El drama de los conciertos de los Kiss originales en España
Los primeros y únicos conciertos de los Kiss originales a España fue accidentada pero finalmente majestuosa. Un recuerdo a aquellos míticos shows de 1997.
Corría el año 1996 y la vida era bella. Coldplay aún no existían. Vivíamos con pesetas. El Atlético de Madrid ganaba su primera liga en 20 años. Aznar aún no era presidente de España (esto cambiaría poco después). Te podías comprar un piso con 80.000€ de los de ahora. Y Kiss se habían reunido después de 16 años con su formación original. No sólo eso: también habían vuelto a usar el maquillaje y los trajes míticos de los 70.
Los conciertos de Kiss en España malditos
Una ola de nostalgia inundó el mundo del rock desde ese momento. Hasta entonces, todo el mundo estaba centrado en intentar ser el nuevo Marilyn Manson o los nuevos Soundgarden. La reunión de Kiss nos hizo entender que lo antiguo también era válido y que merecía la pena volver a 1977 de vez en cuando. Poco importaba que la formación clásica de Kiss, con Peter Criss y Ace Frehley, fuese musicalmente inferior a la que existía hasta ese momento, con Bruce Kulick a la guitarra y Eric Singer a la batería. De golpe, entendimos que no todo era la perfección musical a la que nos había abocado la ola de superinstrumentistas virtuosos que se popularizaron en el rock de los años 80. Lo técnicamente mediocre podía vender más e ilusionar más. A fin de cuentas Kiss nunca llegaron a las masas por ser musicalmente perfectos, sino por generar la sensación de que cualquier chaval podía coger una guitarra y montar un grupo de éxito planetario.
Kiss habían anunciado su gira con una conferencia de prensa a bordo del portaaviones USS Intrepid el 16 de abril de 1996. Apenas unos días después, se pusieron a la venta las entradas para el primer concierto de la gira en el Tiger Stadium de Detroit. 40.000 entradas volaron en minutos. Gene Simmons y Paul Stanley sabían lo que estaban haciendo: junto al manager Doc McGhee habían convertido la gira de reunión en el evento cultural del año en todo el mundo. Kiss estaban en todas partes: desde los telediarios hasta las portadas de las revistas. Todo el mundo quería cinco minutos con Kiss. Y mientras, las entradas se vendían como si no hubiese un mañana en todo el mundo.
Tras una primera ronda de conciertos por Estados Unidos, la banda se acercó hasta el Reino Unido para hacer un único concierto en el festival de Donington junto a Ozzy Osbourne y Sepultura, entre otros. Fue su manera de decir al otro del charco que ahí estaban, confiando en que el boca-oreja hiciese el resto. Kiss nunca habían sido tan populares en Europa como en USA y el movimiento fue inteligente.
Una exitosa gira
Tras el festival de Donington volvieron a Estados Unidos para realizar tres meses más de conciertos en todos los posibles mercados principales. Fue en octubre cuando se anunciaron muchas de las fechas europeas que incluían, también, sendos conciertos en Madrid y Zaragoza. Dos conciertos que debían suceder el 28 de Noviembre en el caso de Madrid (Palacio de los Deportes) y el 29 de noviembre en el caso de Zaragoza (Pabellón Principe Felipe).
En la noche del 27 de noviembre de 1996, el popular locutor de radio El Pirata avisaba del traslado de fechas de Kiss por culpa de la huelga de camioneros franceses en la frontera que no dejaban pasar los camiones que transportaban todo el equipo de Kiss. En la propia mañana del 28 de noviembre, ya de manera oficial y rotunda, los conciertos se daban por aplazados por parte de los organizadores, Gay & Company, la promotora liderada por el mítico Gay Mercader. Era la primera visita de Kiss a España desde que en 1983 actuasen en nuestro país presentándose por primera vez sin maquillaje.
Con una buena parte del público desplazándose a Madrid desde otros puntos de España, los seguidores se encontraron con la cancelación de manera súbita. El Pirata avisó de unas posibles nuevas fechas, que serían el 9 y 14 de Mayo de 1997, que finalmente no serían una realidad.
“Había gente de todas partes viniendo a España a ver los conciertos” explicaba Eduardo Möller, responsable de comunicación de la promotora, por teléfono al Pirata en aquella noche del 28 de noviembre. De los acuerdos que exigían los camioneros franceses quedó en el aire uno, el económico, que no permitió levantar la huelga, con el consiguiente efecto sobre la logística de unos Kiss que, mientras tanto, las veían venir desde su hotel en Londres.
La banda intentó todo lo posible
Según explicaba Möller en directo, la banda intentó primero aplazar el concierto de Madrid del jueves 28 al sábado 30 de Noviembre, moviendo también un concierto en Bélgica para poder acomodar el cambio. Luego la banda intentó contratar un avión de cargo para traer todo su equipo por via aérea, pero una empresa española afectada por la huelga “pagó ocho millones de pesetas más por él y se lo llevó” explicaba Möller. “Kiss han hecho lo que han podido para venir a España y le han dicho a su agente europeo que España tiene que estar sí o sí en los planes”.
Con Madrid y Zaragoza al borde del sold-out, se hizo énfasis en que la gente guardase sus entradas como oro en paño ante la previsión de que se agotasen.
“Esta es la primera vez que nos ha pasado esto, nunca hemos perdido un concierto en 25 años” explicaba Gene Simmons en una entrevista exclusiva con El Pirata. “En Estados Unidos, si algo se interpone en el normal desarrollo de la vida del país, se calificaría como una emergencia, el gobierno reacciona y la huelga se acaba”.
“Europa siempre ha estado dividida y debería estar unida, porque lo que hace un país afecta a los otros” reflexionaba Simmons.
Finalmente, las fechas de mayo no fructificarían debido al itinerario de gira de la banda. Una nueva pata americana de la gira les llevo hasta Canadá el 6 de mayo, por lo que era complicado tenerles en España el 9 de Mayo. La segunda gira europea arrancó el16 de mayo en los festivales alemanes Rock Im Park y Rock Am Ring, llegando finalmente a España a finales de Junio. Fue el 25 de Junio en el Palacio de los Deportes, el 26 de Junio en la plaza de toros de Zaragoza y, sorprendentemente, se añadió una tercera fecha en el Palau dels Esports de Barcelona el 30 de Junio.
“Esta noche es la noche”
La banda pasó casi una semana en España, disfrutando del clima y de algo de tiempo libre cuando una gira extenuante como el “Alive Worldwide 96/97” estaba llegando a su fin. Los conciertos en Madrid, Zaragoza y Barcelona se recuerdan como algunos de los mejores de la gira, con la banda especialmente motivada y llena de energía tras casi doscientos conciertos juntos en el espacio de un año. Peter Criss y Ace Frehley, habitualmente la parte más inestable musicalmente de la banda, tocaron a las mil maravillas.
Si bien el concierto de Madrid fue un éxito y el de Zaragoza reunió a casi ocho mil personas en la Plaza de Toros, justamente el de Barcelona fue un pequeño pinchazo que demuestra que Barcelona nunca ha tenido el tirón rockero de la capital. Apenas 5.000 personas se reunieron en el Palau dels Esports de la calle Lleida, donde Kiss actuaron con una producción reducida sin plataformas hidráulicas ni sistema de vuelo para Gene Simmons. Sin embargo, la banda realizó un concierto con una energía que nunca más he vuelto a ver en ellos.
Durante los días que la banda pasó en Barcelona fue habitual encontrarlos en las inmediaciones del Hotel Arts, donde se hospedaron aprovechando los cuatro días de descanso en Barcelona. Un fan, según relataba en el fanzine Kissteria del club de fans oficial en España, se encontró a Gene Simmons en la montaña del Tibidabo. Otros se encontraban a Paul Stanley comiéndose un helado por el paseo marítimo. Era surrealista, para cualquiera que fuese fan de Kiss tener a la formación original de la banda dando vueltas por tu ciudad. Ahora nos parece una fantasía, pero hubo una época en la que pudimos ver a Kiss en directo por 3.500 pesetas (unos 21 Euros). Aunque nos llevase una espera adicional de medio año.
Ver a Kiss, con un Paul Stanley en plenitud de facultades vocales, diciendo su clásico “no hablo el español muy bien pero comprendo sus sentimientos y mi corazón es suyo” y actuando como un predicador del rock and roll sobre el escenario fue un espectáculo que, los que estuvimos, nunca olvidaremos.
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