿nueva? ola de guitarristas
Cuando escucho a nuevos guitarristas y suenan a mí es divertido. Hay muchos grandes músicos hoy en día, pero vivimos en una época en la que hay mucho guitarrista de YouTube. Mucha gente que toca de manera muy técnica y que no conecta en absoluto conmigo.
Gary Moore como inspiración
No suelo meterme en YouTube a seguir tutoriales, pero puedo pasarme un buen rato viendo videos de Gary Moore tocando en directo. Consigo más haciendo eso que viendo a shredders jugando a ser los mejores. Gary Moore hizo grandes cosas con Thin Lizzy, especialmente en ‘Black Rose’. No obstante, luego se fue y montó su carrera en solitario con el hard rock e hizo grandes discos como ‘Dirty Fingers’, por ejemplo. Canciones como “Empty Rooms” o discos como ‘Corridors Of Power’ se hallan entre mis favoritos. Luego se puso a hacer blues y, aunque no es una opinión muy popular, me encanta su carrera en ese género. ‘Still Got The Blues’ es un álbum tremendo de principio a fin. El concierto de Montreux de esa gira es brutal. Un tema como “The Messiah Will Come Again” de Roy Buchanan, del cual tengo los dos primeros trabajos, cobraba nueva vida en manos de Moore.
Tiene un picking muy rápido pero lo hace con mucha actitud y sentimiento. No quiero sonar amargado, pero no me gusta el estilo frio y sin emoción. Intento no ser muy cerebral cuando toco, siempre intento tocar con el estómago o el corazón. Claro que necesitas una determinada técnica para tocar el material de Arch Enemy, pero intentas que sea la mínima necesaria. Cuando llega el solo, si estoy cómodo, me abstraigo y me voy a otra dimensión.
El tema más complejo de Arch Enemy
Hay algunas canciones de gran velocidad donde vamos al límite. Es complicado tocar bien esas canciones y corretear por el escenario proyectando mucha energía. Canciones como “Nemesis” o “The World Is Yours” necesitan que seas un guitarrista bastante solvente para poder tocarlas. Necesitas tener un picking muy rápido, como Metallica o Slayer, pero a la vez necesitas tener un gran vibrato para las armonías. Siempre estamos a medio camino entre dos mundos distintos, el del metal extremo y el hard rock y heavy metal tradicional.
Su rutina de calentamiento
Toco mejor si he calentado. A menudo interpreto alguna de las canciones nuevas o repaso algunos de los solos. No estoy calentando junto a una claqueta ni nada por el estilo. No hago escalas ni nada de eso. Simplemente me hago amigo del instrumento durante un rato antes de salir a escena. En ocasiones no puedes porque estás en un festival y tus guitarras están en el escenario y tu camerino a 600 metros, así que haces lo que puedes.
El rig de Michael Amott
El técnico de Michael Amott es el afable Dirk Breenkötter, un alemán que ha trabajado con Helloween, U.D.O., Primal Fear e infinidad de bandas. Michael nos lo presenta y nos explica con todo detalle la configuración de sonido del británico. “Llevamos tres guitarras de gira”, explica el técnico. “Una es una versión custom de su Dean Tyrant y la otra es una versión como la que se encuentra en las tiendas. La custom se puede conseguir también bajo demanda. También tenemos la Splatter, la de la sangre, que es la más conocida. Normalmente lleva cinco guitarras de gira y las va rotando, pero en este tour hay solo tres. Las cuerdas de Michael son Rotosound del 11 al 59.
Todas las guitarras de Michael están en la misma afinación, en C- standard. Su señal va a un transmisor y de ahí a un Line6 G90 y de ahí llega a un rack. El rack es un wah de Dunlop que pasa por un overdrive y que a su vez pasa por un GSP 1101 de Digitech con el firmware C63, que no es el standard, sino uno que salió después. Esto lo llevamos a dos cabezales JVM Marshall que pasan a una pantalla que está en el escenario con 2 micrófonos. Nuestro técnico de guitarra tiene cuatro pistas de guitarra viniendo por cada lado, de modo que puede escoger lo que es mejor para el recinto”.
Los efectos están preparados para que Amott pueda correr con fluidez por el escenario sin tener que preocuparse de estar cerca de su pedalera para lanzarlos. “Con los GSP de Digitech podemos tirar los efectos. Los efectos los hacemos con un midi desde un sistema informático que está ligado a la batería. Si las cosas están como deben, el cambio se hace automático y sino lo tienes que hacer manualmente. Al menos tienes la opción. Si estás en la otra punta del escenario y tienes que cambiar de guitarra solista a guitarra rítmica, puedes hacerlo automáticamente. Si algo falla, puedes hacerlo manualmente llegando a tiempo a tu pedalera”.
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