Descubriendo a… Slayer: 10 canciones sobre religión, muerte y sangre
Desarrollaron un estilo agresivo como si Iron Maiden y Venom tuviesen un hijo en una olla de anfetaminas. ¿El resultado? Una banda que llevó el thrash metal a otro nivel y creó polémica y miedo a partes iguales en una época en la que el metal extremo estaba desarrollándose a base de ritmos incendiarios. He aquí 10 de las mejores piezas de los californianos del pentagrama:
Black Magic (Show No Mercy): Uno de los temas que sobreviven al paso del tiempo desde que Show No Mercy viese la luz un 3 de noviembre de 1983. Temas sobre magia negra o el anticristo forman parte del disco debut de una banda que terminaría por desarrollar un estilo contundente y rápido a la altura de muy pocos aunque, todo sea dicho, la historia de Slayer comenzaría con un disco lleno de pasión satánica al estilo de Venom acompañada de maquillaje y voces agudas que mostraban que aún les quedaba tiempo hasta llevar su estilo hasta límite insospechados.
https://www.youtube.com/watch?v=pymWnsa9cws
Chemical Warfare (Haunting The Chapel EP): La guerra química es el tema que abre este EP de 1984 demostrando una vez más que la dupla Jeff Hanneman-Kerry King seria una combinación tan letal como los gases y los pesticidas a los que grita Tom Araya, al que se le nota una clara mejora y comodidad en el papel de embajador del infierno por el que sería conocido durante los siguientes años y décadas. Pese a ser tan sólo un EP y un paso intermedio entre su primer disco y el siguiente, Haunting The Chapel golpea con tan fuerza que prueba que Slayer había cogido rodaje y venían con hambre de destrucción y muerte.
Hell Awaits (Hell Awaits): Tras una introducción con voz invertida que invita a unirse al infierno, Dave Lombardo a la batería, Tom Araya al bajo y Hanneman y King a las guitarras entran de lleno creando su conocido demoníaco en el que sería el disco con tintes más progresivos de toda la historia de la banda. Con canciones más largas que en Show No Mercy y llegando hasta los 6 minutos y 40 segundos en el caso de Crypts Of Eternity (siendo ésta la canción de más duración de Slayer), el cuarteto californiano demuestra que no sólo saben hacer temas cortos y contundentes, los temas largos son igual de contundentes.
Angel Of Death (Reign In Blood): Con una banda perfectamente engrasada Reign In Blood se alza como una muestra de poder y autoridad en un género que en 1986 publicaba Master Of Puppets en marzo y Peace Sells… But Who’s Buying? en septiembre. Sin embargo, Slayer lanzaría el éxtasis de su carrera apenas un mes más tarde con una portada salida del mismo Averno, unas letras en ese mismo tono y apenas 27 minutos de duración. Sin duda alguna la combinación Hanneman-King crea con Angel Of Death una de sus obras más macabras y potentes. Riffs y solos de locura, un Araya con una voz en plena forma y un Dave Lombardo en estado de gracia son las armas con las que Slayer atacó uno de los temas tabú de la sociedad occidental: el Holocausto nazi.
Criminally Insane (Reign In Blood): Muerte y la historia de un asesino encerrado demuestran que Slayer no se toma ni un segundo de respiro en cuanto a la muerte o el lado oscuro de la personalidad humana. La introducción de Lombardo a la batería con apenas un tintineo y unos cuantos golpes a la caja abren un tema rompecuellos que en apenas 2 minutos y medio incluye dos solos y riffs de locura “made in Slayer”.
https://www.youtube.com/watch?v=99RHl5eQLH8
Live Undead (South Of Heaven): Tras la velocidad espídica de Reign In Blood Slayer optó por hacer algo que no habían hecho hasta la fecha: bajar la velocidad de sus temas. Criticado y alabado a partes iguales South Of Heaven aporta toques más melódicos a unas canciones bajadas de velocidad ya que, en palabras del propio Jeff Hanneman, “no podían superar Reign In Blood”. South Of Heaven muestra unos Slayer capaces de hacer algo más allá de la típica canción de locura por la que son conocidos aunque, todo sea dicho, con más o menos éxito en algunos casos.
https://www.youtube.com/watch?v=SAUQirWk3-4
War Ensemble (Seasons In The Abyss): Esta tema abría un disco que volvía a los Slayer más terroríficos y salvajes pero absorbiendo las formas melódicas que habían desarrollado en South Of Heaven. Con un riff inicial que destripa todo lo que encuentra a su paso, la máquina de Slayer ponía en marcha en 1990 una vuelta a su thrash más habitual y directo a la yugular.
Killing Fields (Divine Intervention): El puesto de Dave Lombardo a la batería sería recogido por Paul Bostaph, quien tocaba en Forbidden en aquel momento. La técnica de Lombardo era algo difícil de igualar pero Bostaph demuestra estar a la altura del nombre de la banda y defiende el puesto con fuerza, sin embargo el álbum parece que pierde el empuje que caracterizaba a Slayer en estudio en cuanto a potencia de sonido, especialmente en las guitarras de Hanneman y King. Una producción más orientada a un sonido de metal más alternativo, aunque siempre con el fantasma de Slayer sobrevolando, empaña temas pesados pero que no alcanzan la altura de himnos como el anteriormente mencionado War Ensemble.
Disciple (God Hate Us All): Marcado por la tragedia del 11-S, este álbum (“Dios nos odia a todos”) se lanzó aquel mismo día, coincidiendo con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. En consecuencia directa, la banda volvió a estar en el centro de la polémica tras publicar el vídeo de Seasons In The Abyss durante la época en que estalló la Guerra del Golfo. La temática destructiva de Slayer y en especial el tema Disciple (en el que Araya grita recurrentemente “God Hate Us All!”/”Dios nos odia a todos!”) no ayudaron a aplacar las denuncias. Pese a todas las quejas y acusaciones el disco muerde con riffs pesados y una banda bien ensamblada en el que sería el último disco de Paul Bostaph en la banda hasta el reciente Repentless.
Flesh Storm (Christ Illusion): Un disco aclamado y criticado, olvidado pero significativo a partes iguales. Flesh Storm descorcha el disco de reencuentro entre Lombardo y la banda tras más de 15 años sin pisar un estudio juntos. Temas como esta “tormenta de carne”, Eyes of the Insane o Catatonic destacan en un álbum que suponía el retorno de la formación original y clásica de una de las bandas más polémicas de la historia. Sin embargo, la unión de Lombardo, Araya, Hanneman y King no sería para siempre ya que en febrero de 2013 Lombardo sería despedido y apenas un mes más tarde Jeff Hanneman fallecería, dejando tras de sí un legado imborrable en el mundo del metal.
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