Metallica, AC/DC, Iron Maiden, Black Sabbath… todos estos grandes nombres tienen a sus espaldas unas grandes trayectorias. Discos que marcaron una diferencia para la posteridad, con los que hicieron historia.

No sería lo mismo sin el debut de Black Sabbath, sin el ‘Master Of Puppets’ de Metallica o el ‘Rust In Peace’ de Megadeth. Son bandas que forman parte del starter pack de todo aquel que quiera adentrarse en el rock y metal.

Pero las bandas legendarias también tienen cagadas legendarias. Raro es encontrar una discografía que no tenga un manchurrón que no la haga perfecta. Y ojo, no va por aquellos discos donde estos grupos se tiran de cabeza a la experimentación y tienen buen resultado. A veces, simplemente, una idea arriesgada con una mala ejecución puede resultar en un gran desastre del que todo el mundo se acordará por ello. O, si es muy malo, hasta se olvidarán de que existe. No pasa nada, esta lista es un repaso de los discos de mierda de las bandas más top.

St. Anger – Metallica

Una de las elecciones más obvias para este reportaje es ‘St. Anger’ de Metallica. Seis años después de ‘ReLoad’, los de San Francisco regresaron al estudio con un disco de lo más caótico. Y esto viene dado por varios factores que conformaban un ambiente muy tenso en la banda, como la marcha del bajista Jason Newsted y los problemas de alcoholismo y otras adicciones de James Hetfield. Esta atmósfera nada cómoda se percibe en su documental ‘Some Kind Of Monster’, que muestra sin filtros cómo fue el proceso de composición y grabación del álbum.

Con el productor Bob Rock a las cuatro cuerdas, finalmente lograron sacar a la luz en 2003. ‘St. Anger’ dio mucho que hablar, para bien y para mal. Aunque más bien para mal, pues el sonido no sólo era bien diferente a lo que el público de Metallica podría esperar sino que la producción es desastrosa. Quizá su intención de mostrar un lado de la banda más crudo era buena, pero el resultado es indudablemente el punto más bajo de su discografía. Sin contar, claro, con ‘Lulu’ puesto que no se considera un álbum de Metallica como tal al ser un trabajo hecho con Lou Reed. Un trabajo que tampoco agradó nada al público, por cierto.

Virtual XI – Iron Maiden

Los dos discos de Iron Maiden con Blaze Bayley a la voz no tuvieron buena acogida en absoluto. Y con razón. En especial ‘Virtual XI’, un disco de lo más soso y de baja calidad. Y de esto no solamente tiene la culpa Bayley, cuya voz no brilla en absoluto. También se debe a que la composición en general se ve bastante vaga, incoherente, mal ejecutada y desde luego que el resultado final así lo refleja. Alguna cosa se podría salvar, quizá si algunos temas estuviesen en otros discos con mejor producción y la voz de Bruce Dickinson podrían tener un enfoque mucho mejor. Pero definitivamente, este es el punto más bajo de la doncella de hierro.

Que conste en acta que en ningún momento se trata de desmerecer a Blaze Bayley como vocalista, sino que podría haber dado mucho más. Aún así, ni siquiera con otras voces se compensaría la gran falta de energía de las partes instrumentales. Un disco mediocre que al menos sirvió como punto de inflexión para dar un giro de 180 grados a su sonido, trayendo de vuelta al tan aclamado Bruce Dickinson y al guitarrista Adrian Smith junto a su siguiente trabajo, ‘Brave New World’, que volvía a la clásica fórmula de Iron Maiden de la que no debieron haber salido.

Forbidden – Black Sabbath

Una historia parecida a la anterior ocurrió en Black Sabbath con el álbum ‘Forbidden’. Descrito no solamente por los fans sino también por Tony Iommi como un auténtico desastre, por decirlo de forma educada. Era el año 1995 y se encontraban en una etapa en la que solamente quedaba él de la formación original y la salida de Geezer Butler no había sido muy amistosa. Junto a Toni Martin, Cozy Powell y Neil Murray en la formación, los Black Sabbath de aquel entonces entraron al estudio para dar vida a este álbum, producido por Ernie C (Body Count).

Quizá es que a veces las bandas necesitan tocar fondo para hacer un reset y volver a triunfar. El caso es que ‘Forbidden’ tuvo una muy mala recepción, siendo un trabajo que para nada encaja en la discografía de la banda ni en el sonido. Ni siquiera los padres del heavy metal se libran de haber metido la pata.

Diabolus In Musica – Slayer

Todavía nadie sabe qué les pasaba a Slayer por la cabeza cuando sacaron ‘Diabolus In Musica’ allá por 1998. Ni ellos mismos. Empieza bastante bien con “Bitter Peace”, que no dista demasiado de lo esperable en un disco suyo aunque se vislumbra ya un toque diferente. En cuanto salta al siguiente tema, se masca la tragedia. En los ‘90s pegaban muy fuerte el groove y el nu metal, y quizá pensaron que subirse al carro saldría bien. Pero no fue así.

Considerado posteriormente un disco infravalorado por muchos fans, este trabajo supone un bache en su discografía. Incluso los propios Slayer parecen no estar nada orgullosos de él, pues es el único al que no han hecho homenaje en su gira de despedida. Todo sea dicho, en comparación a otros discos de esta lista no está tan mal, pero desde luego que Slayer pueden hacerlo muchísimo mejor. Y que el nu metal no es lo suyo.

Super Collider – Megadeth

Otro de los discos que cualquiera se podría esperar en esta lista podría ser el ‘Risk’ de Megadeth, pero no es así. Porque hay algo todavía peor. Si bien para ‘Risk’ decidieron arriesgarse, valga la redundancia, y sacar un álbum totalmente incoherente con la banda con una calidad compositiva atroz, es indudable que al menos pusieron esfuerzo en ello. Salió mal, sí. Pero lo intentaron. El problema es que ‘Super Collider’ da una sensación de desinterés absoluto.

Esto da lugar a un disco plano, donde Mustaine y los suyos quisieron ir a lo más seguro y, pese a que la producción es decente, no lograron hacer un buen trabajo. Fue el último con Shawn Drover y Chris Broderick a la batería y guitarra respectivamente, y con la perspectiva actual se puede entender que Megadeth necesitaba urgentemente un cambio. No por ellos, sino por la dirección en general de la banda. El caso es que ‘Super Collider’ no tiene absolutamente nada memorable, excepto por algún tema suelto como “Kingmaker” el resto del disco es un aburrimiento.

Fly On The Wall – AC/DC

Que los australianos AC/DC se quedaron sin ideas es algo que se lleva diciendo un par de décadas y, sin entrar en ningún debate, es una de las mayores críticas hacia la banda a día de hoy. ‘Fly On The Wall’ arrastra ese bajón de calidad de su predecesor, ‘Flick On The Switch’. Muchos fans acérrimos perdieron el interés ya en el momento en el que murió el vocalista Bon Scott, y aquellos que seguían teniendo fe en la banda con Brian Johnson terminaron de perderla.

Da la sensación de que perdieron un poco el rumbo cuando intentaron cambiar su sonido, que quizá es uno de los problemas de esta etapa. No es más que un disco de relleno, sin nada destacable. Ni siquiera ningún riff memorable por parte de los hermanos Young, quienes corren a cargo de la composición de las canciones. AC/DC es una de las bandas legendarias del rock y casi todo el mundo se conoce alguna canción suya, incluso en cada disco suele haber uno o varios hits de su carrera. Pero no es este el caso.

Generation Swine – Mötley Crüe

La inspiración y el éxito son cosas que van y vienen. Y a veces, por mucho esfuerzo que se ponga en reunir los ingredientes clave, la fórmula deja de resultar igual para siempre. Algo así sucedió con ‘Generation Swine’, el disco que supuso la aclamada vuelta de Vince Neil a Mötley Crüe. Pero ya no eran aquellos chavales desenfrenados que revolucionaron la escena del rock ochentero. Era el año 1997 y todo estaba patas arriba para ellos. Vince Neil llevaba años apartado de la banda, pasando un bache bastante grande por problemas personales. Su lugar era ocupado por John Corabi, que si bien es un gran músico, nunca terminó de cuajar en la formación. Su estreno con el disco anterior no resultó muy allá, sin embargo, en esta lista figura ‘Generation Swine’ por el simple hecho de que fue un tremendo desastre y recibió críticas incluso peores.

Suele pasar que la reunión de grandes formaciones crea unas expectativas altas, y desde luego que este álbum no las cumple. Para empezar, porque la organización fue pésima. Fruto de la desesperación por volver a alcanzar el éxito de antaño, compusieron un disco que quizá pretendía ser innovador pero precisamente esto alejó a los fans que un día les adoraron. Corabi acabó bajándose del barco, lo que dio pie a  la que pudo ser una gran oportunidad para empezar de cero. El regreso de Vince Neil podría haber sido por todo lo alto, pero en su lugar sacaron un disco más bien cutre que dejaba entrever que Mötley Crüe definitivamente habían perdido su “mojo”.

Chinese Democracy – Guns N’ Roses

Axl Rose es conocido por muchas cosas, y una de ellas es su gran ego. 10 años de trabajo y alrededor de 13 millones de dólares, numerosos músicos y demasiado perfeccionismo fueron el precio a pagar por ‘Chinese Democracy’. ¿Valió la pena la espera, el dinero y todo lo demás? Absolutamente no. Guns N’ Roses no editaron material propio desde ‘Use Your Illusion I’ y ‘Use Your Illusion II’, aquel doble lanzamiento de 1991 que dejó una gran huella no sólo en su carrera sino en el rock de los noventa. Tras un vaivén de músicos en su formación, no fue hasta 2008 cuando Axl y compañía sacaron a la luz este esperado trabajo. Ya fuera esperado por amor incondicional a Axl Rose (el resto de miembros originales se habían marchado de su lado) o por simple curiosidad de ver de qué era capaz.

El resultado es un disco de lo más mediocre y no precisamente por la calidad de los músicos, pues el disco cuenta con apariciones estelares como Buckethead o Bumblefoot quienes fueron miembros en su día. Es un disco malo porque no hay por donde cogerlo. Simplemente no funciona. Nada tiene que ver con la esencia de aquellos Guns N’ Roses que arrasaron con todo en su día. Ya nada quedaba de ellos. Actualmente, tras la gran reconciliación con Slash y vuelta de la “formación”, parece ser que existen intenciones de grabar un nuevo álbum. Gracias a ‘Chinese Democracy’, el listón no está precisamente alto.

Chameleon – Helloween

El título que posiblemente sale mejor parado de esta lista es el ‘Chameleon’ de los alemanes Helloween. Los reyes indiscutibles del power metal se fueron en este disco por senderos que no habían explorado antes, lo cual siempre es un riesgo. Puede salir muy bien o fatal. Pero digamos que este disco es un término medio. No es tan “de mierda” como otros de este top, pero sí es una mancha en la impecable carrera de Helloween. Sin Kai Hansen en sus filas y liderados por Michael Kiske, se lanzaron a componer canciones que no eran lo que buscaba su público medio.

Cabe destacar que al menos tuvo una ejecución excelente, tanto en lo instrumental como en lo vocal. Lo que no acaba de encajar son las composiciones en sí, un tanto desacertadas. Experimentar es algo bueno para las bandas, sí, pero es importante no perder por el camino la identidad, el sonido propio y todo aquello que hace reconocible un nombre como Helloween. Y dicho sea de paso, esa portada no tiene perdón al lado de las épicas ilustraciones que presentan sus mejores discos.

Music From “The Elder” – Kiss

Cierra este reportaje un  “quiero y no puedo” que se les ocurrió hacer a Kiss allá por 1981. Con el recién incorporado batería Eric Carr, la banda se metió de lleno en un callejón sin salida con la idea de hacer un álbum conceptual. Pero, si por algo son conocidos Kiss, es por hacer las cosas a lo grande. No sólo hicieron un álbum conceptual sino que éste fue hecho para después ser la banda sonora de su propia película. Hecho que, evidentemente, nunca llegó a ocurrir.

Y es que la crítica que recibió este trabajo fue demoledora. Eso sí, también fue bastante variada pues había quien lo calificaba como algo horrible, quien incluso lo encontraba gracioso y después un pequeño sector que lo aplaudieron. Sea como fuere, es un trabajo del que nadie se acuerda (o nadie se quiere acordar), que quedó enterrado en el olvido y no hay prácticamente nada con lo que quedarse más allá de lo abominable que es. Incluso se puede afirmar que fue la gota que colmó el vaso para la posterior salida del guitarrista Ace Frehley de sus filas. Todo mal.

Iria López