Diez bandas que ya no deberían existir (II)

Como en la anterior ocasión hemos intentado ser altamente arbitrarios y desconsiderados a la hora de incluir bandas en esta lista. No ha sido fácil. En la redacción hay gente a la que le gustan mucho Dream Theater. Incluso Whitesnake. Incluso el "Lulu" de Metallica y Lou Reed. Pero aquí, cuando se reparte, se reparte para todos. Deal with it.De momento ya le hemos cambiado las placas de matrícula a nuestros vehículos y hemos cambiado de colegio a nuestros hijos. Somos conocedores de que nuestros lectores tienen el mismo sentido del humor que un paquete de arroz en muchos casos, y sabemos a lo que nos exponemos. Ahora, leed.

Hicimos una primera parte hace unos meses, la cuál fue recibida con asco y repulsión por parte de la mayoría de los lectores. Hemos intentado contenernos en la medida de lo posible, pero después de las más de 20.000 visitas que tuvo aquel artículo, no nos ha quedado más remedio que hacer una segunda parte. Y que nadie nos entienda mal: todas las bandas que mencionamos tienen el más absoluto de los derechos a seguir vagando por los escenarios de todo el mundo. La cuestión es que tienen más bien poco que ver con la encarnación original, con lo que un día fueron. ¿Qué tienen que ver los Dream Theater de hoy con los de hace tan solo diez años? ¿Qué tienen que ver los Barón Rojo de hoy con aquellos que conquistaron Reading mientras Sherpa aún estaba en el baño cuando el resto de la banda empezó la actuación sin él porque ya en aquel entonces no se tragaban? ¿Qué tiene que ver Marilyn Manson hoy con aquel chaval al que todo el mundo temía en 1996 y que se arrancaba costillas para felarse? Nada, no tienen nada que ver. Y por ello, alguien debería tener la dignidad de decir «oye, es mejor dejarlo». Pero no, ahí siguen, estoicos. Decididos.

Como en la anterior ocasión hemos intentado ser altamente arbitrarios y desconsiderados a la hora de incluir bandas en esta lista. No ha sido fácil. En la redacción hay gente a la que le gustan mucho Dream Theater. Incluso Whitesnake. Incluso el «Lulu» de Metallica y Lou Reed. Pero aquí, cuando se reparte, se reparte para todos. Deal with it.

De momento ya le hemos cambiado las placas de matrícula a nuestros vehículos y hemos cambiado de colegio a nuestros hijos. Somos conocedores de que nuestros lectores tienen el mismo sentido del humor que un paquete de arroz en muchos casos, y sabemos a lo que nos exponemos. Ahora, leed.

 Dream Theater

Mike Mangini, durante un solo de batería.

Cuando Portnoy sugirió hace unos años que la banda debía tomarse un descanso, muchos lo miramos como si estuviera loco, y contemplamos con aprobación cómo el que había sido el alma de la agrupación se marchaba con la cabeza baja, mientras que en sustitución entraba un encantador robot que se ganaba nuestros corazones en un documental a lo Gran Hermano Prog Metal Edition. “A Dramatic Turn of Events” es un buen disco, pero no fue más que un espejismo. Cuando llegó el momento de verlos en directo nos dimos cuenta de que allí faltaba algo. Que un ente sin sangre en las venas tocaba las canciones robándoles la esencia. Que hasta un holograma de Portnoy le daría más carisma a la banda sobre el escenario. Luego llegó ese desastre que es su último trabajo, y ya perdimos toda esperanza que tuviéramos en la era Mangini. Y es que los últimos discos que habían sacado con Portnoy tampoco eran excelentes, pero al menos estaban bien estructurados, y los defendían en vivo con la personalidad que los hizo quien son. Perdonen la nostalgia, pero que alguien pare esto.

Metallica

En esta entrega de premios, Metallica están nominados por su participación en los siguientes bodrios:

• Lulu
• Through the Never
• St. Anger
• Some Kind of Monster

Otra cosa: ¿Qué pasaría si “Death Magnetic” lo hubieran grabado, por ejemplo, Chorrallica? Una banda desconocida de Gandía, que tiene seis demos en su haber pero que nunca se ha comido un colín. Pues que seguirían siendo una banda de Gandía. Pero Metallica vendieron cinco millones de copias.

Y por último: ¿nadie se ha preguntado por qué Lou Reed nunca murió con toda la droga que consumió en los ’70 pero apenas duró dos años después de que se grabara “Lulu”?

Slayer

La araña que picó a Jeff Hannemann ha vuelto a atacar.

Seamos sinceros, si Slayer siguen en activo hoy día es porque son una máquina de hacer dinero. Esta banda ya no tiene otra razón de ser. No vamos a criticar los solos sin sentido, que siempre han sido marca de la casa, tampoco el principal motivo de su puesto en esta lista es el eterno camino de mediocridad que han seguido en el campo discográfico desde después de la segunda mitad de los noventa, ya que si al menos la banda estuviera completa, llevar sus viejos temas a todos los rincones del mundo sería justificación suficiente. La muerte de Jeff Hanneman ya hubiera sido motivo para cesar la actividad en la banda, pero es que la expulsión de Dave Lombardo fue de presidio. Seguirán arrasando en directo, pero han perdido la esencia. Eso es lo que hace que merezcan estar en esta lista.

Marilyn Manson

Uno de los personajillos más deleznables que hay en el panorama musical, aunque ya esté prácticamente desaparecido, y es que afortunadamente parece que desde hace unos años se le acabó el chollo y la gente dejó de darle cuerda. Es un juguete roto. Fue el ídolo de miles de jóvenes que querían ser darks y que estaban convencidos de que “Sweet Dreams (Are Made of This)” la había escrito él. Gente rebelde, inconformista, que no comía 5 piezas de fruta al día.

Mayhem

Mayhem son una banda legendaria. Han sido de vital importancia en el metal extremo. Pero en directo dan risa. Ascopena. Hacen el ridículo. Llámalo como quieras, pero es increíble que sigan arrastrándose de esta manera. No conozco a una sola persona que los haya visto y haya salido satisfecho. Si algún día estáis deprimidos, mirad fotos o vídeos de los disfraces que lleva Attila en los conciertos. Es imposible no romper a carcajadas.

Manowar

¿Nadie les ha dicho nunca que los shows verdaderamente largos sólo funcionan con bandas que hagan música variada? Mucho te tienen que gustar para aguantar semejante odisea, y es que por si fuera poco que toquen unos 22 temas, encima te endosan 3 tediosos solos sin ningún tipo de interés. No, como solistas no hacéis nada especial. Podríais limitaros a tocar vuestros temas. Quizá unos pocos menos, para conseguir que al menos tres cuartas partes del público se mantengan despiertas. Sobre las letras irrisorias, poco que decir, señoría. Que cada uno cante sobre lo que quiera, pero a veces vemos que con las temáticas de Manowar pasa lo mismo que con la influencia de los videojuegos en algunos niños (festival del tópico): que se lo creen. Buenas noches, bendiciones y “If you’re not into metal you’re not my friend” lml

Barón Rojo

Una banda feliz

Son algo así como los funcionarios del heavy metal patrio. Llegan, fichan, hacen un poco lo justo para que alguien se de cuenta de que han acudido al puesto de trabajo, fichan y se van a casa hasta el próximo día, donde repetirán el proceso hasta el hastío.

Si alguien ha escuchado su trabajo de estudio “Ultimasmentes”, si alguien ha visto sus conciertos muy-largos-pero-faltos-de-energía, si alguien ha visto el documental de la banda o si ha seguido mínimamente los tejemanejes previos a la anticlimática reunión del 2009, sabrá por qué los barones están en esta lista indigna. Es admirable que se mantengan en pie después de tantísimos años, pero si a alguien le siguen transmitiendo algo más que desasosiego cuando les ve en directo es porque se ha colado sin querer en el concierto de otra banda.

Whitesnake

Envejecer siempre es duro para las estrellas del rock. La voz falla, el físico se resiente, las ideas se agotan, el público también envejece y se vuelve más critico con tus defectos… Todo eso le ha estado pasando a David Coverdale desde que volvió a la actividad con WHITESNAKE en el 2003. Lo que pasa es que el primer par de años todos estábamos absortos por la reunión y no nos fijábamos, pero a la que se terminó la novedad observamos aterrorizados la realidad: un señor que solía ser un sex symbol había mutado en Mercedes Milà y se hallaba croando himnos como “Is this Love” (“Is This Voice?”)  y realizando obscenos movimientos ante las féminas de las primeras filas. Si queremos ver a un decrépito cadáver andante realizando movimientos de libidinosa índole nos vamos a un concierto de Pentagram, que al menos Bobby Liebling tiene salero y se le quiere más. Menos mal que tenemos a Doug Aldrich al lado de Coverdale, que cuando se avecina la catástrofe sube el volumen de su guitarra.

Motley Crue

Es cierto que después de leer un libro como “The Dirt” uno no se extraña de ciertas cosas, como por ejemplo que Vince Neil sea MacroVince Neil o que Nikki Sixx tenga las mismas ganas de estar en ese escenario que de estar pelando altramuces. Lo que es un poco más complicado es entender porque siguen saliendo al escenario cuando el vocalista no canta 3 de cada 5 palabras, el batería Tommy Lee ni se cruza la mirada con el resto de miembros, el guitarrista Mick Mars apenas puede moverse por sus problemas médicos, y el propio Nikki Sixx ni siquiera hace los coros, que son pre-grabados. Parece que un contrato con Live Nation les ha tenido diez años reunidos a regañadientes por una importante suma de dinero, pero el contrato llega a su fin y por eso Motley Crue se retiran. En cualquier caso, ya era hora.

Burdel King

Esto solo lo puede mejorar una boa rosa, esta clarísimo.

Somos lo primeros que entendemos que lo único que quiere Txus di Fellatio cuando monta Burdel King es molestar. Sabe que su mera presencia incomoda a algunos y ¿qué mejor que salir de detrás de la batería para ponerse en primera linea y enseñarnos a todos lo macarra que se puede llegar a ser con un micrófono en la mano? La cuestión es que lo que debería haber sido una broma para molestar a los más true del lugar se le ha acabado yendo de las manos y ha acabado haciendo extensas giras por Sudamérica y España. Es como si te disfrazas de puta para Carnaval y te acaban ofreciendo un sueldo fijo con 28 días de vacaciones pagadas en un lupanar cercano. Dinos, Txus, ¿por qué?