El cuarteto de Los Angeles formado por Vince Neil, Mick Mars, Nikki Sixx y Tommy Lee ha protagonizado grandes escándalos a lo largo de su trayectoria pero también nos ha entregado algunas de las joyas del glam y el hard rock hasta la fecha.

Cuando Nikki Sixx decide abandonar el proyecto de glam californiano London -banda en la que habían militado conocidos músicos de la escena como Izzy Straddlin (Guns N’ Roses), Blackie Lawless (W.A.S.P.), Steven Adler (Guns N’ Roses) o el propio Slash (Guns N’ Roses)-, el bajista decide armar su propio proyecto de hard rock junto al baterista Tommy Lee y el vocalista y guitarrista Greg Leon. La primera formación sufrió algunos cambios antes de estabilizarse con la entrada de Mick Mars como guitarrista y Vince Neil como vocalista, reemplazando al mencionado Leon y, de esta forma, dando vida a lo que en un principio se planteaba bautizar como Christmas y lo que finalmente acabó conociéndose como Mötley Crüe.

La vida de excesos protagonizada por Sixx, Lee, Mars y Neil ha dado muchísimo de qué hablar durante sus cuatro décadas de trayectoria, protagonizando algunos de los titulares más llamativos y polémicos de la prensa musical. Eso algo que ya se ha documentado tanto en “Los Trapos Sucios” y su adaptación cinematográfica “The Dirt”, autobiografía de la banda, así como en la biografía que el propio Nikki Sixx publicó en 2007 bajo el título de “The Heroin Diaries: A Year in the Life of a Shattered Rock Star”, por tanto tiene poco sentido hablar sobre las historias más rocambolescas de la banda, así que hablaremos hoy sobre su no tan extensa pero sí intensa discografía.

13. Generation Swine (1997)

El último de esta lista por razones más que obvias. ‘Generation Swine’ supone el regreso de Vince Neil a Mötley Crüe después del paso de John Corabi, pero el resultado de este regreso deja un regusto más que agridulce. La alargada sombra del siempre reivindicable ‘Mötley Crüe’ de 1994 hizo mella en la banda y trajo consigo un sonido que poco tenía que ver con los discos que hicieron de los Crüe una banda grande.

Ya desde el primer momento en que “Find Myself” entra en juego uno se da cuenta rápidamente de que este viaje no va a ser agradable, y es que ni si quiera la canción que da título al propio álbum tiene la pegada que otras canciones que han bautizado a los discos anteriores como “Girls, Girls, Girls”, “Too Fast For Love” o, cómo no, la soberbia “Shout At The Devil” y la potente “Dr. Feelgood”. La producción tampoco acompaña lo más mínimo, y es que ‘Generation Swine’ es un disco bastante regular incluso para una banda pequeña.

12. The Dirt Soundtrack (2019)

Los álbumes recopilatorios no deberían aparecer en ningún listado puesto que comúnmente suelen hacer un repaso por la trayectoria de una banda rescatando lo más destacable de cada lanzamiento y no aporta nada nuevo. En el caso de ‘The Dirt Soundtrack’, como el de otro que veremos más adelante, esto cambia ligeramente. El mencionado recopilatorio logra reunir las catorce canciones más exitosas de la banda con un añadido especial, y es que la banda se reunía cuatro años después de anunciar su retiro permanente para grabar tres nuevas canciones con motivo del estreno de su película autobiográfica “The Dirt”.

“The Dirt (Est. 1981)” es, de largo, la mejor de estas tres nuevas canciones, pero lo más destacable de ello es la participación del guitarrista John 5 como compositor, quien se encarga de sustituir a Mick Mars a las seis cuerdas en la actualidad. Quizá lo menos interesante de este álbum recopilatorio sea la cover de “Like A Virgin”, aunque no es tan desagradable como la versión actualizada del “Shout At The Devil” que incluía ‘Generation Swine’ en 1997.

11. Theatre of Pain (1985)

Después de haber puesto el panorama patas arriba con dos auténticos bombazos como ‘Too Fast For Love’ y ‘Shout At The Devil’ quedaba por ver si la banda era capaz de mantener el nivel de estos dos primeros discos o si, por el contrario, el éxito les hacía perderse en su propio bosque de excesos. En ‘Theater Of Pain’ hay un poco de ambos, pues la banda logra mantener un nivel compositivo bastante adecuado, teniendo en cuenta la cantidad de cosas que pasaron en un corto período de tiempo, pero sin embargo no hay la frescura y vigorosidad que caracteriza sus anteriores trabajos y eso es algo que ya solo con escuchar “City Boy Blues” queda más que claro.

Hay un par de éxitos en ‘Theater Of Pain’ que han acompañado a la banda a lo largo de los años, sobre todo el himno “Home Sweet Home”, pero que lo más destacado del álbum sea la exitosa cover “Smokin’ In The Boys Room» de Brownsville Station dice mucho de un disco que, en ocasiones, se hace pesado. “Raise Your Hands To Rock” no está nada mal, y “Tonight (We Need A Lover)” está francamente bien, e incluso “Use It Or Lose It” cuenta con un riff de lo más pegadizo que es difícil olvidar una vez lo escuchas, pero en términos generales es un disco que roza el aprobado y que no destaca.

10. Quaternary (1994)

Una rara avis en la discografía de los Crüe. Este EP de cinco canciones muestra géneros tan dispares como interesantes, y es que cada miembro de la banda por aquel entonces, con John Corabi al frente, se encargó de componer una de las canciones del mini álbum producido, de nuevo, por Bob Rock. ‘Quaternary’ amplía el registro que la banda había puesto en práctica en su disco homónimo publicado ese mismo año, con un sonido más cercano al grunge y al metal alternativo que el hard rock que la banda practicaba en sus primeros años de vida.

Como curiosidad, “Planet Boom” -compuesta por Tommy Lee-, se incluyó en la película protagonizada por su entonces esposa Pamela Anderson titulada “Barb Wire”, que para aquellos que estén familiarizados con la serie “Pam & Tommy” (2022) reconocerán al instante. Poco más que eso y “Babykills” se puede destacar de este EP, que sin embargo se disfruta de principio a fin y además extiende ese álbum que tantos detestaron en 1994 con un John Corabi en estado de gracia.

9. Carnival Of Sins Live (2006)

Al igual que ‘Quaternary’ y ‘The Dirt Soundtrack’, este álbum per se no tiene mucha cabida dentro de su discografía en estudio pero nos muestra el sonido de la banda en vivo, algo que su anterior disco en directo ‘Live: Entertainment Or Death’ de 1999 no logra capurar en su máximo esplendor. Para mi gusto, el Tracklist de este directo es mucho más interesante que el de los otros dos discos en directo de Mötley Crüe y además cuenta con un DVD que recoge su soberbia actuación en el Van Andel Arena de Grad Rapids (Michigan) grabada el 27 de abril de 2005.

Mucho se ha hablado además de la capacidad vocal de Vince Neil y os puedo asegurar que, habiendo visto en directo a Mötley Crüe hace unos meses, este directo supera con creces el estado actual de la banda. Puede parece algo obvio, pero es que Vince casi no vocalizaba en los ’90 y, por sorprendente que parezca, aquí lo hace muy bien.

8. Decade Of Decadence 81–91 (1991)

No tendría sentido incluir otro álbum recopilatorio en esta lista a no ser que tenga justificación posible. En este caso, veo necesario hablar de ‘Decade Of Decadence 81-91’ puesto que, a diferencia de ‘The Dirt Soundtrack’, este incluye lo que en aquel momento era una canción inédita que se ha convertido además en uno de los imprescindibles de la banda, “Primal Scream”. Esta canción marcaría el fin de la primera etapa de Mötley Crüe, con los últimos resquicios de ‘Dr. Feelgood’ antes de meterse de lleno en la etapa con John Corabi y los cambios que ello comportó en su momento.

Además de “Primal Scream” hay otra canción que hasta aquel momento no se había publicado, “Angela”, que no tiene tanto tirón como la primera. La banda además incluye una cover de “Anarchy In The U.K.” de Sex Pistols, que la banda ha interpretado en vivo a lo largo de los años de forma regular.

7. New Tattoo (2000)

El nuevo milenio trajo consigo cambios significativos en el seno de Mötley Crüe. El propio Tommy Lee abandonaría la formación para formar su proyecto Methods Of Mayhem ya que pensaba que el regreso de Vince Neil retrasaba el avance de la banda y, en consecuencia, fue reemplazado por el baterista Randy Castillo. No obstante, la banda decide regresar a sus raíces para recuperar el hard rock que había caracterizado sus primeros discos y entrega un álbum que se mantiene fiel a su estilo combinándolo con una producción más actual.

‘New Tattoo’ no será el favorito de sus seguidores, pero sin duda incluye algunas de las canciones más interesantes que la banda ha compuesto en las dos últimas décadas como “Treat Me Like The Dog I Am” o la divertida “Porno Star”. Mención a parte merece la portada que homenajea al álbum ‘Tattooed Millionaire’ de Bruce Dickinson, en parte mofándose del vocalista cuya mujer, se dice, le fue infiel a Dickinson con Nikki Sixx.

6. Mötley Crüe (1994)

Puede parecer un suicidio colocar a su álbum homónimo en una posición tan alta del listado, pero realmente es una clasificación premeditada. Lo que Mötley Crüe quiso hacer en los ’90, cuyo lema era “renovarse o morir”, los llevó a reinventar su sonido con bastante acierto.

Si bien no tiene mucho que ver con sus anteriores discos, canciones como “Hammered”, la inicial “Power To The Music” o la conocida “Hooligan’s Holiday” demuestran con creces por qué hay que reivindicar un álbum como ‘Mötley Crüe’. Tanto este álbum como ‘Quaternary’, del que he hablado más arriba, forman un combo perfecto.

5. Saints of Los Angeles (2008)

Último disco de la banda hasta la fecha, y aunque todo apuntaba a que así sería para siempre viendo cómo estaban las cosas, no lo tengo tan claro después de fichar a John 5 como guitarrista. De todas formas ‘Saints Of Los Angeles’ es uno de los discos más sólidos de carrera en términos generales, y es que aquí todo está en su sitio, todo suena como debe sonar y no hay resquicios de los experimentos de décadas anteriores, por tanto el resultado final es más que satisfactorio.

Es probable que ‘Saints Of Los Angeles’ carezca de la frescura de sus primeros trabajos pero es una gozada escuchar el bajo de Nikki cuando ‘Face Down In The Dirt’ entra en acción y la batería de Tommy Lee hace acto de presencia a continuación. Además de la canción que da título al propio álbum, hay un par de temas de lo más interesantes en este disco como “Welcome To The Machine”, que nada tiene que ver con la canción de Pink Floyd, y la profunda “Down At The Whiskey”.

4. Girls, Girls, Girls (1987)

Aquí es donde la cosa se pone seria. Después del desliz que supuso ‘Theatre Of Pain’ en su carrera, Mötley Crüe regresa más fuerte que nunca insuflando de vida sus nuevas composiciones y dando como resultado un disco de lo más variado, adaptando su sonido a los tiempos que corrían dejando de lado la faceta más punk de sus dos primeros trabajos para abrazar de lleno el glam rock que estaba a la orden del día en aquel momento.

“Wild Side” abre el álbum de la forma más enérgica posible, dando paso a una festiva “Girls, Girls, Girls” que sintetiza a la perfección todo lo que encontramos en un disco donde todo funciona y nada está fuera de lugar. Si “Bad Boy Boogie” hubiese estado en ‘Shout At The Devil’ estaríamos hablando de un himno a día de hoy.

3. Too Fast for Love (1981)

El álbum debut de Mötley Crüe es macarra a más no poder. Desde la inicial “Live Wire” con la que nos recibe el propio disco, queda constancia desde el primer segundo de la rapidez con la que Crüe trabajaba en aquel momento. Punk y rock se dan cita en un álbum sorprendentemente fresco y demoledor en el que hay cabida para cortes más sosegados y directos como “Piece Of Your Action” o la melódica “On With The Show”.

Si bien aún no habían acabado de pulir la fórmula de estos primerizos discos, la voz de un imberbe Vince por aquel entonces sonaba más que convincente. El cuarteto brilla con luz propia en canciones como “Starry Eyes” y la festiva “Public Enemy #1”, aunque a veces se echa de menos que la banda recupere estas canciones para sus directos.

2. Dr. Feelgood (1989)

Llegados a este punto es muy difícil escoger qué disco de los restantes se queda con el primer puesto. Si bien ‘Dr. Feelgood’ es un álbum colosal, para mi gusto no reúne todos los requisitos para estar en el primer puesto del ranking, pero se queda más que cerca de ocupar esa posición.

Aquí todo funciona y de qué manera. Desde la brutal “Dr. Feelgood” hasta la sentimental “Don’t Go Away Mad (Just Go Away)”, pasando por la demoledora y festiva “Same Ol’ Situation (S.O.S.)”, todo está perfectamente equilibrado. Nada malo se puede achacar a un álbum que puso el listón lo más alto posible, entregándonos himnos de la talla del omnipresente “Kickstart My Heart”, que ya forma parte de la cultura popular.

1. Shout at the Devil (1983)

Llegados a este punto solo queda rendirnos ante los pies del segundo trabajo del cuarteto californiano. No hay pega posible ante un disco con vida propia que arranca con una oscura y siniestra “In The Beginning” que rápidamente enlaza con la imprescindible “Shout At The Devil”. La voz de Neil en “Too Young To Fall In Love”, el bajo de Sixx en “Danger”, los redobles de batería de Lee en “Red Hot” o las guitarras de Mars en “Bastard”, todo suena como debe sonar en un álbum que sigue manteniendo el punto macarra de su debut y que abraza el heavy metal de una forma que solo ‘Shout At The Devil’ podría hacer.

Mención a parte se merecen canciones como “Knock’em Dead, Kid” o la enigmática “God Bless The Children Of The Beast”, donde el trabajo de guitarra es sobresaliente. “Looks That Kill” ya se ha convertido en uno de los himnos del heavy metal por antonomasia junto a la canción que da título al propio álbum, y no es para menos.