Los tesoros ocultos de Bon Jovi
Un listado diferente de lo habitual de canciones de Bon Jovi, casi todas ellas alejadas de los grandes focos de la fama y que difícilmente encontraríamos en un setlist de la banda, pero que nos podría servir perfectamente para profundizar en las entrañas de su dilatada discografía. Eso sí, no apostéis por escucharlas en la próxima cita que tendremos con ellos porque os arruinaríais con casi toda seguridad. Hacednos caso.
La ciudad de Madrid volverá a albergar seis años más tarde el único concierto que Bon Jovi hará en nuestro país dentro de su gira «This House Is Not For Sale» y por este motivo, hemos decidido rebuscar entre su extensa discografía aquellas canciones que pasaron desapercibidas entre tanto hit, rara vez (o nunca) formaron parte de sus repertorios o que, simplemente, nos apetecía recordar. No están todas las que son, pero sí son todas las que están.
Love Lies (Bon Jovi, 1984)
Si algo ha caracterizado a los de New Jersey, especialmente a partir de la década de los noventa, es su increíble facilidad para componer baladas como solo un rockero podría hacerlo. Y «Love Lies» fue la primera de ellas. Emoción, garra y melodía con un precioso solo de guitarra de sello Sambora y Jon bordando un registro vocal tan agudo que hoy sería imposible de imaginar.
The Price of Love (7800º Fahrenheit, 1985)
Una de las tapadas de su segundo disco que poco tiene que envidiar a otros títulos como «In and Out of Love» o «The Hardest Part is the Night» que sí tuvieron más suerte. «The Price of Love» tiene caña y azúcar a partes iguales que culminan en un estribillo facilón pero indudablemente poderoso, como tanto nos gustan.
Social Disease (Slippery When Wet, 1986)
Probablemente el disco que cambió para siempre la historia de la banda con el permiso del que está por llegar. Difícil elegir un tema en un trabajo plagado de grandes canciones, ahí están «You Give Love a Bad Name», el mítico «Livin’ on a Prayer» o «Wanted Dead or Alive», solo por citar algunos ejemplos, pero «Social Disease» tiene un buen rollo, un riff de lo más sucio y hasta unos arreglos con instrumentos de viento que para que lo vamos a negar, mola. Mucho.
99 in the Shade (New Jersey, 1988)
Y llegamos a la joya de la corona. Un disco en el que prácticamente cada una de sus composiciones se podrían incluir en cualquier grandes éxitos de Bon Jovi. ¿Pero que me decís de «99 in the Shade»? ¡Puro rock ‘n’ roll! Sin artificios ni adornos innecesarios en búsqueda del single perfecto creado para sonar una y otra vez en todas las emisoras de radio de la época.
Woman in Love (Keep the Faith, 1992)
El trabajo que para muchos fans significó el principio del final o, dicho de otra manera, su último gran disco. Discrepo. Me iba a tomar la licencia de elegir a «Dry Country», diez minutos que contienen toda la esencia de su sonido, que debería ser una fija en todas sus giras y que no tiene el reconocimiento de otras de sus compañeras de álbum pero no quiero hacer trampas al solitario con lo que elegiremos a «Woman in Love» y cantaremos su estribillo hasta que nos duela la garganta.
My Guitar Lies Bleeding in my Arms (These Days, 1995)
Amado por unos y odiado por tantos otros lo único que podemos afirmar es que tras su grandes éxitos, «Cross Road», supuso un punto de inflexión en su carrera. Para el que firma este reportaje es su disco favorito, por muchos motivos, algunos de ellos de carácter puramente emocional y nostálgico, y he de confesaros que pocas canciones me provocan tal tormenta de sentimientos como «My Guitar Lies Bleeding in my Arms». ¡Otra vez se me ha metido algo en el ojo!
Two Story Town (Crush, 2000)
Entrábamos en el nuevo milenio al ritmo de «It’s My Life» con la que Bon Jovi vivirían una segunda juventud con un rock más comercial, fresco y vanguardista que aún guardaba ciertos lazos con la melancolía de su pasado pero que miraba de forma optimista al futuro. Y entre esas dos aguas navegaba «Two Story Town», un tema guitarrero, de tintes rockeros pero que les acercaba sin disimulo a las tendencias más pop del momento.
Open All Night (Bounce, 2002)
Una nueva balada a añadir a este listado que si bien no puede competir con otras como «Bed of Roses», «Always» o «This Ain’t a Love Song», palabras mayores todas ellas. Sin embargo «Open All Night» es capaz de recordarnos a esas largas y tristes noches de lluvia que todos hemos pasado alguna vez mirando por la ventana en busca de una figura familiar o esperando la llamada que nunca llegó a sonar en nuestro teléfono.
I Want to Be Loved (Have a Nice Day, 2005)
Bon Jovi nos pedía que le amaramos y claro, ¿quiénes somos nosotros para negárselo? «I Want to Be Loved» es una de esas composiciones sencillas pero efectivas cuyo estribillo podemos llegar a cantar una y otra vez de una forma tan inconsciente que apenas nos daremos cuenta. Escuchadla un par de veces seguidas y ya no tendréis escapatoria. ¡Luego no digáis que no os hemos avisado!
Till We Ain’t Strangers Anymore (Lost Highway, 2007)
¿Cómo? ¿Qué sí que tiene vídeo? Hagamos un poco la vista gorda pues ya que poco se prodigan nuestros protagonistas en los duetos y menos con la belleza de una voz como la de LeAnn Rimes. Si una canción como «Till We Ain’t Strangers Anymore», con ese aroma a música country, pudiera elegir en que disco ser incluido estamos convencido de que no lo encontraríamos en otro que no fuera este.
Bullet (The Circle, 2009)
Hacía muchos años que no escuchábamos una canción de la banda con unos riffs de guitarra tan duros como los que se marcó Sambora en «Bullet» y acompañándolo además de un solo excesivamente breve pero de lo más directo. A pesar de que el estribillo de la canción sí que nos resulta más familiar siempre es un placer volver a distinguir esa intensidad sonora que un día les caracterizó y les hizo tan grandes.
Pictures of You (What About Now, 2013)
«What About Now» es el último recuerdo que tenemos del grupo actuando en nuestro país y a pesar de ser un disco algo irregular contenía algunas canciones que merece la pena reivindicar. «Pictures of You» extrañamente no llegó a las cotas de popularidad ni a la condición de single que sí tuvieron otras como la que le dio título al trabajo o «Because We Can» pero os aseguramos que tiene muy poco, si tiene algo, que envidiarles. De fácil escucha y deliciosamente pegadiza.
Fingerprints (Burning Bridges, 2015)
Aunque no estemos hablando de un álbum nuevo de estudio propiamente dicho y su lanzamiento se debiera más bien a temas contractuales y al hecho de recuperar algunos descartes de sus anteriores sesiones de grabación, temas como «Fingerprints» tienen que estar aquí. La versión más emotiva, intensa y melancólica de los de New Jersey con una balada de aires sureños y un cálido solo de guitarra capaz de derretir el frío acero del heavy más duro del metal.
Roller Coaster (This House is not for Sale, 2016)
Y terminamos este reportaje con el disco que les traerá de gira a Madrid el año que viene y del que no es fácil elegir una canción puesto que prácticamente todas ellas tiene su versión en forma de videoclip. Aunque ha ocupado un lugar de forma intermitente en los repertorios de la gira, «Roller Coaster» debería sonar a lo largo y ancho del Wanda Metropolitano el próximo mes de Julio. Energía pegadiza ideal para comenzar el día o animarlo si este se nos tuerce más de lo deseado. Si tuviéramos que quedarnos con uno de la edición especial del disco editada este mismo año lo haríamos quizás con «Walls» ahora que parece que por fin se derrumban los cimientos de los muros de las políticas del señor Trump.
Un listado diferente de lo habitual de canciones de Bon Jovi, casi todas ellas alejadas de los grandes focos de la fama y que difícilmente encontraríamos en un setlist de la banda, pero que nos podría servir perfectamente para profundizar en las entrañas de su dilatada discografía. Eso sí, no apostéis por escucharlas en la próxima cita que tendremos con ellos porque os arruinaríais con casi toda seguridad. Hacednos caso.
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