Marilyn Manson: la sociedad y la bestia
Año 1969, el Apolo XI llega a La Luna y en el mundo de la música se suceden situaciones como el adiós de The Beatles desde el techo del edificio Apple en Londres, con “Let It Be” como colofón a una de las bandas más míticas de la historia.
En otro plano, unos jovencísimos Led Zeppelin lanzaban su disco ‘I’. Pero en Ohio, aunque no se supiese, se estaba produciendo el nacimiento de una rebeldía, el nacimiento de una persona que, sin sospechas, había llegado al mundo para ser una de las celebridades más reconocidas de la música metal.
Brian Hugh Warner nació en el seno de una familia a trote caballo entre el catolicismo y la iglesia episcopal bajo un núcleo familiar donde, especialmente su madre Barbara -enfermera de profesión-, acunó a su hijo y lo convirtió en una obsesión que se mantendría a lo largo de su vida. Con un cariño extremo y una protección estricta, la salud mental de Brian estaba en peligro y, en cierta manera, cuando acudió a la Heritage Christian School, sintió los primeros efectos de esta sobreprotección.
Reservado pero también extrovertido, Brian vivió en la Heritage Christian School una etapa donde las oportunidades religiosas se le ponían delante de los ojos día tras día con sermones y una superchería que para el joven Brian empezaba por causarle ciertas preguntas en su mente conforme fue creciendo. De esta manera, con los años se revelaba con los dogmas impuestos para lavar la mente de los niños; Brian comenzó a hacer la prohibida tarea de vender dulces a escondidas, dibujar espantosas caricaturas y escuchar heavy metal. Esto último fue una respuesta letal a los profesores que le enseñaron ese mundo prohibido de sexo descontrolado, drogas, ocultismo e infernales guitarras: Black Sabbath, Led Zeppelin, Judas Priest, Kiss o Alice Cooper entraron en su vida derribando cualquier barrera prohibitiva. Por entonces, se había despertado en él el interés por tocar la batería.
Todas estas bandas sumadas a su pasión por la literatura de Clive Barker o Stephen King y el descubrimiento de pornografía de todo tipo en el sótano de su abuelo hicieron que el joven Brian tuviese bastante claro su futuro: un futuro donde las artes, la oscuridad y la rebeldía a lo políticamente correcto se tenían que dar la mano.
Nacimiento del personaje
Por cuestiones familiares en el terreno laboral, Brian tuvo que marcharse de Ohio y emprender un nuevo camino en Florida. Le costó mucho adaptarse a su nuevo hogar, pero pronto decidió dedicarse al Periodismo en una revista llamada 25th Parallel. Dicha labor como editor le llevó a sus primeros pasos en el mundo de la literatura, pero también lo acercaba al mundo de la música donde figuras como Trent Reznor empezaban a asomar poco a poco su cabeza en la vida de Brian.
Decidió proponer una jam session de poesía y, al contrario que con los demás participantes, el joven Brian causó una sensación de shock, de sorpresa, de aceptación o de negación según la persona que conformaba el público. Fue en ese momento cuando Brian se dio cuenta de que su actitud negacionista a lo políticamente correcto causaba un efecto de curiosidad en la gente: allí nació la mezcla entre lo glamuroso y la locura, entre Marilyn Monroe y Charles Manson. Marilyn Manson ya era una realidad.
En 1989 decidió conformar un grupo de música para tocar en público a pesar de no tener ni una sola canción original. Brian empezaba a dejar paso a Manson y los periódicos locales afirmaban que aquello era un rotundo espectáculo. Marilyn Manson & The Spooky Kids era una banda donde la teatralidad, la provocación y el argumento musical se daban la mano. Les funcionó a la perfección y no tardaron demasiado en dejar atónita a toda la escena local, pero no fue hasta 1992 y con cierto éxito nacional cuando la formación decidió acortar su nombre a Marilyn Manson y así empezar a pensar en su primer lanzamiento.
En ese momento entra en escena un Trent Reznor que ya había observado a la banda durante un tiempo y decidió ofrecerles una oportunidad de unirse a su sello, Nothing Records. Después de un número de tensas situaciones con el productor original, Reznor se encargó de aquella nave que iba rumbo a un disco titulado ‘Portrait Of An American Family’. En ese mismo momento fue cuando al miembro de la banda Gidget Gein se le despidió por consumo de drogas y entró una de las personas más importantes en la vida de Manson: Twiggy Ramirez.
Con ‘Portrait Of An American Family’, Marilyn Manson era el grupo provocador que se tuvo claro desde aquellas actuaciones en locales de mala muerte de Florida, pero todavía tenían que terminar de explotar. Aquel disco era un conjunto de canciones que funcionaba correctamente, incluso con interludios protagonizados por diálogos de películas -que acababan por sonar un poco repetitivos-. Era una buena carta de presentación, pero hacía falta seguir rompiendo moldes.
La banda había logrado con el disco colarse en los oídos de mucha gente gracias a los conciertos donde telonearon a Korn y Danzig o los programas de radio que les pinchaban de vez en cuando. Fue con el EP ‘Smells Like Children’ con el que ya pegaron el pelotazo definitivo gracias a la versión macabra de “Sweet Dreams (Are Made Of This)”. Oscura, con un halo de maldad y escupida con rabia y actitud por Manson, la canción llegó a promocionarse con mucha frecuencia en MTV -pese a que el disco en sí estaba a un nivel inferior con respecto a ‘Portrait Of An American Family’-. Nadie sospechaba que se había encendido la mecha para la llegada del anticristo.
La debilidad te hará fuerte
Un personaje acuñado en la debilidad, fraguado bajo un mundo que parece odiarle y donde Manson decidió explotar todo su potencial. ‘Antichrist Superstar’ nació de un cuadro que Manson pintó en decimoprimer grado y empezó poco a poco a convertirse en el álbum que sorprendió a propios y extraños de la música de Marilyn Manson.
Grabado bajo la atenta mirada de un Trent Reznor que estaba rebosante de orgullo por el trabajo realizado con Nine Inch Nails en ‘The Downguard Spiral’, Manson y él empezaron a tener disputas sobre la dirección del disco a nivel producciones y esto acabó creando un ambiente complicado y en cierto modo hostil. Más allá de esas broncas y discusiones se encontraba un disco influenciado por Nietzsche y creado bajo una idea donde Manson quería retratar la sociedad americana -tal y como pensaba hacer también en los dos trabajos que seguirían a ‘Antichrist Superstar’-.
De esta manera, Manson consiguió que con la salida del álbum no fueran precisamente pocas las voces que se echasen al cuello del artista diciendo que destruía lo sagrado, el confort de la paz y que su búsqueda era la de dinamitar el mundo. La gente empezó a creer que Manson era el verdadero anticristo. Entró a formar parte de ese colectivo de música prohibida por algunos sectores sociales y esto solo provocó un efecto de curiosidad en personas que, sin tardar demasiado, se convertirían en sus fans y auparían la leyenda del artista.
‘Antichrist Superstar’ es un LP repleto de imaginativa, de una letras que oscilan entre lo filosófico, lo sarcástico, puntos biográficos y bajo un halo de oscuridad verdaderamente transgresor. El sonido transgresor que poseía mezclando la distorsión, las guitarras más limpias, los elementos electrónicos y aprovechando el máximo potencial en la voz de Manson, ayudó a crear un concepto de sonido que se mantendría en mayor o menor medida.
Romper patrones con canciones como “The Beautiful People”, “Tourniquet” o “Little Horn” ayudó en su día a comprender la música de Manson e incluso en la actualidad sigue resultando sorpresivo e inteligente más de veinte años después de su lanzamiento en 1996. Marilyn Manson ya estaba en boca de todos y no había marcha atrás.
En 1998, tras pasar por dos años de amenazas de cancelación, de presión de algunas ciudades y de grupos religiosos intentando boicotear sus conciertos, Marilyn Manson deciden tomar el sendero del glam rock y sorprendió a todo el mundo y haciendo honor a la gran influencia de Manson que es David Bowie. ‘Mechanical Animals’ estaba en marcha.
Nuevos conceptos
La senda de la grabación se inició en 1997 después de la gira Dead To The World. Con Billy Corgan -líder y vocalista de la banda The Smashing Pumpkins- como asesor principal del trabajo. Manson empezó a dejar apuntes de que aquello que venía era muy diferente a lo que había hecho en su carrera y, finalmente en 1998 -un año después de la grabación-, ‘Mechanical Animals’ veía la luz.
Con un álbum conceptual que sigue el hilo profundista de su anterior obra, Manson ideó un disco que dejaba cosas a la imaginación, presentaba detalles que no estaban a primera vista y todo bajo la influencia de Bowie -pero sin renunciar al sonido Marilyn Manson-. Desde el atuendo hasta las coincidencias con Ziggy Stardust, Manson cambió su sonido, pero el aspecto visual, ecléctico en lo grotesco, seguía presente dentro de sus shows.
Fue un disco importante tanto a nivel compositivo del artista, que mostró una de las tantas facetas que ha ido adaptando con el tiempo, como a nivel de banda por la marcha de Zim Zum y la llegada de un tal John William Lowery, más conocido como John 5 -actual guitarrista de Rob Zombie- y que a fecha de hoy sigue siendo un guitarrista adorado por los amantes del metal industrial.
La llegada de ‘Mechanical Animals’ trajo complicaciones para la banda a la hora de programar sus fechas. En primera instancia por desacuerdos con promotores, en la segunda por la enfermedad de mononucleosis infecciosa de su batería Ginger Fish y en tercera por el boicot sufrido en algunos conciertos que llevó a cancelar en muchas ocasiones y en otras solo quedó en un pequeño incidente sin importancia. El otro revés fue la cancelación de las fechas restantes por el incidente de Columbine, donde Dylan Klebold y Eric Harris asesinaron a trece alumnos y dejaron un buen número de heridos. Aunque la cancelación se hizo por respeto a las víctimas, muchos dedos señalaron a Manson como inspirador para cometer la masacre debido a que los dos asesinos llevaban camisetas de Marilyn Manson, lo cual resultó ser mentira.
Este incidente le resultó especialmente molesto a Manson, al que años después sigue persiguiendo en ocasiones alguna que otra acusación. Como motivo de la corta gira se lanzó ‘The Last Tour On Earth’, un disco en directo que sería el predecesor de uno de sus grandes trabajos titulado ‘Holy Wood (In The Shadow Of The Valley Of Dead)’, lanzado el 11 de noviembre del año 2000.
La portada de este trabajo resulta perfecta para ejemplificar el trato que Manson había recibido por parte de la prensa y algunos colectivos: un trato de que él debía callarse por ser inspiración para tal desgraciado acto. En consecuencia, Manson sale en la portada desnudo, sin mandíbula y crucificado, lo que hace referencia a que no le dejaron hablar sobre los sucesos ni dar su visión acerca de todo aquello.
El álbum seguía la estela de crítica a la sociedad o la religión. El sentimiento de rabia, de vergüenza, de resentimiento y venganza también están representados en el disco, por lo que, al fin y al cabo, se puede hablar de un trabajo donde el sentimiento de un individuo y su razón están siempre presentes. En el terreno de la banda, en el año 2002, Twiggy y Manson decidieron poner fin a su relación musical por diferencias constantes y Manson no solo perdió en lo personal si no que, como apuntan mcuhos fans especializados en la música de Manson, su caída empezaba a acelerarse, lo que le hizo ver más cerca el precipicio pese a intentar nuevas ideas para seguir llevando su estilo al público. En el año 2003, ‘The Golden Age Of Grotesque’ hacía acto de aparición, pero ya nada iba a ser igual en los años venideros.
¿La decadencia?
Al intentar aunar el mundo del burlesque con la provocación, el estilo particular de su música y todo aquello que Manson estaba explotando constantemente, trató con este disco de buscar un nuevo enfoque donde lo teatral también tuviese cabida. De esta forma conoció a Dita Von Teese en una portada de una revista pero con las aspiraciones de conseguir convencerla para que actuase en sus shows.
La pareja comenzó su noviazgo al poco tiempo de conocerse, pero Manson no obtuvo muy buenas críticas con el lanzamiento del disco; por si fuese poco, su fuerte unión al mundo de las drogas y el alcohol no ayudaban mucho a que el artista consiguiese poner los pies en la tierra y volviese a sorprender con un buen disco. Tanto Dita como sus amigos, familiares e incluso miembros cercanos a la banda intentaron ayudarle, pero él quería seguir su camino.
Con el paso de los años, una compilación de por medio y la separación con Dita -para comenzar una relación con la actriz Evan Rachel Wood-, 2007 supuso el nuevo lanzamiento de Marilyn Manson bajo el nombre ‘Eat Me, Drink Me’ con un sonido donde las guitarras cobran especial atención y lo melódico está constantemente presente. Las referencias góticas son notables especialmente en el dolor y en los temas de las letras, y el nuevo trabajo fue recibido con muchos peros, tal y como había ocurrido con ‘The Golden Age Of Grotesque’. Muchos hablaban de la decadencia de Manson y decían que el tiempo de gloria como artista musical se había acabado.
Esas dolorosas afirmaciones fueron un detonante más a la relación rota con Evan Rachel Wood y Manson cayó en una espiral de dolor, rabia y depresión donde llegó a cortarse con una cuchilla en repetidas ocasiones y, según afirma el artista, no sabe ni cómo pudo salir con vida. Como una suerte de Bob Dylan a lo ‘Blood On The Tracks’, Manson escribió sobre el dolor romántico para sacarlo todo de sí mismo y en 2007 lanzó un trabajo sincero, pasional y muy arraigado a la entraña titulado ‘The High End Low’.
Si bien no fue la quintaesencia de la banda, el disco obtuvo muy buenas ventas. Fue número cuatro en Billboard y el público agradeció la sinceridad, el toque personal y la definición de la depresión que daba Manson en el álbum. Pese a ello es un trabajo que se aleja bastante de lo creado y volvió a jugar con un sonido más cercano a lo gótico que a lo industrial, algo que no a todo el mundo acabó de convencer. De la misma manera ocurrió con ‘Born Villain’, lanzado en 2012 y del cual lo más rescatable es la gira que emprendió con Rob Zombie y Alice Cooper.
Manson estaba en un estado compositivo errático. Había perdido totalmente el rumbo, pero quiso encontrarlo cuando junto con Twiggy se pusieron a trabajar en ‘The Pale Emperor’, un disco que resulta interesante con guiños a Mefistóteles y un sonido que se mueve entre el rock, lo industrial, lo gótico e incluso pequeñas aportaciones de blues. Temas como “Deep Six” resultan de lo más apetecible que ha sacado Marilyn Manson en los últimos años y que hizo que se encontrase a un tipo haciendo una música notable pero que a los fans acérrimos seguía sin convencer absolutamente nada.
Actualidad con incógnitas
Si bien Marilyn Manson sigue poseyendo un nombre dorado siempre que se habla tanto del artista como del grupo, el paso del tiempo ha ido decreciendo su interés y esperanza en que salga algo que realmente vuelva a romper moldes y, si uno lo piensa, no es algo negativo.
Manson ya no tiene nada que demostrar a nadie, tuvo una época donde rompió la escena e impulsó a varios artistas a que hiciesen lo mismo, dejó grandes álbumes y ahora simplemente se centra en crear lo que a él le gusta.
Prueba de ello es ‘Heaven Upside Down’ de 2017 o su más reciente trabajo ‘We Are Chaos’, donde ofrece un estilo melódico al que se adapta perfectamente a sus 51 años en el que reniega de todo lo que vivió para hacer lo que le apetece a él; ese acto de sinceridad hace que su música no resulte un compendio de estructuras vacías con las que intentar atrapar a la gente, simplemente vive y ejecuta las cosas en base a como las siente.
Marilyn Manson ha sido el diablo encarnado saliendo a golpes -prácticamente literales en muchos casos- con miembros de su grupo como John 5. También ha sido aquel que está en un ir y venir de disputas y reconciliaciones con Trent Reznor y ha sido el tipo que se vestía de sacerdote para enfadar a aquellos que protestaban contra su persona. Existe un momento en la vida de todo artista en el que tiene que romper con sus propios moldes, dejar atrás su pasado, seguir adelante y luchar por aquello que quiere conseguir -sea algo grandioso para su público o no-.
Manson es de esas personas que nunca se ha debido a nadie. Desde que inició su vida en la Heritage Christian School, Brian dejó de ser Brian para convertirse en algo más, aunque dentro de él siguiese viviendo ese niño criado en un ambiente familiar de solidaridad y cariño.
Su particular estilo en las voces, la forma de trabajar con una música transgresora mezclada con un espectáculo provisto de terror y provocación nunca hicieron que Manson deje de escribir poesía o abandone su gusto por la pintura con cuadros que rozan totalmente lo grotesco y lo gótico.
Si alguien puede manejar a Marilyn Manson ese es el propio Brian Hugh Warner, y él decide cuándo entra el personaje y cuándo sale. Como acertó a decir Joey Jordison: con él nunca sabes qué está por venir.
Nota: Este artículo se terminó antes de que se produjera toda la polémica de las últimas semanas.
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