Después de que Machine Head lanzase dos obras de la magnitud de ‘The Blackening’ (2007) y ‘Unto The Locust’ (2011) tan difíciles de superar, la banda dio un vuelco a su carrera en diversos ámbitos con ‘Bloodstone & Diamonds’ (2014).

El concepto y la mística de Machine Head cambió en gran medida a partir de que la banda publicó este álbum. Los altibajos ya conocidos en la relación entre su anterior discográfica, Roadrunner Records, y la banda terminaron por provocar la separación definitiva del camino de ambos. En ese momento apareció Nuclear Blast Records, otra de las principales compañías discográficas dedicadas a la industria del rock a escala internacional, y a partir de ahí comenzaron a trabajar juntos.

Esta fue una gran noticia para la formación, que seguía trabajando en la industria con uno de los colosos del sector y le garantizaba que su próximo lanzamiento tendría una repercusión acorde a la relevancia del nombre de Machine Head en dicho momento. ‘Bloodstone & Diamonds’ supuso un avance en ese sentido por el nuevo camino que empezaba el grupo, y en términos musicales, después de los dos éxitos ‘The Blackening’ y ‘Unto The Locust’, no llegó a alcanzar ese nivel que maravilló al público, pero es un buen disco con canciones de calidad que quedó lastrado por algunos temas que no tuvieron la fuerza y toque adecuados para que llegase a las cotas de la dupla previa.

‘Bloodstone & Diamonds’ desde dentro

El proceso de composición del disco comenzó nada más y nada menos que en febrero de 2013, más de un año y medio antes de su lanzamiento al mercado (7 de noviembre de 2014). Pese a que en un principio se grabó en Jingletown Studios (en Oakland, California), el grupo no terminaba de estar contento con el sonido, por lo que decidieron regrabarlo todo de nuevo en Trident Studios, en Londres.

Puesto que este cambio de estudio para regrabar todo el álbum retrasaba todos los planes que tenían previstos y que había una gira ya organizada en Norteamérica, muchas de las pistas de guitarra de ‘Bloodstone & Diamonds’ fueron grabadas de nuevo a lo largo de la gira de modo “casero” y posteriormente se reamplificaron en los mencionados Trident Studios. Además de eso, las pistas, en este caso vocales, de “Sail Into The Black” se llevaron a cabo en el Hampton Inn Hotel de Nashville (Tennessee) y ls guitarras de “Ghosts Will Haunt My Bones” y la final de “Imaginal Cells” tuvieron un proceso similar al grabarse en la habitación 201 del Hotel Grey de Luxemburgo. También destaca que uno de sus singles, “Now We Die”, fue filtrado por un proveedor digital unas semanas antes de que se publicase.

Para este disco hubo un cambio en la banda que muchos no esperaban: Adam Duce dejó de ser bajista para la entrada de Jared MacEachern en mayo de 2013. Después de una estabilidad de 10 años con la misma formación que había traído consigo el periodo más prolífico de Machine Head a nivel musical, un nuevo cambio, en este caso de uno de sus miembros originales, el último que quedaba aparte de Robb Flynn, inamovible por siempre en el seno y mando de Machine Head.

Machine Head 2014 Bloodstone & Diamonds

En la primera semana desde su venta, ‘Bloodstone & Diamonds’ alcanzó el puesto número 12 de las listas globales, una cifra muy complicada en los tiempos que corren para cualquier banda de metal “no comercial”. Este fue uno de los cambios que también se aplicó a las giras de Machine Head, que desde entonces ha crecido hasta el punto de que, después de algunos periodos en los que rodó con Darkest Hour -como se vio en España- como teloneros, instauraron el formato “An Evening With…”, el cual consiste en una velada en la cual tocan ellos exclusivamente en un concierto más largo de lo habitual. Esa decisión, tomada por Flynn, incluyó la ausencia posteriormente en festivales, donde la banda no se ha dejado ver desde entonces. Discográfica, formación, tipo de shows… Machine Head dio una vuelta de tuerca con ‘Bloodstone & Diamonds’, y con ese punto de partida comenzó un nuevo periodo en su trayectoria.

Dani Bueno