Machine Head es capaz de lo mejor y de lo peor. Tienen discos que se pueden incluir en los mejores de la historia del metal, pero otros que son calamidades absolutas.

Esta gran diferencia de nivel entre unos trabajos y otros hacen que la clasificación de los discos de Machine Head de peor a mejor sea en algunos aspectos más sencilla que con otras bandas, pero también es cierto que dentro de cada sector la cosa está igualada (tanto por arriba como por abajo).

Los altibajos han sido, probablemente, los que han provocado que el grupo no haya terminado de despegar para ser el gran cabeza de cartel que podía haber sido, pero el rumbo que han tomado, siempre dirigido por su líder inexpugnable Robb Flynn, ha generado que en la actualidad lo que hagan es conciertos en solitario, sin teloneros ni dentro del roster de festivales, para demostrar de lo que están hechos a los que Flynn considera sus verdaderos fans, aquellos que quieren ver un show de Machine Head en todo su esplendor.

Esta es una clasificación, como en otras ocasiones en las que hemos comentado las discografías de Alter Bridge, Avenged Sevenfold, Iron Maiden (y las que quedan por venir), con la que probablemente no se coincida al completo (o incluso nada), pero bajo nuestro criterio, este es el orden de peor a mejor de los discos de Machine Head.

9- Catharsis (2018)

El último lanzamiento de estudio se sitúa del mismo modo en la misma posición de este ranking de discos de Machine Head. El resultado no fue nada satisfactorio para los aficionados, y las opiniones acerca de ‘Catharsis’ han sido, salvo excepciones difíciles de encontrar, extremadamente negativas.

Machine Head Catharsis 2018

No fue una de las causas de que sucediese, pero después de él fue cuando Dave McClain y Phil Demmel se decidiesen por abandonar la formación después de muchos años en las filas del grupo de Robb Flynn, por lo que es un dato revelador del momento de crisis o incluso catarsis que vivió Machine Head.

Salvo la homónima “Catharsis”, ninguna destaca salvo “Bastards”, donde la banda pasa a hacer un tema más cercano al folk metal que a su sonido clásico, algo que marcó mucho esta publicación (a pesar de que Flynn sigue encandilado de su letra y así lo muestra cada vez que puede). Los singles posteriores “Do Or Die”, “Circle The Drain” y el sencillo ‘Civil Unrest’ (compuesto por “Stop The Bleeding” -cantada junto a Jesse Leach de Hatebreed- y “Bulletproof”) han hecho que la fe vuelva, pero tampoco en exceso.

8- Supercharger (2001)

Este álbum parecía, una vez escuchado y analizado, que podría significar el declive absoluto en la carrera de Machine Head a nivel musical dados los precedentes de decadencia en sus composiciones desde su exitoso debut en 1994.

Machine Head Supercharger 2001

El nuevo siglo no le sentó bien a Robb Flynn y los suyos, que seguían vagando en la experimentación con el metal y el rap. Era la época del nu metal, pero eso no quería decir que esto fuera lo que iba hacer despegar a Machine Head. Todo lo contrario, estaba hundiendo a la formación en un sentido de inspiración. A pesar de que “Bulldozer”, único corte salvable de ‘Supercharger’, arranca el disco, el resto es una concatenación de canciones que no llevan a nada.

“Only The Names”, dentro de que no se acerca a las posteriores obras, es de los pocos atisbos junto a la mencionada “Bulldozer” de la luz que llegaría años después a final del túnel, junto a alguna más cogida con pinzas como “Trephination”, pero vaya, ‘Supercharger’ no es un álbum a la altura del nivel de Machine Head en absoluto.

7- The Burning Red (1999)

En el tercer puesto empezando por el final el también tercer disco de Machine Head. No está tan mal como el recién comentado ‘Supercharger’, pero no es ni mucho menos la mejor época a nivel compositivo de Machine Head.

Machine Head The Burning Red 1999

‘Burn My Eyes’ puso el nivel de primeras muy alto, y ‘Through The Ashes Of Empires…’ intentó seguir su estela (sin tanto éxito), pero el declive se comenzó a instaurar en la música de la banda con este ‘The Burning Red’, un álbum que apenas transmitía nada especial entre sus canciones respecto a lo que ya existía (en las carreras de otros grupos y en la suya propia).

“The Blood, The Sweat, The Tears” y “From This Day” son lo más rescatable de un trabajo en el que lo que más destaca es la versión de “Message In A Bottle” de The Police. Pese a que es buena, cuando en tu álbum lo que más llama la atención (para bien) es una canción versionada de otro artista es que la fórmula que has empleado no ha funcionado.

6- Bloodstone & Diamonds (2014)

La trayectoria de Machine Head había vuelto a florecer después de sus dos últimos trabajos hasta llegar a su zenit, y ‘Bloodstone & Diamonds’ era una prueba de fuego que el grupo debía pasar para saber si seguía en un estado de forma tan espectacular como en los 7 años anteriores.

Machine Head Bloodstone & DIamonds 2014

Fue una época convulsa en la que Robb decidió que el grupo ya solo giraría por sí mismo sin festivales de por medio que pudieran denostar su estatus en la escena, y eso fue un giro de tuerca a lo que venía haciendo la banda hasta entonces. El álbum tiene cosas muy buenas en su conjunto, pero también varias cosas que podrían haberse ahorrado o mejorar, por lo que el nivel previo a dicho disco no se mantuvo.

Las primeras “Now We Die” y “Killers & Kings” hacían presagiar un éxito rotundo, y las ulteriores “Ghosts Will Haunt My Bones” y “Night Of Long Knives” mantenían un buen nivel, pero a partir de ahí se dispersa un poco todo y se puede rescatar parte de “Sail Into The Black”, “Game Over” y la final “Take Me Through The FIre”, con un pasaje desde la mitad al cierre que mostraba lo mejor de Machine Head en un halo de esperanza para el futuro.

5- The More Things Change… (1996)

Este ‘The More Things Change…’ fue un álbum que continuó claramente la estela de su predecesor ‘Burn My Eyes’ pero al que le faltó algo para llegar a esa calidad y furia que rezumaba el debut de Machine Head por los cuatro costados.

Machine Head The More Things Change... 1996

Sus temas son en su mayoría buenos, pero a excepción de los tres primeros (“Ten Ton Hammer”, “Take My Scars” y “Struck A Nerve”) les falta ese punto que los grandes grupos saben aplicar a sus canciones para convertirlas en hits que a los aficionados no se les vaya de la cabeza en todo momento.

Por supuesto que cortes como otras piezas del disco son buenas como en el caso de “Down To None”, “Bay Of Pigs” o “Blood Of The Zodiac”, pero carecen de ese carisma y conexión en sus líneas instrumentales que no les han permitido ser grandes éxitos de Machine Head, lo que hace que este sea uno de los discos de “mitad de tabla”, pero al menos en la parte buena después de los citados anteriormente, que no todos llegan al aprobado siquiera.

4- Through The Ashes Of Empires (2003)

La posición de este trabajo podría estar un puesto más abajo intercambiándose con ‘The More Things Change…’ puesto que es un disco que tiene menos hits si se compara con él, pero el gran avance que supuso para la carrera de Robb Flynn y los suyos hace que el mérito de este álbum sea todavía mayor.

Machine Head Through The Ashes Of Empires 2003

La presencia de “Imperium” en este ‘Through The Ashes Of Empires’ hace que esté en este puesto de la lista ya que es el detonante de todo lo que vino después. Un tema que sería más lógico que estuviese en uno de sus dos siguientes álbumes (los mejores de su carrera), pero que vislumbró que todavía quedaba mucho Machine Head por delante (y así fue).

Esta canción está por encima (con mucha diferencia) de todas las demás, pero pese a ello el nivel no es tan bajo como en sus dos entregas anteriores como se puede comprobar con cortes como “Bithe The Bullet”, “Left Unfinished”, “Vim”, “Seasons Wither” o “Descend The Shades Of Night”, que dejan ver que la etapa más vinculada al rap y nu metal se vio relegada a la nueva era de Machine Head donde el metal era lo principal, el mayor acierto en su trayectoria.

3- Burn My Eyes (1994)

Este álbum está considerado como uno de los mejores debuts de la historia del metal y no es para menos. El listón de ‘Burn My Eyes’ está muy alto, y de hecho una buena parte de los aficionados colocaría este trabajo en lo más alto de esta lista. No es el caso aquí porque dos discos posteriores mostraron la mejor época de la banda a nivel compositivo, pero este disco es un cañonazo se mire por donde se mire.

Machine Head Burn My Eyes 1994

El inicio con “Davidian”, el mayor hit de este trabajo, seguido de “Old” el otro tema más conocido del LP, es una declaración de intenciones, y los temas venideros tienen un aura de rabia que son los que hicieron que este ‘Burn My Eyes’ tuviera (y tenga) esa gran acogida cuando se escucha por primera vez.

Está compuesto por canciones muy contundentes en las que de golpe y porrazo te encuentras pasajes de frenetismo absoluto como en “A Thousand Lies”, “None But My Own”, “A Nation Of Fire”. El resto de temas llevan una progresión continua de un tono inicial en varias de ellas más tranquilo a uno más duro y rápido como en “I’m Your God Now” o “The Rage To Overcome”. “Death Church” y “Blood For Blood” también son dos hits (que quizás no han llegado a la popularidad de “Davidian” y “Old”) pero que también sirven como singles, y la final “Block” sirve para destruir todo lo que queda por delante si es que quedaba con el resto de cortes anteriores. Una muestra rabia en estado puro este debut.

2- Unto The Locust (2011)

7 canciones originales. No hace falta más. Con tan solo ese número de temas, Machine Head continuó la línea ascendente de ‘The Blackening’, pero que no engañe esa cifra: el más corto de todos dura casi seis minutos, por lo que la duración en total no es corta -ni mucho menos-.

Machine Head Unto The Locust 2011

En la trayectoria de cualquier banda, ‘Unto The Locust’ sería sin lugar a dudas la cúspide de su carrera, pero en el caso de Machine Head, afortunadamente para ellos no porque tienen un trabajo mejor. El inicio con una canción tan épica como “I Am Hell (Sonata in C#)” ejerce de preludio de lo que vendrá después. Se podría considerar el álbum con más porcentaje de hits dentro de sí mismo, y es que todas, sí… todas las canciones del disco podrían ser singles.

“This Is The End” muestra la fuerza, “Who We Are” tiene un final épico, “Be Still And Know” y “Pearls Before The Swine” dejan ver que hasta los temas menos top del disco son extraordinarios, “Locust” es el single que le da nombre al disco y que resume a la perfección lo que es a nivel global, y la balada “Darkness Within” es el regalo que pone la piel de gallina como en su día pasó con el “Fade To Black” de Metallica. Una batería de éxitos que elevó a Machine Head al mejor momento de su carrera con la dinámica positiva de sus últimos trabajos y que es una delicia para cualquier aficionado al metal.

1- The Blackening (2007)

No es que sea un disco plagado de hits o grandes éxitos (que los tiene), pero ‘The Blackening’ es la obra maestra de Machine Head. Es prácticamente un disco perfecto en su evolución desde el principio hasta el final, y aparte de tener composiciones de un nivel excelso, cuenta con hits que rezuman fuerza y contundencia a la par que se enganchan en el oído del aficionado.

Machine Head The Blackening 2007

El inicio con “Clenching The Fists Of Dissent” ya denota que este álbum era distinto a lo anterior. Más de 10 minutos de tema con una progresión ideal en el comienzo de un trabajo que se ve continuada por dos de los hits de ‘The Blackening’. Primero “Beautiful Morning”, que es una inyección de energía y después “Aesthetics Of Hate”, un homenaje a Dimebag Darrell a la altura del guitarrista cuyo frenetismo es un fiel reflejo de la rabia de Machine Head a lo largo de su carrera.

“Now I Lay Thee Down” y “Slanderous” prosiguen de una manera que sostiene un nivel muy alto (sin llegar a ser hits como los dos anteriores), no obstante tienen un poderío vasto. “Halo”, la joya de la corona del disco (que en un primer momento no querían interpretar en directo) es el single que ejerce como eje del trabajo con una epicidad que se contagia a los seguidores que lo escuchen. “Wolves” podría ejercer como un cierre fantástico por su progresión, pero lo hace aún mejor con “A Farewell To Arms” que también con sus más de 10 minutos pone la guinda a un redondo impecable.

Hasta en sus bonus tracks es espectacular. “Hallowed Be Thy Name” de Iron Maiden (que la han tocado en muchas de sus giras) y el devastador “Battery” de Metallica son la guinda de uno de esos discos con los que se disfruta en su escucha de principio a fin. Podría considerarse perfectamente como el mejor disco de metal del siglo XXI y, por tanto, es uno de los mejores de la historia. Ojalá Robb recupere esta senda en un futuro no demasiado lejano para su siguiente trabajo.

Dani Bueno