Chris Holmes: excesos, decadencia y rock n’ roll. La cara oculta de WASP.

Chris Holmes por otro lado, con esa cara de bonachón vikingo de mandíbula desencajada y mellado por culpa de los abusos, nos alegra el día a día con sus nuevos videoclips y canciones esperpénticas, ¿Se puede pedir más?.

Estas 5 décadas de rock duro y Heavy Metal nos han dejado personajes y anécdotas para la posteridad, tantas como para escribir varias enciclopedias sobre cuán de autodestructiva puede llegar a ser esta música llevada hasta los límites. Sus protagonistas, individuos de pelaje diverso, la mayoría paran o bien criando malvas o bien al borde del deceso arrastrándose por la vida padeciendo las consecuencias de una vida repleta de excesos, salvajadas, locuras y excentricidades. Algunos como Lemmy hacen gala de ello elegantemente, otros sin embargo, pese a que intenten camuflarlo u obviarlo –léase Ozzy Osbourne- no logran esconder la realidad; como se dice vulgarmente, no se aguantan los pedos. Luego tenemos a gente como Nikki Sixx que ha sabido explotar esa decadencia, vida de excesos y mala fama para vender más libros que discos en la última década. En todos los casos, el dinero y la fama corren en abundancia lo que permite rodearse de asesores de imagen, jefes de prensa, managers y demás fauna que hará todo lo posible para camuflar tu pasado, maquillarlo o bien explotarlo comercialmente hablando.

Por desgracia, al otro lado de la balanza se encuentran los perdedores, aquellos que ni se forraron ni han logrado salir del agujero, gente que malvive e incluso roza el ridículo cada vez que se propone hacer algo relevante lejos de la banda madre que le vio nacer, le dio la fama y le ha abandonado cruelmente a su triste destino. Personajillos de estos los hay a patadas, la mayoría de ellos procedentes del famoso Sunset Strip angelino, responsable de alzar a lo más alto a algunos y de hundir en la miseria a otros. Chris Holmes, otrora flamante guitarrista de WASP es un clarísimo ejemplo de ello.

WASP vendieron durante la década de los 80 unos pocos millones de discos, aunque quizá no los suficientes como para poder vivir de rentas durante toda la vida a cuerpo de rey, más aún cuando la partida de derechos de autor seguramente se la zampe en su totalidad y bien agustito el bueno de Blackie Lawless (de ahí su volumetría, que creían ustedes), quién puso su firma sobre casi todo el catálogo de WASP a diferencia de Chris Holmes cuya participación fue muy menor si no escasa (aunque él insista que las ideas eran suyas y Blackie se las robaba, en fin…). Sea como fuere, Chris abandonó WASP en 1989 para volver en la época de mayor decadencia y menor popularidad del grupo (1995-2001), léase “Kill Fuck Die” / “Helldorado” / “Unholy Terror”, probablemente los discos menos inspirados de la banda californiana. Desde entonces –y alejado ya de la sombra de Blackie Lawless- la carrera de Chris Holmes no ha ido sino empicada hacia el profundo abismo del ostracismo, el olvido y el rechazo del gran público y la industria discográfica que tanto le había amado no tanto tiempo atrás… Pero la decadencia de Chris Holmes no es nueva, ya viene de lejos. Echemos la vista atrás en el tiempo y remontémonos hasta 1988, año en el que sale la infame película/documental “The Decline of Western Civilization II: The Metal Years”, todo un desastre taquillero que en vez de promocionar y promover el Heavy Metal no hizo sino más bien todo lo contrario y acabó por convertirse en una clara muestra del principio del fin del reinado de esta música durante la década de los 80, mostrando el lado más excéntrico, rocambolesco y desmedidamente egocentrista de las estrellas de rock del momento. “Spinal Tap” era parodia llevada al cine; “The Metal Years” sin embargo era una realidad tan forzada que rozaba la parodia. En medio de ese elenco de rockstars y wannabes que no habían salido del local y creían ser los nuevos MÖTLEY CRÜE (amén del careto desencajado de Dave Mustaine, otro highlight del documental), aparece la mítica escena de Chris Holmes en la piscina, la ESCENA entre las ESCENAS, el no va más de la degeneración humana y el exceso personificado. Da igual que en esa botella hubiese agua en vez de Vodka, el caso es que el panorama es igualmente desolador con Chris Holmes tumbado en una amaca dentro de la piscina, con sus atuendos de guerra y su madre postrada al lado presenciando como su hijo entre balbuceos y eructos reconoce ser un alcohólico a jornada completa. Todo el mundo sabía que Chris Holmes era un desmadrado, pero “The Metal Years” dejó evidencia fílmica para la posteridad.

Llegados al nuevo milenio, Chris decide abandonar (fue echado en todo caso) WASP una vez más tras algunas giras realmente chungas, o por lo menos lo que servidor recuerda de ellas. Durante el tour de “K.F.D” de 1997, la banda no vivía sus mejores momentos y estaba claro que su estado de forma dejaba mucho que desear. Oficialmente Chris Holmes había dejado el alcohol un año antes, algo que no explica cómo tanto Holmes como Lawless acabaron el tramo final del concierto sentados sobre la tarima de la batería. Y de eso hace casi 20 años ya. En la siguiente gira, la de “Helldorado”, la banda se hizo famosa por sus playbacks (o estribillos pre-grabados) tal y como documental el directo “The Sting”, casi tan falso como el “Live… In the Raw” (también conocido como “Live… In the Studio”, ehem). Durante la gira de “Helldorado” Chris Holmes presentaba un aspecto realmente atroz y castigado, y hablamos de un tipo que no había llegado a los 40 todavía. En la misma gira, Blackie (o su médico) se sacó de la manga la famosa araña que si bien aquí tenía un papel meramente visual y decorativo, en giras posteriores acabaría por convertirse en su poltrona, poltrona cuyo material por cierto la Nasa sigue investigando por su dureza y extrema resistencia.

Una vez fuera de la órbita de WASP, Chris desaparece del mapa pese a que lanza algunos proyectos musicales que no van a ningún lado, caso de ANIMAL (por donde pasaron varios ex miembros de WASP) o se junta con bandas de losers que tampoco llegaron a ningún lado comercialmente hablando como L.A. GUNS o BULLETBOYS. Pese a mantener ese perfil bajo, dentro de lo que cabe, seguía siendo Chris Holmes, qué carajo. No ha sido hasta hace relativamente poco que su credibilidad como músico se ha ido por la borda. Su carrera como artista en solitario ha ido dando tumbos a lo largo de los años bajo diferentes nombres e identidades y fruto de ello han salido al mercado dos trabajos, “Nothing to Loose” (Efectivamente, con un disco así ya no tienes nada que perder, más bajo no vas a caer) y “Shitting Bricks” que figuran probablemente entre los 10 discos más cómicos en el mal sentido de la palabra editados nunca. En ellos, Chris Holmes ayudado por una caja de ritmos y su insufrible voz dilapida su carrera y deja notoria evidencia de quién era el verdadero cerebro de WASP. O eso o es que los excesos le han dejado el cerebro y el buen gusto atrofiados y carcomidos por los gusanos. Luego están los videoclips, que son para mear y no echar gota. Si eres capaz de aguantar la risa durante más de 20 segundos con las imágenes que muestran los clips de “Way to be”, “Get with it” o sobretodo “Let it Roar” y “Born Work Die”, te mereces un premio y eres más fan de Holmes de lo que crees. El bajo presupuesto y las malas ideas se conjugan terroríficamente dejando para la posteridad (viva youtube) momentos de una épica casi equiparable a la de “The Metal Years” y miren que el listón estaba alto. Y cuidado, que la cosa no acaba ahí; por si fuera poco Chris Holmes y su esposa preparan reality show llamado “Holmes Sweet Holmes” que promete ser el no va más de la decadencia.

Por fortuna, su persona dejó de vincularse al nombre de WASP hace ya muchos años en una separación que ha beneficiado a todo el mundo; WASP andan editando en estos días discos excelentes (“Babylon” y “Golgotha” por ejemplo) y han ganado muchísimo en directo. Chris Holmes por otro lado, con esa cara de bonachón vikingo de mandíbula desencajada y mellado por culpa de los abusos, nos alegra el día a día con sus nuevos videoclips y canciones esperpénticas, ¿Se puede pedir más?.