Después de formar parte de Rainbow y Black Sabbath, Ronnie James Dio demostró con 'Holy Diver' que su talento iba más allá de estar bajo la sombra de Ritchie Blackmore y Tony Iommi. Grandes clásicos aguardan en el debut de su banda que se publicó el 25 de mayo de 1983.

Pocos artistas han logrado dejar una impronta en la escena musical tan profunda como la Dio, hasta el punto de conseguir que todo un género musical se identificara con su símbolo, la mano cornuda, que, en definitiva, no era más que el signo de protección contra el mal de ojo que hacía su abuela italiana.

Dio Holy Diver

Otro de los elementos más destacables del cantante, fue su gran capacidad para seguir adelante pese a las dificultades. Tras haberse quedado fuera de bandas del nivel de Rainbow o Black Sabbath, logró realizar una obra tan titánica como la de este disco, con el que obtuvo, además, los mayores reconocimientos. Él mismo compuso las canciones, junto a sus compañeros de la banda, y produjo el álbum, que se grabó en los estudios Sound City de Los Angeles en 1983.

Toda su fortaleza la plasmó desde su primera canción, “Stand Up And Shout”, en cuyo estribillo Dio puso su marca personal, esa forma que tiene de rugir las palabras. Aunque la canción que le inmortalizó para la historia fue, por supuesto, “Holy Diver”. Lenta, pero muy contundente, envuelta en mística, magia y leyendas, esta canción le convirtió en el héroe que siempre quiso ser.

La manera que tenía de hacer explotar cada sílaba, su vocalización, el vibrato, y la forma que tiene de proyectar su voz como una onda expansiva, marcaron a toda una generación de cantantes que le continuaron. De todo esto se puede disfrutar en esa delicia de tema que es “Caught In The Middle”, la cual evoca al oyente la calma antes de que llegue la tormenta que es “Don’t Talk To Strangers”. El cuarto corte del disco podría no resultar tan interesante al escucharlo tal cual está en la grabación, pero sin duda, es uno de los temas en los que Ronnie hacía sonar su voz de forma más extraordinaria en los directos.

Si bien se podría pensar en echar de menos en Dio el apoyo en la composición de un Ritchie Blackmore o un Tony Iommi, para escuchar a Ronnie cantar al nivel de “Man On The Silver Mountain” o “Neon Knights”, el americano saca pecho y demuestra a todos su grandísimo talento rematando ‘Holy Diver’ con una obra maestra como es “Rainbow In The Dark”. Dio sigue siendo a fecha de hoy la voz absoluta del metal.

Rosa Chenlo