La temporada de festivales del año 2015 se prevé mucho más intensa que la de 2013 y 2014. Dado que en España las giras de muchos grupos ya pasan de largo debido a la coyuntura económica y las pobres ventas de entradas, los festivales han terminado por erigirse como una de las pocas maneras de ver a ciertos grupos en directo. Bandas como Nightwish, Death to All, Status Quo, Satyricon, The Darkness, Motorhead y muchas otras optan por no venir de gira por nuestro país y hacer festivales, que son mucho más lucrativos, fáciles y logísticamente simples para las bandas (que no para los promotores).

La temporada de festivales del año 2015 se prevé mucho más intensa que la de 2013 y 2014. Dado que en España las giras de muchos grupos ya pasan de largo debido a la coyuntura económica y las pobres ventas de entradas, los festivales han terminado por erigirse como una de las pocas maneras de ver a ciertos grupos en directo. Bandas como Nightwish, Death to All, Status Quo, Satyricon, The Darkness, Motorhead y muchas otras optan por no venir de gira por nuestro país y hacer festivales, que son mucho más lucrativos, fáciles y logísticamente simples para las bandas (que no para los promotores). Eso provoca que poco a poco volvamos a una situación de burbuja como la que se dio en los años 2006, 2007,2008 y 2009, donde un exceso de oferta convirtió a España en terreno abonado para los cachés inflados, festivales deficitarios y encarnizadas luchas fratricidas entre promotores del mismo ámbito musical.

El festival levantino Leyendas del Rock, heredero del Mazarrock y del extinto Lorca Rock, ha sido quien ha más ha acusado la alta competencia de este año. Tanto que incluso optaron por hacer pública una carta abierta recientemente en la que explicaban que no debía cundir el pánico. Un festival no se basa solo en cabezas de cartel rimbombantes. “Nuestro planteamiento de cara al año que viene es de discreción y sensatez. Eso no quiere decir que no tengamos un festival atractivo, que lo tendremos, con una oferta variada, interesante y agradable” explicaba el promotor Marcos Rubio, de Sufriendo & Gozando, en la nota pública.

Uno de los cabezas de cartel más importantes para los festivales del año 2015 es Judas Priest, que presentan su nuevo disco con una fecha en España. Tanto el Leyendas del Rock como Rock Fest Bcn habían tenido al grupo británico en sus planes, aunque finalmente han terminado recalando en el festival de Barcelona. El golpe ha sido duro para el Leyendas, pero ha respondido anunciando toda una retahíla de bandas de tipo medio que hace la boca agua: Turisas, Edguy, Overkill, Death to All, Sepultura, Freedom Call, Blues Pills, Finntroll, Tierra Santa, Doro y recientemente The Darkness.

“Hay años con menos competencia y en esos años intentas subir” explica Marcos por teléfono desde su oficina. “No renunciamos a las bandas tipo Judas Priest o Iron Maiden, pero en el Leyendas lo que intentamos es crecer y consolidar nuestra marca de festival. Queremos tener el sello europeo, que es cuando el público va por tradición y por comodidad, independientemente del cartel. Un año vendrá Pepito y otro año vendrá Juanito”.

El Leyendas tiene por delante un décimo aniversario, oportunidad que muchos asistentes habían aprovechado para imaginar que una trifecta de Metallica, Iron Maiden y Black Sabbath podrían encabezar el festival, al estilo de lo que fue el Hellfest 2014. Nada más irreal. La apuesta por el tamaño medio es la marca del Leyendas del 2015 y el ánimo es el de consolidarse porque “en este país siempre ha habido un déficit a la hora de consolidar propuestas. Ahora se plantea un 2015 con mucha competencia y muy potente y selvático. Es lo que hay. Ahí seguiremos”.

El Leyendas nació como heredero del Mazarrock, con un color totalmente nacional en sus carteles, que tan solo se altero unos años después con la inclusión de bandas internacionales de manera habitual a partir de 2008, aunque ya hubo alguna participación en 2007.

“Las circunstancias han ido marcando nuestro camino” explica Rubio. “Nacimos con vocación nacional total, siguiendo la estela del Mazarrock. Luego vimos que lo nacional se agota, la cantera no da para tanto. No puedes estar diez años haciendo Obús, Saratoga y Barón Rojo, porque se agotan los recursos. Abrimos el abanico a lo internacional, que es casi ilimitado, y al desaparecer el Lorca Rock decidimos darle un aire más internacional al Leyendas. Si a eso le unes la nueva ubicación en el polideportivo de Villena, con condiciones agradables para el público, pues tienes buena combinación”.

leyendas

El Leyendas del Rock se aguanta de manera exclusiva con sus propios medios, sin aportación contante y sonante de la administración pública, como es habitual en otras citas musicales de nuestro país, lo cual hace aún más complicada su viabilidad económica.

“Nos ceden el polideportivo” apunta Marcos “pero tenemos que reponer el césped, la pintura de las pistas de atletismo, la tierra batida…una serie de contrapartidas que debemos asumir, pero lo hacemos de buen grado porque el recinto es espectacular. Villena está volcada con el Leyendas del Rock dentro de sus posibilidades y facilita las cosas. Esperamos que el idilio sea largo y duradero”

“Directamente, de nueve ediciones del Leyendas, en cinco se han perdido dinero” profundiza. Y ha habido alguna especialmente complicada, como la del año 2008.

“Aquel año fue el año en que dimos un salto a una mayor producción, con escenarios cubiertos, mayor cantidad de grupos internacionales y demás. Ese año coincidió con el Kobetasonik aquel potentísimo, con Metalway, con Metallica, con Iron Maiden…bueno, coincidió con catorce mil cosas y allí perdimos hasta los ojos, económicamente. Perdimos también algo de dignidad. Fue el último año en Mazarrón y el Ayuntamiento no nos recogió ni la basura del festival”.

Volviendo al asunto de la corrupción y prevaricación en la administración pública, Marcos nos cuenta que no es algo común en los círculos de los festivales de tinte rockero, porque “es un mundo más desconocido para ellos”. Pero habla de la figura del “promotor amigo del poder, que es quien se lleva los grandes contratos y que a las espaldas ya rendirá cuentas con quien tenga que hacerlo”.

¿Porqué un festival como el Keep it True, el Summer Breeze o similares no tiene cabida en una España que parece cansada de ver a las bandas de siempre y reclama novedades en la programación de los festivales? Según Rubio “los pirineos hacen una barrera geográfica, pero también cultural. Un festival como el Summer Breeze en España no tendría viabilidad. Festivales que tengan un nivel medio-bajo de bandas, aquí no funcionarían. La gente allí acude, los apoya y compra entradas. Aquí no saldrían adelante.”

“Tenemos que escuchar a la gente pero tampoco demasiado, porque el público tiene su parte hipócrita” explica. “Si un año o dos les traes a los grupos que ellos quieren es todo muy bonito y mucho palmetazo en la espalda. Al año siguiente eres un fracasado porque no has traído lo que ellos esperaban y se van a otro festival. Con muchos años como aficionado y organizador uno ya tiene el cuerpo preparado para estas cosas. Intentamos ser honestos y ofrecer lo que podemos sin engañar a nadie.”

Hay bandas que cuadran mejor en unos festivales que en otros, por propuesta artística, por filosofía o por emplazamiento. En ese sentido, el Leyendas se caracteriza por varios caramelos que rara vez se ven por nuestro país. En su día eran Tokyo Blade o Picture. En esta ocasión serán otros como Death To All, The Darkness y otras sorpresas que están por venir. Pero para el aficionado acérrimo, y dada la cercanía del Leyendas con el Wacken Open Air, hay tres bandas que suscitan interés: Savatage, Trans-Siberian Orchestra y Running Wild. Una hace doce años que no toca en directo, otra nunca ha venido y en el caso de los terceros hace nueve años desde su última visita

“Savatage tendrían un encaje fantástico en el Leyendas” cuenta Marcos. «Como negocio, no serían un buen negocio. El Wacken ha pagado una cantidad muy importante por Savatage y la Trans-Siberian Orchestra y es un concierto que a nivel técnico es complejo y costoso. Es una banda que mueve a muchos músicos e infraestructuras. La prueba está en que de las dos giras que han hecho en Europa, ninguna ha pasado por España. A ver quién es el guapo que se atreve. A nivel artístico sería espectacular, pero económicamente sería un mal negocio”.

“Savatage nunca fueron una banda de primera división ni en España ni en el mundo” reflexiona el promotor. “Es una banda para enamorados. Te lo dice uno que escribía al club de fans de New York y le respondía Paul O’Neil de puño y letra. Al principio no sabía quien era y luego vi que era el cerebro artístico detrás de la banda. Eso era cuando ni habían venido por aquí ni se les esperaba, a finales de los 80.”

Sale a relucir otro nombre que le gustaría tener en el festival. “King Diamond sería algo bonito, pero son más deseos de la gente que venta de entradas real. Deseamos lo que hace tiempo que no hemos visto”.

Sin embargo Running Wild es una banda con la que Marcos tiene una relación más contraria que con Savatage. “Con Savatage no he tenido ningún desencuentro amoroso. Al contrario, las veces que he estado con ellos han sido fantásticas. Pero a Running Wild los tuvimos en un Lorca, ya confirmados en el cartel con Iron Maiden y se fueron a otra opción por 3.000 dólares más…no lo veo muy digno, la verdad”.

“Hay un axioma aquí en España. Pon a cualquiera de las bandas de las que hablamos a las cuatro de la mañana y veamos si merece la pena el esfuerzo económico en proporción a la cantidad de gente que van a tener delante. Se puede criticar a Saurom, pero te aseguro que van a tener más público delante a esas horas que muchos de los grupos que estamos mencionando. Entonces te planteas ¿merece la pena el esfuerzo económico y los meses de negociaciones?” se pregunta.

Volviendo a la nota que Marcos publicó en la web del Leyendas del Rock hace unos días, sorprendía la foto que la acompañaba. El promotor con un mítico cartel que circuló por internet en el año 2003 y que revolucionó a todos los fans españoles. Un festival de dos días, el Lorca Rock 2003, con Judas Priest, Iron Maiden, Gary Moore, Dio…como en los años 80. Ese festival terminaría llamándose Metal Mania y se celebró en Villarrobledo, Albacete, con una alianza entre las empresas promotoras Rock N Rock y Matarile. Según Marcos, ese era el cartel preparado para el Lorca Rock 2003.

“Quería era aprovechar para reivindicar la autoría intelectual de aquel cartel después de once años. La gente de tu entorno sabe lo que hay, pero el público general no sabe como funcionan estas cosas. No les preocupa quien monta o deja de montar cada festival” comenta. “Lo de sacar la foto fue debido a que 2015 va a ser un año de mucha competencia y quiero recordarle a la gente que no deben ponerse nerviosos, que por estas cosas ya hemos pasado anteriormente”.

“Hay años de más burbuja festivalera, hay ciclos…pero lo importante es mantenerse” asegura.