Top 10: destinos de viajes para metalheads
¿Eres un precavido de la vida que ya está pensando en las vacaciones de verano? ¿O ni siquiera sabes qué va a hacer en Navidades? ¿No quieres enfrentarte al estado de tu cuenta bancaria después de que las entradas de los festivales arrasen con ella? ¿O tu plan es montarte un viaje con el que fardar en Instagram de lo muy tru que eres?
Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, tenemos la solución. No es que The Metal Circus se dedique a los viajes organizados (aún, dadnos tiempo…), pero, por ahora, os traemos no una, ni dos, si no diez ideas curiosas para que visitéis mundo sin dejar de sentiros como en casa.
El Parque de los Desvelados – Estella (España)
Empezamos cerquita de casa, y es que si de camino al Azkena Rock queréis parar un momento a tomar el aire y estirar las piernas, el Parque de los Desvelados, en Estella (Navarra), es la mejor opción. El sitio es inquietante: en medio de la naturaleza salvaje encontramos enormes (¡ENORMES!) calaveras y esqueletos hechos a mano que nos recuerdan que, tarde o temprano, todos vamos a morir. Esta versión más siniestra de los Jardines de Bomarzo (Italia) fue ideada por el artista Luis García Vidal, quien trabajó en ello hasta el día de su muerte.
La Capital del Metal – Lemi (Finland)
Si de darse un baño de heavy se trata, está claro que un destino que no falla es Finlandia. Desde Helsinki capital hasta los lúgubres bosques de Karelia, todo el país respira música pesada. Pero, de entre todos esos lugares, hay uno que bate todos los récords: Lemi es la ganadora oficial del título “Capital del metal” al tener 13 grupos de metal entre sus 3.000 habitantes o, lo que es lo mismo, uno para cada 230 personas. Solo como apunte, Finlandia en general tiene casi 50 bandas por cada 100.000 personas que habitan en sus fronteras.
Neseblod Records – Oslo (Noruega)
Noruega es famosa por dos cosas: la buena calidad de vida de sus habitantes, y el black metal. Sanidad gratuita y educación de excelencia son algo que gusta a todo el mundo, pero, ¿quién puede decirle que no a unas dosis de Darkthrone y Emperor? Vive la historia del género más oscuro de la historia con una visita a la mítica tienda Helvete, que ahora recibe el nombre de Neseblod Records. No te olvides de bajar al sótano, donde aún se conserva el icónico grafiti que lo empezó todo.
The Abyss – Gotemburgo (Suecia)
Para cerrar la tríada de países nórdicos, no nos podemos dejar Suecia. En Gotemburgo nació el “sonido de Gotemburgo”, o lo que es lo mismo, esa especie de death metal melódico que parieron grupos como At The Gates, Dark Tranquility e In Flames. Aunque vale la pena visitar toda la ciudad, ubicada al oeste del país, no se puede olvidar una paradita en el bar The Abyss. Además de buena comida y excelente bebida, también encontraréis conciertos en directo, y quién sabe qué caras conocidas entre el público.
GODZ – Tokio (Japón)
Si te gustan las experiencias exóticas, coge las mochilas y lárgate a Japón. Además de descubrir un mundo excepcional a nivel cultural y gastronómico, también podrás lanzarte de cabeza, como si fuera desde un escenario, a la escena metalera local. Y te lo aseguramos, no te arrepentirás. Si te paseas por el barrio de Shinjuku en Tokio, no escatimes una visita al bar GODZ, donde encontrarás un ambiente 100% auténtico. Aunque de vez en cuando tienen conciertos en directo, si pillas un set de DJ la fiesta también está asegurada. ¡No te olvides de pedirle tus temas favoritos!
La trinidad de bares metal – Brooklyn (Estados Unidos)
De bares va la cosa, y es que quién diría que el metal y una birra fresquita encajan tan bien como… el metal y una birra fresquita. Al otro lado del charco, en Nueva York, hay tantos que no te los podrás acabar: te recomendamos el Lucky 13 Saloon, un garito de mala muerte donde no falta la fantástica bebida y aún mejor música, o el Saint Vitus, decorada al estilo Venom y con un cartel increíble cada noche. La joya de la ciudad, sin embargo, es Duff’s. Ambientado como si cada día fuera Halloween, este bar neoyorquino es el anfitrión de las mejores fiestas, y los músicos que están de gira lo saben. ¿Te apetece jugar a unos dardos con Amon Amarth o hacer una competición de chupitos con Watain?
Rainbow Bar and Grill – Hollywood (Estados Unidos)
Hablando de garitos en Estados Unidos, ni de broma nos podíamos olvidar del más mítico de ellos: el Rainbow Bar and Grill, ubicado en Hollywood. La soleada California no sólo ha atraído a deslumbrantes estrellas del cine, si no que, durante años, entre sus habitantes se encontraba también el bueno de Lemmy Kilmister. Patrón incondicional del bar Rainbow, el bajista de Motörhead lo hizo prácticamente su casa, y dio nombre a la legendaria bebida Jack & Coke. Pero no acaba allí la cosa, ya que el bar de Sunset Strip también ha sido cuartel de operaciones de bandas como Guns N’ Roses, Motley Crue y Alice Cooper.
Rainbow Metal Pub – Granada (España)
Pero, seamos realistas: si no hay el presupuesto para subirse a un avión transatlántico, podemos quedarnos un poco más cerca y, eh, dará el pego igual. El Rainbow Metal Pub de Granada hace honor a su nombre, y es que está dedicado a la banda de Ritchie Blackmore. De hecho, no es nada raro que de camino al baño te encuentres con un autógrafo del mismísimo Dio. Si también ves la firma de leyendas como Steve Vai o Vinny Appice, no le eches la culpa a la sangría: este bar es la meca metalera para los granadinos, y con razón.
Osario de Sedlec – Kutnà Hora (República Checa)
Vale, dejémonos de fiesta y vamos a hablar de cosas serias. Esta recomendación es de las auténticas, de las que hace que tus amigos se cuestionen por qué siguen siendo tus amigos. Pero quien puede decirle que no a una espectacular capilla decorada con huesos. Cráneos, costillas, cúbitos, fémures… todos bien colocados formando arcos, altares y hasta un candelabro. Cómo te quedas. Lo mejor es que el Osario de Sedlec (Kutnà Hora) está situada muy cerquita de Praga, para que, una vez visitada, puedas terminar el día con una buena cerveza checa. (¿Qué te pensabas, que lo de dejar la fiesta lo decíamos de verdad?)
Las Puertas del Infierno – Darvaza (Turkmenistan)
¿Los destinos de esta lista te parecen poca cosa? ¿Su Satánica Majestad se merece unas vacaciones fuera de lo normal? Si el mundo terrenal te sabe a poco, no sufras, porque las Puertas del Infierno te esperan. La historia de este sitio situado en Darvaza (Turkmenistan) es ya bastante metal por sí misma: en la década de los ’70, unas perforaciones en busca de petróleo perforaron una bolsa de gas natural, derrumbando el suelo y abriendo un boquete a esos gases venenosos. Al gobierno no se le ocurrió nada más que encender el asunto, pensando que sólo quemaría durante unas semanas. Y aquí estamos, con la población de la cercana Darvaza pasando de todo menos frío. ¿Te atreves a acercarte al borde y mirar qué hay dentro?
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