La reunión tóxica de Barón Rojo del millón de euros que salió regular
Era febrero de 2009 cuando se hacía oficial la noticia: Barón Rojo se reunirían en exclusiva con sus ex-miembros, Jose Luís Campuzano “Sherpa” y Hermes Calabria para un esperadísimo show en el Metalway Festival de Zaragoza, que se realizaría el 20, 21, 26 y 27 de Junio en el recinto ferial de la capital maña.
Era febrero de 2009 cuando se hacía oficial la noticia: Barón Rojo se reunirían en exclusiva con sus ex-miembros, Jose Luís Campuzano “Sherpa” y Hermes Calabria para un esperadísimo show en el Metalway Festival de Zaragoza, que se realizaría el 20, 21, 26 y 27 de Junio en el recinto ferial de la capital maña.
Pero no sería la reunión que todo el mundo esperaba, como probaría más adelante el documental de Jose Sancristóbal y Javier Panigua “Larga Vida al Rock N’ Roll”. Ni lo fue nunca, porque era una reunión que venía viciada desde buen principio debido a las convulsas relaciones entre los hermanos de Castro y Sherpa y Hermes. De algún modo, el promotor RockNRock obró el pequeño milagro de convencer a los músicos para reunirse y actuar en un festival donde compartirían cartel con Manowar, Motorhead, Heaven and Hell (los Black Sabbath de Dio, vaya), Twisted Sister, Warlock e incontables bandas más de primer nivel mundial. Pero fue una versión minimizada de lo que habría sido la reunión de haberse llevado a cabo en el año 2003.
La oferta que fue real
En aquel tiempo, Goyo Esteban de Locomotive Music (hoy en día perseguido por medio mundo por gente con ganas de…invitarle a un café) ofreció un millón de euros a la banda por realizar unos pocos conciertos con su formación original reunida y grabar un disco y un DVD en directo. Un millón de euros que, años después Armando de Castro negaría en una entrevista con esta misma web, pero que Sherpa siempre ha mantenido y confirmado y otras fuentes de la industria también.
La “retirada digna” que, en palabras de Sherpa, le negaron los hermanos De Castro, terminó siendo una retirada más o menos indigna donde Barón Rojo pasaron a tener dos formaciones: la cara (reunión) y la barata (con el bajista Gorka y el batería Rafa). Fieles a su estilo poco mimado a la hora de llevar sus negocios, Barón Rojo terminaron enfrascados en polémicas porque la gente había acudido a algunos conciertos esperando ver a la formación original de la banda y se encontraba con la formación actual, bastante menos legendaria.
Rechazar aquel millón de euros fue doloroso pero los hermanos De Castro insistieron en que ellos habían mantenido a la banda viva mientras Sherpa y Hermes se dedicaban a otras cosas como ex-miembros de la banda. Tenían mucho que perder, según ellos. Cierto es que, en 2003, cuando se propuso la reunión del millón, el bajista Ángel Arias había estado más años en la banda que el propio Sherpa. Pero incluso Arias terminaría marchándose de la banda cinco años después, en 2008, y emitiría un duro comunicado acusando a los hermanos de Castro de funcionar como una simple empresa familiar. La reunión era, poco menos que inevitable y fue una realidad en 2009. Eso sí, los hermanos de Castro acabaron con un caché bastante más modesto de 30.000 €. Y aún así, los hermanos De Castro exigieron llevarse un porcentaje mucho más elevado que el de Sherpa y Hermes.
Reunidos en Zaragoza con la poli en los talones
Así pues, nada hacia presagiar que la reunión iba a ser apacible y no lo fue (volvemos a recomendar ver el documental mencionado). Cuando Barón Rojo salieron a escena poco antes de las dos de la mañana en Zaragoza en aquel 20 de junio de 2009 quedó claro que aquello iba a ser una pantomima. Los miembros de la banda no se cruzaban miradas y lo más espectacular era una pantalla de video de fondo con los pixeles gordos como melones donde se emitían collages de imágenes sin demasiado sentido en la mayoría de los temas, junto con imágenes del grupo en directo.
Un setlist de ¡más de tres horas!terminó con la policía local de Zaragoza acudiendo al recinto y poco menos que pidiendo que aquello acabase ya. Apenas cuatro mil personas vieron la tan esperada (en teoría) reunión del grupo mientras la temperatura era de 15 grados pero el bierzo soplaba imparable a más de 80 kilómetros por hora. El viento se llevaba el sonido, la gente se congelaba por la sensación térmica, las luces del escenario bailaban y los Barones parecían más empecinados en tocar el máximo de canciones posibles que en aportar cualquier tiempo de sentimiento o comunicación con el público.
Veintiséis canciones que, con vientos racheados y a las tres de la mañana, suenan menos agradables de lo que son. Una reunión desganada. Un escenario desnudo y una banda incomunicativa. En definitiva, la reunión más chunga de la historia del rock and Roll tuvo lugar en Zaragoza pero podría haber tenido lugar en un palacio de los deportes con un escenario espectacular y una banda motivada seis años antes.
Sergi Ramos
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