Discos de Metallica de peor a mejor
Solo con el título de este artículo, la polémica está asegurada. Cada persona tiene una serie de criterios, y al igual que tú tienes los tuyos, yo tengo los míos y el resto de personas también, por eso esta lista de discos de Metallica probablemente no tendría el mismo orden.
Es la banda más grande en la historia del metal, guste su música o no, y que no hubiese hasta ahora un ranking en la web de sus discos (cuando hay de otras bandas como de Iron Maiden, por ejemplo), era significativo.
Entre los álbumes escogidos en esta lista de discos de Metallica de peor a mejor se han quedado fuera sus directos (salvo uno que se puede ver más adelante) y el último ‘S&M2’ porque aún debe «reposar» un poco más para ver en qué puesto se colocaría, de modo que vamos a centrarnos solo en lo que es su faceta compositiva pura. Sin más dilación, aquí cuáles y por qué son los discos de peor a mejor de Metallica:
14- Lulu (2011)
La amistad entre Metallica y el difunto Lou Reed, que en paz descanse, por desgracia, no llegó a buen puerto a nivel musical. El disco que lanzaron en 2011 ha sido el que ha traído consigo más críticas negativas, burlas, y, en los tiempos en los que estamos, memes.
Ninguna de las diez canciones que hicieron se salva. Esa unión del particular estilo de Lou no cuaja en absoluto con la parte instrumental de Metallica, y parece un ensamblaje de pistas que no lleva a ninguna parte. Quizás alguna de las partes instrumentales como en “Mistress Dread” con su velocidad podría haber sido aprovechada por Metallica para un mejor fin en la posteridad, pero ‘Lulu’ es sin ápice de dudas lo peor que han publicado en su carrera.
Es una verdadera pena que esta fusión de artistas de gran calado como Lou Reed y Metallica diese este resultado, porque han sido grandes figuras en la historia de la música, no obstante, su unión es mejor olvidarla y hacer como que no ha sucedido.
13- Beyond Magnetic (2011)
Hay una gran cantidad de gente, incluso aficionados de Metallica, que ni siquiera conocen la existencia de este EP que lanzó la banda en 2011. Básicamente, para no andarnos con eufemismos, se trata del conjunto de “sobras” que quedaron terminadas después de lanzar en 2008 ‘Death Magnetic’.
4 temas que si se los hubiesen ahorrado nadie se hubiera molestado ni hubiera dicho nada. Intentaron darle bombo a este trabajo con la inclusión de “Hell And Back” en su gira del 20º aniversario del ‘Black Album’ dentro del setlist, pero ese tramo era sin duda el típico en el que los fans pensaban: “pues podrían haber tocado otra de las buenas”.
Con la perspectiva de los años y al ver que en 2011 Metallica lanzó tanto este ‘Beyond Magnetic’ como ‘Lulu’, se podría decir que este es el peor año del grupo en su trayectoria -a nivel discográfico- a colación de los trabajos que publicaron.
12- St. Anger (2003)
Otro gran foco de las críticas a lo largo de los años ha sido el primer álbum que sacó Metallica en el siglo XXI. ‘St. Anger’ fue un paso extraño en su carrera. El estilo que practicaron no lo habían tocado antes ni lo han vuelto a hacer, y es que en ‘St. Anger’ los solos de guitarra brillan por su ausencia.
Bob Rock grabó el bajo ya que Jason Newsted ya no formaba parte de las filas del grupo, motivo por el cual su presencia en el disco es totalmente intrascendente. Las guitarras agresivas hicieron buenos temas como el homónimo, “Frantic”, “Some Kind Of Monster” o “The Unnamed Feeling”, pero claro, si se compara con cualquier precedente de los grandes éxitos de Metallica, no tiene nada que ver.
Si algo resalta de ‘St. Anger’ es el inconfundible sonido de la batería de Lars Ulrich. Aunque se han hecho muchas bromas, el parecido de su kit, en concreto el de la caja, al de una batería pero de cocina es real, y eso enfadó y decepcionó a muchos fans porque la banda más grande de la historia del heavy metal no es digna de un sonido como ese en estudio. No está tan mal como parece, sin embargo, entre el tema del bajista, el sonido de la batería y los problemas en torno a James Hetfield sobre todo con su rehabilitación ensombrecieron este disco.
11- Load (1996)
En este y el próximo llega una dura disputa por el décimo puesto. Dos discos que empezaron a recoger la bilis de muchos de los fans molestos por el cambio radical de estilo. Como pasa con varios discos de Metallica, este ‘Load’ no es que sea malo, pero los precedentes tenían el listón tremendamente alto, y este no cumple las expectativas.
Tiene buenas canciones como “Until It Sleeps”, “King Nothing”, la emotiva “Hero Of The Day” o las que más destacan entre las (demasiadas) 14 que componen el redondo: “Bleeding Me” y “The Outlaw Torn”. El problema es que desde este trabajo empezó a haber relleno a mansalva, y eso hizo que el nivel no pudiera sostenerse (y más con el añadido del cambio de estilo).
El thrash ya no hacía cabalgar a los cuatro jinetes, y es que sus melenas que volaban a la par de sus veloces riffs se habían ido en detrimento de un sonido más pausado con un toque totalmente distinto. Mucha gente cataloga este disco como el inicio del declive de Metallica.
10- Reload (1997)
La otra pieza que en este caso está un pequeño peldaño por encima de la primera parte, de ‘Load’. Si ‘Reload’ está un poco mejor situado en esta lista no es porque tenga muchas más canciones mejores que su antecesor -de hecho quizás es alguna menos-, sino porque de este álbum al menos salieron hits que han perdurado.
Las dos piezas que han quedado para el recuerdo de este trabajo por encima del resto han sido “Fuel”, que es la más querida dentro de este periodo que inició Metallica, y “The Memory Remains”, donde esos coros de Marianne Faithfull han hecho levantar las voces al unísono de decenas de miles de personas al mismo tiempo en los directos de la banda.
Las otras dos que también sobresalen (en menor medida) son “Devil’s Dance” y “The Unforgiven II”. Esta última es la segunda parte de esta -por el momento- trilogía, y aunque no llega a tener el nivel de la anterior, no es una mala canción. El problema básicamente viene cuando, después de estos cuatro temas, que casualmente son los primeros de ‘Reload’, los otros 9 podrían habérselos ahorrado. Si hubieran fusionado lo mejor de ‘Load’ y ‘Reload’ en lugar de sacar tanto relleno, quizás otro gallo cantaría, pero como no ha sido así, las críticas llegaron para quedarse.
9- Garage Inc. (1998)
El siguiente a los dos LPs mencionados justo arriba fue el doble disco de versiones ‘Garage Inc.’. Es cierto que carece de la originalidad que al menos tenían los dos previos ya que habían sido compuestos por Metallica, pero lo que consiguió la banda con algunas de las canciones de este doble disco de covers es algo muy destacable.
Sin ir más lejos, mucha gente conoce el “Whiskey In The Jar” de Thin Lizzy gracias a los cuatro jinetes, y es que su versión de este tema ha traspasado fronteras y su volumen de escuchas en plataformas como Spotify es inmenso.
Esto mismo ha pasado con otros cortes de ‘Garage Inc.’ como “Die, Die My Darling” o “Last Caress / Green Gell” de The Misfits, “Stone Cold Crazy” de Queen, “Breadfan” de Budgie, “So What” de Anti-Nowhere League, “Turn The Page” de Bob Seger, “Helpless” o “Am I Evil” de Diamond Head y muchas más. Que el público llegue a creer que una canción es tuya y que por eso descubran a ese grupo que ha influenciado a la banda más grande del heavy metal no es moco de pavo, por lo que por eso se sitúa en este puesto de la lista.
8- Hardwired…To Self-Destruct (2016)
El último disco de estudio hasta la fecha de Metallica se sitúa un poco en tierra de nadie en lo que engloba la clasificación de su discografía. Los adelantos que sacó la banda daban lugar a pensar de que podría haber un retorno a los Metallica primigenios, pero cuando salió al completo a la venta todo se diluyó.
“Hardwired” tiene ese toque de velocidad y frenesí que tanto se le achaca que el grupo no lleva a cabo en los últimos tiempos, y “Atlas, Rise” era una reminiscencia al heavy metal ochentero con un estribillo “muy Iron Maiden” con sus melodías de guitarras. Sin embargo, aunque luego se salvan (con nota) otros temas como “Moth Into Flame”, “Halo On Fire” y sobre todo “Spit Out The Bone” (esta última podría estar dentro de su mejor época sin desentonar), el resto volvió a ser relleno en un trabajo del cual se podrían haber ahorrado varias canciones como “ManUNkind” o “Am I Savage?” (por escoger un par).
Está claro que, con la evolución (denominada por parte del público como involución) de Metallica, en 2016 no iban a sacar algo similar a lo de tres décadas antes, pero este ‘Hardwired…To Self-Destruct’ tiene sus puntos álgidos como los citados, y en directo dichos cortes funcionan bastante bien.
7- Death Magnetic (2008)
Los precedentes de los últimos cuatro trabajos de estudio (‘Load’, ‘Reload’, ‘Garage Inc.’ y ‘St. Anger’) hacían que el temor a la hecatombe final de Metallica se produjese con la salida de ‘Death Magnetic’ en 2008, pero la banda salvó la papeleta con este álbum.
Es cierto que ninguno de sus temas se ha convertido en un hit de la talla de los ’80 o del disco homónimo, pero canciones como “The Day That Never Comes” ha sido catalogada por mucha gente como una reencarnación de “One” por su parecido en la estructura (y salvando las distancias), “All Nightmare Long” es un tema del agrado de la mayoría, “The Unforgiven III” completa esa trilogía hasta la fecha y el resto de cortes no suenan a relleno como sí sucede en otros trabajos.
“My Apocalypse” le da el toque de velocidad junto a “That Was Just Your Life” (cierre y apertura respectivamente), “Suicide & Redemption” hizo regresar el apartado instrumental al estilo de los ’80 y las demás apoyan de manera decente el resto. Es el intento más claro de Metallica de volver a sus orígenes, y pese a que es prácticamente improbable que eso suceda, este ‘Death Magnetic’ cumplió su función.
6- S&M (1999)
A lo largo de su carrera, Metallica ha lanzado bastantes discos en directo como ‘Live Shit: Binge & Purge [Live In Mexico City]’ (1993), ‘Metallica: Through The Never’ (2013) -el de su película- o el más reciente ‘Helping Hands…Live & Acoustic At The Masonic’ (2019) con su fundación All Within My Hands, pero hay uno que sobresale.
’S&M’ corresponde al directo que Metallica llevó a cabo con la Orquesta Sinfónica de San Francisco, y a pesar de no ser un disco de estudio, merecía estar en esta lista por su trascendencia en la carrera de la banda y en su discografía. Una gran cantidad de grupos han tocado con orquestas, pero si hay un referente en este aspecto, ese siempre ha sido Metallica con su concierto de 1999.
Las versiones con orquesta de “Of Wolf And Man”, “The Outlaw Torn” engrandecen las originales, la inclusión de novedades como “No Leaf Clover” y “- Human” quedaron ideales en su repertorio, pero sobre todo el inicio épico con “The Call Of Ktulu” y el final, aún más grandioso, con “Battery” hace del ’S&M’ una pieza única digna de situarse al pie del repoker inexpugnable de Metallica. Habrá que ver cuándo lanzan el ’S&M²’ que grabaron en 2019 por el vigésimo aniversario del primero justo antes de que James Hetfield volviera a un centro de desintoxicación, pero parece que el original no lo superaron dado su alto nivel.
5- Metallica (1991)
El gran cambio de Metallica. La banda se pasó a un sonido más contundente que perdía esas raíces thraseras y que le aportaba un toque mucho más comercial para un público generalista. Mucha gente criticó este movimiento estilístico del grupo, pero eso no impidió que la base de fans de Metallica se incrementase de manera exponencial.
Si hay dos canciones que el público más alejado del metal es probable que conozca de la formación norteamericana esas son “Enter Sandman” y, sobre todo, la balada “Nothing Else Matters” (esta última también se hizo aún más popular cuando la versionó Lucie Silvas ya que hizo que llegase a un sector aún más contrario a los sonidos duros que descubrió a Metallica).
Otros temas que también son archiconocidos y que sentaron las bases de “los nuevos Metallica” (gusten más o menos) fueron la potente “Sad But True” y otra balada (de un corte más progresivo en su estructura) “The Unforgiven”. Este ‘Metallica’ o ‘Black Album’ como también se le conoce tiene otros grandes hits como “Wherever I May Roam”, “Through The Never”, “Don’t Tread On Me” u “Of Wolf And Man” -por mencionar algunos-, y por esa batería de cortes que han marcado una nueva época, este homónimo se coloca en el quinteto de mejores trabajos de Metallica.
4- Kill ‘Em All (1983)
La génesis de Metallica. Ningún disco se ha parecido al debut allá por 1983 posteriormente, por lo que este decálogo de canciones es único y facilitó a la banda iniciar su carrera por todo lo alto. Desde el homónimo citado, cualquiera podría estar en lo alto, y de hecho ‘Kill ‘Em All’ es el favorito de muchos aficionados que se aferran a esa autenticidad de Metallica en su arranque.
Si algo caracteriza este álbum es la búsqueda de desatar la furia que llevaban dentro en forma de música. Esa mezcla de punk y metal que se tradujo en este gran disco de thrash es un debut a la altura del legado posterior que ha asentado Metallica. “Hit The Lights” comienza este trabajo, que no da tregua con “The Four Horsemen”, “Motorbreath” y “Jump In The Fire” a continuación.
“(Anesthesia) Pulling Teeth” dejó claro la importancia del bajo de Cliff Burton en una pieza para enmarcar que desemboca en “Whiplash”, uno de los clásicos de este ‘Kill ‘Em All’. “Phantom Lord” y “No Remorse” prosiguen la fiesta para desembocar en esa canción que tantas veces ha concluido de manera épica los conciertos de Metallica: “Seek & Destroy”. La traca final llega con “Metal Militia”, pura tralla con un frenetismo que refleja lo que transmitía el grupo en su origen. No podían haber tenido mejor pistoletazo de salida en su trayectoria.
3- Ride The Lightning (1984)
Con este se podría decir que es con el álbum con el que Metallica cuajó la base del sonido y el estilo que les ha hecho únicos en la historia. Después de la velocidad y la rabia de su debut ‘Kill ‘Em All’, con la formación ya más estabilizada que en la composición del primero, cuando algunos puestos como el de Dave Mustaine bailaron y con Kirk Hammett ya como dueño y señor de la parte solista (con el permiso de James Hetfield cuando se decantase por “solear”) empezó de verdad el legado de Metallica.
La estructura en referencia al orden del tracklist de ‘Ride The Lightning’ fue una tónica a seguir en los siguientes trabajos, y es que el resultado de este fue tan efectivo que ¿para qué cambiarlo salvo pequeños detalles? Un cañonazo para abrir como “Fight Fire With Fire”, el tema título después, de un estilo menos rápido pero más “Metallica”, la contundente, simple y efectiva “For Whom The Bell Tolls”, la primera balada con ese in crescendo tan épico “Fade To Black”… demoledor.
No se queda ahí, y es que la velocidad regresa con “Trapped Under Ice” y “Escape” para dejar paso a otro himno con el que las masas gritan sin parar “die, die, die…” al unísono: “Creeping Death”. La instrumental “The Call Of Ktulu”, que se popularizó también 15 años después con el ’S&M’ mencionado, es la pieza instrumental la cual cierra el álbum de manera épica. Sería el mejor LP probablemente del 95% de bandas que te eches a la cara, pero el nivel de Metallica es muy alto y aquí se queda con la medalla de bronce.
2- Master Of Puppets (1986)
‘Master Of Puppets’ es el disco que siempre suele aparecer en el top 1 de todas las listas en las que se clasifican los discos de Metallica (y en los puestos más altos de las que engloban los mejores discos de metal de la historia). Aquí podría estarlo perfectamente, pero no ha sido el caso.
“Battery”, que da comienzo a este trabajo, se convirtió (y sigue siendo) en el tema rápido de Metallica más coreado por los fans, y es que es un cañón. Otro de una magnitud similar es el que cierra el álbum, “Damage Inc.”, donde el solo de Hammett es una delicia además del frenetismo del tema al completo. La homónima “Master Of Puppets” es simplemente un himno de la banda y del heavy metal, y la instrumental “Orion”, compuesta por el poco después fenecido Cliff Burton, es la más especial (y mejor) que ha publicado Metallica en su trayectoria.
No se queda aquí el disco, y es que la “balada” que recogería el testigo de “Fade To Black” es en este caso “Welcome Home (Sanitarium)”, otro temazo, y “Leper Messiah” y “Disposable Heroes” son otras dos que levantan a cualquiera del asiento y en la discografía de cualquier otro grupo serían top. “The Thing That Should Not Be” sería ese mínimo punto que no estaría a la altura del resto, pero claro, el nivel es demasiado alto en un álbum histórico.
1- …And Justice For All (1988)
Vale, el bajo fue directamente eliminado (muteado) de este disco, pero si Metallica tuvo un cenit en el ámbito compositivo, este fue con ‘…And Justice For All’. No tendrá tantos hits como ‘Master’ o ‘Ride’, pero las canciones que se pueden encontrar en este álbum en cuanto a sus estructuras y el impacto al escucharlas es enorme y elevó en muchos aspectos ese toque de “simplicidad” que se le podía achacar a Metallica con tiempos alejados del 4/4 habitual que a muchos cansa.
“One” es su obra maestra (y también con la que hicieron su primer videoclip), pero el tema título, “…And Justice For All” es espectacular en cuanto a sus melodías, ritmos y estructura, y canciones como “Blackened” y sobre todo “Dyers Eve” fueron las últimas piezas frenéticas que Metallica compuso en los siguientes 20 años (y las siguientes apenas se han acercado a la fuerza de estas).
Es difícil coincidir con la clasificación de estos últimos cinco discos ya que todos son muy buenos y recordados por ello, así que en vez de discutir por quién tiene razón en cuanto a su clasificación, mejor disfrutar de ellos (y del resto también). Veremos qué hace en el futuro Metallica para actualizar esta lista.
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