Hoy por hoy si escuchas heavy metal y eres fan de Mägo de Oz está especialmente mal visto. Pero hubo un tiempo en el que los Mägo llegaron a ser lo más en cuanto a producto nacional y la verdad es que se lo habían ganado. Siempre habrá un antes y un después de “Fiesta Pagana”. A partir de ese momento la banda madrileña ya entró en las listas, fue conocida por decenas de miles de nuevos fans y el grupo dio pasos agigantados hacia el gran público.

Hoy por hoy si escuchas heavy metal y eres fan de Mägo de Oz está especialmente mal visto. Pero hubo un tiempo en el que los Mägo llegaron a ser lo más en cuanto a producto nacional y la verdad es que se lo habían ganado. Siempre habrá un antes y un después de “Fiesta Pagana”. A partir de ese momento la banda madrileña ya entró en las listas, fue conocida por decenas de miles de nuevos fans y el grupo dio pasos agigantados hacia el gran público. Era lo que tocaba hacer… Toda banda quiere crecer más y más, pero uno corre el riesgo de que tus viejos fans pierdan algo que consideraban “suyo”. Eso mismo pasó con Muse, Bon Jovi, Metallica, Scorpions… Pero sigue siendo curioso que mucha gente que descubrió el heavy metal gracias a la banda de Txus, despotrique y siga lanzando pestes cuando hay mucho que agradecer.

Los 90 eran un páramo, especialmente a finales, con Gamma Ray, Helloween, Blind Guardian, Angra o Stratovarius que mantenían la llama encendida del heavy metal clásico. Tiempos en los que Dio o Bruce Dickinson se apartaban de lo que siempre habían hecho. Guns’N’Roses y Metallica estaban de capa caída y el chándal metal se veía más como una amenaza que como una evolución. En fin, con el tiempo veremos la irrupción de Mägo como algo bueno por mucho que a sus detractores les pese. Otro tema es la figura de Txus y sus declaraciones, metiéndose en todos los charcos, pero a la vez manteniendo al grupo en el candelero, haciendo buena la famosa frase de Dalí: “Que hablen de mi… ¡aunque sea para bien!”.

Mägo no es Txus, o no es solamente Txus, pero como buen mascarón de proa se irguió como líder y asumió un papel-personaje que hay que separar del Txus como persona. Cualquier periodista que se precie disfruta ampliamente al hacerle una entrevista. Más que nada porque no se corta, se moja en todo y llama a las cosas por su nombre. Como muestra esa entrevista que hicimos en esta casa en cuatro partes que terminó con amenazas de denuncia, foros cerrados en otras páginas y con unas 20000 visitas… y sigue subiendo. Genio y figura, muy inteligente aunque a muchos les pese y más sensible a las críticas de lo que la gente se cree.

Toca hablar ahora de esos temas imprescindibles anteriores a los “Gaia”. Cuando para muchos “Mägo” molaban, a pesar de que hasta cierto punto, no han cambiado tanto. Toca rememorar esos tiempos en los que el grupo crecía disco a disco llegando a ser un fenómeno. Tiempos en los que Muniesa y El Pirata tenían programas de metal de alcance nacional y en los que los madrileños reventaban salas como el Mephisto barcelonés con un par de discos en su haber. Carlitos, Frank, Mohammed, Jose, Txus y Salva consiguieron algo realmente grande. A pesar de la buena tarjeta de presentación que supuso su primera obra empezaremos con el excelente “Jesús de Chamberí”.

1 – “Jesús de Chamberí” (Jesús de Chamberí)

Podías percibir en esta obra que algo grande se gestaba. Una ópera rock trabajadísima sobre una segunda llegada de Jesucristo a la Tierra, con violines y heavy-rock trabajado, con letras por encima de la media habitual del país y una variedad estilística tan arriesgada como sorprendente. Mariano Muniesa pone la voz en la intro y unas campanas nos meten de lleno en la historia con un tema extenso pero efectivo y sorprendente. Cambios de estructuras constantes, otra intro de violín y un pasaje baladesco precioso. Quedaba definido el estilo de Mägo de Oz con ese final trepidante. Buenos pasajes instrumentales y un Jose espectacular a la voz. Era el profesor de canto de una academia donde Txus acudía para que le recomendara un buen cantante entre sus alumnos. Finalmente el profe le dijo al batería: “tengo un buen cantante para su grupo: yo mismo”.

2- “Hasta que tu muerte nos separe” (Jesús de Chamberí)

Este fue el tema que les puso en el mapa. Apareció en las revistas de metal en algún recopilatorio y la verdad es que tuvo una gran aceptación. Una entrada interesante para romperla con un grito agudo y pasar al violín de Moha apoyado por uno de sus mejores riffs. Letra oscura y a fin de cuentas poco Mägo por lo que será su estilo. Esta vez indagan en el heavy clásico dando protagonismo a las guitarras de Frank y Carlitos. Gran final combinando guitarras y violín consiguiendo ser un clásico del rock hispano por derecho propio. El resto del material combinaba aromas irlandeses, danzas húngaras, poesía urbana y algún que otro tema totalmente alejado como un charlestón. Avisaban de que no se iban a cerrar en un estilo.

3 – “El fin del camino” (Jesús de Chamberí)

Uno de los mejores temas de toda su carrera. “El fin del camino” vuelve a aglutinar todos los ingredientes básicos con los que el grupo jugará. Una letra comprometida, defensa de la naturaleza y una entrada a balada realmente bella. Hay el interludio con voces góspel, salida con solo de guitarra y un precioso final en el que terminan como empieza el disco, al puro estilo “Seveth Son of a Seventh Son” de Iron Maiden. En el disco hay otra joya como es la balada “El cantar de la luna oscura” y pasa a ser el disco de culto de la banda. En su día apenas tuvo repercusión pero su siguiente obra hizo que la gente indagara en él. A destacar la portada algo cutre con el Moha crucificado en una terraza de Chamberí. La senda estaba marcada y de hecho, el camino empezaba para ellos.

4 – “El Santo Grial” (La Leyenda de la Mancha)

¿Una banda de heavy metal hispano basándose en el clásico de Cervantes para realizar una ópera rock? Sencillamente, espectacular idea, y a la postre, espectacular disco. El power metal estaba en boga y los Mägos optaron por influenciarse de los Gamma Ray, Blind Guardian y compañía. “El Santo Grial” sin embargo es el primer tema escrito para el disco, que tenía que versar sobre la búsqueda del grial. Txus dijo que con este tema ya había finiquitado la historia, así que se fue a por el famoso Hidalgo. Es uno de los cortes más duros y netamente heavy metal de su discografía. Jose canta al límite y la velocidad es endiablada. Gran estribillo y ese solo de violín visitando las danzas húngaras de Brahms. En el Eurometal de Getafe (1999) abrieron con este tema y lo acompañaron de fogonazos. Nacía su relación con la pirotecnia.

5 – “Molinos de viento” (La Leyenda de la Mancha)

Txus me contó que con este tema dieron con la gallina de los huevos de oro. Un estilo de componer, el single perfecto, y dieron justo en la diana. Un himno perfecto que agradaba tanto a metaleros como a gente ajena al estilo. Totalmente comercial con esa entrada con “voz-instrumento pregunta-respuesta”. Justamente lo que Maiden utilizan en “The Trooper”. Obviamente fue premeditado. A ello hay que sumarle una letra perfecta por parte de Txus. Hay que comentar que en esta obra se empieza la relación de Mägo con el Gaboni como portadista, creando un estilo propio y reconocible. Los mil detallitos están en todas partes, incluso en una imagen de sexo oral disimulada en la luz de la vela.

6 – “Maritornes” (La Leyenda de la Mancha)

Sigue la inspiración Maiden en “Maritornes”, otra de las maravillas que encierra el disco. Tema inspirado en el idealismo de El Quijote hacia su fea amada. Otra letra exquisita y todo a ritmo, galopante, con mucho protagonismo de la base rítmica. El riff de violín y ese solo puramente Iron Maiden con guitarras dobladas terminan de arrojar toda la luz a uno de los clásicos por antonomasia del combo madrileño. El disco mantiene un nivel altísimo con “El Pacto” con letra de Jose, la cautivadora “Réquiem” dedicada al padre de Txus o “Ancha es Castilla”, sorprendente porque parece del Nuevo Mester de Juglaría. Por otro lado nunca he soportado los temas dedicados a la fiesta y las drogas como “El Bálsamo de Fierabrás”, de inspiración AC/DC y perfectamente relacionado con la historia de los protagonistas. Eso sí, no se escondían. Les encantaba la fiesta y todo lo que se derivara de ella.

7 – “Satania” (Finisterra)

Y con él la cosa se salió de madre… A pesar de que el momento más alto de popularidad para el grupo fue con “Gaia II”, el “Finisterra” fue un salto todavía mayor que el dado con “La Leyenda de la Mancha”. Dos discos, otra ópera rock, y esta vez salida de la mente pensante de Txus. La historia es excepcional y musicalmente para muchos estamos ante el cénit de su carrera. “Satania” nos introduce en la historia y es un poco un paso más allá de “El Santo Grial”. Tema netamente heavy metal que incluye doble bombo. Coros ampulosos y largo minutaje en el que transitas cumbres y valles con sumo gusto y firmando otra gran letra.

8 – “La danza del fuego” (Finisterra)

El disco no poseía una producción a la altura pero eso no quitaba que los mil detalles lucieran. La parte folk va tomando protagonismo y es “La danza del fuego” un perfecto ejemplo de evolución. Preciosa entrada a balada para llegar al medio tiempo coronado con una letra espectacular. Muchos de los mejores momentos de Txus como letrista aquí reposan. Comprometidos y preocupados son capaces de ponerse trascendentes pero siendo festivos. El disco contiene mil-y-una colaboraciones y en general raya un nivel altísimo. “Hasta que el cuerpo aguante” sigue esta línea recogiendo un poco los tópicos del músico y su modus vivendi. “Fiesta Pagana” es una de sus obras maestras pero está más quemada que el mapa de Bonanza. Su sobreexposición ha hecho que delinquiera para conseguir una orden de alejamiento de “Fiesta pagana”.

9 – “La Santa Compaña” (Finisterra)

Similar y en la misma onda que “Astaroth” se nos presenta esta maravilla. Las separa “Conxuro”, destacando la belleza del idioma gallego. “La Santa Compaña” es la procesión de las almas en pena que vagan por Galiza y te llevan con ellos. Ambas oscuras y con aires Rainbow al estilo “Stargazers” o “Gates of Babylon”. Mucho le debe el grupo a Blackmore… Es un medio tiempo intenso que avanza de forma natural y acentúa la parte folk. Gran trabajo de Jose y otra de las mejores letras que han firmado hasta la fecha. La parte “uooo, uooo” es otro de sus atractivos dándole muchísima solemnidad, y eso que hasta se atreven con un ritmo latino descolocándonos del todo. Si “Astaroth” y “La Santa Compaña” suelen asomar en sus set lists actuales es por algo. “No abras a nadie mujer… no hasta el amanecer”…

10 – “Finisterra” (Finisterra)

El gran final estaba cantado. Tras dos CDs brillando el desenlace de la historia tenía que ser antológico, y no decepcionaron. Más de 15 minutos de tour de forcé para darle el twist final a la historia. El pacto entre el Diablo y Dios quedaba sellado de la mejor manera posible. En su día gente vinculada al cine me contaba que la historia merecía libro y película, por su calidad y originalidad. Coros operísticos, amago a balada y un crescendo continuo desembocando en estuario hacia el gran final. “Finisterra” es una perfecta evolución de lo que fue en su día “El fin del camino” a modo de epílogo. Demostraban el nivel al que estaban incluyendo ese mítico dueto entre Jose y Juan Gallardo de los Ángeles del Infierno. Tras muchos años un disco de heavy metal nacional llegaba a disco de platino.

https://www.youtube.com/watch?v=vLrpVXpDRBY

Lo que siguió luego no fue nada fácil… Mantener a la base de fans metal y abrirse a los nuevos sería complicado, y a la vez superar una maravilla tal como “Finisterra”… de largo, su obra maestra. Pero ese capítulo ya lo abordaremos en otra ocasión. Que poco me gustan “El Señor de los gramillos” y “Polla dura no cree en Dios”, pero qué grandes son “La Cruz de Santiago” y “Quien quiera entender que entienda”…

Y como podremos ver en los comentarios que acompañarán este escrito demostraremos que criticar es gratis y también el deporte nacional en España. ¡¡¡No nos decepcionen… que es Mägo de Oz!!!